Fue la primera y más fuerte atracción desde que tengo memoria. Y ocurrió cuando era prácticamente un niño con 11 años. La visión, esa primera visión que será siempre imborrable, permanente.
Escondido en un placard perdía la inocencia viendo en primer plano a mi padre mientras se cojía a una amiga rubía, menuda y delgada que deliraba mientras esa pija bien dura le llenaba la raja de la conchita que se esforzaba por contenerla.
"El pito enojado" de mi papá la empalaba bien duro con un ritmo parejo , suave pero intenso.
La hembra deliraba, gemía, jadeaba y rogaba por mas mientras le decía como le quemaba "esa cabeza"...
Así debuté al placer, mudo, escondido con miedo pero complacido de esa visión preciosa de mi viejo dandole duro a esa mujer , enterrando esa verga morocha de puta madre .
Al detalle podia ver y oir ese éxtasis compartido entre mi papá y su amante sometida, penetrada por esa verga que se empeñaba en complacerla y arrancarle unos orgásmos que a chorros empapaban toda la hombría de mi viejo que la miraba fijo mientras la vagina sucumbía y se retorcía chorreandole las bolas, la panza, empapando los pendejos y escurriendose por la bolsa de los huevos enormes y negros de mi progenitor.
Una verga gruesa, cabezona y bien viríl surcada de venas gruésas.
Pude compartir el éxtasis de esa hembra cuando se sentīa repleta de la pija complaciente de mi papá
Escondido en un placard perdía la inocencia viendo en primer plano a mi padre mientras se cojía a una amiga rubía, menuda y delgada que deliraba mientras esa pija bien dura le llenaba la raja de la conchita que se esforzaba por contenerla.
"El pito enojado" de mi papá la empalaba bien duro con un ritmo parejo , suave pero intenso.
La hembra deliraba, gemía, jadeaba y rogaba por mas mientras le decía como le quemaba "esa cabeza"...
Así debuté al placer, mudo, escondido con miedo pero complacido de esa visión preciosa de mi viejo dandole duro a esa mujer , enterrando esa verga morocha de puta madre .
Al detalle podia ver y oir ese éxtasis compartido entre mi papá y su amante sometida, penetrada por esa verga que se empeñaba en complacerla y arrancarle unos orgásmos que a chorros empapaban toda la hombría de mi viejo que la miraba fijo mientras la vagina sucumbía y se retorcía chorreandole las bolas, la panza, empapando los pendejos y escurriendose por la bolsa de los huevos enormes y negros de mi progenitor.
Una verga gruesa, cabezona y bien viríl surcada de venas gruésas.
Pude compartir el éxtasis de esa hembra cuando se sentīa repleta de la pija complaciente de mi papá
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