Mi nombre es Hugo, tengo 23 años, vivo en una ciudad costera con mis padres y mi hermana pequeña, aunque ya no es tan pequeña, hace poco cumplió los 18 años, vivimos en un chalet baste amplio para ser solo los cuatro. Tenemos una relación bastante cercana, nos contamos todas las cosas y hablamos de casi todos los temas con total normalidad, tanto con mis padres como con ella.
Yo estudio una carrera en una universidad de nuestra misma ciudad, mi hermana está cursando su último año de instituto, y mis padres ambos trabajan, saliendo incluso de viaje durante toda la semana, por lo que muchas veces estábamos siempre solos mi hermana Eva y yo.
Cuando éramos más pequeños teníamos una asistenta que nos cuidaba, pero ya comprendieron nuestros padres que teníamos edad suficiente para cuidarnos nosotros mismos, nos dejaban algo de comida en la nevera, más lo que cocinábamos nosotros o bien pedíamos a domicilio al chino o algunas pizzas para cenar.
Esta semana como tantas otras a lo largo del curso, nuestros padres salieron a trabajar el lunes temprano y no volvían hasta el jueves por la noche, por lo que teníamos la casa para nosotros solos.
Éramos buenos chicos y casi nunca hacíamos fiestas, bueno durante el curso, en verano alguna fiesta que otra sí que hacíamos. Yo esta semana tenía bastantes trabajos que hacer y estaba un poco agobiado, por lo que no tuve mucho tiempo de hablar con mi hermana, llegaba de la universidad, comía algo y me iba a la biblioteca, llegaba a casa, cenaba y otra vez a hacer trabajos.
Últimamente no tenía tiempo ni para hacer deporte, no es que fuese un obseso del deporte, pero sí que por mi cuenta me gustaba hacer cosas para mantenerme en forma, correr, ir en bici, nadar, entre eso y que por mucho que comiese no engordaba tenía un cuerpo bastante delgadito, y como aquí a pesar de tener playa, el tiempo es bastante frio todo el año y no hay mucho sol, hacía que mi piel estuviese bastante blanca todo el año.
El martes la rutina fue la misma, llegué a casa por la noche de la biblioteca, y busqué a mi Eva por toda la casa, para ver si cenábamos juntos. Al llegar a la cocina vi una nota suya. “No me esperes para cenar hermanito, luego nos vemos, te quiero, besos”.
Fui a mi cuarto, me tumbé en la cama para relajarme un poco y desconectar de estos días tan cargados de trabajos, me quité los pantalones vaqueros y el jersey para ponerme un chándal y estar más cómodo.
Al verme así medio desnudo, me sobé un poco el rabo por encima del bóxer, enseguida se me puso morcillona. Aprovechando que estaba sólo en la casa decidí buscar un video porno en internet para aliviarme un poco. No busqué mucho, una escena con dos chavales jovencitos que salían, puse el video y no me molesté en quitar el sonido, total estaba solo en casa y vivimos en un chalet que no hay vecinos cerca que pudiesen oírlo.
El video me puso mucho, mi rabo ya estaba en todo su esplendor, no es por presumir, pero mi rabo es algo grande, unos 18 cm, bastante grueso y un poco curvo, con ese tamaño cuando crece un poco, el glande se descubre casi solo.
Metí mi mano dentro del bóxer blanco que llevaba y liberé mi verga, estaba disfrutando del video y de la paja, me masturbaba lentamente, con los dedos jugaba con mi glande. De pronto oigo un ruido en el pasillo, cerca de mi cuarto, miro hacia la puerta y estaba a medio cerrar. ¡¡Mierda!!
Apagué el video y me vestí tan rápido como pude, mi hermana había llegado a casa y no me había dado cuenta, el video porno puesto y con la voz subida, menos mal que por lo menos no me había visto con el rabo fuera.
-“¿Estás ahí Eva?
-“Si, hermanito, acabo de llegar, me ducho y cenamos juntos ¿quieres?”
-“Vale voy a preparar algo para cenar”
Me había jodido la paja, y no se me bajaba el calentón, estaba con un pantalón fino de pijama que la verdad poco disimulaba mi bulto, y una camiseta de manga larga que usaba para dormir. Preparé al cena y al poco tiempo llegó Eva.
Siempre había sido una chica que pasaba desaperciba para los chavales del instituto, pero de tiempo a esta parte había cambiado físicamente, se vestía un poco más picarona, y hasta llevaba dos o tres meses con un chaval compañero suyo de clase. Era una chica muy guapa, tenía la piel clara como yo, el pelo largo y moreno, pero lo que le daba más encanto había sido el cambio de gafas que se había hecho, ahora llevaba unas gafas de pasta negras, que a mí la verdad me ponían mucho.
La de pelis porno que habré visto con tías así con gafas de ese tipo. Y si de cara estaba muy bien, de cuerpo era un bombón, su ropa más ceñida que usaba ahora remarcaba más su figura, unos pechos bastante grades, no exagerados, pero si lo suficientemente grandes para que no poder abarcarlos con una mano. Y su culo era espectacular.
Como estaba diciendo nada más terminar de preparar la cena, llegó Eva a la cocina, se había puesto una camiseta de tirantes bastante pequeña y unas mallas grises. ¡¡Lo que le faltaba a mi polla morcillona, ese modelito de mi hermana!! Terminamos de cenar y nos fuimos al sofá a reposar un poco la cena, teníamos dos grandes sofás, éste donde estábamos era con forma de L. Yo me tumbé en la esquina para poder estirar las piernas y Eva se sentó pegada a mí con las piernas en el sofá. Estuvimos hablando un rato viendo la tele, hasta que me dijo.
-“Hermanito, he discutido con mi novio Edu, creo que lo vamos a dejar”
-“Vaya lo siento, se le ve un chaval majo, me cae bien”
-“Es que hemos tenido diferencias, y no sé, no estoy cómoda con lo que me pide”
-“Tú debes decidir, y hacer lo que crees que es lo mejor para ti. ¿No te estará tratando mal?”
-“Que va si es un encanto, lo que pasa…., me da un poco vergüenza decírtelo…..”
-“Venga hermanita, que sabes que tenemos confianza”
-“Es que….., a ver, …….., me ha dicho que quiere hacer un trio…..”
-“Que cabronazo Edu, ahí con dos tías quiere estar, no sabe nada, jajajaja”
-“No, lo que quiere es con otro tío, dice que le molaría ver cómo me folla otro tío y yo mientras se la chupo mientras mira”
Miré a mi hermana con cara de susto, nunca había pensado que eso le gustase a alguien, la verdad.
-“Es un poco raro tu novio, querer que se folle alguien a su novia”
-“Pues aquí hay alguien a quien la idea le ha gustado, jajaja”
Imaginarme la escena me había puesto muy cachondo, eso unido a que ya estaba muy excitado de antes, mi verga estaba dura como una piedra. No lo podía disimular, es de un tamaño considerable, y si encima llevas puestos unos pantaloncitos que son muy finos, pues el bulto es considerable.
-“Es que esto de no tener novia, es lo que tiene, que acumulas tensiones, y ya llevo bastante sin novia”
-“No tener novia, y que tu hermana llegue a casa cuando te la estabas pelando viendo una porno, que se oía la película casi desde la calle, jajajaja”
Me puse un poco rojo y no sabía que decir, la relación con mi hermana era muy abierta, pero nunca hasta el punto este. Y estar tan pegados uno al otro no ayudaba.
-“Pues que pena, que no tengas novia, ahí debajo del pantalón hay una buena herramienta”
Yo seguía sin decir nada, estaba tan cachondo que no sabía que decirle a mí hermana en ese momento.
-“Pero vamos, que ya sé que tienes un pollón de los buenos, me lo dijo mi amiga Sandra, cuando te la tiraste el verano pasado, jajajaja”
-“Joder Eva, no sé qué decir, pensaba que no sabías esas cosas, ha pasado ya tiempo y nunca me habías dicho nada, jajajaja”
-“Yo se muchas cosas hermanito, si quieres te hago una demostración de lo que sé”, no le dio tiempo a terminar la frase cuando ya tenía mi verga entre sus manos, sobaba mi rabo por encima del pantalón.
-“¿Eva que haces?, esto no está bien”
-“jajajaja, lo que no está bien es que este pollón se tenga que aliviar a base de pajas viendo porno, tu calla y disfruta”
Me sacó mi hermana la polla, dejó al aire la poca parte del glande que estaba ya cubierta, tenía la verga bastante húmeda por el precum que empezaba a salir, tras darle un beso en la punta, mi hermana se tragó entera mi polla en su boca.
No es pequeña y ella se la comió con mucha maestría, se la tragaba hasta el fondo, y lo disfrutaba en cada momento, yo estuve un rato que la dejaba hacer, no me movía cerré los ojos y disfrutaba de la mamada que me estaba haciendo mi hermana pequeña.
Decidí actuar, primero sobando sus tetas, por dentro del escote de la camiseta de tirantes para poco ir tumbándome un poco para poder meter mi mano y tocar su coñito.
Mi hermana estaba depilada por completo, y al pasar la mano dentro de sus bragas, noté un inmenso calor, su chochito estaba chorreando, acariciaba su clítoris, con uno de mis dedos, esto hacia que Eva se retorciese sobre mí y me mamase la verga con más ganas.
A pesar de tener mi polla entera dentro casi la mayor parte del tiempo aún se le oía de gemir. Yo no aguanté más, avisé a mi hermana que me iba a correr, ella retiró un poco su cara y me corrí sobre su mejilla y su nariz, el semen caía hacía su boca y ella aprovechaba para pasar la lengua y lamer las gotas, mientras seguía gimiendo, cada vez con más fuerza, mi dedo sobre su clítoris se movía a toda velocidad, sus gemidos y su respiración eran cada vez más pronunciados, hasta que tras un gran gemido, juntó sus piernas y con su mano la puso sobre la mía para que parase.
Nos habíamos pajeado mutuamente, bueno ella mejor dicho me la había comido, tengo 23 años y es la primera vez que hacía algo así con mi hermana.
-“Hermanito, pues ya se con quién voy a hacer el trio que pide mi novio, quiero que seas tú el que me folle. Sólo he estado con Edu, y tú eres el segundo tío que me toca el coño. No quiero que sea ningún otro. Además que quiero que vea el pollón que tiene mi hermano”
-“Uff Eva, no sé”
-“Venga no seas un cagón”
-“¡¡Que somos hermanos!!”
-“¿A qué mientras te comía la polla no pensabas si éramos hermanos o no?”
-“Ya, pero me has pillado desprevenido y con la polla un poco dura, jajajaja”
-“Espera, que si no te he convencido con esto que ha pasado, hago un nuevo intento”
Mi hermana me estaba sorprendiendo, era una viciosa de mucho cuidado. Se levantó y empezó a desnudarse delante de mí, sus pechos eran impresionantes y ver su coño depilado tan cerca de mí, y su culo tan redondito
-“Esto es lo que te vas a perder, tu verás, tú decides”
-“Me has puesto cachondo otra vez, hermanita”
Dije esto y se fue desnuda hacía su cuarto. “Tú decides……”
No podía dejar de mirar el cuerpo desnudo de Eva marcharse por las escaleras, mi hermana era un pivón tremendo, y encima era un poco cerca por lo que se ve. Me fui a la cama con la polla dura por completo. Intenté dormirme pero no pude, me costó bastante. Cogí el móvil y le mandé un WhatsApp a Eva. “Venga vale, pero dile a tu novio que como le cuente eso a alguien le mato”. Dejé el móvil en la mesilla y me giré para intentar dormirme. En la mañana cuando me desperté vi que tenía otro mensaje de mi hermana. “Te quiero hermanito, gracias”.
La semana pasó con total normalidad, me daba miedo que lo de la otra noche influyese negativamente en nuestra relación. Al contrario Eva y yo estábamos más cercanos, nuestros padres volvieron el jueves por la noche y cenamos los cuatro en familia. Nada más llegar, nos comentaron que el finde se iban a ir con unos amigos. Que de nuevo nos iban a dejar solos. Terminamos de cenar, ayudamos a recoger y yo me fui a mi cuarto para terminar unos trabajos. Ya casi me iba a dormir, cuando Eva llamó a la puerta de mi cuarto.
-“¿Puedo pasar, hermanito?”
-“Adelante, ¿Qué te pasa hermanita?, me voy a dormir ya.”
-“Nada, era sólo para decirte, que ya que nos quedamos solos el finde, que te pongas en forma, que me tienes que follar como no te has follado nunca a nadie, que vea Edu, como das placer a tu hermanita con ese pollón que tienes. Mañana debes darlo todo, ¡bombón!”
Se acercó a mí, me dio un beso en la mejilla y me guiñó un ojo. “Lo vamos a pasar bien” dijo antes de salir por su cuarto. Otra noche que me iba a la cama con la polla dura. Cada vez que pensaba en la situación, de tener sexo con mi hermana, por mi mente pasaban 2 pensamientos, el miedo a hacer algo que no está dentro de lo normal de las familias y el deseo de poder follarme a mi preciosa hermana pequeña.
El viernes se me hizo eterno, llegue a casa de la universidad, mi hermana poco tiempo después llegó del instituto, comimos con nuestros padres y nada más comer, se despidieron de nosotros. Nos dejaron dinero y como siempre nos dijeron que cuidásemos uno del otro, que el domingo después de comer nos volvíamos a ver.
No habían salido por la puerta cuando Eva me dijo: “Le he dicho a Edu que se venga cuando quiera, que yo desde que me he levantado ya estaba cachonda y deseosa para que llegase la tarde”.
No tardó mucho en sonar el timbre de la puerta, como estaba cerca abrí, era Edu, la verdad que el chico me caía bien, aun conociendo sus gustos sexuales, era un chaval súper simpático, y era guapete, mediría sobre el 1,72 y estaba delgadito como yo, moreno de piel y de pelo y ojos marrones. Me dio la mano y le invité a pasar a casa, nos sentamos un rato en el sofá y estuvimos hablando. No sabía si sacar el tema del trio o no. Al final dejé a un lado mi vergüenza y le pregunté.
-“Bueno tío, ¿y esos gustos ver a tu novia con otro?”
-“jajajaja, pues no sé, cada uno tiene sus gustos, y en las relaciones de pareja hay que innovar un poco. Es una cosa que siempre me ha dado morbo y lo quiero probar, a lo mejor te veo luego con tu hermana y me muero de celos y no se me pone ni dura, y me tengo que ir a mi casa del cabreo”
-“jajajaja, esperemos que no, aunque a mí me da un poco de cosa, no estoy todavía muy seguro de querer hacerlo”
Nada más terminar de decir esto, apareció Eva por la escalera, con un top súper ajustado, que le apretaban sus tetas y las hacía mucho más grades, y unos pantaloncitos cortos de estos de ir a la piscina, que no le tapaban ni el culo.
“¿Qué hacen mis hombretones, ahí hablando? ¿Less da miedo subir?” Nos miramos Edu y yo y le hice un gesto con la cabeza para subir. Eva nos estaba esperando arriba en la escalera, cuando nos acercamos a ella comenzó a caminar hacia su cuarto. La vista del culo de mi hermana con esos pantalones, era una delicia.
Llegamos a su cuarto y creo que los tres estábamos un poco cortados, sobre todo Edu y yo. Ella estaba encantada, creo que al final le estaba gustando más la idea que a su novio. Estamos los tres de pie, y Eva decidió que no iba a esperar más tiempo, se acercó a su novio, le empezó a besar la boca, y le quitó la camiseta, tras dejar su camiseta en el suelo, alargó su brazo para llevarme junto a ella y me pegó todo lo que pudo contra su cuerpo. Mi verga cada vez más dura se pegaba contra el culo de mi hermana.
Eva y Edu continuaban besándose, y yo comía el cuello a mi hermana, con mis manos iba recorriendo su cuerpo, sobaba su culo, sus tetas, pasaba por su chocho. No sabía que parte de su cuerpo tocar, me faltaban manos. Eva se dio la vuelta, antes de girarse por completo, ya estaba quitándome la camiseta. Edu por su parte hizo lo mismo con ella, dejando a mi hermana con un precioso sostén negro. Eva se fue agachando dándome besos por todo mi cuerpo, poniendo culo cada vez más en pompa contra el rabo de su novio.
Eva paró por un momento, se sentó sobre el borde de su cama, se liberó del sujetador mostrándonos sus preciosos senos. Tras dejarlo caer al suelo, con sus manos agarró nuestras pollas, por encima de los pantalones, desabrochó el vaquero de su novio, y me bajó mi pantalón de chándal. Ahí estábamos Edu con un bóxer blanco con la goma roja y yo con uno verde clarito. Bajo nuestros bóxer se apreciaban dos grandes bultos, Eva jugaba con ellos, sobaba con sus manos ambos palos.
Acercaba su boca y chupaba la verga por encima del bóxer, primero a su novio y luego a mí, tras un rato así, me bajó mi bóxer, mi polla brillaba de la excitación que tenía. Acto seguido liberó la verga de su novio. No pude evitar mirar, tampoco estaba mal dotado, algo más pequeña que la mía, pero también una buena verga para dar placer a mi hermana, muy blanca y con glande rosado, eso sí, estaba totalmente depilado, que daba a su cuerpo tan delgadito un punto infantil.
Como el plan inicial era que yo me follase a mi hermana, mientras su novio gozaba viéndonos y mientras ella le hacía una mamada, pues me lancé a su coño. Me arrodillé, con mis manos agarré la goma de su diminuto pantalón, y a la vez bajé el tanguita negro que cubría su coño. Eva colaboró, se abrió de piernas para que pudiese saborear aquel manjar, y se sentó aún más en el borde.
Primero pasé mis dedos sobre su precioso chocho depilado. Estaba igual de húmedo que la otra noche, quería probar ese manjar. Con mi lengua empecé a jugar con su clítoris, de vez en cuando besaba sus labios vaginales, metía un dedo por su agujerito y también mi lengua, me encantaba comerme coños, que delicia.
Tras un rato así, era el momento de follarme a mi hermana, le dije que me diese un condón, que sacó de su mesilla, me lo coloqué y me tumbé boca arriba sobre su cama, ella no tardó en subirse encima de mi verga, aunque por lo que se ve, quería excitarnos aún más a Edu y a mí. Con mi verga dura apoyada sobre mi pecho, pasaba su precioso chocho por toda mi polla, la recorría una y otra vez. Como me estaba poniendo mi hermana, que cerda se había vuelto. Mientras Edu, miraba con cara de deseo.
Llegó el momento, Eva agarró mi verga, la dirigió en dirección a su agujero y se la metió de un golpe. Tras unos segundos sin moverse, empezó un moviendo circular con sus caderas, cada vez más rápido. Hizo un gesto a Edu para que se subiese a la cama y le pusieses su polla cerca de su cara. De repente, Eva comenzó a botar sobre mi polla, mientras tenía agarrado a un novio por el culo, para que le pudiese entrar por la boca toda la polla.
Menuda follada me estaba dando mi hermana, me iba a correr en breves instantes, mi respiración era muy agitada, Eva lo notó, se sacó mi rabo, me quitó el condón y me hizo ponerme como su novio. De pie en la cama, con mi polla apuntando a su cara, la agarró con fuerza mientras mamaba la verga de su novio, que en pocos segundos le puso la cara y las tetas llenas de semen. Yo, unos instantes después, también me corrí sobre la cara y las tetas de mi hermana. Ella parece que para terminar de saborear, nos daba las últimas chupadas a nuestras vergas, iba alternando, hasta que ambas se bajaron por completo.
-“Mira como me han puesto cabrones, me voy a la ducha, amores”
Tanto Edu como yo nos quedamos un rato, ahí desnudos sobre la cama. Si alguien pasase a la habitación en ese instante podría pensar cualquier cosa, nos comenzamos a vestir y salimos del cuarto de mi hermana a la cocina, para refrescarnos un poco.
-“¿Se ha cumplido tu fantasía, o te arrepientes?”
-“Que va, lo volvería a repetir, me ha encantado”
A todo esto, Eva llegó a la cocina, se había duchado pero no se había puesto mucha ropa. En ropa interior llegó a la cocina. ¿Tendría ganas de más?...
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