Hace un tiempo que venia con ganas de contar una experiencia personal y no encontraba el ámbito de confianza para hacerlo. Indudablemente el momento ha llegado por varias razones que no vienen al caso y aquí voy.
Diariamente trabajo en una oficina en el centro, con compañeras y compañeros de todas las características que se les ocurran, y con mis compañeros varones, a la hora de almorzar hacíamos los típicos comentarios de a quien te cojerías, o tal o cual debían ser buenas cojedoras; en fin, creo que es el nivel clásico de chusmerio entre varones en el trabajo.
Cierto dia, una compañera (la cual no tenia en la mira) va a trabajar sin corpiño, vale la aclaración que sus pechos eran mas bien pequeños; en un momento se pone en una posición (entiendo que sin querer) en la cual el escote de su remera deja ver (para mi posición) sus hermosas y pequeñas lolas; debo confesar que tuve una erección, y que a partir de ese momento no podía sacármela de la cabeza, las ganas de cojerla fueron increíbles, pero dada mi posición y “educación” una vez mas reprimí los impulsos y los logre contener, soltándolos fugazmente cuando, estando solo me tocaba para imaginarme entre sus piernas o besando sus hermosas tetis.
Cierto día, otra compañera, me dice al pasar, -tene cuidado con fulana que te quiere dar. Ahí me calenté del todo y ya con ganas de querer manifestarle mis ganas de estar con ella.
Quiso el destino que al poco tiempo, se fuera del trabajo, cosa que a fin de ser sincero no me significo ningún estado de animo, solo quedo en las ganas de tener sexo con una compañera que se había ido y punto, al fin de cuentas había mas y mucho mejores, y vale aclarar aquí, en este relato que yo seguía en pareja y muy bien.
Al tiempo, en un día como cualquiera, pensé en ella y le escribí un mensaje cortito para saludarla y ver como andaba, me contesto muy amablemente y diciéndome que estaba muy contenta porque le había escrito, ese día no paso mas de ahí, hasta que un par de días después, me escribe ella y me dice que había soñado conmigo, (típico cuento, pero que no iba a dejar pasar), a lo que le contesto, -espero que haya sido un buen sueño; y a lo que me responde sin mediar ninguna introducción, que si, que había soñado que nos encontrábamos y nos cojiamos todo!, a lo que luego me pregunta si los sueños se podían hacer realidad.
Debo confesar que volví a esquivar el tema pero ya no lo podía sostener mas, me excitaba de solo pensar en ella. Pasó el tiempo, separación mía mediante, le escribo y le digo que quería pasar a saludarla por su nuevo trabajo, (era una fabrica reciclada donde había diseño de indumentaria y esas cosas); me dice que si, que le encantaría así nos veíamos luego de casi un año.
Debo admitir que estaba nervioso, realmente muy nervioso, pero tome coraje y fui a su encuentro, me estaba esperando en la recepción, cuando me acerco, le voy a dar un beso en el cachete, como acostumbraba, pero ella me gana de mano y me abraza, (estaba sin corpiños), yo estaba de traje sin saco, al abrazarme sentí sus pechos tan libres y sus pezones, que estaban duros (se notaban) me rozaron a través de mi camisa que era muy fina, en esos microsegundos, me exité tanto que no la quería soltar, y con la excusa del tiempo que hacia que no nos veíamos seguimos abrazándonos y ella presionaba contra mi miembro que estaba cada vez mas duro; yo agarrándola desde la base de la espalda, allí donde comienza la cola y apretándola también; ninguno de los dos quería soltarse. Nos soltamos, pero los dos sabiendo que era cuestión de tiempo estar desnudos en una misma cama, a esta altura en el aire se respiraba sexo y del bueno.
Charlamos de todo y nos despedimos, a la noche le escribo y le digo que la verdad que me había excitado y quería que cojieramos, a lo que me dice que si, que esta supercaliente, y ahí comenzamos a intercambiar fotos y a tocarnos a full sexting dirían, y nos vimos los cuerpos desnudos por primera vez cosa que fue increíblemente excitante. Y quedamos en encontrarnos en su trabajo ya que a partir de una hora no había nadie según me dijo.
Así fue, una tarde le escribo y me dice, dale venite, voy, nos saludamos nuevamente con un abrazo y me dice que vayamos al primer piso que estaba mas “tranquilo”, subimos y ni bien salimos del descanso de la escalera, da vueltas y me da un beso, ahí la agarro de la cola y nos trenzamos en un descomunal beso donde los labios y las lenguas se movían excitadas en ese mundo húmedo de la baba que precede al sexo.
Mientras le metía mi mano por la base de la cola (por la raya, para ser mas claro), ella me comenzó a acariciar mi verga a la vez que me miraba y me decía, -que ganas de garcharte tenia por dios, y yo mientras le recorría toda la cola húmeda con mis dedos le pedía por favor te quiero penetrar.
Y asi fue, la senté arriba de una “mesa de corte” y le saque la remera verde que tenia y quedaron sus hermosa lolas en todo su esplendor y sus pezones rosados apuntándome hinchados y duros, a los cuales no me pude resistir. A esa altura me había quitado mi camisa y bajado los pantalones, y con sus delicadas manos me había agarrado el tronco de mi pija que a esta altura estaba como un hierro y comenzó a pajearme suavemente en la medida que mi liquido preseminal se lo permitiera, ya que se le resbalaba y lo aprovechaba para acariciarme los huevos.
En un momento me dice, -por favor cojeme ya!, pero le digo que todavía no, que antes le queria chupar la concha hermosa, que entre toqueteo y toqueteo se la había rozado y estaba infernalmente caliente y toda mojada. Le abro las piernas (ella estaba acostada boca arriba en esa mesa gigante, y realmente no me acuerdo en que momento le baje las calzas) y le empiezo a besar los muslos y a recorrer esa piel extremadamente suave hasta llegar a su concha que estaba tremendamente sabrosa. Mientras se la chupaba, ella con una mano se chupaba los dedos y con la otra me agarraba los pelos a un nivel, diría de dolor (para mi) y eso me duplicaba el nivel de placer. Luego de algunos minutos me dice, -basta, métemela ya; me subo a la mesa y de tantos fluidos que había en las zonas sexuales, mi pija le entro de una, suave, caliente, y muy húmeda; ahí nos miramos a los ojos y nos volvimos a besar con las tremendas, calientes y mojadas lenguas a mas no poder. Mientras yo se la metia, ella me agarra de los cachetes de mi cola y empezó a jugar con mi cola, (admito que otras oportunidades me hubiera negado por vaya a saber quien por que, pero aquí no), y comienza a meter uno de sus dedos mientras, mi pija la cojia y ella me cojia con su lengua y su dedo, que en un momento fueron dos.
El nivel de placer que estaba teniendo no lo había experimentado antes, obvio que porque era con ella. Luego de unos minutos cambiamos de posición, me puso de espaldas y se sentó arriba, y me dice, déjame que te la chupe así acabas, claro ella había acabado un par de veces. Me abre las piernas y mientras me miraba con sus grandes ojos negros, me empieza a pajear mientras me masajeaba nuevamente mi culo que pedia agritos que le entrara algún dedo!. Se pone la cabeza de mi pija en la boca (tremenda boca) y me empieza a pajear con su boca, mientras me introducía un dedo que previamente me había metido a mi en la boca para que le de saliva; al segundo dedo no aguante mas y le dije -cuidado que acabo, y apurando los movimientos de su mano tomando el tronco de mi pija, y con sus dedos hasta la base de su mano dentro de mi culo, empecé a acabar, digo empecé porque fue un chorro inimaginable que, si bien no tragó, puso su boca para que fuera allí, luego siguió chupando mi pija con toda la leche haciendo de lubricante, y luego subiendo con sus tetas pegadas a mi cuerpo y todas cubiertas de leche, se acerco a mi boca y me clavo un beso como en mi vida me habían dado.
Boludeamos un poco mas, nos secamos con unas toallas que vaya a saber de quien eran y nos fuimos, al día de hoy cada cual sigue con su vida, pero cada tanto nos damos una revolcada, que ha ido creciendo en nivel y sofisticación, que ya contare por aqui, y estando ahora en la búsqueda de un tercer@!!.
Espero les haya gustado y recuerden tener cuidado con lo que desean, se puede hacer realidad. Besis y sean felices.
Diariamente trabajo en una oficina en el centro, con compañeras y compañeros de todas las características que se les ocurran, y con mis compañeros varones, a la hora de almorzar hacíamos los típicos comentarios de a quien te cojerías, o tal o cual debían ser buenas cojedoras; en fin, creo que es el nivel clásico de chusmerio entre varones en el trabajo.
Cierto dia, una compañera (la cual no tenia en la mira) va a trabajar sin corpiño, vale la aclaración que sus pechos eran mas bien pequeños; en un momento se pone en una posición (entiendo que sin querer) en la cual el escote de su remera deja ver (para mi posición) sus hermosas y pequeñas lolas; debo confesar que tuve una erección, y que a partir de ese momento no podía sacármela de la cabeza, las ganas de cojerla fueron increíbles, pero dada mi posición y “educación” una vez mas reprimí los impulsos y los logre contener, soltándolos fugazmente cuando, estando solo me tocaba para imaginarme entre sus piernas o besando sus hermosas tetis.
Cierto día, otra compañera, me dice al pasar, -tene cuidado con fulana que te quiere dar. Ahí me calenté del todo y ya con ganas de querer manifestarle mis ganas de estar con ella.
Quiso el destino que al poco tiempo, se fuera del trabajo, cosa que a fin de ser sincero no me significo ningún estado de animo, solo quedo en las ganas de tener sexo con una compañera que se había ido y punto, al fin de cuentas había mas y mucho mejores, y vale aclarar aquí, en este relato que yo seguía en pareja y muy bien.
Al tiempo, en un día como cualquiera, pensé en ella y le escribí un mensaje cortito para saludarla y ver como andaba, me contesto muy amablemente y diciéndome que estaba muy contenta porque le había escrito, ese día no paso mas de ahí, hasta que un par de días después, me escribe ella y me dice que había soñado conmigo, (típico cuento, pero que no iba a dejar pasar), a lo que le contesto, -espero que haya sido un buen sueño; y a lo que me responde sin mediar ninguna introducción, que si, que había soñado que nos encontrábamos y nos cojiamos todo!, a lo que luego me pregunta si los sueños se podían hacer realidad.
Debo confesar que volví a esquivar el tema pero ya no lo podía sostener mas, me excitaba de solo pensar en ella. Pasó el tiempo, separación mía mediante, le escribo y le digo que quería pasar a saludarla por su nuevo trabajo, (era una fabrica reciclada donde había diseño de indumentaria y esas cosas); me dice que si, que le encantaría así nos veíamos luego de casi un año.
Debo admitir que estaba nervioso, realmente muy nervioso, pero tome coraje y fui a su encuentro, me estaba esperando en la recepción, cuando me acerco, le voy a dar un beso en el cachete, como acostumbraba, pero ella me gana de mano y me abraza, (estaba sin corpiños), yo estaba de traje sin saco, al abrazarme sentí sus pechos tan libres y sus pezones, que estaban duros (se notaban) me rozaron a través de mi camisa que era muy fina, en esos microsegundos, me exité tanto que no la quería soltar, y con la excusa del tiempo que hacia que no nos veíamos seguimos abrazándonos y ella presionaba contra mi miembro que estaba cada vez mas duro; yo agarrándola desde la base de la espalda, allí donde comienza la cola y apretándola también; ninguno de los dos quería soltarse. Nos soltamos, pero los dos sabiendo que era cuestión de tiempo estar desnudos en una misma cama, a esta altura en el aire se respiraba sexo y del bueno.
Charlamos de todo y nos despedimos, a la noche le escribo y le digo que la verdad que me había excitado y quería que cojieramos, a lo que me dice que si, que esta supercaliente, y ahí comenzamos a intercambiar fotos y a tocarnos a full sexting dirían, y nos vimos los cuerpos desnudos por primera vez cosa que fue increíblemente excitante. Y quedamos en encontrarnos en su trabajo ya que a partir de una hora no había nadie según me dijo.
Así fue, una tarde le escribo y me dice, dale venite, voy, nos saludamos nuevamente con un abrazo y me dice que vayamos al primer piso que estaba mas “tranquilo”, subimos y ni bien salimos del descanso de la escalera, da vueltas y me da un beso, ahí la agarro de la cola y nos trenzamos en un descomunal beso donde los labios y las lenguas se movían excitadas en ese mundo húmedo de la baba que precede al sexo.
Mientras le metía mi mano por la base de la cola (por la raya, para ser mas claro), ella me comenzó a acariciar mi verga a la vez que me miraba y me decía, -que ganas de garcharte tenia por dios, y yo mientras le recorría toda la cola húmeda con mis dedos le pedía por favor te quiero penetrar.
Y asi fue, la senté arriba de una “mesa de corte” y le saque la remera verde que tenia y quedaron sus hermosa lolas en todo su esplendor y sus pezones rosados apuntándome hinchados y duros, a los cuales no me pude resistir. A esa altura me había quitado mi camisa y bajado los pantalones, y con sus delicadas manos me había agarrado el tronco de mi pija que a esta altura estaba como un hierro y comenzó a pajearme suavemente en la medida que mi liquido preseminal se lo permitiera, ya que se le resbalaba y lo aprovechaba para acariciarme los huevos.
En un momento me dice, -por favor cojeme ya!, pero le digo que todavía no, que antes le queria chupar la concha hermosa, que entre toqueteo y toqueteo se la había rozado y estaba infernalmente caliente y toda mojada. Le abro las piernas (ella estaba acostada boca arriba en esa mesa gigante, y realmente no me acuerdo en que momento le baje las calzas) y le empiezo a besar los muslos y a recorrer esa piel extremadamente suave hasta llegar a su concha que estaba tremendamente sabrosa. Mientras se la chupaba, ella con una mano se chupaba los dedos y con la otra me agarraba los pelos a un nivel, diría de dolor (para mi) y eso me duplicaba el nivel de placer. Luego de algunos minutos me dice, -basta, métemela ya; me subo a la mesa y de tantos fluidos que había en las zonas sexuales, mi pija le entro de una, suave, caliente, y muy húmeda; ahí nos miramos a los ojos y nos volvimos a besar con las tremendas, calientes y mojadas lenguas a mas no poder. Mientras yo se la metia, ella me agarra de los cachetes de mi cola y empezó a jugar con mi cola, (admito que otras oportunidades me hubiera negado por vaya a saber quien por que, pero aquí no), y comienza a meter uno de sus dedos mientras, mi pija la cojia y ella me cojia con su lengua y su dedo, que en un momento fueron dos.
El nivel de placer que estaba teniendo no lo había experimentado antes, obvio que porque era con ella. Luego de unos minutos cambiamos de posición, me puso de espaldas y se sentó arriba, y me dice, déjame que te la chupe así acabas, claro ella había acabado un par de veces. Me abre las piernas y mientras me miraba con sus grandes ojos negros, me empieza a pajear mientras me masajeaba nuevamente mi culo que pedia agritos que le entrara algún dedo!. Se pone la cabeza de mi pija en la boca (tremenda boca) y me empieza a pajear con su boca, mientras me introducía un dedo que previamente me había metido a mi en la boca para que le de saliva; al segundo dedo no aguante mas y le dije -cuidado que acabo, y apurando los movimientos de su mano tomando el tronco de mi pija, y con sus dedos hasta la base de su mano dentro de mi culo, empecé a acabar, digo empecé porque fue un chorro inimaginable que, si bien no tragó, puso su boca para que fuera allí, luego siguió chupando mi pija con toda la leche haciendo de lubricante, y luego subiendo con sus tetas pegadas a mi cuerpo y todas cubiertas de leche, se acerco a mi boca y me clavo un beso como en mi vida me habían dado.
Boludeamos un poco mas, nos secamos con unas toallas que vaya a saber de quien eran y nos fuimos, al día de hoy cada cual sigue con su vida, pero cada tanto nos damos una revolcada, que ha ido creciendo en nivel y sofisticación, que ya contare por aqui, y estando ahora en la búsqueda de un tercer@!!.
Espero les haya gustado y recuerden tener cuidado con lo que desean, se puede hacer realidad. Besis y sean felices.
4 comentarios - Sexo con ex compañera de trabajo