Fue en una cena de empresa y fuimos cuatro compañeras y amigas. Por aquel entonces yo tenía 36 años en una relación abierta, y de mis tres compañeras una estaba separada de 42 años, otra mas jovencita que tenía 33 soltera y una última de 39 también casada, aunque como comentó en la cena no le iba muy bien con su marido. Como es costumbre, después de la cena, pasamos por todos los Púb. y discotecas del lugar
En cada local una copa y un baile y así pasaban las horas y el alcohol hacia su efecto en nuestros cuerpos, por lo menos en el mío.
Llegamos a una discoteca de música latina, ya eran más de las 4 de la madrugada y quedaba poca gente, esa seria la ultima que visitaríamos y luego regresaríamos a casa.
Había un grupo de chicos del otro lado del charco, parecían cubanos o dominicanos.
Nos miraban de pies a cabeza a mis amigas y a mí.
Me di cuenta que éramos las únicas chicas del local.
Un moreno alto y guapo del grupo de ellos, se acerco donde estábamos y me pidió bailar, yo no sabia si aceptar o no, pero mis amigas casi me empujaron a la pista y no me quedo mas remedio que seguirlo.
música.
Me cojio de la cintura con uno de sus brazos y con el otro me cojio la mano, puso su pierna entre las mías y empezó a moverse.
Yo con el licor y las luces, quizá también la música me sentía rara en el centro de la pista y solo le veía los dientes blancos de su sonrisa y me dejaba llevar.
La música seguía y cada vez pegaba mas su pierna y su rodilla chocaba con mi sexo, me parece que el podía sentir el calor de mi entrepierna en su muslo.
Yo salí muy sexy ese día llevaba el vestido azul muy fino de la foto, sin sujetador. Estas son las fotos que me hice ese día.
Mi amiga la compañera separada de 42 años se compró el mismo vestido, pero en otro color. Quedamos en salir así para la cena. Estas son las fotos que me envió.
Sus compañeros vean atentos los movimientos de el y seguramente mas los míos por que la mini se subía con los giros y vueltas que el me daba.
El me apretaba cada vez mas, pegando también todo mi cuerpo al suyo y mis pechos quedaban prisioneros.
Con el roce de su cuerpo me estaba calentando por momentos y creo que se dio cuenta y se atrevió a rozar como consecuencia del baile mas mi entre pierna, haciendo intensivo los movimientos.
Soltó mi mano y ahora me apretaba con las dos y hasta me acariciaba la espalda, vi a mis amigas y estaban sonriendo al verme en esa situación y los compañeros aprovecharon ese momento para acercarse a ellas.
Deje de mirarlas por que sentí que mi acompañante bajo sus manos a mis nalgas y las masajeaba y hasta un pellizco me daba, también me azotaba el culo, todo esto al ritmo de la música
No le dije nada y seguí bailando muy pegada a él
Con una mano me cogía ahora la cintura y con la otra me sobaba por debajo de la mini, para luego pasar a un lado de la tira de la tanga y tocar mis bellos púbicos y sentir que mi rajita que estaba mojada y caliente como un volcán.
Me susurró al oído que le acompañase a un reservado de la discoteca. Me había excitado tanto que me había entregado a él sin importarme que me hubieran visto las compañeras. Voltee a ver a mis amigas y estaban cada una con un chico besándose, eso me dio cierto alivio.
Mi amiga la separada y yo nos fuimos con los dos chicos en un taxi a su casa. Eran dos mulatos dominicanos, el mío de 28 años y el de ella de 32. Se notaba que les gustaba cuidar sus cuerpos.
Una vez llegamos a la casa le guiñé el ojo a mi amiga y ella me dijo muy pícara "pásalo bien" mientras nos íbamos de la mano a que estos dos jóvenes mulatos nos taladraran en sus habitaciones.
La verdad es que iba demasiado bebida y recuerdo poco del acto. Me viene a la mente los gemidos de mi amiga en la otra habitación y de como unas manos y un cuerpo atlético negro me follaban. Ni siquiera recuerdo como acabé llegando a casa.
En cada local una copa y un baile y así pasaban las horas y el alcohol hacia su efecto en nuestros cuerpos, por lo menos en el mío.
Llegamos a una discoteca de música latina, ya eran más de las 4 de la madrugada y quedaba poca gente, esa seria la ultima que visitaríamos y luego regresaríamos a casa.
Había un grupo de chicos del otro lado del charco, parecían cubanos o dominicanos.
Nos miraban de pies a cabeza a mis amigas y a mí.
Me di cuenta que éramos las únicas chicas del local.
Un moreno alto y guapo del grupo de ellos, se acerco donde estábamos y me pidió bailar, yo no sabia si aceptar o no, pero mis amigas casi me empujaron a la pista y no me quedo mas remedio que seguirlo.
música.
Me cojio de la cintura con uno de sus brazos y con el otro me cojio la mano, puso su pierna entre las mías y empezó a moverse.
Yo con el licor y las luces, quizá también la música me sentía rara en el centro de la pista y solo le veía los dientes blancos de su sonrisa y me dejaba llevar.
La música seguía y cada vez pegaba mas su pierna y su rodilla chocaba con mi sexo, me parece que el podía sentir el calor de mi entrepierna en su muslo.
Yo salí muy sexy ese día llevaba el vestido azul muy fino de la foto, sin sujetador. Estas son las fotos que me hice ese día.
Mi amiga la compañera separada de 42 años se compró el mismo vestido, pero en otro color. Quedamos en salir así para la cena. Estas son las fotos que me envió.
Sus compañeros vean atentos los movimientos de el y seguramente mas los míos por que la mini se subía con los giros y vueltas que el me daba.
El me apretaba cada vez mas, pegando también todo mi cuerpo al suyo y mis pechos quedaban prisioneros.
Con el roce de su cuerpo me estaba calentando por momentos y creo que se dio cuenta y se atrevió a rozar como consecuencia del baile mas mi entre pierna, haciendo intensivo los movimientos.
Soltó mi mano y ahora me apretaba con las dos y hasta me acariciaba la espalda, vi a mis amigas y estaban sonriendo al verme en esa situación y los compañeros aprovecharon ese momento para acercarse a ellas.
Deje de mirarlas por que sentí que mi acompañante bajo sus manos a mis nalgas y las masajeaba y hasta un pellizco me daba, también me azotaba el culo, todo esto al ritmo de la música
No le dije nada y seguí bailando muy pegada a él
Con una mano me cogía ahora la cintura y con la otra me sobaba por debajo de la mini, para luego pasar a un lado de la tira de la tanga y tocar mis bellos púbicos y sentir que mi rajita que estaba mojada y caliente como un volcán.
Me susurró al oído que le acompañase a un reservado de la discoteca. Me había excitado tanto que me había entregado a él sin importarme que me hubieran visto las compañeras. Voltee a ver a mis amigas y estaban cada una con un chico besándose, eso me dio cierto alivio.
Mi amiga la separada y yo nos fuimos con los dos chicos en un taxi a su casa. Eran dos mulatos dominicanos, el mío de 28 años y el de ella de 32. Se notaba que les gustaba cuidar sus cuerpos.
Una vez llegamos a la casa le guiñé el ojo a mi amiga y ella me dijo muy pícara "pásalo bien" mientras nos íbamos de la mano a que estos dos jóvenes mulatos nos taladraran en sus habitaciones.
La verdad es que iba demasiado bebida y recuerdo poco del acto. Me viene a la mente los gemidos de mi amiga en la otra habitación y de como unas manos y un cuerpo atlético negro me follaban. Ni siquiera recuerdo como acabé llegando a casa.
0 comentarios - Mi primera vez con un mulato.