El mismo día que mi mamá y la empleada me vieron chupándome, esperé a que mi madre se fuera y fui a presentarme y disculparme con la empleada.
Yo: Buen día, ahora estoy vestido, te pido disculpas por como viste hace un rato. Me presento, me llamo Adrián.
Ella: Buen día, me llamo Marcela. No te preocupes, no sos el primer hombre que veo desnudo jajaja
Yo: Sí, imagino, pero no creo que hayas visto otro haciendo lo que estaba haciendo jajaja
Ella: Jajaja no, eso sí es la primera vez. Te felicito por lo flexible jajaja
Yo: Gracias!!! Te dejo trabajando tranquila. Avisame cuando querés comer. Bah, si te quedás a comer.
Ella: Sí, me quedo hasta las 4 de la tarde.
Yo: Ok, cualquier cosa que necesites me avisas
Me quedé sorprendido porque no estaba escandalizada, y la verdad, la veterana se veía muy bien.
Al mediodía preparé la comida, almorzamos y mientras ella seguía con su trabajo, levanté la mesa y lavé los platos.
Al rato me avisa que va a planchar y le digo donde está la plancha y la tabla. Como hacía bastante calor, le pregunté si quería que le pusiera un ventilador o se iba a cocinar planchando. Me dijo que sí.
Aún con el ventilador transpiró bastante y le ofrecí que se diera una refrescada en la ducha y aceptó
En realidad yo quería ver si la podía espiar. Pero no pude ver mucho, apenas si le vi una teta.
La siguiente vez que vino, cuando se puso a planchar le dije que tenía que venir con ropa más liviana, o directamente podía sacarse la ropa, total ella me vio desnudo, por qué no verla desnuda a ella. Se rió y yo le dije que cuando le ofrecí para ducharse, mi idea era espiarla y verla desnuda, porque tenía tremendo lomazo y quería verla sin nada.
Marcela: Ah, sos bien degenerado jajaja
Yo: Y sí, un poquito. Pero veo que no te molesta.
Marcela: No, ya me acostumbré a que me tiren los perros en donde trabajo. Aunque sos el más joven de los que se tiran jajaja
Yo: Y... si no pruebo al menos, me quedo con la duda.
Marcela: Eso es cierto. Mira, la verdad hace mucho calor y puedo dejar la puerta del baño abierta para que corra el aire y si me ves, no es culpa de nadie jajajaja
Yo: Jajaja me parece justo.
Tal cual como dijo, cuando se fue a duchar dejó la puerta abierta mientras yo estaba afuera del baño. Se desnudó, dejando ver su hermoso cuerpo. También me desnudé y mientras ella se duchaba, enjabonaba y enjuagaba, yo me pajeaba.
Durante el verano esa práctica se hizo habitual y, de vez en cuando, me permitía apoyarle la verga en el culo y acabarle encima. El resto del año se complicó continuar con eso, un poco por lo fresco del clima y otro poco por mis obligaciones. Antes de terminar el año, Marcela tuvo que renunciar, ya que se iba a mudar y no iba a poder venir más. Así que nunca llegamos a tener sexo. Solamente las pajas y esas apoyadas y acabadas en su culo.
2 comentarios - La empleada