Juan y su madre
Relato real recibido madre-hijo .
Nunca me imagine en la puta vida, que aquella mujer, que me dio a luz y que alguna vez temí en la infancia, algun día seria arremetida por mi. Tenerla apoyada sobre el comedor sometida, mientras yo la embestia tomandola de las caderas. Era de noche y solo nos alumbraba una vela (que segun yo, para hacerlo mas romantico jajajaja) y aun así podia ver como se ondulaban sus grandes y jugosas nalgas. Al no tener la almohada para silenciar sus gemidos, mi madre se esforzaba en no gemir, tanto que por alguna razon me daba ternura jeje.
Esa noche fue la primera vez que cogiamos en el comedor y la cocina. Pero a todo ello, ¿como es que llegue a tener esta relación con mi gruñona progenitora?…
Bueno carnal, para empezar: me llamo juan (nombre anonimo) vivo en cierta parte del Edo. Mex., soy de clase media-baja (o sea no estamos jodidos, pero tampoco tenemos lujos), actualmente tengo 21 años, soy moreno, ojos negros, cabello negro semi-largo,no soy un galan pero tampoco estoy dado a la verga, como siempre me ha gustado los deportes en especial el box, me mantengo en forma (no estoy supermamado pero tengo lo mio), mido 1.77 y una verga de 16-17 cm, pero eso si, la tengo bien pinche gruesa jeje. Como habia dicho, mi mama fue mi terror de niño, siempre fue estricta, exigente y gruñona, siempre me esforce por comportarme bien, pero como soy pendejo por naturaleza siempre la cagaba. En cambio mi padre fue lo contrario, el era buen pedo conmigo; me enseño a tocar guitarra , jugabamos futbol y jugabamos maquinitas. Pero todo cambio cuando al cabron de mi gfe lo pillaron con otra mujer (una vieja de unos veintipocos años). Yo al igual que mi gfa me senti traicionado, porque esa vieja tenia un mocoso, senti que me cambió por otro puto hijo que ni siquiera tenia su sangre. Es por eso que cuando termino la guerra por materiales y beneficios, por resentimiento decidí quedarme con mi madre ( todo esto sucedio cuando iba en 5° de primaria).
La relacion con con mi gfa cambio un poco, ya no era tan severa…bueno ni tanto. En cambio yo, me deje llevar y ya no me importo tratar de comportarme, cosa que se me dificulto terminar la puta primaria, reprobando un año.
Empezando la secundaria por primera vez, despues de una junta escuche: «no mames la mama de juan esta bien buena», cosa que en ese momento no me importo. Mi gfa antes de entrar en la secundaria hablo conmigo con un poco de severidad y suplica sobre comportarme. Cosa que no se si logre, digo… no fui un buen estudiante pero tampoco uno malo ( un 50 desmadre y un 50 estudios). En segundo año, teniendo unos 14, cogi por primera vez y empeze a ser un cabron con cualquier compañera que me interesara y se dejara.
Estaba ya a mitad del 3° año y estaba un poco «viajado»,ya habia fumado mota un par de veces antes, pero esta vez llegue así a casa, valiendome verga una regañiza por parte de mi gfa, cosa que hizo, pero ya no me intimidaba sus regaños y sus golpes. Pero gracias a la mota que me dio el temple y el contemple, se me quito una venda de los ojos en muchos sentidos, siendo lo primero, la belleza de mi madre. Esa tarde por primera vez mientras me regañaba, me di cuenta de lo guapa y atractiva que es mi gfa.
Mi madre se llama marta (nombre anonimo), actualmente ella tiene 43 años, piel trigueña, mide 1.65, pelo negro y largo. Tiene un poco de grasita en su cintura pero le queda perfecto, no afecta su figura curvilinea, ademas siempre he pensado que el cuerpo perfecto de una madura, no debe ser tonificado. Tiene unos pechos que encajan perfectamente en mis manos y eso que mis manos son grandes, tiene una cara bonita: ojos grandes y negros; nariz afilada y mediana; y unos labios atractivos que siempre frunce, pero antes, como siempre tenia cara de «vale verga todo» o encabronada no se llegaba apreciar su bonito rostro al 100. Ella es maestra estilista y hace 2 años abrio una fonda junto con mi abuela paterna. Mientras que yo estudiaba y trabajaba en un taller mecanico, a veces tambien me subia al transporte a tocar la guitarra por unos pesos, bueno eso fue antes de la puta pandemia.
Despues de esa tarde que habia llegado «viajado», y al pasar los dias empece poco a poco a ser afectuoso, vacilon e intimo con mi gfa (en esos dias no pensaba tirarme a mi madre, solo me gustaba la sensacion de ser cercano a una madura sabrosa, valiendome verga que fuera mi propia gfa). Empece a contarle cosas pendejas y graciosas que pasaba en la escuela, empece a abrazarla a la fuerza (no estaba acostumbrada), besar sus mejillas y frente (valiendome verga su incomodidad) y empeze a cotorrear con ella (a veces se esforzaba en no reir u opacar sus risas con un falso enojo) y en otras se reia tanto que lo sentia un logro, ya que ella no era casi nada risueña. Ella tambien poco a poco se iba abriendo y me hablaba sobre ciertos pretendientes, y que algunas veces acepto citas, pero segun ella, la mayoria estaban bien pendejos. Mi madre siempre ha sido muy orgullosa y de caracter fuerte, y creo que por eso no toleraba las pendejadas. Y así en uno de nuestros cotorreos y platicas intimas y bochornosas, me confeso con cierta verguenza haberce llegado a masturbar con una zanahoria, cosa extraña y graciosa (influenciada por la pelicula del oso Ted que vio en el cine con un wey). Pero eso me prendio, el solo imaginarme a mi gfa masturbandose fue suficiente para pajearme esa misma noche y tener una tremenda corrida a su nombre. Y asi fue cuando poco a poco desperto ese deseo por mi mamá, estaba confundido y me sentia un puto enfermo pero tambien estaba morbosamente interesado en hacer mia a mi propia madre, pero no queria cagarla y me esforce para que cayera en manos de «mio de mi XD», su hijo. Un esfuerzo que duro 2 putos años. En esos dos años fui mas cariñoso, mas obediente como todo un buen hijo, lavaba los trastes, hacia el quehacer de la casa y empece a ser mas estudioso, pero como habia dicho: soy un pendejo por naturaleza, asi que no fue mucha la diferencia en mis calificaciones.
Aun recuerdo esa primera vez, ya estaba en 2° año de bachillerato y tenia 17 años. Habia tenido el permiso de mi gfa de hacer una fiestita en el patio, donde una bandita pedorra de unos amigos tocó, a mi gfa le caga el rock, por eso no me dejaba hacer fiestas en casa. Pero esa vez me dio permiso por el adelanto a mi cumpleaños numero 18, ya que mi cumpleaños caia en vacaciones (como habia contado antes, reprobe un puto año). Ya en la noche cuando todo habia acabado, mi madre llegó y me encontró un poco ebrio y un poco viajado. Ella ya se habia resignado a mi gusto por la peda y mota, asi que no me regaño mucho, solo se sento a mi lado en el sillon y empezamos a hablar, le mostre los videos y fotos de la peda y todo iba bien hasta que dijo:
– Puro pinche loco, naco, marihuano, tienes como amigos, hijo.
– Jajajaja yo tambien soy un pinche loco naco, marihuano, gfa.
Ella dio un suspiro y dijo:
– Si tan solo no fumaras esa porqueria, me sentiria un poco mas conforme. A ninguna madre le gustaria ver a su hijo fumando esa pendejada.
– Eso dices porque no la has probado, ademas no es la gran cosa, no es como si fuera un puto adicto.
– No y no me interesa, voy a quedar toda pendeja «como tu» comprenderas.
– Jajajaja siempre he estado pendejo ma y ademas talvez a ti te convendria, para que no estes siempre toda grinch. Ella chasqueo los labios y me miro con un fingido enojo.
– Ves, te encanronas facil. Dije entre risas mientras me acerco mas a ella y la abrazo, le doy un beso en la mejilla y trato de convencerla juguetonamente para echarse un porro conmigo. Al final no quiso pero la convenci de inhalar el humo de mis caladas, y asi, fui rapido por el churro que tenia en mi cuarto.
Ella me veia con disgusto, duda y nerviosismo cuando cale el primer tren, y le arroje el humo. Ella solo se quedo quieta mirandome a mi y al taco.
– Suspiralo suspiralo!! Dije y ella como a regañadientes lo inhalo. Al poco rato despues de unas caladas, ella estaba un poco ida y nerviosa. Yo me preocupe, apague el churro y empece a calmarla. La abraze y ella me abrazo tambien.
– ¡No inventes!, ¡no inventes!, ¡¡me siento fria, pinche chamaco, ¿como te puede gustar esa porqueria?!!
– Ma, te dije que deberias estar relajada para que te sientas bien, no te preocupes ahorita se te baja, jaja. Pero mientras decia eso, empezaba a picarme el morboseo y empece a comerme a mi madre con los ojos. Mientras le platicaba algunas pendejadas, la abraze mas, bese su cuello y empece a cachondear con ella.
– Perdon ma, esta madre me puso cachondo, dije, pero sin nunguna culpa, mas bien me sentia divertido, me di cuenta de la oportunidad que se me presento y la iba a aprovechar.
Ella me miro extraño y con incomodidad, pero no me importo, empece a besar poco a poco desde sus mejillas hasta su vientre. Levante su blusa y bese su piel; sus tetas por encima del brasier, le saque una teta y lo chupe. Ella me estaba empujando pero yo seguia con lo mio.
– ¡¡¿Que haces cabron?!!, ¡¡soy tu madre, no inventes!!.
– Perdon ma, te necesito, quiero tenerte… y no grites que vas a llamar la atencion de los vecinos. ¿No quieres que sepan que tu hijo quiere cogerte, verdad?. Decia mientras mamaba su teta. Me endereze, me quite la playera y puse musica para tratar de opacar nuestro ruido. Ella trato de irse pero la detuve por detras, bese su cuello, inhale su aroma y me agasaje fuerte con su cuerpo.
– Mami, realmente te necesito. Ella dejo de resistirse y volvimos al sillon, la desnude y contemple su cuerpo desnudo por primera vez. Ella solo me veia confundida y temerosa, y por alguna razon eso me hizo sentir divertido y bien cachondo a la vez, no perdi mas tiempo y me avalanze sobre ella. Mame sus tetas, lami su cuello, trate de besar sus labios pero no me dejo, asi que encabronado baje a comerme su cueva peludita con ferocidad, haciendola gemir fuerte al principio para luego tratar de reprimir sus gemidos, cosa que lo tome como un desafio y me volvi «despiadado», siendo mas feroz y mordelon, jeje. La empine y estaba dispuesto a mamarle el culo, cuando entre jadeos se lo tapo con una mano y dijo:
– Idiota, vengo sudada, apenas puedo creer que me lamieras ahí abajo.
– Jaja, ni me di cuenta, ni me importa. Anda dejame devorar ese culo que traes.
Pero ella no me dejo, le dije que me la mamara pero tampoco quiso.
– Tan bajo haz caido que violaras a tu propia madre si trato de irme, ¿verdad?…al menos ¿tienes globos?. Dijo con una fingida renuencia.
– Tu hijo es responsable, asi que siempre trae, ahora tambien sere responsable de darte gusto mami, jeje. Dije para luego quitarme el pantalon y sacar un condon de mi cartera. Me lo puse y acto seguido se lo introduje a mi gfa mirandola a los ojos; ella me miraba con confusion y lujuria. Talvez por mi grosor o porque ella no tenia nada de nada desde hace tiempo, se me dificulto un poco entrar, provocandole molestias y refunfuños por parte de ella.
– Siento como si te desvirgara gfa. Le dije sonriendole y dandole picoteos en los labios.
Ella solo refunfuñaba y trataba de no dirigirme la palabra, pero no tardo nuestro acto en sincronizarse. Sus gemidos eran espectaculares, aun cuando trataba de cubrirlos con sus manos eran los gemidos que yo, su propio hijo, le provocaba, y al ritmo de Rock’n roll (habia puesto un playlist de «Motorhead», ya se imaginaran mi furor y violencia), la embestia de varias maneras sobre el sillon y la pared. Volvi a prender el churro y cale mientras me cogia a mi madre, ya despues lo deje en el cenicero, como un incienso aromatizando a el incesto.
Ella no hablaba y yo era el que ponia sabor verbal a nuestro acto. Mientras la embestia al estilo perrito, la sujete del cabello y empeze a nalgearla relativamente fuerte. Al someter a mi madre de esa manera, me provoco un sentimiento monstruoso de morbo e inmoralidad, tenerla así y tratarla así, tambien me hizo sentir que soltaba las riendas de mis resentimientos, de sus regaños, bofetadas y exigencias de la infancia.
– (¡¡plaff!!) (¡¡plaff!!), ¿que se siente que ahora sea yo el que te nalgueé mami?, ¿te gusta? (plaff!!) (plaff!!).
Ella no hablaba, solo gemia y daba grititos, hasta que llego su orgasmo.
– ¡¡¡¡AAaahhg!!!!. Fue mas un rugido que un grito, junto con un fuerte estremecimiento en todo su cuerpo. Me di cuenta que estaba afectada por el humo y por eso su venida fue mejor (ya despues me conto que fue el primer orgasmo que la hizo sentir nublada). Pero aun asi yo segui embistiendola, haciendola gritar:
– ¡¡ya!! ¡¡ya!!, ¡¡Juan!! ¡¡Juan!!, ¡¡aahhg!! ¡¡aaahhg!!, ¡¡cab…!! ¡¡cabr…on!! ¡¡CAbrón!!!.
Cambie de posicion, haciendola sentarse en mis muslos con sus piernas abiertas y mirando hacia mi.
– Vamos ma, muevete, goza la verga de tu hijo.
Ella parecia cansada, ida y con una debil renuencia a mis ordenes, pero empezó a moverse a su gusto.
– Jejeje, ¿tanto te gusta la verga de tu hijo?, ¿como sientes ser cogida por tu hijo?, ¿eh?… pero no te preocupes mami, siempre te dare amor a partir de hoy, ahora me perteneces, eres mia, ¿entiendes?. Dije mirandola a los ojos, ella me miraba jadeante, ida y con el ceño fruncido como si le disgustara mis palabras, pero eso no me hacia mas que reir y acompañarla con sus movimentos. No aguente mas la tentacion y le meti un dedo en el culo.
– ¡¡Cochino, no hagas eso!!. Me dijo, jadeante y entre dientes.
– ¡¡Callate!!. Exclame con un dominio jugueton y me dispuse a devorar, por primera vez su boca. Cosa que ella evitaba, pero al final cedio y empezamos a entrelazar nuestras lenguas mientras ella se movia sobre mi, estando yo sentado en el sillon, y urgandole el culo.
《Bendita juventud, bendita mota y bendito rock’n roll》, grite en mi mente esa noche despues de terminar nuestro acto taboo; con mi madre en brazos aun, sentado en el sillon.
– Pinche enfermo… Murmuro ella.
– Lo soy…no…lo somos. Dije burlonamente.
– Pendejo…
– Jeje, pero soy tu pendejo mami…
Esa noche, fui por un cobertor para cubrirnos, porque ella extrañamente queria dormir así como estabamos, amaneciendo con un puto entumecimiento en los muslos y trate de «desquitarme» esa noche otra vez, pero no me dejo. Durante una semana trató de evitarme y de no hablarme, pero no lo lograba al ser siempre interceptada por mi «cariñosidad» juguetonamente dominante. Su abstinencia solo duro esa semana y se entrego a mi exactamente en la noche de mi cumpleaños numero 18.
Relato sacado de sexosintabues30.com
Imagina que la mujer de la historia es igual a esta madura una madre así uuffff
Relato real recibido madre-hijo .
Nunca me imagine en la puta vida, que aquella mujer, que me dio a luz y que alguna vez temí en la infancia, algun día seria arremetida por mi. Tenerla apoyada sobre el comedor sometida, mientras yo la embestia tomandola de las caderas. Era de noche y solo nos alumbraba una vela (que segun yo, para hacerlo mas romantico jajajaja) y aun así podia ver como se ondulaban sus grandes y jugosas nalgas. Al no tener la almohada para silenciar sus gemidos, mi madre se esforzaba en no gemir, tanto que por alguna razon me daba ternura jeje.
Esa noche fue la primera vez que cogiamos en el comedor y la cocina. Pero a todo ello, ¿como es que llegue a tener esta relación con mi gruñona progenitora?…
Bueno carnal, para empezar: me llamo juan (nombre anonimo) vivo en cierta parte del Edo. Mex., soy de clase media-baja (o sea no estamos jodidos, pero tampoco tenemos lujos), actualmente tengo 21 años, soy moreno, ojos negros, cabello negro semi-largo,no soy un galan pero tampoco estoy dado a la verga, como siempre me ha gustado los deportes en especial el box, me mantengo en forma (no estoy supermamado pero tengo lo mio), mido 1.77 y una verga de 16-17 cm, pero eso si, la tengo bien pinche gruesa jeje. Como habia dicho, mi mama fue mi terror de niño, siempre fue estricta, exigente y gruñona, siempre me esforce por comportarme bien, pero como soy pendejo por naturaleza siempre la cagaba. En cambio mi padre fue lo contrario, el era buen pedo conmigo; me enseño a tocar guitarra , jugabamos futbol y jugabamos maquinitas. Pero todo cambio cuando al cabron de mi gfe lo pillaron con otra mujer (una vieja de unos veintipocos años). Yo al igual que mi gfa me senti traicionado, porque esa vieja tenia un mocoso, senti que me cambió por otro puto hijo que ni siquiera tenia su sangre. Es por eso que cuando termino la guerra por materiales y beneficios, por resentimiento decidí quedarme con mi madre ( todo esto sucedio cuando iba en 5° de primaria).
La relacion con con mi gfa cambio un poco, ya no era tan severa…bueno ni tanto. En cambio yo, me deje llevar y ya no me importo tratar de comportarme, cosa que se me dificulto terminar la puta primaria, reprobando un año.
Empezando la secundaria por primera vez, despues de una junta escuche: «no mames la mama de juan esta bien buena», cosa que en ese momento no me importo. Mi gfa antes de entrar en la secundaria hablo conmigo con un poco de severidad y suplica sobre comportarme. Cosa que no se si logre, digo… no fui un buen estudiante pero tampoco uno malo ( un 50 desmadre y un 50 estudios). En segundo año, teniendo unos 14, cogi por primera vez y empeze a ser un cabron con cualquier compañera que me interesara y se dejara.
Estaba ya a mitad del 3° año y estaba un poco «viajado»,ya habia fumado mota un par de veces antes, pero esta vez llegue así a casa, valiendome verga una regañiza por parte de mi gfa, cosa que hizo, pero ya no me intimidaba sus regaños y sus golpes. Pero gracias a la mota que me dio el temple y el contemple, se me quito una venda de los ojos en muchos sentidos, siendo lo primero, la belleza de mi madre. Esa tarde por primera vez mientras me regañaba, me di cuenta de lo guapa y atractiva que es mi gfa.
Mi madre se llama marta (nombre anonimo), actualmente ella tiene 43 años, piel trigueña, mide 1.65, pelo negro y largo. Tiene un poco de grasita en su cintura pero le queda perfecto, no afecta su figura curvilinea, ademas siempre he pensado que el cuerpo perfecto de una madura, no debe ser tonificado. Tiene unos pechos que encajan perfectamente en mis manos y eso que mis manos son grandes, tiene una cara bonita: ojos grandes y negros; nariz afilada y mediana; y unos labios atractivos que siempre frunce, pero antes, como siempre tenia cara de «vale verga todo» o encabronada no se llegaba apreciar su bonito rostro al 100. Ella es maestra estilista y hace 2 años abrio una fonda junto con mi abuela paterna. Mientras que yo estudiaba y trabajaba en un taller mecanico, a veces tambien me subia al transporte a tocar la guitarra por unos pesos, bueno eso fue antes de la puta pandemia.
Despues de esa tarde que habia llegado «viajado», y al pasar los dias empece poco a poco a ser afectuoso, vacilon e intimo con mi gfa (en esos dias no pensaba tirarme a mi madre, solo me gustaba la sensacion de ser cercano a una madura sabrosa, valiendome verga que fuera mi propia gfa). Empece a contarle cosas pendejas y graciosas que pasaba en la escuela, empece a abrazarla a la fuerza (no estaba acostumbrada), besar sus mejillas y frente (valiendome verga su incomodidad) y empeze a cotorrear con ella (a veces se esforzaba en no reir u opacar sus risas con un falso enojo) y en otras se reia tanto que lo sentia un logro, ya que ella no era casi nada risueña. Ella tambien poco a poco se iba abriendo y me hablaba sobre ciertos pretendientes, y que algunas veces acepto citas, pero segun ella, la mayoria estaban bien pendejos. Mi madre siempre ha sido muy orgullosa y de caracter fuerte, y creo que por eso no toleraba las pendejadas. Y así en uno de nuestros cotorreos y platicas intimas y bochornosas, me confeso con cierta verguenza haberce llegado a masturbar con una zanahoria, cosa extraña y graciosa (influenciada por la pelicula del oso Ted que vio en el cine con un wey). Pero eso me prendio, el solo imaginarme a mi gfa masturbandose fue suficiente para pajearme esa misma noche y tener una tremenda corrida a su nombre. Y asi fue cuando poco a poco desperto ese deseo por mi mamá, estaba confundido y me sentia un puto enfermo pero tambien estaba morbosamente interesado en hacer mia a mi propia madre, pero no queria cagarla y me esforce para que cayera en manos de «mio de mi XD», su hijo. Un esfuerzo que duro 2 putos años. En esos dos años fui mas cariñoso, mas obediente como todo un buen hijo, lavaba los trastes, hacia el quehacer de la casa y empece a ser mas estudioso, pero como habia dicho: soy un pendejo por naturaleza, asi que no fue mucha la diferencia en mis calificaciones.
Aun recuerdo esa primera vez, ya estaba en 2° año de bachillerato y tenia 17 años. Habia tenido el permiso de mi gfa de hacer una fiestita en el patio, donde una bandita pedorra de unos amigos tocó, a mi gfa le caga el rock, por eso no me dejaba hacer fiestas en casa. Pero esa vez me dio permiso por el adelanto a mi cumpleaños numero 18, ya que mi cumpleaños caia en vacaciones (como habia contado antes, reprobe un puto año). Ya en la noche cuando todo habia acabado, mi madre llegó y me encontró un poco ebrio y un poco viajado. Ella ya se habia resignado a mi gusto por la peda y mota, asi que no me regaño mucho, solo se sento a mi lado en el sillon y empezamos a hablar, le mostre los videos y fotos de la peda y todo iba bien hasta que dijo:
– Puro pinche loco, naco, marihuano, tienes como amigos, hijo.
– Jajajaja yo tambien soy un pinche loco naco, marihuano, gfa.
Ella dio un suspiro y dijo:
– Si tan solo no fumaras esa porqueria, me sentiria un poco mas conforme. A ninguna madre le gustaria ver a su hijo fumando esa pendejada.
– Eso dices porque no la has probado, ademas no es la gran cosa, no es como si fuera un puto adicto.
– No y no me interesa, voy a quedar toda pendeja «como tu» comprenderas.
– Jajajaja siempre he estado pendejo ma y ademas talvez a ti te convendria, para que no estes siempre toda grinch. Ella chasqueo los labios y me miro con un fingido enojo.
– Ves, te encanronas facil. Dije entre risas mientras me acerco mas a ella y la abrazo, le doy un beso en la mejilla y trato de convencerla juguetonamente para echarse un porro conmigo. Al final no quiso pero la convenci de inhalar el humo de mis caladas, y asi, fui rapido por el churro que tenia en mi cuarto.
Ella me veia con disgusto, duda y nerviosismo cuando cale el primer tren, y le arroje el humo. Ella solo se quedo quieta mirandome a mi y al taco.
– Suspiralo suspiralo!! Dije y ella como a regañadientes lo inhalo. Al poco rato despues de unas caladas, ella estaba un poco ida y nerviosa. Yo me preocupe, apague el churro y empece a calmarla. La abraze y ella me abrazo tambien.
– ¡No inventes!, ¡no inventes!, ¡¡me siento fria, pinche chamaco, ¿como te puede gustar esa porqueria?!!
– Ma, te dije que deberias estar relajada para que te sientas bien, no te preocupes ahorita se te baja, jaja. Pero mientras decia eso, empezaba a picarme el morboseo y empece a comerme a mi madre con los ojos. Mientras le platicaba algunas pendejadas, la abraze mas, bese su cuello y empece a cachondear con ella.
– Perdon ma, esta madre me puso cachondo, dije, pero sin nunguna culpa, mas bien me sentia divertido, me di cuenta de la oportunidad que se me presento y la iba a aprovechar.
Ella me miro extraño y con incomodidad, pero no me importo, empece a besar poco a poco desde sus mejillas hasta su vientre. Levante su blusa y bese su piel; sus tetas por encima del brasier, le saque una teta y lo chupe. Ella me estaba empujando pero yo seguia con lo mio.
– ¡¡¿Que haces cabron?!!, ¡¡soy tu madre, no inventes!!.
– Perdon ma, te necesito, quiero tenerte… y no grites que vas a llamar la atencion de los vecinos. ¿No quieres que sepan que tu hijo quiere cogerte, verdad?. Decia mientras mamaba su teta. Me endereze, me quite la playera y puse musica para tratar de opacar nuestro ruido. Ella trato de irse pero la detuve por detras, bese su cuello, inhale su aroma y me agasaje fuerte con su cuerpo.
– Mami, realmente te necesito. Ella dejo de resistirse y volvimos al sillon, la desnude y contemple su cuerpo desnudo por primera vez. Ella solo me veia confundida y temerosa, y por alguna razon eso me hizo sentir divertido y bien cachondo a la vez, no perdi mas tiempo y me avalanze sobre ella. Mame sus tetas, lami su cuello, trate de besar sus labios pero no me dejo, asi que encabronado baje a comerme su cueva peludita con ferocidad, haciendola gemir fuerte al principio para luego tratar de reprimir sus gemidos, cosa que lo tome como un desafio y me volvi «despiadado», siendo mas feroz y mordelon, jeje. La empine y estaba dispuesto a mamarle el culo, cuando entre jadeos se lo tapo con una mano y dijo:
– Idiota, vengo sudada, apenas puedo creer que me lamieras ahí abajo.
– Jaja, ni me di cuenta, ni me importa. Anda dejame devorar ese culo que traes.
Pero ella no me dejo, le dije que me la mamara pero tampoco quiso.
– Tan bajo haz caido que violaras a tu propia madre si trato de irme, ¿verdad?…al menos ¿tienes globos?. Dijo con una fingida renuencia.
– Tu hijo es responsable, asi que siempre trae, ahora tambien sere responsable de darte gusto mami, jeje. Dije para luego quitarme el pantalon y sacar un condon de mi cartera. Me lo puse y acto seguido se lo introduje a mi gfa mirandola a los ojos; ella me miraba con confusion y lujuria. Talvez por mi grosor o porque ella no tenia nada de nada desde hace tiempo, se me dificulto un poco entrar, provocandole molestias y refunfuños por parte de ella.
– Siento como si te desvirgara gfa. Le dije sonriendole y dandole picoteos en los labios.
Ella solo refunfuñaba y trataba de no dirigirme la palabra, pero no tardo nuestro acto en sincronizarse. Sus gemidos eran espectaculares, aun cuando trataba de cubrirlos con sus manos eran los gemidos que yo, su propio hijo, le provocaba, y al ritmo de Rock’n roll (habia puesto un playlist de «Motorhead», ya se imaginaran mi furor y violencia), la embestia de varias maneras sobre el sillon y la pared. Volvi a prender el churro y cale mientras me cogia a mi madre, ya despues lo deje en el cenicero, como un incienso aromatizando a el incesto.
Ella no hablaba y yo era el que ponia sabor verbal a nuestro acto. Mientras la embestia al estilo perrito, la sujete del cabello y empeze a nalgearla relativamente fuerte. Al someter a mi madre de esa manera, me provoco un sentimiento monstruoso de morbo e inmoralidad, tenerla así y tratarla así, tambien me hizo sentir que soltaba las riendas de mis resentimientos, de sus regaños, bofetadas y exigencias de la infancia.
– (¡¡plaff!!) (¡¡plaff!!), ¿que se siente que ahora sea yo el que te nalgueé mami?, ¿te gusta? (plaff!!) (plaff!!).
Ella no hablaba, solo gemia y daba grititos, hasta que llego su orgasmo.
– ¡¡¡¡AAaahhg!!!!. Fue mas un rugido que un grito, junto con un fuerte estremecimiento en todo su cuerpo. Me di cuenta que estaba afectada por el humo y por eso su venida fue mejor (ya despues me conto que fue el primer orgasmo que la hizo sentir nublada). Pero aun asi yo segui embistiendola, haciendola gritar:
– ¡¡ya!! ¡¡ya!!, ¡¡Juan!! ¡¡Juan!!, ¡¡aahhg!! ¡¡aaahhg!!, ¡¡cab…!! ¡¡cabr…on!! ¡¡CAbrón!!!.
Cambie de posicion, haciendola sentarse en mis muslos con sus piernas abiertas y mirando hacia mi.
– Vamos ma, muevete, goza la verga de tu hijo.
Ella parecia cansada, ida y con una debil renuencia a mis ordenes, pero empezó a moverse a su gusto.
– Jejeje, ¿tanto te gusta la verga de tu hijo?, ¿como sientes ser cogida por tu hijo?, ¿eh?… pero no te preocupes mami, siempre te dare amor a partir de hoy, ahora me perteneces, eres mia, ¿entiendes?. Dije mirandola a los ojos, ella me miraba jadeante, ida y con el ceño fruncido como si le disgustara mis palabras, pero eso no me hacia mas que reir y acompañarla con sus movimentos. No aguente mas la tentacion y le meti un dedo en el culo.
– ¡¡Cochino, no hagas eso!!. Me dijo, jadeante y entre dientes.
– ¡¡Callate!!. Exclame con un dominio jugueton y me dispuse a devorar, por primera vez su boca. Cosa que ella evitaba, pero al final cedio y empezamos a entrelazar nuestras lenguas mientras ella se movia sobre mi, estando yo sentado en el sillon, y urgandole el culo.
《Bendita juventud, bendita mota y bendito rock’n roll》, grite en mi mente esa noche despues de terminar nuestro acto taboo; con mi madre en brazos aun, sentado en el sillon.
– Pinche enfermo… Murmuro ella.
– Lo soy…no…lo somos. Dije burlonamente.
– Pendejo…
– Jeje, pero soy tu pendejo mami…
Esa noche, fui por un cobertor para cubrirnos, porque ella extrañamente queria dormir así como estabamos, amaneciendo con un puto entumecimiento en los muslos y trate de «desquitarme» esa noche otra vez, pero no me dejo. Durante una semana trató de evitarme y de no hablarme, pero no lo lograba al ser siempre interceptada por mi «cariñosidad» juguetonamente dominante. Su abstinencia solo duro esa semana y se entrego a mi exactamente en la noche de mi cumpleaños numero 18.
Relato sacado de sexosintabues30.com
Imagina que la mujer de la historia es igual a esta madura una madre así uuffff
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