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Sin bragas en la oficina Cap.2

Sin bragas en la oficina Cap.2
(modelo de la foto Isis Love)
La braga  de encaje negro


segunda parte espero la disfruten...


 Sali de la oficina pensando que el objetivo más difícil del día lo había logrado, me dirigí a mi oficina, en el área de oficinas había como 12, la mayoría tenían divisorios, pero la mía estaba en la esquina y para que no me vieran de espaldas todo el tiempo y no me diera cuenta cuando alguien venía y me vieran en algo que no fuera mi trabajo en la pantalla-entre ellos mi jefa-había pedido que la voltearan, así podía ver el panorama, tenia dos plantitas, una suculenta y un helecho.
Como aun era temprano, apenas iban llegando algunos compañeros, iban prendiendo sus equipos o preparándose café, yo no podía tomar tanto café, mi ansiedad, provocado por el estrés habían hecho estragos en mi estómago, así que tenía que vivir con gastritis, así que evitaba muchas cosas en mi dieta.
Saludé a las plantas (vieja costumbre) lo copie de mi madre, encendí mi ordenador me senté, me quite los lentes para limpiarlos un poco, cuando una voz masculina me interrumpió.
-Sin lentes también te ves sexy-inmediatamente reconocí la voz de Raúl un jefe de departamento, que no tenía nada que ver con el nuestro, ni siquiera en nuestro piso.
-gracias pero que tenga un buen día, tengo un día lleno de trabajo- conteste mientras miraba como la pantalla se encendía.
-tan temprano en viernes y de mal humor- lo decía mientras caminaba alrededor de mi oficina y se me acercaba ,me tocaba el cabello cuando me gire de mi silla y me aleje un poco de él.
-es mi humor de todos los días y como le dije tengo mucho trabajo por hacer.
-ese humor puede ser que te estén mal cogiendo o tal vez hace tiempo que nadie te monta, para cualquiera delas dos puedo ayudarte solo tienes que pedirlo y creme que me lo vas a agradecer, hasta de puesto vas a subir- lo decía mientras se paraba de frente y metía las manos en sus bolsillos con una risa tan estúpida como él.
-primero renuncio antes de dardos pasos contigo, ahora puedes dejarme trabajar o tengo que llamar a mi jefa para que me dejes en paz, además no quiero problemas con tu noviecita- tomé el teléfono y lo descolgué.
-te pones celosa, eso me gusta, también que te hagas la difícil, la comida de fin de año se acerca, bailaras conmigo y después bueno ya sabes- se dio media vuelta y se fue.
Colgué el teléfono en su lugar, conté hasta 10, abrí mi reproductor en el ordenador y puse Chinese newyear de Sales, esa canción me ponía de buenas y nadie iba a echarme a perder mi día, me molestaban los hombres y más los patanes como él.
En eso llegó mi amiga Valeria, era mi compañera de oficina y de la misma área, siempre tan dura, más directa que sincera, muy ruda para el trato con las personas, pero al parecer yo le caía bien, y solamente me hablaba a mí, además siempre andaba de negro, algo dark.
-esa canción ehh, ya te pusieron de malas tan temprano y en viernes-dijo mientras tomaba mi peluche de pikachu de mi escritorio, era un regalo de mi hermano más chico.
-ese malnacido de Raúl, me jode la existencia, no entiende lo que es un no, y no quiero problemas con Deborah- dije cruzando mis brazos sobre el pecho.
-y el tipo es intocable como para repórtalo y Deborah es peor que él tal para cual y Angelica no puede hacer nada, solo mándalo al diablo, princess, me voy a apurar tengo un reporte pendiente y no quiero quedarme tarde, te veo a la hora de la comida-mientras se iba, no sin antes regresar a mi pikachu de donde lo tomó.
Valeria tenía razón, el tipo estaba muy bien parado, y aunque ya lo había comentado con mi jefa Angélica, ni siquiera ella podía hacer algo.
3 horas después ya había terminado lo mío, acaba de ir a la oficina de Angélica, la cual era muy parecida a la de Laura, pero con una enorme ventana, con una vista muy bonita, hoy ella traía puesto un pantalón de mezclilla blanco que resaltaban sus divinas curvas, unas curvas hechas para el pecado, y una blusa azul turquesa, y ni que decir de sus zapatillas abiertas que dejaban ver el color de sus uñas, mujer bella de pies a cabeza, me había felicitado por el trabajo, por el reporte que había entregado a Laura y que teníamos luz verde para el proyecto del siguiente mes y que confiaba en mí, en puntos decisivos e importantes, mi viernes seguía siendo un excelente día.
Mientras hacia tiempo para la horade la comida revisaba mi correo personal, tenia uno de paquetería donde decía que mi libro llegaba por la tarde, era un libro con una historia de amor muy erótica, lo tenia en el ordenador en PDF y en la Tablet en mi departamento, perola vista se me cansaba, así que lo había comprado para tenerlo en físico, faltaba una hora para salir a comer, así que abrí el PDF y seguí leyendo de donde me había quedado, era una pareja con un amor imposible en la época victoriana, tipo romeo y julieta, en la escena se estaban viendo a escondidas y se besaban apasionadamente detrás de una iglesia, él personaje William la besaba en el cuello y de ahí se centraba a morder suavemente el lóbulo mientras Annie comenzaba desabotonar la camisa de él, inconscientemente lleve mi mano izquierda mi pecho buscando mi pezón izquierdo, lo toque por encima de mi blusa.
Por ser viernes la mayoría ya había bajado a comer más temprano de lo común, yo estaba esperando a Valeria, así que en vez de aguantarme la calentura hasta llegar a casa y hacerme una buena paja, seguí castigando mi pezón, sin pensarlo baje mi mano  a 20 centímetros abajo de mi ombligo, y aunque mi falda me estorbaba demasiado, comencé a masajear mi sexo, pero mi falda realmente me lo impedía, William ya estaba lamiendo los pezones de Annie y ella lo disfrutaba como nunca, en ese punto ya había metido mi mano por debajo de mi falda, la había subido un poco y llegue a mi braga de encaje negro-me encanta la lencería con encaje-, la cual ya tenía una pequeña mancha de humedad, mire por encima de mi pantalla y no había nadie, más que la chica de limpieza dando vuelta en el pasillo para salir del lugar.
Seguí leyendo y Annie ya estaba devorando el miembro de William recorriendo de arriba abajo con la lengua y entreteniéndose en los testículos mientras se metía los dos a la boca, mientras William miraba que no se acercara nadie y disfrutaba del gran trabajo que Annie hacía, moría de ganas de meterme un par de dedos pero la braga me estorbaba, por lo que me levante un poco de la silla y la baje a la mitad de mis piernas, por lo tanto mis dedos tenían mas libertad para entrar y no perdieron el tiempo, buscaron mi clítoris y comenzaron hacer movimientos circulares, los metí un poco más y en automático junte las piernas y mis bragas se recogieron por el elástico a la altura de mis rodillas, las quise abrir un poco para detener ese deslizamiento y evitar que se bajaran pero en ese justo momento sonó mi teléfono por lo queme asuste y volví a cerrar las piernas y mis bragas se deslizaron mas abajo quedando en mis pantorrillas, cerré el PDF contesté y era Valeria que en 5 minutos se desocupaba.
Colgué el teléfono y me dirigía a subir mis bragas, que no me di cuenta cómo en unos instantes habían llegado a ese lugar, con la mente ya lejos de William y Annie quise levantarme cuando miré a mi jefa Angélica y Laura caminando hacia mi oficina, me volví a sentar rápidamente con unos nervios por los cielos, ¿Qué hacían? ¿Por qué venían hacia acá? Venían platicando y sonriendo, vi a Laura sonriendo, cosa de lo mas extraño porque siempre esta seria, pero mas extraño mis bragas fuera de su lugar, no podía hacer un movimiento, mi escritorio estaba como destapado de abajo, bendita la hora que se me ocurrió meterme dos dedos, sin contar que ahora tenían un olor particular, muy particular de mis fluidos.
Angelica y Laura se detuvieron a 3 metros antes de llegar a mí, algo conversaban que no querían que yo escuchara pero era mas que obvio que se dirigían hacia mí, quise aprovechar ese momento para detener la caída de mis bragas, lo mas efectivo era dejar que bajaran, jalarlas con mi zapato y agacharme a tomarlas, meterlas en mi bolsa e irme albaño a ponérmelas, sin quitar el ojo de aquellas dos mujeres, dejé que cayeran, saque mi pie izquierdo y con el derecho quise jalarlas rápidamente pero se zafaron, en mi segundo intento por jalarlas las termine pateando justo delante de mi escritorio, mientas veía como Angelica se daba media vuelta y se alejaba PEROLAURA VENIA HACIA A MI!!!! Se me fue el color del rostro, sentí un vuelco en el estómago y lo único que pude pensar fue, que no viera mis bragas en el piso y húmedas-sobre todo- por nada del mundo, pero sus ojos ya estaban mirando hacia abajo y sonido de sus tacones al acercarse penetraba mis oídos y sentí que latían al mismo tiempo que mi corazón en cámara lenta.
Mire su rostro y ví una expresión de extrañeza al principio, supongo que al principio solo vio algo negro en el piso para después percatarse que eran unas bragas negras de encaje, vi que sus labios se abrían para decirme algo y los volvió a cerrar con la palabra a punto de salir, dio el ultimo paso se detuvo y vi cómo se agachaba lentamente para agarrarlas con una mano y hacerlas bola para después girarse y para salir del lugar, me había quedado congelada ¿Qué acababa de pasar?¿estaba sin mis bragas sentada en la oficina? ¿se había llevado mis bragas?, Laura ¿se había llevado mis bragas?
No era mi imaginación, como había pasado esto, ¿Por qué no le dije nada? Bueno ¿Qué iba a decirle? ¿Qué me estaba tocando en horario de trabajo? Iría a su oficina para tocar su puerta y decirle ¿Qué si de casualidad no había recogido del piso unas bragas negras? y si era así ¿Qué me las regresara?, por donde lo viera era mujer muerta, tome el teléfono marque a Valeria, le dije que cancelaba mi comida que tenía algo urgente quehacer que comería después y colgué, supongo que eso la había sorprendido, pero más sorprendida estaba yo con lo que acababa de pasar, mi viernes se había ido al carajo, ya podía irme despidiendo de mi empleo, mi agradable oficina, mis plantas, estaba pensando todo eso cuando me sobre salto el sonido del teléfono, ERA LAURA!!! No sabía si contestar o ir directo a recursos humanos a renunciar yo misma.
-buenas tardes, licenciada Laura en que le puedo ayudar- dije con la voz toda nerviosa y tartamudeando.
-hola Abigail, necesito verte alas 17:00 en mi oficina, sin retrasos, adiós- y colgó sin decirme algún paradero de mis bragas.
Si no fuera suficiente aun recibiría una regañada de Laura antes de decirme que sacara mi culo de la empresa, quería llorar y lo iba hacer, me fui al baño me encerré y mis lagrimas comenzaron a rodar, como es que mi día había terminado así, eran las 12:40,faltaban mucho tiempo para las 17:00, ¿Por qué no verme en el momento y despedirme? Porque hacerme sufrir hasta la tarde, quería salir corriendo, fui a mi oficina, mire mis cosas, realmente me sentía cómoda aquí, adoraba mi trabajo, realmente me gustaba, mi jefa era la mejor jefa del mundo, la hora dela comida con Valeria era divertido, y eso ya no lo tendría, miré videos de tutoriales de maquillaje y cualquier cosa trivial hasta que vi que daban 5 minutos paralas 17:00, saque fuerzas de flaqueza camine desganada, ya todos se habían ido en la oficina, era la única muerta viviente en el lugar, pase por la oficina de Angélica y la puerta estaba cerrada además la luz estaba apagada, incluso ella se había ido ya, mire el reloj sobre el pasillo y marcaba la hora acordada, toque la puerta y se oyó la voz inconfundible y poderosa de Laura, invitándome a pasar.
Abrí la puerta y no solo estaba Laura si no también Angélica, Laura atrás de su escritorio y Angélica parada pero recargada en el mismo… ¿Por qué estaban las dos? Laura ¿le había dicho a Angelica sobre mi ropa interior? … ¿Qué es lo que ahora iba a pasar?


Si llegaste hasta aquí, gracias por leerme, es mi segundo relato (de muchos), tal vez es algo pasivo el relato, pero créeme que irá de menos a más, si te gustó y quieres comentar algo adelante, voy a leerte, ¡tus comentarios me ayudaran a mejorar!
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