Hace un par dehoras éramos perfectos desconocidos, pero los tragos ya habían hecho efecto yya éramos casi mejores amigos.
Me hablo de sufamilia y yo de mis gatos, me dijo que estudiaba enfermería y yo le dije queera profesor de inglés, me conto de su ex que le había sido infiel y yo quehace casi un año que no tiraba, me invito a una de sus presentaciones de karatey yo a andar en moto.
Su pelo verdeme fascinaba y a ella le encanta mi chaqueta de cuero.
Antes determinar mi cuarta o quinta cerveza me tomo del brazo y me pidió que laacompañara al baño, se veía mareada y algo enferma. Llegamos como pudimos albaño y en cuanto entramos cerró la puerta tras nosotros.
Me agarro dela nuca y me beso con fuerza, sentí el sabor a vodka en su boca mientras sedesabotonaba la blusa.
Mientras mesacaba el cinturón vi un oscuro pezón asomándose, de inmediato lo tome con laboca y lo chupe hasta que me pidió que parara.
Se subió allavamanos y se sacó los calzones con una increíble destreza. Nos seguimosbesando mientras buscaba un condón que había llevado por si acaso. Pero antesque lo pudiera encontrar ella ya tenía uno abierto y puesto en su boca. Searrodillo y puso sin problema el preservativo.
La tome de lascaderas y de un salto quedo sobre el lavamanos con las piernas abiertas dándomela bienvenida. Pase mi miembro por sus piernas y labios, cuando entre en elladimos un grito ahogado de placer.
Levanto suspiernas dejándolas a la altura de mis hombros mientras movía las caderas invitándomea hacer lo mismo. La tome de las nalgas y la monte sobre mí, ella se movía almismo tiempo que yo, me mordía el cuello y las orejas, me rasguñaba el culo yla espalda, yo la tomaba del pelo y le chupaba las tetas.
- ¿Te gustan?- me pregunto mientras miraba como tenía toda una teta metida en mi boca.
- Si, son muyricas – dije con la boca llena.
Tal vez por micara o por la clara experiencia que tenía descubrió que estaba a punto deacabar – ¿Ya te vas a ir? – pregunto.
-Si ya estoy apunto – respondí tratando de pensar en algo más para no eyacular, pero con esamujer desnuda y excitada frente a mí se me hacía imposible.
-Dale nomas,acaba adentro- me abrazo con las piernas impidiendo siquiera intentar eyacularfuera.
Con uno deesos extraños quejidos que hace uno al acabar solté todo dentro del condón. Eramás que de costumbre, tal vez la situación me excito aún más.
-Acabastemucho- dijo agitada y ruborizada mientras aun soltaba la carga dentro de ella.
Nos vestimosaun sudando, a su blusa le faltaba un botón que salió volando mientras sedesvestía, yo tenía la espalda llena de marcas de uñas y el cuello de mordidas.
Primero salióella, a los 5 minutos salí yo. Si se dieron cuenta que estábamos juntos en elbaño, o si escucharon el escandalo o si siquiera se dieron cuenta que noestábamos aun es un misterio para mí.
- ¿Unacervecita? - me ofreció, necesitaba hidratarme así que acepte de inmediato.
Nos fuimos atomar y conversar al balcón, después de esa noche no nos volvimos a ver, perosin duda esa última cerveza fue lo segundo mejor de la noche.
Me hablo de sufamilia y yo de mis gatos, me dijo que estudiaba enfermería y yo le dije queera profesor de inglés, me conto de su ex que le había sido infiel y yo quehace casi un año que no tiraba, me invito a una de sus presentaciones de karatey yo a andar en moto.
Su pelo verdeme fascinaba y a ella le encanta mi chaqueta de cuero.
Antes determinar mi cuarta o quinta cerveza me tomo del brazo y me pidió que laacompañara al baño, se veía mareada y algo enferma. Llegamos como pudimos albaño y en cuanto entramos cerró la puerta tras nosotros.
Me agarro dela nuca y me beso con fuerza, sentí el sabor a vodka en su boca mientras sedesabotonaba la blusa.
Mientras mesacaba el cinturón vi un oscuro pezón asomándose, de inmediato lo tome con laboca y lo chupe hasta que me pidió que parara.
Se subió allavamanos y se sacó los calzones con una increíble destreza. Nos seguimosbesando mientras buscaba un condón que había llevado por si acaso. Pero antesque lo pudiera encontrar ella ya tenía uno abierto y puesto en su boca. Searrodillo y puso sin problema el preservativo.
La tome de lascaderas y de un salto quedo sobre el lavamanos con las piernas abiertas dándomela bienvenida. Pase mi miembro por sus piernas y labios, cuando entre en elladimos un grito ahogado de placer.
Levanto suspiernas dejándolas a la altura de mis hombros mientras movía las caderas invitándomea hacer lo mismo. La tome de las nalgas y la monte sobre mí, ella se movía almismo tiempo que yo, me mordía el cuello y las orejas, me rasguñaba el culo yla espalda, yo la tomaba del pelo y le chupaba las tetas.
- ¿Te gustan?- me pregunto mientras miraba como tenía toda una teta metida en mi boca.
- Si, son muyricas – dije con la boca llena.
Tal vez por micara o por la clara experiencia que tenía descubrió que estaba a punto deacabar – ¿Ya te vas a ir? – pregunto.
-Si ya estoy apunto – respondí tratando de pensar en algo más para no eyacular, pero con esamujer desnuda y excitada frente a mí se me hacía imposible.
-Dale nomas,acaba adentro- me abrazo con las piernas impidiendo siquiera intentar eyacularfuera.
Con uno deesos extraños quejidos que hace uno al acabar solté todo dentro del condón. Eramás que de costumbre, tal vez la situación me excito aún más.
-Acabastemucho- dijo agitada y ruborizada mientras aun soltaba la carga dentro de ella.
Nos vestimosaun sudando, a su blusa le faltaba un botón que salió volando mientras sedesvestía, yo tenía la espalda llena de marcas de uñas y el cuello de mordidas.
Primero salióella, a los 5 minutos salí yo. Si se dieron cuenta que estábamos juntos en elbaño, o si escucharon el escandalo o si siquiera se dieron cuenta que noestábamos aun es un misterio para mí.
- ¿Unacervecita? - me ofreció, necesitaba hidratarme así que acepte de inmediato.
Nos fuimos atomar y conversar al balcón, después de esa noche no nos volvimos a ver, perosin duda esa última cerveza fue lo segundo mejor de la noche.
1 comentarios - Lo mejor de la Fiesta (Short Story)