La historia de Victoria es aún más notoria que la de mi madre Beatriz, al ser la menor de los 5 hermanos y solo ser hija de mi abuelo ya que este optó por casarse nuevamente al momento de fallecer mi abuela. Derivado de esta nueva relación de mi abuelo se produjo el nacimiento de Victoria ya cuando mis tíos y mi madre estaban en una edad que oscilaban entre los 10 años de Betty que hasta entonces era la menor, hasta los 13 de mi tío Enrique el mayor. Debido a la gran diferencia de edad que se llevaba con sus hermanos mayores y al fallecimiento de mi abuelo y su pareja Vicky se convirtió en una mujer totalmente dependiente de afecto y amor fraternal por decirlo de alguna manera, ya que con el paso de los años comenzó a sentirse relegada, por eso su constante y creciente necesidad día a día de ganarse el amor de mis tíos hizo que ella les suplicara por algo de “amor” fraternal, y como ya todos sabemos el amor fraternal en mi familia se vive y disfruta de una manera muy diferente al resto de las demás familias.
Debo decir que mi tía Vicky fue con quien inició mi vida sexual y quien me introdujo en el mundo del incesto; además por todos era bien sabido que desde que mi madre Betty se mudó de la casa de mis difuntos abuelos para irse a vivir con mi papá a los 20 años de edad Vicky se quedó sola en casa de mis abuelos al cuidado de mis 3 tíos y cuando por fin entro a esa edad en la que el cuerpo florece y se desarrolla de manera exquisita, (no pondré edades para no ser baneado pero saben a qué edad me refiero) mis tíos aprovecharon, la moldearon y forjaron a su gusto en cuanto a placer respecta, ya que al no considerarla su hermana hicieron con ella realidad todas las fantasías que no habían podido hacer de joven con Beatriz. En cambio Vicky; al sentirse en deuda por los cuidados de mis tíos y desesperada por aprobación decidió entregarse de una manera sumisa y complaciente a las órdenes y deseos carnales de sus 3 hermanos en cuerpo y alma.
¡Y qué cuerpo se gozaron sus hermanos! Cuando yo tuve la maravillosa oportunidad de poseerla ella tenía al rededor de 26 años y yo acababa de cumplir 16 años, fue mi regalo de cumpleaños mi “iniciación” por así decirlo (quiero aclarar de nuevo para no meterme en problemas de baneo o censura, que yo fui consciente de lo que hacía a pesar de ser menor de edad y lo hice por decisión propia) en fin, este relato contará el cómo inicié mi vida sexual con ella y como mis tíos y varios de mis primos motivados por la fama que la precedía fuimos partícipes de muchas experiencias con Victoria que siempre ha estado dispuesta a recibir cariño por parte de nosotros hasta el día de hoy.
Ya no los aburriré más y para entrar en materia, debo agregar que mi madre Beatriz a pesar de ser una delicia de mujer siempre se ha quedado corta al lado de Victoria, el culo de Vicky es aún más majestuoso que el de Betty ¡y por mucho! Sin hablar de sus senos y su lindo rostro que opacan a Betty siempre que están juntas. Es por eso que Beatriz renegó cuando tuvo que hacerse cargo de ella al momento que mis tíos decidieron casarse y tuvieron que dejar la responsabilidad de la crianza de Victoria. Mi padre fue parte fundamental de la decisión de que Victoria se fuera a vivir con nosotros, cosa que no entendí muy bien hasta tiempo después en el que comprendí tantas de las cosas que pasaban en mi casa.
En lo personal yo no tuve ningún problema en que mi tía viviera con nosotros, me gustaba pasar tiempo con ella, tenía un cierto enamoramiento infantil debido a que en ese tiempo yo tenía alrededor de 5 años y ella 15, me parecía bonita y me daba cuenta que a los hombres les gustaba mi tía pero obviamente yo no sentía ningún tipo de atracción sexual hacía ella era un niño, recuerdo que me agradaba estar en su cuarto me parecía alguien con “onda” ya que escuchaba música de moda pero Betty no me dejaba pasar mucho tiempo ahí. Pasó el tiempo y desde que tengo uso de razón mi madre tenía discusiones fuertes con Vicky debido a su forma de vestir en la casa, frente a mi padre era obvio que sentía celos ya que mi padre a veces no podía resistir la tentación de echarle una mirada a su cuñada cuando está se ponía faldas cortas para hacer los deberes de la casa, a la edad de 10 años yo aún no entendía esta situación incluso me molestaba que mi madre le gritara a quien hasta ese instante era la persona más “cool” que conocía. Hasta el día que alcancé la pubertad, la edad de la calentura, ahora me gustaba aún más pasar tiempo en la habitación de mi deliciosa tía de 24 años y ahora entendía el por qué de los celos de mi madre. Sus nalgas eran deliciosas, me atrevo a decir que es uno de los mejores culos que he visto en mi vida, sus carnosas piernas hacían resaltar mucho más ese maravilloso par de nalgas que lucia magnifico en conjunto con su cintura bien definida y que fue motivo de interminables pajas en su honor. Victoria obviamente se daba cuenta de lo que provocaba en mí y le encantaba, le sigue encantando pero para ese entonces yo era un escuincle chaquetero y ella se divertía con mi papá sin que nadie lo supiéramos. Por los general los fines de semana llegaban mis tres tíos y se la llevaban de “paseo” cosa que no entendía también hasta que en una fiesta familiar vi como la manoseaban a placer y ella ni se inmutaba,en cambio los alentaba, entonces comprendí la naturaleza de sus paseos de fin de semana, por lo general ella llegaba totalmente ebria y toda marcada del cuerpo con chupetones o hickie como los llaman en USA, por lo general mi madre recibía a mis tíos para que le entregaran a Vicky y ella obviamente era consciente de lo que hacían, mucho tiempo atrás habían querido querido hacerlo con ella pero jamás pasaron de unas cuantas pajas y una mamada fallida. Con Victoria era diferente, todo el fin de semana se escapan los 4 a la casa de mis abuelos y la poseían a su placer, cuando la regresaban de nuevo a nuestra casa mi madre la desvestía y la metía a bañar para bajar su intoxicación, la vestía y la metía a la cama para que al día siguiente está se despertara con una resaca horrible y jurando que no se acordaba de nada de lo que había hecho, Vicky era aún más puta y complaciente que mi madre estando ebria, en el burdel en el que mi madre fue una de las mejores putas antes de casarse con mi padre Victoria la había superado con creces haciéndose de mucha fama y buen dinero, pero también la había enredado en un mundo de alcohol y drogas sin control que todos aprovechaban para gozar de ella. El punto de quiebre que definió para bien la relación que tengo ahora con Victoria llegó uno de esos tantos fines de semana en el que mis tíos Enrique, Roberto y Luis llegaron por Vicky, se pusieron a conversar un rato con mi madre en lo que mi tía terminaba de alistar sus cosas, comenzaron a jugar con ella dándole nalgadas, arrimones, diciéndole cosas obscenas de lo que deseaban hacerle a ambas, etc. Todo ese tipo de cosas que hacemos los hombres cuando queremos penetrar a una hembra que se nos resiste, para variar comenzaron a persuadirla de ir con ellos pensando que nadie miraba, pero no contaban conque yo un curioso chaquetero de 14 años observaba escondido todo mientras esperaba el momento de ver cómo se llevaban a Victoria para hacerla su puta todo el fin de semana, en la cocina comenzaron a decirle a mi madre que fuera con ellos, que la iban a pasar rico, y esto me tomó me calentó muchísimo Enrique se posó por detrás de Betty que estaba de pie semi recargada en la barra de cocina pegó su miembro al culo de Betty y comenzó a moverse suavemente como si la estuviera penetrando mientras que con su mano izquierda acariciaba uno de sus senos y con su mano derecha comenzó a manosear la entrepierna de mi madre que solo comenzó a reír:
-Déjame tonto ¡ya te dije que no! Además pronto llega mi esposo, cálmate por favor.- Le dijo con un tono muy cachondo que siempre me ha encantado en ella.
-Ándale chiquita, vamos no nos hagas esto- Comentó Luis mientras le tomaba un seno a mi madre-
-¡Que no!- contestó juguetona mientras le daba un manazo a Luis para que la soltara.
-Vamos Betty yo se que también quieres- Le dijo Enrique mientras por la espalda sobaba el culo de mi madre y se acercaba para darle una mordida en la oreja.
-Que no cabrones calientes, ya llevan a una puta para que quieren más- Les dijo Betty riéndose sin oponer resistencia a las caricias.
Y de pronto para sorpresa de todos apareció por fin Victoria, se veía más puta de lo normal, ese fin de semana estaba claro que tenía muchas ganas de que se la cogieran de una manera obscena.
-Dejen a esa puta mosca muerta, no quiere ir ¿o que les pasa? ¿no pueden conmigo nada más? Hoy me vestí como les gusta- Exclamó mi tía Vicky al ver que su hermana con la que siempre discutía le estaba robando la atención de sus tres hermanos.
Mis tíos quedaron anonadados al ver a Victoria, se veía riquísima con la ropa que tenía puesta ese día y se lanzaron sobre ella para pasarle las manos de una manera casi salvaje, pareciera que no habían visto una mujer en años. Casi a empujones se la llevaron al auto donde habían llegado y así una vez más se fueron a gozar de esos ricos fines de semana que pasaban de manera regular. Yo por mi parte corrí inmediatamente al cuarto de Victoria a buscar en sus cajoneras un buen par de tangas y cacheteros que me ayudaban a masturbarme pensando en todas las cosas que le harían mis tres tíos ese fin de semana, mis corridas eran deliciosas semana como semana al ver cómo se la llevaban desesperados por penetrarla una y otra vez por todos sus agujeros corporales y yo solo podía esperar a que fuera domingo para ver en qué estado regresaría Victoria.
Llegó el día domingo y para mi sorpresa mis padres estaban de buen humor y decidieron salir a pasear con mi hermana Fátima, yo no quise ir debido a que era mucha la necesidad que tenía de masturbarme a lo que decidí quedarme en casa, ademas, quien va a recibir a mi tía Vicky les repliqué. Y así fue como partieron y me quedé solo en la casa esperando a mis tíos. Alrededor de las 8:15 llegaron y por el interfón mis tíos me pidieron que les abriera la puerta porque Vicky no podía caminar y la traían casi cargando, al verla me excite demasiado tenía la misma ropa puesta con la que se había ido pero se veía desaliñada, como si acabaran de abusar de ella, mis tíos me ayudaron a subirla a su habitación y me dijeron ya sabes que hacer, me quedé helado, pensé que me insinuaban que hiciera algo con ella y mi cara me delató.
-Cabron caliente- Me dijo mi tío Enrique- Me refería a que la metas a bañar y la acuestes.-
Le contesté que si un tanto apenado y los acompañé a la puerta, pero mi tío ya no se puso quitar mi reacción de la cabeza.
-Está bien buena tu tía verdad? Dime en confianza, no me voy a enojar.
-Si...-Le dije tartamudeando.
Sonrió y me dijo: -Mira, ahorita la puta de tu tía no siente, ni se acuerda de nada se metió cosas que no debía, así que divierte un poco, tu sabes a qué me refiero, ya estás grandecito, el próximo fin de semana me dices qué tal- Me dijo mientras me palmeaba el hombro y me guiñaba un ojo. Cruzó la puerta y yo salí corriendo hacia aquella habitación en la que tanto tiempo me gustaba pasar.
Llegué y la vi ahí totalmente inconsciente me miembro comenzó a chorrear al ver su vestido levantado de un costado que dejaba ver un cachetero de encaje color negro con el que tantas veces me había masturbado antes, me acerqué a ella y comencé a temblar de una manera exagerada, tuve el mismo sentimiento que tiene una persona cuando va a tener sexo por primera vez y es inexperto, me acerqué y con mi dedo índice toqué su mejilla levemente para comprobar que no se daba cuanta de nada, no hubo reacción más que un gesto parecido a un suspiro mi mano derecha cobró vida por si misma y alcanzó el seno izquierdo de Vicky no tenía sostén puesto y aún así sus tetas lucían firmes y respingadas toque su lindo pezon y ahí comenzó mi aventura, saqué de mi short mi miembro y lo acerqué a su cara, me sentí en la gloria, comencé a masajear sus dos tetas y ella solo emitía una especie de gemidos, mi verga estaba a pocos centímetros de su boca y con el movimiento de mi manoseó mi pene rozaba sus labios de una manera deliciosa esto hizo que mi inexperiencia en el sexo me llevara a eyacular, chorros de leche aterrizaron en el rostro de Vicky y mientras unos se escurrían por sus mejillas otras cuantas gotas se escabullían entre la comisura de sus labios hasta llegar a su lengua, esto hizo que mi miembro se pusiera firme de nuevo, introduje mis brazos entre la espalda de Vicky y el colchón para empujarla con fuerza y ponerla boca abajo. La maniobra no pudo haber salido mejor, su cuerpo quedó de forma que su culo formaba una deliciosa elevación y su vestido solo cubría la mitad de sus deliciosas nalgas que resaltaban firmes cómo una montaña al estar estar boca abajo a mi merced. Voltee a ver el reloj, aún tenía tiempo de sobra y lo iba aprovechar, en este punto yo ya estaba dominado por la lujuria, le quite el vestido y me encantó ver qué estaba llena de esas marcas que tanto me excitaban sus nalgas, espalda, cuellos y nuca estaban llenas de ellas, además tenía las nalgas de una tonalidad más roja que el resto de su piel, como si la hubieran nalgueado todo el fin de semana, no quería olvidar este momento nunca y fui corriendo por mi cámara digital para tomarle una fotografía.
Noté que también presentaba marcas de mordida en las nalgas y pronto me apresuré a dejar mi marca yo también, le di un mordisco en el glúteo derecho acompañado de un beso que se volvió una lamida de orto, comencé a lamer a placer sus nalgas y empecé a quitar con mis dientes el cachetero que llevaba puesto, una de las tantas fantasía que había tenido antes, cuando pude quitarle la prenda comencé a lamer nuevamente a placer ese delicioso par de nalgas cuál si fueran una especie de helado el cual estaba disfrutando mucho, Victoria solo se movía en ocasiones supongo que sentía lo que le estaban haciendo pero no sabía de quién se trataba, ni podía oponer resistencia, así estuve unos cuantos minutos y decidí cumplir otra de mis fantasías, al tener el culo tan carnoso y enorme siempre soñé con masturbarme con sus nalgas, no se si me explique, mi sueño era poner mi verga entre sus dos carnosas nalgas y hacerme una paja con los dos glúteos al más puro estilo de una paja rusa, como pude levante un poco más su culo y posé mi verga en medio de aquel delicioso par de carnosas nalgas con una mano tomé el glúteo derecho y con la otra el glúteo izquierdo hasta que ambos abrazaron mi verga y lo hicieron desaparecer así comenzó el vaivén de “embestidas” hasta que otra vez exploté y mi leche llenó toda el área de sus nalgas.
Quedé exhausto pero mi calentura era tan grande que decidí cumplir mi ultima fantasía, me levanté de la cama y me dirigí hacia su lindo rostro que seguía lleno de la leche que había expulsado al momento de comenzar mi faena, apreté un poco sus mejillas y con un poco de resistencia mi verga se fue abriendo espacio entre su boca, sentí un placer inimaginable era mi primera mamada por así decirlo pero el clímax llegó cuando supongo que por instinto Victoria comenzó inconscientemente a succionar mi verga cuál si fuera un biberón, un escalofrío recorrió desde la planta de mis pies hasta mi médula espinal y en un acto de calentura total la tomé por la nunca introduje mi miembro hasta adentro al punto de sentir que mi glande toco su campanilla y le atiborré la garganta de semen en cantidades inimaginables, a lo que ella comenzó a hacer arcadas debido a que no podía respirar y esto me asustó saqué mi verga de su boca y ella dio un suspiro profundo mientras abría sus ojos y esto me congeló pero ella no le dio importancia y solo se volteó para seguir durmiendo, afortunadamente seguía totalmente inconsciente por el abuso de sustancias del fin de semana, salí lentamente de la habitación y me fui a la mía, me tumbe en la cama maravillado por todas las sensaciones que acaba de sentir y cuando menos acordé sucumbí de sueño y me desperté al día siguiente con una erección enorme que apacigüe masturbandome con la fotografía que le había tomado a mi tía y acordándome de todo lo que le había hecho la noche anterior.
Me di un baño y un poco dudoso me dispuse a ir a la cocina a desayunar algo pero tenía miedo de toparme con mi tía, temiendo que se hubiera dado cuenta de todo lo que le hice, pero lo pensé bien y no... ella no me creería capaz de hacerle semejantes cosas para ella todavía era un muchachito chaquetas que se emocionaba cuando la veía agacharse mientras hacía los deberes del hogar, pero en realidad estaba muy equivocada así que salí de mi cuarto y ahí en la cocina la vi, dudé en saludarla pero ella al verme solo me sonrió y me saludo como si nada hubiera pasado.
-Gracias, por cargarme hasta mi cama anoche Carlos, no me acuerdo ni como llegué.-
-De nada tía.- Contesté ya más relajado-Te iba a meter a bañar pero estabas muy mal y mejor no.-
-¡Que no me digas tía! Me haces sentir vieja ¿de verdad no me metiste a bañar?
-No tía.
-Ahora entiendo porque amanecí así- Dijo entre dientes.
-¿Perdón?-Pregunté.
-No nada-Respondió ella.
Se me acercó y me dijo al oído: -Pues que tonto, me hubieras bañado, era tu oportunidad para verme desnuda y no aprovechaste- Comentó mientras me sacó la lengua, soltó una pequeña carcajada y me guiñó un ojo.
Salió de la cocina y ahí me quedé solo, desayunando satisfecho y tranquilo, listo para irme a la escuela sabiendo que mi tía no se había dado cuenta de nada de lo que había pasado.
Los días transcurrían normal, toda la semana me dediqué a ir a la escuela y al regresar me disponía a pasar tiempo con mi tía en su habitación, ella comenzó a darse cuenta de que la miraba un poco diferente y comenzó a ser un poco más juguetona por así decirlo en su forma de hablarme o de moverse por el cuarto, supongo que le gustaba que yo la viera de manera sexual y esto me comenzó a gustar mucho.
Llegó el día viernes, me fui a la escuela y todo el día estuve ansioso pensando que ropa usaría ese día Victoria, no pude pensar en otra cosa más que eso, al regresar entré corriendo a la casa en dirección a la habitación de mi tía, con la esperanza de ver ese culo una vez más antes de que mis tíos pasaran por ella. Para mi buena fortuna ahí estaba ella recostada y cuando me vio entrar me dijo:
-Que bueno que llegas, necesito que me ayudes con algo-
-¡Claro! ¿Que pasa?-
-Cierra la puerta, que no nos escuche tu mamá-Cerré la puerta lentamente y me dispuse a escuchar a Vicky.
-Quiero que me ayudes a escoger lo que me voy a poner hoy, para ir a pasar el fin de semana con tus tíos- Me dijo en un tono un tanto sexy.
-No se si me entiendas pero a ellos les gusta que me vista bonita para ellos ¿me ayudas?-
Me volví loco de la emoción en ese momento, no puedo describir lo que sentí, solo atine en asentir con mi cabeza.
-Me voy a probar algunas cosas y tú me dices cuál te gusta más ¿ok?-
Una vez más asentí con la cabeza totalmente mudo y ella solo atinó en decir.
-Creo que esto te va a gustar, además te lo mereces por ser tan bueno conmigo-
Comenzó a medirse primero prendas de lencería y poco a poco se tornaba un poco más caliente el ambiente, tomó una tanga color negro que se perdió entre su rico par de nalgas y sobre ella se puso una corta falda del mismo color.
-¿Te gusta como se me ve este conjunto?-
Comencé a tocar mi miembro por encima de mi pantalón y ella comenzó a dar la vuelta lentamente.
-Este es el ganador, puedo sentir que te encantó Dany-Me dijo mientras tocaba suavemente mi pene por encima de mi pantalón.
-Rapido ve a traer tu camarada para que me tomes una fotografía, pero solo una ¡eh!-
Salí corriendo y al regresar Vicky se puso de espalda y así tomé la fotografía como me lo había dicho.
-Ve a tu cuarto y hazme lo que quieras mientras ves la fotografía- Con está simple frase hizo que me chorreara a montones.
Me fui a mi habitación y con la fotografía me masturbe de una manera tan violenta que mi verga quedó un tanto rosada. Regrese con Victoria y al entrar me recibió con una sonrisa.
-¿Que tal? ¿Rico?- preguntó.
-Mucho-Contesté.
-Me alegro, yo también la voy a pasar riquísimo este fin de semana.- Me dijo que me fuera para seguir preparándose y así me fui de su habitación con una sonrisa enorme en el rostro.
Horas más tarde llegaron por ella y mi tío Enrique me llamó para hablar un poco conmigo.
-¿Como te fue?-
-Riquísimo tío, gracias-
-¿Que le hiciste? Cuéntame con confianza-
Comencé a relatarle todo lo que había hecho y el estaba maravillado, su sobrino era todo un semental como él. Inconscientemente había hecho todo bien.
-Fuiste inteligente en no meterle la verga en la pepa, pudiste haber tenido problemas en un futuro ¿pero porque no se la metiste por el culo?- fueron sus palabras. No supe que contestar.
-En fin, tal vez después puedas, tú tía es putisima.-
Aquí comienza la mejor parte de la historia a mi parecer. Cuando estaban a punto de irse, mi tío regreso hacia la puerta y me dijo.
-¿Quieres ir?-
Voltee a ver a mis padres confundió sin saber que hacer, obviamente quería ir para ver qué sucedía en esas salidas pero ni de broma me iban a dejar ir siendo tan menor.
-Ni loca- Replicó mi madre.
-Déjalo ir.- Contestó mi padre.
Y en esa casa en esos tiempos se hacía lo que mi padre ordenaba y punto.
-No quiero que tome alcohol, ni que haga nada que el no quiera.- Replicó resignada mi madre.
Así fue como me subí a aquel auto móvil con mis tres tíos enfermos de sexo y mi tía que era su puta complaciente. Desde el momento que salimos de la cochera de la casa mis tíos se apresuraron a manosear a Victoria y decirle lo rica que se veía con esa ropa que traía puesta.
-La escogió Danny-Denle gracias a él-Ya cálmense un poco porque lo vamos a asustar.-
-El sabe bien a qué venimos todos, ya está en edad de entender.- Agregaron mis tíos.
Y al llegar a la casa de mis fallecidos abuelos todo se tornó más caliente aún, al estar ya dentro y con las puertas cerradas. Todo se volvió caricias obscenas de mis tíos hacia Victoria.
-Tú solo vas a ver, no harás nada.- Me dijo mi tío Enrique y por su puesto yo estaba encantado de la vida.
Roberto cargos por las nalgas a Vicky y la repegó contra la pared mientras esta abría las piernas para abrazarlo con ellas, Luis se acercó por un lado y comenzó a lamer desde el cuello hasta el oído izquierdo de mi tía y mi verga se erigió cuál hasta bandera en un instante.
-Te dije que era bien puta.- Me dijo mi tío Enrique mientras abría una cerveza y me la ofrecía, la acepté y comencé a beberla.
-En un momento regresamos, puedes acercarte a la puerta y escuchar pero no entres.- Los cuatro entraron a la habitación principal y minutos después comenzó a escucharse un concierto de ricos gemidos femeninos y mis tíos bramando cual toros montando a una hembra, me acerqué a escuchar más a detalle y podía distinguir nalgadas, azotes, cachetadas y el sonido de los testiculos de mis tíos rebotando en el delicioso culo de Vicky además la bombardeaban con palabras altisonantes humillandola y claro que se lo merecía, merecía que la llamaran muñeca traga vergas, puta, perra, zorra, porque eso es ella y siempre lo va a ser.
-¡DÉJENLO ENTRAR PARA QUE VEA!-. Fue la frase que me sacó del estado de placer que mantenía mientras me la jalaba escuchando todo, y no salió de la boca de ninguno de mis tíos fue la misma Victoria quien había dado la orden entre gemidos.
Entré rápido no quise desaprovechar la oportunidad y ahí la vi; como siempre la había soñado, en posición de perrito mientras Enrique le metía la verga por el culo ella habilidosa con cada una de sus manos introducía alternadamente a su linda boquita las otras dos vergas para darle placer a todos sus hermanos.
-¡Acércate!- Me ordenó entre gemidos.
La obedecí.
-Jálatela, puedes tocarme si quieres, yo se que quieres, te la pasas viéndome el culo y robando mis bragas, aprovecha.-
Comencé a masturbarme de una manera deliciosa y Enrique aceleró el ritmo de sus embestidas, los gritos de Victoria comenzaron a calentarme de más y ella al darse cuenta se colocó cerca de mi para que mi semen aterrizara en su cara. Terminé y ellos siguieron con ella, me senté a observarlos mientras terminaban y lo que más me encantaba era verla mamar y recibir verga aún con mi leche cubriendo toda su cara. Esa fue la primera experiencia sexual en grupo que tuve, no hubo necesidad de penetrarla y aún así fue magnífica la sensación que tuve, al día siguiente se repitió la historia pero esta vez Victoria puso sus nalgas totalmente empinada frente a mí para que mi leche aterrizara directamente en su culo, puedo asegurar que fue el mejor fin de semana de mi vida por mucho.
Así continuamos alrededor de un año no todos los fines de semana tenía oportunidad de ir, pero entre semana yo ya un chico que casi llegaba a los 16 años tenía un poco más de “acción” con Victoria por así decirlo: comenzó a permitirme tocarla y masturbarme frente a ella, incluso llegó a darme uno que otro beso en la verga pero sin llegar a hacerme una mamada, en ocasiones cuando la puta estaba un poco más dispuesta me permitía terminar en su boca y eso me encantaba ya que me dejaba exprimir hasta la última gota de mi semen sobre su lengua y yo aprovechaba para intentar meter mi miembro en ella, a veces reaccionaba riendo y a veces se “molestaba” pero a mi me daba igual, fue una época muy rica en aquellos días.
Aquí comienza el resto de lo que es actualmente la delicia de disfrutar a Victoria.
Para el día de mi cumpleaños número 16 como de costumbre me levante temprano para irme a la preparatoria, recuerdo que mi madre salió a sus clases de yoga con unos leggins deliciosos que resaltaban su culo de una manera fenomenal, fue la primera vez que le miré el culo de una forma morbosa, pero lo pasé por alto; ya que yo estaba muy contento con los beneficios que me daba mi tía Victoria en ese tiempo. De camino a la preparatoria iba pensando que realmente no quería ir y a medio camino me regresé y decidí parar en un McDonalds a desayunar y hacer algo de tiempo, pensé “si regreso ahora a la casa Vicky estará sola y le puedo pedir mi regalo de cumpleaños” y sin dudarlo me dispuse a cumplir mi objetivo. Llegando a la casa me cercioré de que no hubiera nadie y subí al cuarto de Vicky para pedirle algo de acción, entre más me acercaba al cuarto más comenzaba a escuchar escuchar una especie de gemidos y pensé “estoy de suerte, la perra se está metiendo los dedos, es mi oportunidad para pedirle que coja conmigo” abrí la puerta del cuarto lentamente y en silencio tratando de sorprenderla y me quedé helado ahí estaba Victoria saltando de manera intensa y rebotando sus deliciosas carnes sobre la verga de mi padre.
-¡Puta madre!- Gritó mi padre al verme parado en la puerta de la habitación.
Victoria se apresuró a taparse tratando de disimular lo que ya era obvio y aquí se disiparon muchas dudas que tenía desde muy niño, por eso mi madre odiaba a mi tía, sabía que en cualquier momento le podía quitar a su hombre.
-¿Que haces aquí? Deberías estar en la puta escuela hijo.-
-Por favor no vayas a decir nada.-
-Escúchame no vayas a decirle nada a tu mamá.-
Eran las frases que salían de la boca de mi padre, a lo que Victoria ya un poco más serena comprendió lo que debía hacer para salir del problema en el que estaban metidos.
-Salte.- Le ordenó a mi padre-Déjanos solos, el no va a decir nada.-
Mi padre entendió y la obedeció, me quedé solo con ella he inmediatamente Victoria asumió la posición que a mí me encantaba en cuatro patas como la perra que era, me acerqué a ella pero no me dirigí hacia su culo tomé su cabello con fuerza y le metí la verga en la boca, comencé a follarmela por la boca mientras le repetía.
-Eres una puta, y te mereces esto perra.- mientras mi verga salía y entraba hasta el fondo de su boca sin darle chanza a respirar bien.
La volteé con fuerza y apunté mi verga directamente a su culo y la perforé con tal fuerza que solo pudo gemir de dolor mientras con sus manos se aferraba a las sábanas para minimizar el ardor que debía sentir por el desenfreno de mis embestidas, así estuve unos cuantos minutos hasta que exploté dentro de ella, saqué mi verga de su culo y le dije.
-Mama mi verga puta.- Tenía meses queriendo hablar de esa manera hacia ella y no me defraudó, incluso lo disfrutó hizo cada cosa que le pedí esa tarde.
-De hoy en adelante me vas a dar las nalgas cuando yo quiera.- Vicky me dijo que era un trato y así salí de aquella habitación hecho todo un hombre, y con la satisfacción de al fin tener ese culo que tanto soñaba.
Historias con ella aún hay muchas que contar, hasta el momento sigo siendo dichoso de cogermela cuando yo quiero, les comparto estas fotografías de ella, a sus 31 años así es como luce actualmente.
CONTINUARÁ...
Debo decir que mi tía Vicky fue con quien inició mi vida sexual y quien me introdujo en el mundo del incesto; además por todos era bien sabido que desde que mi madre Betty se mudó de la casa de mis difuntos abuelos para irse a vivir con mi papá a los 20 años de edad Vicky se quedó sola en casa de mis abuelos al cuidado de mis 3 tíos y cuando por fin entro a esa edad en la que el cuerpo florece y se desarrolla de manera exquisita, (no pondré edades para no ser baneado pero saben a qué edad me refiero) mis tíos aprovecharon, la moldearon y forjaron a su gusto en cuanto a placer respecta, ya que al no considerarla su hermana hicieron con ella realidad todas las fantasías que no habían podido hacer de joven con Beatriz. En cambio Vicky; al sentirse en deuda por los cuidados de mis tíos y desesperada por aprobación decidió entregarse de una manera sumisa y complaciente a las órdenes y deseos carnales de sus 3 hermanos en cuerpo y alma.
¡Y qué cuerpo se gozaron sus hermanos! Cuando yo tuve la maravillosa oportunidad de poseerla ella tenía al rededor de 26 años y yo acababa de cumplir 16 años, fue mi regalo de cumpleaños mi “iniciación” por así decirlo (quiero aclarar de nuevo para no meterme en problemas de baneo o censura, que yo fui consciente de lo que hacía a pesar de ser menor de edad y lo hice por decisión propia) en fin, este relato contará el cómo inicié mi vida sexual con ella y como mis tíos y varios de mis primos motivados por la fama que la precedía fuimos partícipes de muchas experiencias con Victoria que siempre ha estado dispuesta a recibir cariño por parte de nosotros hasta el día de hoy.
Ya no los aburriré más y para entrar en materia, debo agregar que mi madre Beatriz a pesar de ser una delicia de mujer siempre se ha quedado corta al lado de Victoria, el culo de Vicky es aún más majestuoso que el de Betty ¡y por mucho! Sin hablar de sus senos y su lindo rostro que opacan a Betty siempre que están juntas. Es por eso que Beatriz renegó cuando tuvo que hacerse cargo de ella al momento que mis tíos decidieron casarse y tuvieron que dejar la responsabilidad de la crianza de Victoria. Mi padre fue parte fundamental de la decisión de que Victoria se fuera a vivir con nosotros, cosa que no entendí muy bien hasta tiempo después en el que comprendí tantas de las cosas que pasaban en mi casa.
En lo personal yo no tuve ningún problema en que mi tía viviera con nosotros, me gustaba pasar tiempo con ella, tenía un cierto enamoramiento infantil debido a que en ese tiempo yo tenía alrededor de 5 años y ella 15, me parecía bonita y me daba cuenta que a los hombres les gustaba mi tía pero obviamente yo no sentía ningún tipo de atracción sexual hacía ella era un niño, recuerdo que me agradaba estar en su cuarto me parecía alguien con “onda” ya que escuchaba música de moda pero Betty no me dejaba pasar mucho tiempo ahí. Pasó el tiempo y desde que tengo uso de razón mi madre tenía discusiones fuertes con Vicky debido a su forma de vestir en la casa, frente a mi padre era obvio que sentía celos ya que mi padre a veces no podía resistir la tentación de echarle una mirada a su cuñada cuando está se ponía faldas cortas para hacer los deberes de la casa, a la edad de 10 años yo aún no entendía esta situación incluso me molestaba que mi madre le gritara a quien hasta ese instante era la persona más “cool” que conocía. Hasta el día que alcancé la pubertad, la edad de la calentura, ahora me gustaba aún más pasar tiempo en la habitación de mi deliciosa tía de 24 años y ahora entendía el por qué de los celos de mi madre. Sus nalgas eran deliciosas, me atrevo a decir que es uno de los mejores culos que he visto en mi vida, sus carnosas piernas hacían resaltar mucho más ese maravilloso par de nalgas que lucia magnifico en conjunto con su cintura bien definida y que fue motivo de interminables pajas en su honor. Victoria obviamente se daba cuenta de lo que provocaba en mí y le encantaba, le sigue encantando pero para ese entonces yo era un escuincle chaquetero y ella se divertía con mi papá sin que nadie lo supiéramos. Por los general los fines de semana llegaban mis tres tíos y se la llevaban de “paseo” cosa que no entendía también hasta que en una fiesta familiar vi como la manoseaban a placer y ella ni se inmutaba,en cambio los alentaba, entonces comprendí la naturaleza de sus paseos de fin de semana, por lo general ella llegaba totalmente ebria y toda marcada del cuerpo con chupetones o hickie como los llaman en USA, por lo general mi madre recibía a mis tíos para que le entregaran a Vicky y ella obviamente era consciente de lo que hacían, mucho tiempo atrás habían querido querido hacerlo con ella pero jamás pasaron de unas cuantas pajas y una mamada fallida. Con Victoria era diferente, todo el fin de semana se escapan los 4 a la casa de mis abuelos y la poseían a su placer, cuando la regresaban de nuevo a nuestra casa mi madre la desvestía y la metía a bañar para bajar su intoxicación, la vestía y la metía a la cama para que al día siguiente está se despertara con una resaca horrible y jurando que no se acordaba de nada de lo que había hecho, Vicky era aún más puta y complaciente que mi madre estando ebria, en el burdel en el que mi madre fue una de las mejores putas antes de casarse con mi padre Victoria la había superado con creces haciéndose de mucha fama y buen dinero, pero también la había enredado en un mundo de alcohol y drogas sin control que todos aprovechaban para gozar de ella. El punto de quiebre que definió para bien la relación que tengo ahora con Victoria llegó uno de esos tantos fines de semana en el que mis tíos Enrique, Roberto y Luis llegaron por Vicky, se pusieron a conversar un rato con mi madre en lo que mi tía terminaba de alistar sus cosas, comenzaron a jugar con ella dándole nalgadas, arrimones, diciéndole cosas obscenas de lo que deseaban hacerle a ambas, etc. Todo ese tipo de cosas que hacemos los hombres cuando queremos penetrar a una hembra que se nos resiste, para variar comenzaron a persuadirla de ir con ellos pensando que nadie miraba, pero no contaban conque yo un curioso chaquetero de 14 años observaba escondido todo mientras esperaba el momento de ver cómo se llevaban a Victoria para hacerla su puta todo el fin de semana, en la cocina comenzaron a decirle a mi madre que fuera con ellos, que la iban a pasar rico, y esto me tomó me calentó muchísimo Enrique se posó por detrás de Betty que estaba de pie semi recargada en la barra de cocina pegó su miembro al culo de Betty y comenzó a moverse suavemente como si la estuviera penetrando mientras que con su mano izquierda acariciaba uno de sus senos y con su mano derecha comenzó a manosear la entrepierna de mi madre que solo comenzó a reír:
-Déjame tonto ¡ya te dije que no! Además pronto llega mi esposo, cálmate por favor.- Le dijo con un tono muy cachondo que siempre me ha encantado en ella.
-Ándale chiquita, vamos no nos hagas esto- Comentó Luis mientras le tomaba un seno a mi madre-
-¡Que no!- contestó juguetona mientras le daba un manazo a Luis para que la soltara.
-Vamos Betty yo se que también quieres- Le dijo Enrique mientras por la espalda sobaba el culo de mi madre y se acercaba para darle una mordida en la oreja.
-Que no cabrones calientes, ya llevan a una puta para que quieren más- Les dijo Betty riéndose sin oponer resistencia a las caricias.
Y de pronto para sorpresa de todos apareció por fin Victoria, se veía más puta de lo normal, ese fin de semana estaba claro que tenía muchas ganas de que se la cogieran de una manera obscena.
-Dejen a esa puta mosca muerta, no quiere ir ¿o que les pasa? ¿no pueden conmigo nada más? Hoy me vestí como les gusta- Exclamó mi tía Vicky al ver que su hermana con la que siempre discutía le estaba robando la atención de sus tres hermanos.
Mis tíos quedaron anonadados al ver a Victoria, se veía riquísima con la ropa que tenía puesta ese día y se lanzaron sobre ella para pasarle las manos de una manera casi salvaje, pareciera que no habían visto una mujer en años. Casi a empujones se la llevaron al auto donde habían llegado y así una vez más se fueron a gozar de esos ricos fines de semana que pasaban de manera regular. Yo por mi parte corrí inmediatamente al cuarto de Victoria a buscar en sus cajoneras un buen par de tangas y cacheteros que me ayudaban a masturbarme pensando en todas las cosas que le harían mis tres tíos ese fin de semana, mis corridas eran deliciosas semana como semana al ver cómo se la llevaban desesperados por penetrarla una y otra vez por todos sus agujeros corporales y yo solo podía esperar a que fuera domingo para ver en qué estado regresaría Victoria.
Llegó el día domingo y para mi sorpresa mis padres estaban de buen humor y decidieron salir a pasear con mi hermana Fátima, yo no quise ir debido a que era mucha la necesidad que tenía de masturbarme a lo que decidí quedarme en casa, ademas, quien va a recibir a mi tía Vicky les repliqué. Y así fue como partieron y me quedé solo en la casa esperando a mis tíos. Alrededor de las 8:15 llegaron y por el interfón mis tíos me pidieron que les abriera la puerta porque Vicky no podía caminar y la traían casi cargando, al verla me excite demasiado tenía la misma ropa puesta con la que se había ido pero se veía desaliñada, como si acabaran de abusar de ella, mis tíos me ayudaron a subirla a su habitación y me dijeron ya sabes que hacer, me quedé helado, pensé que me insinuaban que hiciera algo con ella y mi cara me delató.
-Cabron caliente- Me dijo mi tío Enrique- Me refería a que la metas a bañar y la acuestes.-
Le contesté que si un tanto apenado y los acompañé a la puerta, pero mi tío ya no se puso quitar mi reacción de la cabeza.
-Está bien buena tu tía verdad? Dime en confianza, no me voy a enojar.
-Si...-Le dije tartamudeando.
Sonrió y me dijo: -Mira, ahorita la puta de tu tía no siente, ni se acuerda de nada se metió cosas que no debía, así que divierte un poco, tu sabes a qué me refiero, ya estás grandecito, el próximo fin de semana me dices qué tal- Me dijo mientras me palmeaba el hombro y me guiñaba un ojo. Cruzó la puerta y yo salí corriendo hacia aquella habitación en la que tanto tiempo me gustaba pasar.
Llegué y la vi ahí totalmente inconsciente me miembro comenzó a chorrear al ver su vestido levantado de un costado que dejaba ver un cachetero de encaje color negro con el que tantas veces me había masturbado antes, me acerqué a ella y comencé a temblar de una manera exagerada, tuve el mismo sentimiento que tiene una persona cuando va a tener sexo por primera vez y es inexperto, me acerqué y con mi dedo índice toqué su mejilla levemente para comprobar que no se daba cuanta de nada, no hubo reacción más que un gesto parecido a un suspiro mi mano derecha cobró vida por si misma y alcanzó el seno izquierdo de Vicky no tenía sostén puesto y aún así sus tetas lucían firmes y respingadas toque su lindo pezon y ahí comenzó mi aventura, saqué de mi short mi miembro y lo acerqué a su cara, me sentí en la gloria, comencé a masajear sus dos tetas y ella solo emitía una especie de gemidos, mi verga estaba a pocos centímetros de su boca y con el movimiento de mi manoseó mi pene rozaba sus labios de una manera deliciosa esto hizo que mi inexperiencia en el sexo me llevara a eyacular, chorros de leche aterrizaron en el rostro de Vicky y mientras unos se escurrían por sus mejillas otras cuantas gotas se escabullían entre la comisura de sus labios hasta llegar a su lengua, esto hizo que mi miembro se pusiera firme de nuevo, introduje mis brazos entre la espalda de Vicky y el colchón para empujarla con fuerza y ponerla boca abajo. La maniobra no pudo haber salido mejor, su cuerpo quedó de forma que su culo formaba una deliciosa elevación y su vestido solo cubría la mitad de sus deliciosas nalgas que resaltaban firmes cómo una montaña al estar estar boca abajo a mi merced. Voltee a ver el reloj, aún tenía tiempo de sobra y lo iba aprovechar, en este punto yo ya estaba dominado por la lujuria, le quite el vestido y me encantó ver qué estaba llena de esas marcas que tanto me excitaban sus nalgas, espalda, cuellos y nuca estaban llenas de ellas, además tenía las nalgas de una tonalidad más roja que el resto de su piel, como si la hubieran nalgueado todo el fin de semana, no quería olvidar este momento nunca y fui corriendo por mi cámara digital para tomarle una fotografía.
Noté que también presentaba marcas de mordida en las nalgas y pronto me apresuré a dejar mi marca yo también, le di un mordisco en el glúteo derecho acompañado de un beso que se volvió una lamida de orto, comencé a lamer a placer sus nalgas y empecé a quitar con mis dientes el cachetero que llevaba puesto, una de las tantas fantasía que había tenido antes, cuando pude quitarle la prenda comencé a lamer nuevamente a placer ese delicioso par de nalgas cuál si fueran una especie de helado el cual estaba disfrutando mucho, Victoria solo se movía en ocasiones supongo que sentía lo que le estaban haciendo pero no sabía de quién se trataba, ni podía oponer resistencia, así estuve unos cuantos minutos y decidí cumplir otra de mis fantasías, al tener el culo tan carnoso y enorme siempre soñé con masturbarme con sus nalgas, no se si me explique, mi sueño era poner mi verga entre sus dos carnosas nalgas y hacerme una paja con los dos glúteos al más puro estilo de una paja rusa, como pude levante un poco más su culo y posé mi verga en medio de aquel delicioso par de carnosas nalgas con una mano tomé el glúteo derecho y con la otra el glúteo izquierdo hasta que ambos abrazaron mi verga y lo hicieron desaparecer así comenzó el vaivén de “embestidas” hasta que otra vez exploté y mi leche llenó toda el área de sus nalgas.
Quedé exhausto pero mi calentura era tan grande que decidí cumplir mi ultima fantasía, me levanté de la cama y me dirigí hacia su lindo rostro que seguía lleno de la leche que había expulsado al momento de comenzar mi faena, apreté un poco sus mejillas y con un poco de resistencia mi verga se fue abriendo espacio entre su boca, sentí un placer inimaginable era mi primera mamada por así decirlo pero el clímax llegó cuando supongo que por instinto Victoria comenzó inconscientemente a succionar mi verga cuál si fuera un biberón, un escalofrío recorrió desde la planta de mis pies hasta mi médula espinal y en un acto de calentura total la tomé por la nunca introduje mi miembro hasta adentro al punto de sentir que mi glande toco su campanilla y le atiborré la garganta de semen en cantidades inimaginables, a lo que ella comenzó a hacer arcadas debido a que no podía respirar y esto me asustó saqué mi verga de su boca y ella dio un suspiro profundo mientras abría sus ojos y esto me congeló pero ella no le dio importancia y solo se volteó para seguir durmiendo, afortunadamente seguía totalmente inconsciente por el abuso de sustancias del fin de semana, salí lentamente de la habitación y me fui a la mía, me tumbe en la cama maravillado por todas las sensaciones que acaba de sentir y cuando menos acordé sucumbí de sueño y me desperté al día siguiente con una erección enorme que apacigüe masturbandome con la fotografía que le había tomado a mi tía y acordándome de todo lo que le había hecho la noche anterior.
Me di un baño y un poco dudoso me dispuse a ir a la cocina a desayunar algo pero tenía miedo de toparme con mi tía, temiendo que se hubiera dado cuenta de todo lo que le hice, pero lo pensé bien y no... ella no me creería capaz de hacerle semejantes cosas para ella todavía era un muchachito chaquetas que se emocionaba cuando la veía agacharse mientras hacía los deberes del hogar, pero en realidad estaba muy equivocada así que salí de mi cuarto y ahí en la cocina la vi, dudé en saludarla pero ella al verme solo me sonrió y me saludo como si nada hubiera pasado.
-Gracias, por cargarme hasta mi cama anoche Carlos, no me acuerdo ni como llegué.-
-De nada tía.- Contesté ya más relajado-Te iba a meter a bañar pero estabas muy mal y mejor no.-
-¡Que no me digas tía! Me haces sentir vieja ¿de verdad no me metiste a bañar?
-No tía.
-Ahora entiendo porque amanecí así- Dijo entre dientes.
-¿Perdón?-Pregunté.
-No nada-Respondió ella.
Se me acercó y me dijo al oído: -Pues que tonto, me hubieras bañado, era tu oportunidad para verme desnuda y no aprovechaste- Comentó mientras me sacó la lengua, soltó una pequeña carcajada y me guiñó un ojo.
Salió de la cocina y ahí me quedé solo, desayunando satisfecho y tranquilo, listo para irme a la escuela sabiendo que mi tía no se había dado cuenta de nada de lo que había pasado.
Los días transcurrían normal, toda la semana me dediqué a ir a la escuela y al regresar me disponía a pasar tiempo con mi tía en su habitación, ella comenzó a darse cuenta de que la miraba un poco diferente y comenzó a ser un poco más juguetona por así decirlo en su forma de hablarme o de moverse por el cuarto, supongo que le gustaba que yo la viera de manera sexual y esto me comenzó a gustar mucho.
Llegó el día viernes, me fui a la escuela y todo el día estuve ansioso pensando que ropa usaría ese día Victoria, no pude pensar en otra cosa más que eso, al regresar entré corriendo a la casa en dirección a la habitación de mi tía, con la esperanza de ver ese culo una vez más antes de que mis tíos pasaran por ella. Para mi buena fortuna ahí estaba ella recostada y cuando me vio entrar me dijo:
-Que bueno que llegas, necesito que me ayudes con algo-
-¡Claro! ¿Que pasa?-
-Cierra la puerta, que no nos escuche tu mamá-Cerré la puerta lentamente y me dispuse a escuchar a Vicky.
-Quiero que me ayudes a escoger lo que me voy a poner hoy, para ir a pasar el fin de semana con tus tíos- Me dijo en un tono un tanto sexy.
-No se si me entiendas pero a ellos les gusta que me vista bonita para ellos ¿me ayudas?-
Me volví loco de la emoción en ese momento, no puedo describir lo que sentí, solo atine en asentir con mi cabeza.
-Me voy a probar algunas cosas y tú me dices cuál te gusta más ¿ok?-
Una vez más asentí con la cabeza totalmente mudo y ella solo atinó en decir.
-Creo que esto te va a gustar, además te lo mereces por ser tan bueno conmigo-
Comenzó a medirse primero prendas de lencería y poco a poco se tornaba un poco más caliente el ambiente, tomó una tanga color negro que se perdió entre su rico par de nalgas y sobre ella se puso una corta falda del mismo color.
-¿Te gusta como se me ve este conjunto?-
Comencé a tocar mi miembro por encima de mi pantalón y ella comenzó a dar la vuelta lentamente.
-Este es el ganador, puedo sentir que te encantó Dany-Me dijo mientras tocaba suavemente mi pene por encima de mi pantalón.
-Rapido ve a traer tu camarada para que me tomes una fotografía, pero solo una ¡eh!-
Salí corriendo y al regresar Vicky se puso de espalda y así tomé la fotografía como me lo había dicho.
-Ve a tu cuarto y hazme lo que quieras mientras ves la fotografía- Con está simple frase hizo que me chorreara a montones.
Me fui a mi habitación y con la fotografía me masturbe de una manera tan violenta que mi verga quedó un tanto rosada. Regrese con Victoria y al entrar me recibió con una sonrisa.
-¿Que tal? ¿Rico?- preguntó.
-Mucho-Contesté.
-Me alegro, yo también la voy a pasar riquísimo este fin de semana.- Me dijo que me fuera para seguir preparándose y así me fui de su habitación con una sonrisa enorme en el rostro.
Horas más tarde llegaron por ella y mi tío Enrique me llamó para hablar un poco conmigo.
-¿Como te fue?-
-Riquísimo tío, gracias-
-¿Que le hiciste? Cuéntame con confianza-
Comencé a relatarle todo lo que había hecho y el estaba maravillado, su sobrino era todo un semental como él. Inconscientemente había hecho todo bien.
-Fuiste inteligente en no meterle la verga en la pepa, pudiste haber tenido problemas en un futuro ¿pero porque no se la metiste por el culo?- fueron sus palabras. No supe que contestar.
-En fin, tal vez después puedas, tú tía es putisima.-
Aquí comienza la mejor parte de la historia a mi parecer. Cuando estaban a punto de irse, mi tío regreso hacia la puerta y me dijo.
-¿Quieres ir?-
Voltee a ver a mis padres confundió sin saber que hacer, obviamente quería ir para ver qué sucedía en esas salidas pero ni de broma me iban a dejar ir siendo tan menor.
-Ni loca- Replicó mi madre.
-Déjalo ir.- Contestó mi padre.
Y en esa casa en esos tiempos se hacía lo que mi padre ordenaba y punto.
-No quiero que tome alcohol, ni que haga nada que el no quiera.- Replicó resignada mi madre.
Así fue como me subí a aquel auto móvil con mis tres tíos enfermos de sexo y mi tía que era su puta complaciente. Desde el momento que salimos de la cochera de la casa mis tíos se apresuraron a manosear a Victoria y decirle lo rica que se veía con esa ropa que traía puesta.
-La escogió Danny-Denle gracias a él-Ya cálmense un poco porque lo vamos a asustar.-
-El sabe bien a qué venimos todos, ya está en edad de entender.- Agregaron mis tíos.
Y al llegar a la casa de mis fallecidos abuelos todo se tornó más caliente aún, al estar ya dentro y con las puertas cerradas. Todo se volvió caricias obscenas de mis tíos hacia Victoria.
-Tú solo vas a ver, no harás nada.- Me dijo mi tío Enrique y por su puesto yo estaba encantado de la vida.
Roberto cargos por las nalgas a Vicky y la repegó contra la pared mientras esta abría las piernas para abrazarlo con ellas, Luis se acercó por un lado y comenzó a lamer desde el cuello hasta el oído izquierdo de mi tía y mi verga se erigió cuál hasta bandera en un instante.
-Te dije que era bien puta.- Me dijo mi tío Enrique mientras abría una cerveza y me la ofrecía, la acepté y comencé a beberla.
-En un momento regresamos, puedes acercarte a la puerta y escuchar pero no entres.- Los cuatro entraron a la habitación principal y minutos después comenzó a escucharse un concierto de ricos gemidos femeninos y mis tíos bramando cual toros montando a una hembra, me acerqué a escuchar más a detalle y podía distinguir nalgadas, azotes, cachetadas y el sonido de los testiculos de mis tíos rebotando en el delicioso culo de Vicky además la bombardeaban con palabras altisonantes humillandola y claro que se lo merecía, merecía que la llamaran muñeca traga vergas, puta, perra, zorra, porque eso es ella y siempre lo va a ser.
-¡DÉJENLO ENTRAR PARA QUE VEA!-. Fue la frase que me sacó del estado de placer que mantenía mientras me la jalaba escuchando todo, y no salió de la boca de ninguno de mis tíos fue la misma Victoria quien había dado la orden entre gemidos.
Entré rápido no quise desaprovechar la oportunidad y ahí la vi; como siempre la había soñado, en posición de perrito mientras Enrique le metía la verga por el culo ella habilidosa con cada una de sus manos introducía alternadamente a su linda boquita las otras dos vergas para darle placer a todos sus hermanos.
-¡Acércate!- Me ordenó entre gemidos.
La obedecí.
-Jálatela, puedes tocarme si quieres, yo se que quieres, te la pasas viéndome el culo y robando mis bragas, aprovecha.-
Comencé a masturbarme de una manera deliciosa y Enrique aceleró el ritmo de sus embestidas, los gritos de Victoria comenzaron a calentarme de más y ella al darse cuenta se colocó cerca de mi para que mi semen aterrizara en su cara. Terminé y ellos siguieron con ella, me senté a observarlos mientras terminaban y lo que más me encantaba era verla mamar y recibir verga aún con mi leche cubriendo toda su cara. Esa fue la primera experiencia sexual en grupo que tuve, no hubo necesidad de penetrarla y aún así fue magnífica la sensación que tuve, al día siguiente se repitió la historia pero esta vez Victoria puso sus nalgas totalmente empinada frente a mí para que mi leche aterrizara directamente en su culo, puedo asegurar que fue el mejor fin de semana de mi vida por mucho.
Así continuamos alrededor de un año no todos los fines de semana tenía oportunidad de ir, pero entre semana yo ya un chico que casi llegaba a los 16 años tenía un poco más de “acción” con Victoria por así decirlo: comenzó a permitirme tocarla y masturbarme frente a ella, incluso llegó a darme uno que otro beso en la verga pero sin llegar a hacerme una mamada, en ocasiones cuando la puta estaba un poco más dispuesta me permitía terminar en su boca y eso me encantaba ya que me dejaba exprimir hasta la última gota de mi semen sobre su lengua y yo aprovechaba para intentar meter mi miembro en ella, a veces reaccionaba riendo y a veces se “molestaba” pero a mi me daba igual, fue una época muy rica en aquellos días.
Aquí comienza el resto de lo que es actualmente la delicia de disfrutar a Victoria.
Para el día de mi cumpleaños número 16 como de costumbre me levante temprano para irme a la preparatoria, recuerdo que mi madre salió a sus clases de yoga con unos leggins deliciosos que resaltaban su culo de una manera fenomenal, fue la primera vez que le miré el culo de una forma morbosa, pero lo pasé por alto; ya que yo estaba muy contento con los beneficios que me daba mi tía Victoria en ese tiempo. De camino a la preparatoria iba pensando que realmente no quería ir y a medio camino me regresé y decidí parar en un McDonalds a desayunar y hacer algo de tiempo, pensé “si regreso ahora a la casa Vicky estará sola y le puedo pedir mi regalo de cumpleaños” y sin dudarlo me dispuse a cumplir mi objetivo. Llegando a la casa me cercioré de que no hubiera nadie y subí al cuarto de Vicky para pedirle algo de acción, entre más me acercaba al cuarto más comenzaba a escuchar escuchar una especie de gemidos y pensé “estoy de suerte, la perra se está metiendo los dedos, es mi oportunidad para pedirle que coja conmigo” abrí la puerta del cuarto lentamente y en silencio tratando de sorprenderla y me quedé helado ahí estaba Victoria saltando de manera intensa y rebotando sus deliciosas carnes sobre la verga de mi padre.
-¡Puta madre!- Gritó mi padre al verme parado en la puerta de la habitación.
Victoria se apresuró a taparse tratando de disimular lo que ya era obvio y aquí se disiparon muchas dudas que tenía desde muy niño, por eso mi madre odiaba a mi tía, sabía que en cualquier momento le podía quitar a su hombre.
-¿Que haces aquí? Deberías estar en la puta escuela hijo.-
-Por favor no vayas a decir nada.-
-Escúchame no vayas a decirle nada a tu mamá.-
Eran las frases que salían de la boca de mi padre, a lo que Victoria ya un poco más serena comprendió lo que debía hacer para salir del problema en el que estaban metidos.
-Salte.- Le ordenó a mi padre-Déjanos solos, el no va a decir nada.-
Mi padre entendió y la obedeció, me quedé solo con ella he inmediatamente Victoria asumió la posición que a mí me encantaba en cuatro patas como la perra que era, me acerqué a ella pero no me dirigí hacia su culo tomé su cabello con fuerza y le metí la verga en la boca, comencé a follarmela por la boca mientras le repetía.
-Eres una puta, y te mereces esto perra.- mientras mi verga salía y entraba hasta el fondo de su boca sin darle chanza a respirar bien.
La volteé con fuerza y apunté mi verga directamente a su culo y la perforé con tal fuerza que solo pudo gemir de dolor mientras con sus manos se aferraba a las sábanas para minimizar el ardor que debía sentir por el desenfreno de mis embestidas, así estuve unos cuantos minutos hasta que exploté dentro de ella, saqué mi verga de su culo y le dije.
-Mama mi verga puta.- Tenía meses queriendo hablar de esa manera hacia ella y no me defraudó, incluso lo disfrutó hizo cada cosa que le pedí esa tarde.
-De hoy en adelante me vas a dar las nalgas cuando yo quiera.- Vicky me dijo que era un trato y así salí de aquella habitación hecho todo un hombre, y con la satisfacción de al fin tener ese culo que tanto soñaba.
Historias con ella aún hay muchas que contar, hasta el momento sigo siendo dichoso de cogermela cuando yo quiero, les comparto estas fotografías de ella, a sus 31 años así es como luce actualmente.
CONTINUARÁ...
11 comentarios - Mi tía Victoria.