Cuando todavia no vivia en Capital, venia cada tanto a hacer castings cada vez que me tiraban data. Las primeras veces siempre vine con alguno de mis viejos porque al ser menor tenian que firmar las autorizaciones legales y toda esa gilada. Por lo cual, a cada lugar que iba, lo hacia acompañado de alguien. Pero una vez que cumpli los 18, empece a venir solito. Y en consecuencia, mis recorridas por la ciudad comenzaron a ser totalmente libres, sin chaperones ni guardianes que vigilen cada paso que daba. La primera vez que vine solo, con 18 años cumplidos hacia unos meses, en medio de mi viaje una de mis mejores amigas cumplia años. Y como me iba a perder la fiesta, queria comprarle un regalo que le guste mucho. La lider de su banda favorita acababa de sacar su primer disco solista, y sabiendo que al pueblo esas cosas llegaban con bastante delay, me aventure a conseguirlo en alguna disqueria de Capital, para que lo tenga antes que nadie. En esa epoca, la avenida Corrientes estaba repleta de disquerias, asi que me la recorri de punta a punta buscando el dichoso disco, al mejor precio, cual Lita de Lazzari. Pero una vez que lo encontre, como habia salido sin plata, quede en comprarlo al dia siguiente. Dicho y hecho, al otro dia me levanto y voy derechito a la disqueria, tomandome la B hasta Callao. Durante en desayuno con mi hospedadora nos bajamos practicamente la pava entera en mates, por lo cual al llegar a destino estaba que me meaba encima. Apenas subi al vestibulo de la estacion, me puse a buscar el baño. Al entrar, me meti en el inodoro, ya que uno de los mingitorios estaba ocupado y no estaba en plan calenturiento. Aun asi, llegue a notar que el pibe que estaba "meando" no solo estaba bastante bien, si no que ademas no se le escuchaba el chorro. Y eso que yo estuve un rato largo despachando los restos de la mateada matutina. Y el seguia ahi. Yo estaba con la puerta abierta (me apremiaba mas abrir el cierre que preocuparme por cerrar la puerta), asi que en un momento atino a mirar para atras... Y el tambien, tenia su cabeza sutilmente dirigida hacia mi ubicacion. Asi empezamos el tipico juego de miradas, hasta que con su cabeza me indica que me ponga al lado de el. Cuando logro vencer la verguenza y el miedo, y cumplo con su peticion, entra alguien. Lo cual provoca que mi eventual compañero guarde todo y se vaya. Yo, como ya habia meado, sali al ratito. Al salir, el estaba como esperando a pocos metros de la puerta del baño. Ahi comence a seguirlo, pocos pasos atras, mientras el corroboraba que siguiese detras suyo. Al llegar a la escalera de salida, me dice "Conozco un lugar tranqui aca cerca donde nadie nos va a joder. Vos seguime". Estaba entre adrenalitico, nervioso, caliente y aterrado. Si bien en mi pueblo podia dar catedra de levante en la via publica, aca era diferente. No jugaba de local. No conocia los codigos. Si me agarraba la cana me metia en problemas muy graves. Mas si me llevaban a un dpto o algo y terminaba todo mal Aun asi, segui la consigna. El pibe entro al bar que queda a la salida de la boca del subte, en Callao y Corrientes. No entendia si el pibe queria que hablemos y tomemos algo primero, o que carajos. Me meti atras de el. Al entrar, veo que el pibe se mete por otra puerta adentro del bar, espejada, la cual se abria tocando un timbre. Obviamente, no tenia la mas puta idea de que habia atras de esa puerta. Si se entraba a un lugar, a un pasillo, si habia mas puertas adentro. A la vez, y si me preguntaban que hacia ahi? A que estaba entrando? Todo eso me preguntaba en los 10 pasos que separaban la puerta de la calle hasta esa segunda puerta. Toque el timbre, como hizo mi guia, se escucho el sonido habilitando la apertura, y pase. Una escalera. La subi, sin saber a donde me llevaba. Si arriba habia puertas y no saber cual tocar. Ya estaba en el baile, asi que baile. La puerta finalmente llevaba a los tipicos cartelitos con y sin vestido. Ahi, en ese baño impecable y reluciente, estaba el, en la misma pose que lo encontre en el baño de la estacion. Me aproximo a el, y pongo una mano en su cuello, como para que chapemos, y el una mano en mi hombro, como para que baje. Cuando me acerco a besarlo me dice "no flaco, besar no me va". Yo, que en mi inocencia adolescente aun no podia separar sexo de amor (aun en una mamada al paso como esta), y necesitaba si o si una muestra aunque sea minima de afecto para "funcionar", le digo con toda la seriedad del mundo "yo si no chapo no me caliento y no hago nada". A regañadientes, el pibe acepto el trato, y me chapo 5 segundos, bien de compromiso. Y ahi si baje. Aplique todo lo que habia practicado en mis mamadas en el campo y en los baños de la terminal y los supermercados. Se la chupe de la base a la punta de la cabeza, los huevos y el tronco, a fondo y solo la cabeza. El pibe (de unos 22 años) realmente lo estaba disfrutando, a tal punto que movia su pelvis, como cogiendome por la gargante, al mismo tiempo que tiraba timidos y ahogados gemidos. Estuvimos asi un largo rato. Yo totalmente abocado a la tarea de petearlo. Sin siquiera rozarme la chota, a pesar de estar el re palo. El flaco era hermoso, su pija estaba buenisima, y lo estaba disfrutando tanto el como yo. De repente, bruscamente, me empuja para atras, y direcciona la pija contra en mingitorio, donde descarga todo el lechazo. Casi inmediatamente, la guarda, se acomoda y se va. Me quede solo, como drogado, sin entender mucho lo que habia pasado. Y ahi, con el lechazo de el aun escurriendose por la rendija del mingitorio, y con la sensacion de su pija en la boca, me clave mansa paja, uniendo mi leche a lo poco que quedaba de la de el. Me limpie, me acomode y me fui. Como si nada. Satisfecho de haberme comido la primer pija porteña, de muchisimas que vendrian despues.
2 comentarios - Mi primer pija porteña