(La historia es completamente ficticia, cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia)
Pueden leer los capítulos anteriores en los siguientes links:
Capítulo 1: http://www.poringa.net/posts/relatos/3953467/La-Cuarentena-Mi-Melliza-y-Yo.html
Capítulo 2: http://www.poringa.net/posts/relatos/3955976/La-Cuarentena-Mi-Melliza-y-Yo-Capitulo-2.html
Capítulo 3: http://www.poringa.net/posts/relatos/3963240/La-Cuarentena-Mi-Melliza-y-Yo-Capitulo-3.html
Capítulo 4:
http://www.poringa.net/posts/relatos/3976155/La-Cuarentena-Mi-Melliza-y-Yo-Capitulo-4.html
Capítulo 5:
http://www.poringa.net/posts/relatos/3981305/La-Cuarentena-Mi-Melliza-y-Yo-Capitulo-5.html
Capítulo 6:
http://www.poringa.net/posts/relatos/3981305/La-Cuarentena-Mi-Melliza-y-Yo-Capitulo-6.html
Me desperté solo en la cama, por un momento llegué pensar que todo lo vivido había sido un sueño, creí que aún era marzo y tanto la cuarentena como la pandemia aún no había llegado. Pero la puerta se abrió y entró Mimi vistiendo una de mis remeras y una tanga blanca que marcaba muy bien los labios de su conchita, trayendo consigo una bandeja con el desayuno y una sonrisa hermosa en su cara, el sol le daba de frente y parecía la diosa griega del desayuno (si eso existía). Resultó que había que estaba contenta porque aprobado unos exámenes de la facultad... Y, según me confesó luego, por haber podido tener una experiencia así conmigo. Llevaba tiempo sin sexo y sin sus juguetes, sentía que eso no la hacia rendir bien en sus estudios porque se encontraba tensionada y por ende temerosa de que en los exámenes que hizo le haya ido mal, si bien aprobó con lo mínimo, aprobó al fin. La felicité y le dije que ese día podríamos comer algo especial como festejo. Ella accedió, nos estaba yendo bien en el negocio y no estaba de más darnos un gusto. Acordamos hacer el video después de desayunar así que pusimos videos en Youtube y hablamos de cualquier cosa casi hasta el mediodía.
*
Mica se metió al baño con ropa en sus brazos, me dijo que no entrara, que la espere desnudo en la habitación y ya con la cámara lista para grabar. Seguí sus instrucciones al pie de la letra, para esperarla al palo me puse a ver todo lo que me había mandado Kari esos días, sumado a las primeras fotos le siguieron otras que según me dijo las sacó cuando mis padres dormían, en ellas se la veía en cuatro en el piso del baño, luego boca arriba con ambas piernas abiertas y videos con el vibrador. Aún no se animaba a mostrarse desnuda pero la ropa interior le marcaba mucho sus partes.
El picaporte bajó y la puerta se abrió, inmediatamente puse la cámara en el celular y me quedé sin habla, Mimi entraba vistiendo un conjunto negro de encaje, medias y portaligas, los labios pintados de rojo y los ojos delineados que la hacían ver como una gata en celo, los zapatos de taco aguja también negros completaban el atuendo. Se colocó el antifaz y enfoqué la cámara hacia ella. Se acercó lentamente, con movimientos sensuales y gateó por la cama hasta quedar justo entre mis piernas. Apretó mi pija entre sus manos y empezó a pajearme lento, le daba lengüetazos desde la base a la punta varias veces. Me habría encantado decirle lo mucho que la deseaba, pero una regla que habíamos puesto era no hablar en los videos para no romper la magia. Miraba a la cámara mientras empezaba a chuparla más y más intensamente, cuando la tuvo hasta la mitad ya se veían sus ojos llorosos y cuando la metió entera una lágrima cayó por su mejilla llevándose consigo algo del maquillaje. Otra regla era que yo no podía intervenir, debía mantener el pulso y grabar todo de la forma más prolija posible (algo que pidió Magic Mike). Mica con una mano me pajeaba y con la otra se pajeaba ella misma, se la veía chupar con más ganas, sabía que estaba cerca del orgasmo. Cuando acabó ella misma se enterró toda la verga en la boca y la mantuvo en su garganta unos segundos, resoplando por la nariz. Al sacarla los hilos de saliva bañaban mi pija, mis huevos y caían hasta las sábanas. Íbamos 3 minutos de video recién, ella se levantó, se quitó el corpiño dejando sus tetas al fin libres, sus pezones durísimos pedían ser lamidos y chupados pero no podía hacer nada más que mirarlos, ya me desquitaría más tarde. Me hizo acostarme y ella se subió encima mío, con sus tacos pisaba el colchón pero no me importaba, hizo la tanga a un lado y de a poco empezó a meterse mi verga, gimiendo mientras bajaba. Yo filmaba todo eso en primer plano. Una vez estuvo toda dentro ella puso sus manos en mi pecho, también se había pintado las uñas de negro. Comenzó un vaivén lento pero profundo, mechones de pelo caían sobre su cara, ella con los ojos cerrados, gimiendo, todo era demasiado sensual. A su tercer orgasmo y con la cara y las tetas llenas de gotitas de sudor me hizo pausar el video, se puso en cuatro y me pidió que la cojiera así. Salí de dentro suyo, me levanté y ella se puso en posición, su cabeza sobre la cama, la cola bien arriba y ambas manos cruzadas sobre su espalda arqueada. Puse mi mano sobre ellas, mi pija entró sola en esa concha húmeda y caliente de tanta excitación. Le di al play y despacio empecé a cojerla, ella quería más, me lo hacía saber al llevar su cola hacia atrás, como pidiendo que la penetración fuera más profunda. Entendí su mensaje y la cojí con más fuerza hasta que solo se escuchaba como mi pelvis chocaba contra su cola y sus gemidos de placer al llegar una y otra vez al éxtasis. Casi sin aliento saqué la verga y le acabé en toda la espalda, su cola y en sus manos incluso. Cuando estuve a punto de terminar el video ella se dió vuelta y me hizo señas de que no, enfoque su carita y empezó a lamer la leche que había quedado en sus manos. Luego tiró un beso y lo terminamos. Ambos estábamos exhaustos y hambrientos por lo que mientras se enviaba el video a Mike yo me encargué de pedir algo a un delivery. Mientras esperábamos nos dimos un baño juntos, ella estaba delante mío mirando a la pared y yo recorriendo su cuerpo con mi verga otra vez al palo. Cuando se inclinó hacia adelante para permitirme cojerla sonó el timbre, la comida había llegado más rápido que nunca. En parte los maldije. Me sequé y bajé rápido, al volver queriendo continuar lo que habíamos empezado me encuentro con la mesa puesta y mi hermana en videollamada con mis padres quienes habían llamado diciendo que querían almorzar con nosotros. Maldije mi suerte y almorzamos en familia de forma digital. Compartimos algunas miradas cómplices con Karina quien como siempre estaba hermosa, al igual que Mimi, quien cada que podía me tocaba por debajo de la mesa dejándome la verga en llamas.
*
Esa noche después de comer, bañarnos y ordenar todo tiré a mi hermana sobre la mesa, levanté el remerón que llevaba puesto y le chupé la concha con furia, esa sería mi venganza por no haberla podido cojer en el baño y por haberme estado provocando mientras nuestros padres hablaban. La llevé luego a la la habitación dejándola caer sobre la cama, la desnudé rápidamente y poniendo sus piernas en mis hombros la cojí con fuerza a Mimi, me dejó la espalda llena de arañazos, incluso me mordió el hombro, aproveché sin saberlo porque a la tarde siguiente empezó su período.
*
Me despertó el llamado de mi madre, eran casi las ocho de la mañana y me pidió que espere a mi hermana abajo, que llevaría la computadora de la familia para ver si podía arreglarla ya que ella la necesitaba para estudiar, era algo de la resolución de la pantalla o algo así, ella no se supo explicar bien, como las medidas se habían ablandado un poco se permitían los viajes cortos con motivos personales. Colgué el teléfono y justo sonó el timbre del portero, sin despertar a mi hermana, quien aún dormía desnuda, me vestí y bajé. Ya era invierno y Kari vestía una campera con capucha, un barbijo y una calza negra, en la mano llevaba una bolsa con la computadora. La hice entrar y la invité a subir, ella accedió pero dijo que no podía quedarse mucho ya que el remis la esperaba no más de media hora. Subimos por las escaleras ya que el ascensor seguía roto, ella me hablaba de cosas de la escuela, de lo que le costaba acostumbrarse a todo esto y que quería volver a salir. Yo estaba más enfocado en su culo que hacía transparentar a la calza mostrando que debajo estaba usando una de las tangas que le regalé.
- ¿Te trajiste puesta la roja o la negra? - pregunté justo antes de llegar a nuestro piso, no se escuchaba a nadie en las escaleras, estábamos seguros.
- La negra, ¿Cómo te diste cuenta? - me preguntó asombrada.
- Tu calza transparenta cuando te caminas Kari... - dije ya caliente de nuevo, había bajado con un jogging por lo que mi erección se notaba mucho. Ella la miró y se puso colorada.
- Sos un loco... - me dijo sonriendo.
Siguió subiendo los escalones y al llegar a uno de los descansos la tomé por la cadera y se la apoyé toda en la cola.
- ¿Trajiste el vibrador también? - ella se refregaba en mi pija, la nena estaba caliente.
- No sé, fijate... - me respondió al igual que Mimi.
Bajé mi mano hasta meterla dentro de su calza y sí, efectivamente allí estaba el pequeño aparatito vibrando. - No tenemos tiempo Nacho, otro día jugamos, aparte te quiero pedir que me compres algunas cositas. Por eso vine también. - me dijo dándose vuelta, y dándome una lista, bajando su mano tomó mi verga por sobre la tela del pantalón y la apretó un poco. Era verdad, teníamos poco tiempo.
Llegamos al departamento y me preguntó por Mica, le dije que estaba durmiendo aún, quiso pasar a verla pero le dije que no, que a ella le molestaba cuando la despertaban (mentira que sirvió para que no sospechara). Kari me dijo lo que debía hacer con la computadora, que por suerte no era nada complicado, lo resolví y de nuevo bajamos.
- ¿Sabías que esto solo fue una excusa para verte no? - me dijo cuando le abrí la puerta.
- Lo supuse... - dije mintiendo, me había sorprendido que hubiera ido sola y tan de repente.
- Avisame cuando tengas lo de la lista... Y Nacho, ¿Quién te hizo esa marca en el hombro? No me digas que fue Mica... ¿Que andarán haciendo ustedes dos? - dijo justo cuando subió al auto, su expresión fue algo difícil de leer, no supe si lo dijo en broma, en serio o enojada, por suerte el hombre no sabía que éramos hermanos, ni sabía que Mica era mi hermana melliza que estaba arriba durmiendo desnuda, de saberlo tendríamos que dar muchas explicaciones. El tipo solo se limitó a encender el auto apenas subió mi hermana menor.
¿Nos había descubierto Karina? Y de ser así, ¿Guardaría el secreto?
Continuará...
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Capítulo 2: http://www.poringa.net/posts/relatos/3955976/La-Cuarentena-Mi-Melliza-y-Yo-Capitulo-2.html
Capítulo 3: http://www.poringa.net/posts/relatos/3963240/La-Cuarentena-Mi-Melliza-y-Yo-Capitulo-3.html
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Capítulo 5:
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Me desperté solo en la cama, por un momento llegué pensar que todo lo vivido había sido un sueño, creí que aún era marzo y tanto la cuarentena como la pandemia aún no había llegado. Pero la puerta se abrió y entró Mimi vistiendo una de mis remeras y una tanga blanca que marcaba muy bien los labios de su conchita, trayendo consigo una bandeja con el desayuno y una sonrisa hermosa en su cara, el sol le daba de frente y parecía la diosa griega del desayuno (si eso existía). Resultó que había que estaba contenta porque aprobado unos exámenes de la facultad... Y, según me confesó luego, por haber podido tener una experiencia así conmigo. Llevaba tiempo sin sexo y sin sus juguetes, sentía que eso no la hacia rendir bien en sus estudios porque se encontraba tensionada y por ende temerosa de que en los exámenes que hizo le haya ido mal, si bien aprobó con lo mínimo, aprobó al fin. La felicité y le dije que ese día podríamos comer algo especial como festejo. Ella accedió, nos estaba yendo bien en el negocio y no estaba de más darnos un gusto. Acordamos hacer el video después de desayunar así que pusimos videos en Youtube y hablamos de cualquier cosa casi hasta el mediodía.
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Mica se metió al baño con ropa en sus brazos, me dijo que no entrara, que la espere desnudo en la habitación y ya con la cámara lista para grabar. Seguí sus instrucciones al pie de la letra, para esperarla al palo me puse a ver todo lo que me había mandado Kari esos días, sumado a las primeras fotos le siguieron otras que según me dijo las sacó cuando mis padres dormían, en ellas se la veía en cuatro en el piso del baño, luego boca arriba con ambas piernas abiertas y videos con el vibrador. Aún no se animaba a mostrarse desnuda pero la ropa interior le marcaba mucho sus partes.
El picaporte bajó y la puerta se abrió, inmediatamente puse la cámara en el celular y me quedé sin habla, Mimi entraba vistiendo un conjunto negro de encaje, medias y portaligas, los labios pintados de rojo y los ojos delineados que la hacían ver como una gata en celo, los zapatos de taco aguja también negros completaban el atuendo. Se colocó el antifaz y enfoqué la cámara hacia ella. Se acercó lentamente, con movimientos sensuales y gateó por la cama hasta quedar justo entre mis piernas. Apretó mi pija entre sus manos y empezó a pajearme lento, le daba lengüetazos desde la base a la punta varias veces. Me habría encantado decirle lo mucho que la deseaba, pero una regla que habíamos puesto era no hablar en los videos para no romper la magia. Miraba a la cámara mientras empezaba a chuparla más y más intensamente, cuando la tuvo hasta la mitad ya se veían sus ojos llorosos y cuando la metió entera una lágrima cayó por su mejilla llevándose consigo algo del maquillaje. Otra regla era que yo no podía intervenir, debía mantener el pulso y grabar todo de la forma más prolija posible (algo que pidió Magic Mike). Mica con una mano me pajeaba y con la otra se pajeaba ella misma, se la veía chupar con más ganas, sabía que estaba cerca del orgasmo. Cuando acabó ella misma se enterró toda la verga en la boca y la mantuvo en su garganta unos segundos, resoplando por la nariz. Al sacarla los hilos de saliva bañaban mi pija, mis huevos y caían hasta las sábanas. Íbamos 3 minutos de video recién, ella se levantó, se quitó el corpiño dejando sus tetas al fin libres, sus pezones durísimos pedían ser lamidos y chupados pero no podía hacer nada más que mirarlos, ya me desquitaría más tarde. Me hizo acostarme y ella se subió encima mío, con sus tacos pisaba el colchón pero no me importaba, hizo la tanga a un lado y de a poco empezó a meterse mi verga, gimiendo mientras bajaba. Yo filmaba todo eso en primer plano. Una vez estuvo toda dentro ella puso sus manos en mi pecho, también se había pintado las uñas de negro. Comenzó un vaivén lento pero profundo, mechones de pelo caían sobre su cara, ella con los ojos cerrados, gimiendo, todo era demasiado sensual. A su tercer orgasmo y con la cara y las tetas llenas de gotitas de sudor me hizo pausar el video, se puso en cuatro y me pidió que la cojiera así. Salí de dentro suyo, me levanté y ella se puso en posición, su cabeza sobre la cama, la cola bien arriba y ambas manos cruzadas sobre su espalda arqueada. Puse mi mano sobre ellas, mi pija entró sola en esa concha húmeda y caliente de tanta excitación. Le di al play y despacio empecé a cojerla, ella quería más, me lo hacía saber al llevar su cola hacia atrás, como pidiendo que la penetración fuera más profunda. Entendí su mensaje y la cojí con más fuerza hasta que solo se escuchaba como mi pelvis chocaba contra su cola y sus gemidos de placer al llegar una y otra vez al éxtasis. Casi sin aliento saqué la verga y le acabé en toda la espalda, su cola y en sus manos incluso. Cuando estuve a punto de terminar el video ella se dió vuelta y me hizo señas de que no, enfoque su carita y empezó a lamer la leche que había quedado en sus manos. Luego tiró un beso y lo terminamos. Ambos estábamos exhaustos y hambrientos por lo que mientras se enviaba el video a Mike yo me encargué de pedir algo a un delivery. Mientras esperábamos nos dimos un baño juntos, ella estaba delante mío mirando a la pared y yo recorriendo su cuerpo con mi verga otra vez al palo. Cuando se inclinó hacia adelante para permitirme cojerla sonó el timbre, la comida había llegado más rápido que nunca. En parte los maldije. Me sequé y bajé rápido, al volver queriendo continuar lo que habíamos empezado me encuentro con la mesa puesta y mi hermana en videollamada con mis padres quienes habían llamado diciendo que querían almorzar con nosotros. Maldije mi suerte y almorzamos en familia de forma digital. Compartimos algunas miradas cómplices con Karina quien como siempre estaba hermosa, al igual que Mimi, quien cada que podía me tocaba por debajo de la mesa dejándome la verga en llamas.
*
Esa noche después de comer, bañarnos y ordenar todo tiré a mi hermana sobre la mesa, levanté el remerón que llevaba puesto y le chupé la concha con furia, esa sería mi venganza por no haberla podido cojer en el baño y por haberme estado provocando mientras nuestros padres hablaban. La llevé luego a la la habitación dejándola caer sobre la cama, la desnudé rápidamente y poniendo sus piernas en mis hombros la cojí con fuerza a Mimi, me dejó la espalda llena de arañazos, incluso me mordió el hombro, aproveché sin saberlo porque a la tarde siguiente empezó su período.
*
Me despertó el llamado de mi madre, eran casi las ocho de la mañana y me pidió que espere a mi hermana abajo, que llevaría la computadora de la familia para ver si podía arreglarla ya que ella la necesitaba para estudiar, era algo de la resolución de la pantalla o algo así, ella no se supo explicar bien, como las medidas se habían ablandado un poco se permitían los viajes cortos con motivos personales. Colgué el teléfono y justo sonó el timbre del portero, sin despertar a mi hermana, quien aún dormía desnuda, me vestí y bajé. Ya era invierno y Kari vestía una campera con capucha, un barbijo y una calza negra, en la mano llevaba una bolsa con la computadora. La hice entrar y la invité a subir, ella accedió pero dijo que no podía quedarse mucho ya que el remis la esperaba no más de media hora. Subimos por las escaleras ya que el ascensor seguía roto, ella me hablaba de cosas de la escuela, de lo que le costaba acostumbrarse a todo esto y que quería volver a salir. Yo estaba más enfocado en su culo que hacía transparentar a la calza mostrando que debajo estaba usando una de las tangas que le regalé.
- ¿Te trajiste puesta la roja o la negra? - pregunté justo antes de llegar a nuestro piso, no se escuchaba a nadie en las escaleras, estábamos seguros.
- La negra, ¿Cómo te diste cuenta? - me preguntó asombrada.
- Tu calza transparenta cuando te caminas Kari... - dije ya caliente de nuevo, había bajado con un jogging por lo que mi erección se notaba mucho. Ella la miró y se puso colorada.
- Sos un loco... - me dijo sonriendo.
Siguió subiendo los escalones y al llegar a uno de los descansos la tomé por la cadera y se la apoyé toda en la cola.
- ¿Trajiste el vibrador también? - ella se refregaba en mi pija, la nena estaba caliente.
- No sé, fijate... - me respondió al igual que Mimi.
Bajé mi mano hasta meterla dentro de su calza y sí, efectivamente allí estaba el pequeño aparatito vibrando. - No tenemos tiempo Nacho, otro día jugamos, aparte te quiero pedir que me compres algunas cositas. Por eso vine también. - me dijo dándose vuelta, y dándome una lista, bajando su mano tomó mi verga por sobre la tela del pantalón y la apretó un poco. Era verdad, teníamos poco tiempo.
Llegamos al departamento y me preguntó por Mica, le dije que estaba durmiendo aún, quiso pasar a verla pero le dije que no, que a ella le molestaba cuando la despertaban (mentira que sirvió para que no sospechara). Kari me dijo lo que debía hacer con la computadora, que por suerte no era nada complicado, lo resolví y de nuevo bajamos.
- ¿Sabías que esto solo fue una excusa para verte no? - me dijo cuando le abrí la puerta.
- Lo supuse... - dije mintiendo, me había sorprendido que hubiera ido sola y tan de repente.
- Avisame cuando tengas lo de la lista... Y Nacho, ¿Quién te hizo esa marca en el hombro? No me digas que fue Mica... ¿Que andarán haciendo ustedes dos? - dijo justo cuando subió al auto, su expresión fue algo difícil de leer, no supe si lo dijo en broma, en serio o enojada, por suerte el hombre no sabía que éramos hermanos, ni sabía que Mica era mi hermana melliza que estaba arriba durmiendo desnuda, de saberlo tendríamos que dar muchas explicaciones. El tipo solo se limitó a encender el auto apenas subió mi hermana menor.
¿Nos había descubierto Karina? Y de ser así, ¿Guardaría el secreto?
Continuará...
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3 comentarios - La Cuarentena, Mi Melliza y Yo, Capítulo 7