No quiero recrearme en como se dio, solo el acto en sí y lo que mis ojos vieron.
Para referirme al transgresor lo llamare Bernardo.
Eran las tres y media de la mañana estábamos en una gran casa rural compartida con habitaciones independientes era de noche y había luna llena, todavía no me había dormido, cuando siento que mi novia Marina se levanta y me habla susurrando si estoy despierto, yo estaba desvelado pero no me apetecía darle bola, por lo que se levanto, entro al aseo de la habitación y cuando salió del baño me volvió a preguntar, yo hice respiraciones profundas para simular que estaba bien dormido, el caso es que me extraño que Marina se había perfumado, seguramente fue porque hizo de vientre, pues podia oir como todavia se estaba llenando la cisterna. El caso es que en lugar de acostarse, salió de la habitación con cuidado de no hacer ruido. Pasaron cómo veinte minutos y Marina no había vuelto, como yo seguía sin la más mínima sensación de sueño me levante aburrido a ver lo que hacia. Lleve cuidado al salir de la habitación como hizo ella, no es que quisiera sorprenderá ni darle un susto pero me intriga que tramaba, seguramente bajo a la cocina a tomarse algo.
Cuando me acerque a las escaleras escuche sonidos raros por lo que fui mas sigiloso, a mitad de escaleras me agache y mis ojos vieron como Marina estaba hincada de rodillas delante del sofá que había al lado del ventanal, la podía ver claramente con la luz de la luna, Al agácheme un poco mas mis ojos no dieron crédito a lo que vi. Marina estaba totalmente desnuda pues desde donde estaba se apreciaba claramente la silueta de sus nalgas y los hoyuelos que le hacían en su espalda pero lo mas impactante fue al ver a Bernardo sentado en el sofa y también desnudo, eran obvias las preguntas de Marina y de haberle respondido, no estaría en esa situación, yo tenia a Marina como una chica responsable, ella era dulce, discreta, no le gustaba ponerse ropa muy ajustada o provocativa y aunque tuviese poco pecho, si tenia un culo tremendo, era una chica delgada, media 1,60 y pensaría unos 50 kilos. No destacaba por la calle y aunque fuese guapa no le gustaba ser el centro de atención.
No baje y monte un escándalo, en principio por no complicar mas la situacion estaba tan enamorado de Marina que no queria humillarla despertando a todos, me encontraba aturdido y no podia evitar excitame ver a mi novia con otro, viendo cómo su cabeza se movía frenéticamente mientras mamaria esa verga, no podia verle la polla porque me tapaba la cabeza Marina, pero podía apreciar cómo sujetaba su verga con ambas manos y escuchar los chupetones de su boca, hasta que Bernardo la cogió de la cabeza y le indico que quitase las manos, ahora el guiaba o mejor dicho forzaba sus movimientos, por momentos oía como se ahogaba con la verga, hasta llegue a escuchar arcadas. El muy cabrón la estaba forzando y me desconcertaba ver cómo en los 8 años que llevábamos de novios, nunca me dejo, ni imagine portarse así.
Se estaba excediendo con ella y Marina en lugar de pararle o recriminárselo, parecía consentirlo como si disfrutara de ello.
Pasado un rato, le indico que se levantara y se subiera al sofá, mi novia se limpio el exceso de saliva que le chorreaba por la cara, mientras respirababa acelerada. Jamas la había visto así, no me explicaba que le movía para estar así de cachonda y guarra.
– Casi me ahogas – Dijo ella susurrando con tono de vergüenza, al menos parecía que no estaba acostumbrada, ya no solo por mi, parecia que esto habia sido algo puntual tambien para ella.
– Veo que tu novio te tiene mal acostumbrada, súbete al sofa, quiero ver como te la metes tu sola.
En ese momento me vino un sudor frio, al subir sus piernas en los respaldos del sillón pude apreciar la exagerada polla que tenia el hijo de puta, me sentía un desgraciado. No me lo podía creer, mientras guiaba su polla para metérsela podía apreciar como la muñeca de Marina era mas estrecha que el grosor de esa polla, estaba claro que le movió mi novia a serme infiel, por un momento estaba por pararlos, pero ahora quería ver a mi novia si seria capaz de tolerar esa barra de carne dentro de ella.
Lentamente fue bajando y al entrar su glande en la vagina se notaba que necesitaba dilatar, pasaron unos largos minutos en los que mi novia entre quejidos se esforzaba para sentirla mas y mas dentro hasta que sin llegar apoyar su culo parecía haber echo tope y soltó un contenido gemido. Se quedó inmóvil y aprovecharon para comerse la boca, mientras se acomodaba toda esa polla dentro de ella, lentamente comenzó a moverse de arriba a abajo, veía cómo se estremecía e inclinaba la cabeza hacia atrás. después de un rato así, vi como mi novia ya subió el ritmo y Bernardo la cogió de las caderas con fuerza y ella bajo a aplomo contra la cadera de el, vi como esa barra de carne la empalo violentamente hasta el fondo juntado sus nalgas contra sus caderas, de ella salió un grito agudo y desgarrado mientras el la tomaba de la cintura para lentamente levantarle las caderas, ahora ella estaba totalmente abierta de piernas e inmóvil y el fue quien fue moviéndose incrementando el movimiento hasta que se podía escuchar un leve golpeteo de las caderas de Bernardo contra las nalgas de Marina, su vagina ya se la tragaba entera y los gemidos de Marina eran constantes, pero seguían contenidos para no llamar la atencion y despertar a todos, pero la intensidad la desbordaba y por momentos se le escapaban algunos gemidos.
No pude evitar disfrutar como sometía ese semental a mi novia, mi verga estaba muy dura. Nunca había escuchado a Marina gemir de esa manera, esa polla la estaba volviendo loca, podía apreciar la tensión en sus manos y su espalda, me daba la sensación de que le dolía tanto como lo disfrutaba, era espectacular ver cómo la llevaba al limite.
Marina, se sacó la verga de Bernardo, y pude ver otra vez la magnitud de esa polla, ahora brillante con los jugos de mi novia, se notaba que la tenia bien excitada. El le pidió que se levantara y ella tomando la iniciativa se puso a cuatro patas contra el sillón.
– Clávamela toda - Decía ella con voz de gata rabiosa.
Se volteo, empino en trasero y meneo el culo invitándolo a tomarla, dejándole sus nalgas a la altura de su verga, el sin mediar palabra, la tomo de la cintura y sin tocar su polla se la metió de una hundiéndola contra el sofá.
– Ahhh - exclamo ella como una niña inocente, aquejada pero sin oponer resistencia, mas bien lo incitaba a ser más agresivo.
– Así te gusta - y la empezó a empotrar violentamente.
– Así cabrón - Decía ella entre gemidos y jadeos mal sonantes que seguramente ya se oirían desde las habitaciónes.
Bernardo incrementaba la fuerza con la que la penetraba. Los pequeños pechos de mi novia se movían muy rápidos y violentamente al compás de las agresivas embestidas, mientras el culo de mi novia hacia palmadas con sus nalgas al chocar contra sus caderas.
Era espectacular como mi novia se retorcía, hasta que sus piernas flojearon, tras soltar un hondo gemido y pedirle que aflojara, lanzado sus manos agobiada para frenarlo, estaba teniendo un orgasmo tan intenso que no podía mas, le sobrepasaba, pero Bernardo no estaba por la labor y veía como la sujetaba mas fuerte para que no decayera ni se pudiese soltar, el muy cabrón la seguía sometiendo contra el sillón y mi novia ya no pudo contenerse y gimió fuerte.
Bernardo comenzó a gemir, y utilizo lo que me pareció todas sus fuerzas para terminar de penetrar a Marina.
Por un momento llegue a pensar que la estaba lastimando, cuando coloco una de sus manos en la nuca de Marina y con la otra la tomo de la cintura, era violento ver a Marina agobiada entre sonoros gemidos, sumado al fuerte golpeteo de sus nalgas y el chapoteaban de los fluidos en su interior, desde mis vista no alcanzaba a verle la cara de Marina pero por lo descrito debería estar desencajada y con los ojos fuera de sus órbitas.
Bernardo bajo rápidamente el ritmo hasta detenerse y los gemidos de Marina cesaron. Conforme la soltó, ella inmediatamente se derrumbo en el sillón.
– Me dejaste rota – Le dijo Marina sofoca , mientras se tocaba la vagina seguramente sorprendida de cómo se la había dejado.
Él se sentó junto a ella, jadeando de cansancio.
– Te dije que te iba a gustar - mientras la sobaba.
– Ya, tranquilo, no puedo más, de verdad - Le respondió ella abrumada y sonrriendo mientras él seguía jugando con sus senos.
– dame 5 minutos y te cojo otra vez, ahora ya estas bien dilatada - Le dijo el, mientras lentamente mi novia intentaba sentarse en el sillón para reponerse y apartar sus manos.
Inmediatamente y sin pensarlo subí a la cama. No pasaron más de 5 minutos cuando la puerta nuevamente se abrió. Era Marina, la escuchaba andar y su paso no se sentía normal, el cabrón de Bernardo la había llevado mas haya del limite, se recostó a mi lado, y sentí su presencia, con ese olor a perfume, sudor y sexo.
Continuara...
3 comentarios - Empotraron a mi Novia
me gustaria leer mas y si es posible alguna foto