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Vacaciones en familia

Este relato es de hace unos veranos, cuando podíamos salir de vacaciones... En ese momento tenía 20 años, todavía vivía con mis viejos y temporalmente ese verano vino a vivir con nosotros mi tía Nati (hermana de mi mamá) y mi prima porque las cosas entre mi tía y su marido no iban bien, encima mi tía lo encontró saliendo con otra chica mucho más joven así que decidieron separarse y vino una temporada a mi casa.

Cuando me enteré que la habían engañado a mi tía no lo pude creer porque es una mujer bastante bonita, a pesar de que hace años que no la veía recordaba muy bien la linda cola que tiene de cuando iba a su casa a pasar la tarde en la pileta, tanto que una vez no me pude resistir y le saqué una foto a la que dediqué varias pajas en mi adolescencia
Vacaciones en familia

Cuando la vi llegar a nuestra casa la vi estupenda, Nati ya pisaba fuerte los 30 años, pero se mantenía bastante en forma por el gimnasio, aparte que es muy fan de hacer dietas raras. Bajó del taxi vistiendo unas calzas para entrenar que le marcaba mucho la cola y parte de la calza se perdía entre sus nalgas, me quedé embobado mirándole el culo que tantas pajas le había dedicado mientras bajaba algunas maletas. Cuando se giró me recibió con una sonrisa a pesar de su situación amorosa y le di un abrazo que la levanté del piso, sintiendo sus pechos contra mi cuerpo, hace años que no nos veíamos y ella siempre fue mi tía favorita... Unos instantes después bajó mi prima, que en ese momento tendría unos 17 años, siempre fue bastante reservada y callada, por lo que no tenemos una fuerte relación, aunque la vi bonita también, iba a seguir sin duda el camino de su madre con respecto al cuerpo. Las ayudé a entrar las maletas yendo atrás de ellas lamentando no tener el celular encima para sacarle una foto a ese culo hambriento de tela.

Unos días después, como ya eran las vacaciones de verano y siempre nos íbamos a algún lado, a mi viejo se le ocurrió que sería una buena idea ir a las sierras porque había un clima más fresco y relajado, aparte de un aire más limpio seguro les haría bien a mi tía y a mi prima. A todos nos pareció una buena idea, especialmente a ellas que querían algo más tranquilo, entonces organizamos el viaje para salir el sábado a la mañana en el auto de mi viejo. Ya el día anterior al viaje nos pusimos a llevar cosas al auto, pero debido a que íbamos a acampar algunos días el baúl se llenó rápido y tuvimos que pasar algunas maletas al asiento trasero y pensamos que mi prima podría ir sentada en las piernas de su madre y todo estaría bien, así que dejamos las cosas así.

En la mañana siguiente, después de desayunar mi mamá me pidió que vaya a despertar a Nati (mi tía), que todavía no se había levantado. Apenas abrí la puerta del cuarto en donde estaba durmiendo y la vi sentí un cosquilleo en mi entrepierna, su cola apuntaba a la puerta, todavía dormía vestida con una remera y una tanga blanca que se perdía entre los cachetes de ese redondo culo, sin dudarlo fui a mi cuarto a buscar mi celular, tenía que tener otra foto del hermoso culo de mi tía. Ya de nuevo en el cuarto de mi tía con el celular en la mano mi corazón bombeaba como loco y tenía una erección que tenía que apretarme la verga por encima del short. Le saqué unas fotos y luché con el impulso de tocarle la conchita aunque sea por arriba de la tela, puse mi celu cerca de su entrepierna y saqué otra foto, no daba más... estaba tan cerca y tan excitado imaginándome el olor a hembra que debía tener esa tanga que mi verga latía en mis pantalones, pero me calmé y la sacudí por la cadera hasta que se despertó, le avisé que se levante que en un rato salíamos para la ruta. Fui a mi pieza a ver las fotos que saqué y me tuve que pajear para calmar un poco tanta adrenalina
autoVacaciones

Cuando salí de mi cuarto me crucé con Nati, ahora ya levantada y como el sol ese verano estaba pegando fuerte, se vistió con una falda livianita, cuando la vi deseaba poder controlar al viento para verle la cola otra vez. No sabía por qué pero verla de nuevo a mi tía, y ahora soltera me estaba revolucionando las hormonas como en la adolescencia. Mientras mi papá preparaba el auto y cerrábamos las puertas y ventanas de casa le saqué otra foto a Nati con la pollerita para saciar un poco más la obsesión que estaba teniendo con esa cola...
cola

Ya con todo listo para subirnos al auto con destino a las sierras mi prima se había encaprichado con que no quería ir todo el viaje sentada en las piernas de Nati, y a mi viejo se lo notaba malhumorado, aunque quería disimularlo, porque habría que dejar algunas cosas que llevábamos para que en el asiento de atrás entremos mi prima, Nati y yo uno al lado de otro. Pero a mi tía se le ocurrió que podría ser ella la que se siente en mis piernas, a mi viejo le pareció bien porque podríamos salir lo más pronto posible y yo no tuve ningún problema. Entonces adelante iban mis padres, y en el asiento de atrás a la derecha mi prima, en el medio maletas y una carpa y en el lugar que quedaba viajamos Nati y yo.
Cuando se sentó sobre mi pude ver que a través del fino vestido floreado que tenía se transparentaba una tanguita negra, al notar eso se me puso medio dura, encima yo tenía puesto un short deportivo que no cubren ninguna erección, sino más bien lo contrario, las hacen más evidentes, pero no hubo problema porque ella se sentó más bien cerca de mi rodillas, guardando distancia de mi miembro. Después de como media hora de viaje noté que ella estaba viajando algo incómoda porque hacía fuerza con las piernas para mantenerse en equilibrio pero no le dije nada porque pensé que no querría sentarse en mi verga. A los pocos minutos me dijo
-Uff, me voy a acomodar un poco porque sino bajó de acá toda contracturada ¿si?
-Sisi tía, no pasa nada. La idea es que viajemos cómodos dentro de todo -respondí.
-Tenés razón, me voy a acomodar -dijo sonriendo

Apoyó sus manos en mis rodillas y se sentó despacio en mi entrepierna. Cuando sentí el peso de sus nalgas suaves y firmes por el gimnasio estuve en el paraíso. Intenté pensar en otras cosas pero era un estímulo tan fuerte y tan rico a la vez que era muy difícil.

-¿Estás bien, o te estoy aplastando mucho? -Me preguntó Nati, preocupada
-Nono, estoy bien
-Cualquier cosa me avisas, eh?
-Si, tranquila

A partir de ese momento no pude parar de pensar que sentía el hermoso culo de mi tía prácticamente al natural, su falda era muy fina y tenía puesta una tanga que imaginaba como se perdía entre sus nalgas tal como la había visto esa mañana. La erección fue inevitable e incómoda porque tenía mi pene hacia un costado, obviamente ella lo notó porque sentiría mi verga completamente dura aplastada por su glúteo izquierdo

-¿Estás cómodo, seguro? -me preguntó
La pregunta me sorprendió, a esa altura me estaba doliendo un poco el pene, pero tampoco quería dejar de sentir la cola de Nati y excusándome del poco lugar que tenía entre la puerta y las maletas respondí
-A ver, dejame pasar los brazos por tus costados que estoy medio apretado

Mientras pasaba mis brazos por los costados de su cintura ella se separó un poco de mí y aproveché para acomodarme rápido la verga, ahora yo iba con mis manos entrelazadas por delante de ella apoyando mis brazos en sus muslos y cuando se sentó pegada a mí quedó mi pene perfectamente ubicado entre sus nalgas.

-¿Ahí vas mejor? -preguntó
-Si, ahora estoy un poco más cómodo ¿vos bien?
-Al principio pensé que iba a ser peor, pero por ahora voy bien -comentó mi tía

Ese comentario me explotó en la cabeza ¿le estaba gustando?¿por qué lo decía? Estaba con mi pene notablemente duro encastrado perfectamente en la zanja de su cola. Podía sentir el calor de sus nalgas. Era impresionante, la mejor apoyada de mi vida estaba siendo a mi tía. Aumenté la presión un poco para ver de que manera se lo tomaba, seguro hasta sentía el calor de mi verga y el grosor de mis venas a través de su fino vestido, era imposible ignorar mi erección. Para mi sorpresa, muy despacio sentí el ligero roce de sus caderas contra mi pelvis frotándose sensualmente contra mí, haciéndome notar que la situación también la había excitado a ella. Sentí que me mareaba de la calentura que tenía, ni en mis sueños hubiera creído que eso fuera posible, la abracé por la cintura y apoyé mi cara en su hombro, respirando directamente en su cuello. Sabía que esto la iba a calentar más, ella se acomodó un poco, separando aún más sus nalgas. Yo presionaba con mi pelvis todo lo que podía para que sienta mi verga en toda la extensión entre sus nalgas y ella se frotaba gustosamente, ya que el movimiento del coche en la ruta disimulaba el franeleo que estaba ocurriendo en el asiento trasero. A esta altura mi pene ya estaba húmedo de líquido preseminal y la humedad se propagaba hacia mi delgado short, me imaginaba que ella tenía su tanga metida entre los labios de su conchita humedeciendo también su ropa interior, notaba en su respiración agitada que estaba tan excitada como yo.

Empecé a acariciar sus muslos, se los apretaba con deseo y le pasaba las uñas traviesamente por la parte interna de sus muslos, jugando con la sensibilidad de esta parte del cuerpo. Cada vez que subía por la parte interna de sus muslos notaba como sus piernas se estremecían y se abrían temblorosamente. Estaba completamente entregada y seguramente estaba toda empapada, quería cumplir el deseo que tuve esa mañana de tocarle la concha pero era muy arriesgado, mi madre en el asiento del copiloto podría ver todo el acto incestuoso con solo girar la cabeza hacia atrás. Me fijé que estaba haciendo mi madre y la vi con la cabeza apoyada en la ventanilla con un abrigo como almohada, seguramente dormía o lo intentaba al menos. Sin dejar de ver a mi madre continúe acariciando los muslos de mi tía, pero esta vez no paré a mitad de camino, seguí subiendo bajo su vestido estimulándola hasta estar a pocos centímetros de su concha, ella abría y cerraba sus piernas, producto de la calentura, sacaba la cola lo más que podía para sentir mi pija. Deseaba más que yo que le tocase la concha. Cuando terminé de recorrer la breve distancia la toqué con la yema de los dedos y sentí la tela húmeda de su tanga, recorrí presionando toda la extensión de su rajita y ella echó su espalda sobre mí, suspirando. Metí mis dedos por debajo de su tanga y tiré de ella para correrla un poco. Le acaricié un labio de su concha y después el otro, sentía mis dedos mojados por sus jugos. Estaba manoseando a mi tía y ella lo estaba disfrutando, era increíble. Puse un dedo entre sus labios presionando en su conchita hasta que la punta de mi dedo se metió sin esfuerzo dentro suyo, tenía la conchita hirviendo a punto de explotar ¿cómo descuidaron así de esta yegua en celo? ella empezó a moverse y a retorcerse, metí lo más que pude el dedo sintiendo la suavidad y el calor de su interior y con el pulgar busqué su clítoris, ella me agarró del brazo con una mano clavándome las uñas y se tapó la boca con la otra, callando los gemidos que le provocaba. ¿Había tenido un orgasmo o si seguía iba a gemir sin control? no lo pude saber, pero supuse que tenía más que ver con la primera opción, porque se quedó bastante relajada después de eso.

Estuvimos calmados unos minutos, ella seguía haciéndome gozar con su culo frotándose en mi miembro y yo seguía con mi mano bajo su vestido, pasando mis dedos a lo largo de su rajita hasta que mi madre se desperezó estirando los brazos. Esto asustó a mi tía que dio un pequeño salto, sacando mi brazo de su entrepierna. En cuanto se despegó de mí mi pene se paró como un resorte formando una carpa en mi short. Al volver a sentarse mi tía en mi entrepierna se pegó demasiado a mi cuerpo y su vestido se levantó debido a la fricción de nuestros cuerpos, dejando su cola al desnudo, solamente con la tanga, pero por la parte de adelante el vestido se veía normal. Pero en el momento en el que se sentó, debido a que mi pene se había levantado quedó mi verga haciendo presión sobre su entrepierna, apretando directamente en su concha. Cuando sintió esto su espalda quedó dura, al parecer la situación le pareció demasiado y quiso acomodarse para volver a como estábamos, pero la abracé por cintura, impidiendo que se mueva. Podía sentir en mi verga el calor de su concha, tenia la cabeza apretando entre sus labios, solamente separado por mi delgado short, porque su vestido se había arremangado hasta su cintura y yo le había corrido la tanga. Solo un fino pedazo de tela estaba evitando que me coja a mi tía rodeados de familiares. En mi short se mezclaban mis fluidos con los suyos, sentía como se empapaba mi pantalón con sus fluidos. Mi caliente verga rozaba entre sus labios de una manera exquisita y no tardé mucho en acabar haciendo toda la presión posible en su entrepierna, refregándome contra ella. En cuanto notó que acabé quiso apartarse pero yo seguía tomándola de la cintura evitando que se aleje. Una vez que terminé la solté y se apartó un poco, seguramente para que no le quede la cola pegajosa porque sabía que había disfrutado tanto como yo nuestra aventura. Temí que se sintiera el olor en el auto, pero íbamos todos con las ventanas abiertas y no se sentía nada, en cuanto llegamos a nuestro destino, tomé una maleta de al lado mío y tapándome la humedad de mis pantalones me dirigí al baño del camping para cambiarme.

Al otro día en el camping la vi tomando sol y me ubiqué para sacarle otra fotito...
viaje

13 comentarios - Vacaciones en familia

FedericoB13 +1
Buen post! Me calentó bastantee
Seguí así que vas por buen camino amigo
sebatatu1984 +1
esta buenisimo exelente esperamos la segunfa parte
Sisub +1
Que buena que está tu tía, y que caliente que me ponen la historia. Queremos más !
diegoprey +1
Ahh las apoyadas ruteras..que nunca se terminen...jaja..van 10pts y espero la continuación. Abrazo
Mangonada7 +1
Muy buen relato, continua!!!
Automata19 +1
Excelente relato espero la continuación hermoso culo el de tu tía
rom123lopz -1
No creo que sea real pero está bastante bueno