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Perra de cuarentena

"...yo aullaba como una perra, era una perra, me sentía una perra y me encantaba ser su perra."

Era cuarentena en Argentina, el gobierno no nos dejaba salir de nuestras casas, pero salió una noticia de que se podía salir a pasear al perro. Me quede enfurecida porque yo no tenía perro, pero si ganas de salir, quería volver a ver las calles, nunca pensé que extrañaría ver esta ciudad, pero así era. Extrañaba sentirme libre, sentir el viento, el sol, todas esas sensaciones que hasta que no nos encerraron no supe valorar, pero, por sobre todo extrañaba el sexo. La sensación de tener un buen macho en frente, con su miembro viril duro y listo para metermelo por dónde se le diera la gana hasta llenarme entera de ese delicioso néctar que sale de los hombres como agradecimiento por atenderlos bien, eso era algo que extrañaba.

Hablando con un amigo vía WhatsApp, se llamaba "Ángel" pero le decíamos "Pilón" por su parecido a ese personaje glotón de la vieja caricatura "Popeye el Marino", le comenté mí indignación y el me dijo que se sentía igual, ni el ni yo teníamos perro para salir un rato a pasear. Mensaje va, mensaje viene, terminamos hablando de sexo y me dijo que tenía una idea, "¿Cuál?", Pregunté yo, inocentemente sin saber lo que me esperaba. Tardo un rato en contestar, se ve que no se animaba a decirme, hasta que, al cavo de unos minutos, me llegó su mensaje. Cuando lo leí no me lo podía creer, no sabía si era un chiste o lo decía en serio. El mensaje decía "que tal si te pongo una correa y te saco a pasear como mí perra? así respetamos la ley y la burlamos al mismo tiempo xd". 
No sabía que contestar, quedé perpleja, lo pensé y le puse un "ja, ja, ja" para ganar tiempo y ver que respondía él, para saber si era en joda o lo decía de verdad. Me respondió preguntando "no te animas?". Le dije que no sabía, que lo iba a pensar, respondió "dale perrita", juro que me empecé a sentir excitada, siempre me gustó que me llamarán así, pero fingir ser una perra de verdad, eso ni se me había pasado por la cabeza. Después de un rato le dije que si pero a la noche, cuando nadie nos viera.

Me bañé, me ate el pelo para que no me molestara, no podía creer que de verdad me estaba preparando para hacer eso, ¿Qué me pasaba? Era una mezcla de excitación, por la connotación sexual, morbo, por el hecho de ser paseada como una mascota, y adrenalina, por la sensación que me daba al pensar que nos podían ver o que nos iba a parar la policía.

Llegó la hora, estaba vestida con una minifalda, tan corta que se me veía la mitad de mí gordo culo, y sin nada abajo, arriba solo tenía puesto un top blanco y transparente para que se vean mis pezones. Paso a buscarme a eso de la 1, ya era muy de noche y, por la cuarentena, no había nadie afuera. Toco la puerta y abrí, venía vestido con un conjunto deportivo de Boca y con una mochila negra, ni me saludo y me dijo "¿Que haces así? Las perras andan en 4 patas". No dije nada, le seguí el juego y me puse en 4 patas como el quería, me acaricio la cabeza y me dijo "buena perra, vamos a la plaza pero antes te tengo que entrenar, vení". Camino hacia la calle y yo le seguí medio con timidez, por temor a que alguien me viera. Ya en la vereda de mí casa me dan la primer orden "muy bien perra vamos a ver qué tan buena mascota sos" dice sonriéndome "ladrá", acto seguido lo hago, despacio para que no me escuchen, "wof, wof", "mmmm muy mal, a ver, ahora aulla" yo aulló ahora con más confianza pero todavía medio bajo "auuuu". Él, medio enojado, dice "mmmm vas a tener que mejorar" yo lo miro sin decir nada mientras saca un cinturón de su mochila, no me imaginé para que era, "para la cola" me dice y le hago caso. En ese momento se puso atrás mío y me acaricio la cola mientras me decía "muy bien perrita, ahora ladrá" yo con un timidez pero esta vez un poco más fuerte que la primera vez lo hago "wof, wof", el se enoja y dice "no, no, no" y empieza a darme con el cinturón en mí culo, ahí me enteré para que era ese negro y grueso cinturón, "ladra perra de mierda" ladro más fuerte "WOF, WOF, WOF", casi llorando mientras él me azota el orto, "ahora aulla", sigo sus ordenes mientras se me salen las lágrimas "AUUUUUUUU, AUUUUUU". Paro de darme con el cinturón y saco una salchicha de la mochila, me la dio como "premio" por ser una buena perra, la tiró al piso y me dijo que la coma, yo empecé a hacerlo pero justo sale mí vecino y me ve con los ojos bien abiertos, seguro quedó impresionadisimo de verme así, "tranqui Don, es solo un juego" le dijo Pilón, mí vecino se metió a su casa sin mediar palabra alguna.
En ese momento me largué a llorar, me sentía tan humillada, ya no era un juego divertido, me quería ir, pero una parte de mí se quería quedar, había algo en todo eso que me excitaba mucho, no voy a mentir, estaba muy, pero muy, caliente, quería más, quería ver qué tan lejos podía llegar. Me puso una correa que sacó de la mochila, acaricio mí cabeza y arrancamos para la plaza. La más cercana estaba a 2 cuadras, pero el quería ir a otra, una que estaba más lejos a 14 cuadras, no tenía opción, tenía que seguirlo, ¿Por qué? No lo sé, supongo que me gustaba ser tratada como una perra y seguir sus ordenes.

Llegados a la plaza, después de recibir un par de bocinazos y silbidos, seguro para mí gordo culo desnudo, se sentó en un banco a descansar. Me dio la orden de ir a "marcar mí territorio", fui a un árbol e hice fuerza para mear levantando una pierna como lo hacen los perros de verdad, volví a dónde estaba mí amo meneando la cola feliz, me sentía feliz.

Después de un rato empezó a acariciarme y mientras me decía "ladrá", yo ladraba como una perrita alegre cuando su amo vuelve a casa después de estar todo el día afuera trabajando. Un rato después de manosearme me quedé en tetas pero todavía tenía puesta mí minifalda, sonriendo el me dice "te tengo un premio especial por haber sido una buena perra" yo lo miro, ya sabía lo que era, saca su pija, ya estaba erecta, no era muy grande, pero tampoco chica, y yo estaba tan caliente después de tanto morbo que no me resistí y sola empecé a lamersela desesperada, el saco su cinto y mientras me daba algún que otro cintazo en el culo me repetía "si perra, lame tu premio" "seguí perra de mierda" "lustra bien tu premio, es todo tuyo". Un par de minutos más tarde me dice "para la cola" agarrándome de mí rodete, yo le paro bien la cola y de repente, sin aviso, sin lubricante ni nada, siento como entra su pedazo de carne por el estrecho agujero de mí culo. "Ay no", "para, me duele", "por favor, para", le decía pero el me empezó a pegar nalgazos tan fuertes que retumbaban por toda la plaza y me dijo "las perras no hablan, aullan, aulla perrita de mierda", me piso la cabeza contra el pasto y empecé a aullar como loca. El bombeaba salvajemente mí culo, me empezó a gustar y ya no aullaba de dolor, aullaba de placer "AUUUUUUUU", "eso aulla perra" me decía él y yo le hacía caso, más por la excitación que porque el me lo dijera. "AUUUUUU", "AUUUUUU", ya no podía parar, yo aullaba como una perra, era una perra, me sentía una perra y me encantaba ser su perra. 

Después de varios de polvos, y con el ojete lleno de leche, tanto que me rebalsaba y caía por mí entre pierna hasta mis rodillas, volvimos a mí casa. Me dejó en la puerta, yo me pare para abrir y de un modo tan normal que nadie pensaría que aquel muchacho me hizo todo lo que me hizo esa noche se despide y me dice "espero lo repitamos" me come la boca, cosa que no hizo en toda la noche y se va en su auto tal y como llego. Yo entre a casa, me bañé y me acosté. Estaba cansada, pero no podía dormir, no paraba de pensar en lo de la plaza, en todo lo que hicimos, me había visto mí vecino, él que me conocía hace años, me sentía caliente todavía, me masturbe salvajemente hasta que acabé pensando en todo lo que había hecho esa noche y antes de venirme pegue un último aullido "AAAAUUUUUUUUUUUUUU". Ya era toda una perra de cuarentena.

1 comentarios - Perra de cuarentena

ludmiluz +1
Excelente relato van diez!!!
Tragawaska
Gracias 😉