Llevábamos un tiempo conversando. A veces nos hartábamos y a veces había mucha ternura. Cada tanto nos mandabamos fotos y hacíamos videollamada.
Intentábamos ser originales y que cada vez que nos tocáramos haya sorpresa. Era muy divertido. Pero nunca pudimos vernos frente a frente. Yo creo que con toda la pasión acumulada y lo mucho que nos conocíamos la hubieramos pasado bien.
Pasó el tiempo y la llama se fue apagando. Ella se puso de novia y me lo dijo. Parecía ser serio.
-Bueno, espero que la pases excelente con él y que te haga feliz.
-Gracias. Eres muy bueno. -Señaló al darse cuenta que no le hice escenas.
-¿Podemos seguir hablando?
-Sí.- Respondió.
Nos mantuvimos en contacto pero no había ninguna carga erótica, a pesar de que ambos teníamos ganas aún.
Una vez intento dormir una pequeña siesta y ella me habla. Comenzó a provocarme y yo accedi sin miedo. La conversación se tornó caliente, pero en un momento se retractó cuando le pedí fotos.
Entonces le dije que no me provocara entonces y pasó unos 15 minutos. "Me mojé" dijo, y me envió por primera vez una foto de su vagina. Sostenía la ropa interior con las piernas y su mano estaba todo pegajosa. Esa foto me mantuvo loco por una semana.
Pasaron unas semanas y nos conectamos por webcam. Conversamos de todo una vez más. Ella mencionó que su novio vivía lejos y se veían esporádicamente. Lo vi como una señal y también como su motivo para seguir viéndonos. Tal vez haya sido una excusa, pero no era asunto mío.
Ser yo el que atienda a la novia de alguien siempre me ha dado más ánimo de lo normal, pero con cuidado.
En algún momento le dije que sus manos fueran las mías. Ella recorrió su cara y sus pechos. Era medio pecosa y cachetona. Le dije que si estuviera ahí le daría muchos besos por todo el cuerpo.
-¿Por dónde empezarias? ¿por aquí?-
Ella señaló sus labios, su mejilla, luego su cuello y comenzó a bajar de a poco. Tomó su corpiño y lo estiró con picardía. Una vez más, sus pechos se veían enormes a pesar de estar acostada boca arriba.
-Me gusta que me muerdan suavemente los pezones.- Dijo. Y me pareció raro, pero intrigante.
En algun momento se sintió un poco avergonzada, no sé por qué, y yo le enseñe mi pene. Estaba durísimo, y yo lo tomé con mi mano y la movía hacia arriba y hacia abajo. A veces
-Es muy grande. Es muy rico- Contestó y no dudo en seguirme.
Ella estaba en su cama a oscuras, enseñandome su cuerpo por partes. Se ponía de costado y su figura era tremenda. Parecía una modelo de revista. Yo estaba con todas las luces prendidas. Le enseñaba mi pene y mi vientre.
Una vez más, vi su vagina mojada. Eso me volvía loco. Disfrutaba en serio de mi compañía y yo también.
-Perdón por provocarte-le dije
-Está bien. Lo necesitaba.
Intentábamos ser originales y que cada vez que nos tocáramos haya sorpresa. Era muy divertido. Pero nunca pudimos vernos frente a frente. Yo creo que con toda la pasión acumulada y lo mucho que nos conocíamos la hubieramos pasado bien.
Pasó el tiempo y la llama se fue apagando. Ella se puso de novia y me lo dijo. Parecía ser serio.
-Bueno, espero que la pases excelente con él y que te haga feliz.
-Gracias. Eres muy bueno. -Señaló al darse cuenta que no le hice escenas.
-¿Podemos seguir hablando?
-Sí.- Respondió.
Nos mantuvimos en contacto pero no había ninguna carga erótica, a pesar de que ambos teníamos ganas aún.
Una vez intento dormir una pequeña siesta y ella me habla. Comenzó a provocarme y yo accedi sin miedo. La conversación se tornó caliente, pero en un momento se retractó cuando le pedí fotos.
Entonces le dije que no me provocara entonces y pasó unos 15 minutos. "Me mojé" dijo, y me envió por primera vez una foto de su vagina. Sostenía la ropa interior con las piernas y su mano estaba todo pegajosa. Esa foto me mantuvo loco por una semana.
Pasaron unas semanas y nos conectamos por webcam. Conversamos de todo una vez más. Ella mencionó que su novio vivía lejos y se veían esporádicamente. Lo vi como una señal y también como su motivo para seguir viéndonos. Tal vez haya sido una excusa, pero no era asunto mío.
Ser yo el que atienda a la novia de alguien siempre me ha dado más ánimo de lo normal, pero con cuidado.
En algún momento le dije que sus manos fueran las mías. Ella recorrió su cara y sus pechos. Era medio pecosa y cachetona. Le dije que si estuviera ahí le daría muchos besos por todo el cuerpo.
-¿Por dónde empezarias? ¿por aquí?-
Ella señaló sus labios, su mejilla, luego su cuello y comenzó a bajar de a poco. Tomó su corpiño y lo estiró con picardía. Una vez más, sus pechos se veían enormes a pesar de estar acostada boca arriba.
-Me gusta que me muerdan suavemente los pezones.- Dijo. Y me pareció raro, pero intrigante.
En algun momento se sintió un poco avergonzada, no sé por qué, y yo le enseñe mi pene. Estaba durísimo, y yo lo tomé con mi mano y la movía hacia arriba y hacia abajo. A veces
-Es muy grande. Es muy rico- Contestó y no dudo en seguirme.
Ella estaba en su cama a oscuras, enseñandome su cuerpo por partes. Se ponía de costado y su figura era tremenda. Parecía una modelo de revista. Yo estaba con todas las luces prendidas. Le enseñaba mi pene y mi vientre.
Una vez más, vi su vagina mojada. Eso me volvía loco. Disfrutaba en serio de mi compañía y yo también.
-Perdón por provocarte-le dije
-Está bien. Lo necesitaba.
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