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Mamá y hermana traviesas: Dominando a Beatriz.

Después de aquella gloriosa noche donde logramos poseer a Betty. Todos concordamos en que guardaríamos el secreto y las apariencias con mucho recelo, ya que habíamos cruzado un límite que pocos se atreverían a cruzar, además, queríamos seguir disfrutando del cuerpo y la complacencia de Beatriz cada vez que la oportunidad se presentara, sin saberlo ese fue el comienzo de una época plagada de experiencias deliciosas en la que bastantes hombres tuvimos el privilegio de usar a Beatriz a nuestro antojo.

La mañana siguiente del suceso fue un tanto confusa, Beatriz se despertó temprano a darse una ducha y el ruido del agua en la ducha me sacó del estado de “shock” en el que había estado sumergido después de follármela debido al extremo placer que aún sentía, mis tíos estaban dormidos en la sala de la casa, satisfechos y exhaustos.
Pero estábamos ansiosos por tener más de ella, teníamos planes de volver a repetir todo lo sucedido, y aunque todos debíamos de continuar con nuestra rutina normal del día a día poco nos importó.

Las imágenes de la experiencia me venían a la cabeza una y otra vez, pero caí en cuenta de que todo había sido producto de la borrachera y para ser honesto sentía una sensación de insatisfacción y un tanto de frustración al imaginarme que Beatriz probablemente no querría abordar el tema nuevamente y mucho menos repetir la experiencia. Le había gustado pero había sido en parte por el estado de intoxicación en el que la teníamos en ese momento.

Saqué mi teléfono móvil para revivir con claridad lo que le habíamos hecho a mi madre pensando que jamás volveríamos hacerla nuestra, de inmediato comencé a reproducir el video qué habíamos grabado y no pude evitar sacarme la verga para masturbarme al ver tan excitantes imágenes. Al reproducir el cortometraje me di cuenta que más que follárnosla, la usamos, la poseímos, la humillamos a nuestro antojo como a una zorra y a ella le había encantado, al fin y al cabo desde temprana edad había sido la puta complaciente y sumisa de la familia, dejé de verla como mi madre y comencé a verla de la manera en la que todos los demás hombres la miraban, como una puta, una puta que disfrutaba serlo y no tenía problema alguno al saber que todos la usábamos como tal, al contrario lo disfrutaba y mucho.

El sonido de la regadera cesó y Betty salió del vestidor con un conjunto de lencería hermoso, me dio los buenos días con una sonrisa de oreja a oreja. Al darse cuenta de que me que me estaba masturbando no pudo evitar clavar su mirada en mi verga y morderse el labio inferior en señal de antojo, era claro que seguía algo intoxicada por el alcohol, después de todo no habían pasado más de 3 horas de la follada que le habíamos dado en la madrugada, eso me encantó y comencé a masturbarme de una manera más acelerada.

-Buenos días- Me dijo con un tono de voz muy cachondo, el tono de voz de una mujer satisfecha.

Tomó de su guardarropa un vestido negro muy ceñido, de esos que por lo general usan las mujeres en los días calurosos de verano. Y no pude desaprovechar la oportunidad para tomarle unas cuantas fotografías mientras terminaba de arreglarse frente al espejo.


Mamá y hermana traviesas: Dominando a Beatriz.


puta



Como bien saben, Beatriz siempre compra tallas de ropa un tanto ajustadas para resaltar aún más su imponente figura. Al ver esa prenda en ella mi excitación aumento de una manera increíble, sus tetas lucían hermosas, la prenda se amoldaba perfecto a su cintura y la parte inferior del vestido formaba una curva hermosa que al momento de amoldarse a su delicioso culo, debido a lo ceñido de la prenda, se podía ver la división de su glorioso par de nalgas, la parte inferior del vestido dejaban escapar una porción generosa de su culo y lo único que pude hacer al verla fue acelerar el ritmo de mi masturbación un tanto más. Tomó un par de altos tacones y se dirigió hacia donde estaba yo caminando de una manera riquísima, se paro frente a mí y con su cabeza me lanzó una señal para que siguiera masturbándome mientras acercaba su boca hacia mi miembro. Al mismo tiempo que me soltó una frase muy excitante mientras clavaba su mirada con la mía.

-Déjame ayudarte- seguido de un risa juguetona que me volvió loco, apoyó sus rodillas en la cama y comenzó a agacharse poco a poco, dejó su culo expuesto hacia arriba mientras comenzaba a darme pequeños besos desde la pierna, pasando por mis testiculos, hasta llegar a mi pene y me volví loco.

Quise tomarla con fuerza del cabello para que devorara mi miembro pero no le gustó y se levantó estrepitosamente un tanto molesta, se dirigió hacia la puerta de mi habitación y salió.

Me levanté inmediatamente de la cama y comencé a seguirla mientras ella se dirigía caminado hacia donde estaban mis tíos. Seguí masturbandome a ritmo acelerado mientras veía como se movían de un lado a otro esas hermosas nalgas al compás de su deliciosa forma de caminar.

Al llegar a la sala, ella vio que mis tres tíos estaban acostados en los sillones que conformaban la sala de estar. Se aproximó a Luis y se percató que tenía los ojos entre abiertos, se puso de rodillas frente al sofá y comenzó a besar su pene por encima del pantalón; él al percatarse de esta acción abrió los ojos inmediatamente y de una forma desesperada bajó el zíper de su pantalón, sacó su miembro que ya estaba totalmente erguido después de aquellos ricos dos besos proporcionados por Beatriz la tomó por la nunca y...

-Buenos diahgggg!- Literal eso fue lo que se escuchó ya que Beatriz no terminó de hilvanar esa frase debido a la velocidad con la que Luis la tomó por el cabello para dirigir los carnosos y habilidosos labios de su hermana hacia su miembro haciendo que lo tragara todo hasta llegar a su garganta.

Beatriz contrario a lo que acababa de hacer conmigo minutos antes, no opuso ningún tipo de resistencia y dejó que Luis guiara su cabeza de arriba hacia abajo mientras devoraba aquel trozo de carne.

Luis comenzó a tornar el movimiento cada vez más violento y Betty comenzó a hacer sonidos guturales de arcadas debido a que se le dificultaba respirar mientras devoraba aquella verga hasta el fondo. Los sonidos emitidos por Betty despertaron a Enrique y a Roberto que al ver la situación que se presentaba ante sus ojos no dudaron en aprovechar la oportunidad. La puta de Beatriz quería más y por supuesto que se lo iban a dar.

Enrique y Roberto se levantaron de el lugar donde descansaban y se aproximaron a Beatriz para continuar la faena. Por mi parte yo también estaba ansioso por participar, pero para mí era más excitante el observar cómo Betty era usada como un simple objeto hecho con el propósito de brindar placer a cualquier hombre que se le atravesara e el camino incluidos sus propios hermanos, así que decidí seguir mirando mientras me masturbaba.

Luis seguía sentado en el sofá mientras Beatriz había adoptado frente a él una posición a cuatro patas como la perra que siempre ha sido para seguir chupando ese miembro al ritmo que Luis le dictaba, mientras que al mismo tiempo arqueó un poco su espalda de modo que su culo apuntará hacía arriba. Enrique con un instinto animal derivado de la gran obsesión por el culo de Betty soltó una nalgada descomunal que la hizo emitir un rico gemido , el sonido emitido por Betty fue tan excitante que Enrique se apresuró a tomarla por la cintura y dirigió su cara hacia el carnoso culo de Betty y comenzó a besarlo, lamerlo y morderlo, Beatriz parecía encantada, una pequeña sonrisa dibujada en su rostro la delataba mientras seguía devorando el miembro de Luis, Enrique hizo de lado con sus dientes el hermoso tanga color rojo del rico conjunto de lencería que ella había elegido para complacernos e introdujo su lengua en el sexo húmedo de Beatriz.

Betty inmediatamente dejó de mamársela a Luis para intentar detener a Enrique. Pero no lo consiguió, Enrique introdujo su miembro ya lubricado con saliva en ano de Betty y sus ojos se tornaron blancos, no sé si de dolor o de placer pero Enrique comenzó a follársela una vez más, ella opuso resistencia pero Luis la tomó de los brazos para inmovilizarla y Enrique continuo penetrándola hasta que en una inesperada maniobra Betty pudo zafarse del control de sus hermanos.

-No Enrique! Ya no! Mi hija va a llegar en cualquier momento. Dijo mientras aproximaba su boca para devorar el pene de Enrique - Tendrás que conformarte con esto.- Le dijo ya con la boca llena de carne.

Comenzó a mamar ese erecto miembro al mismo tiempo que con la mirada le decía a Roberto que se aproximara.

Así comenzó a mamar aquellas tres vergas otra vez, como la noche anterior, pero ahora por gusto, por su fascinación hacia la verga y su gusto por ser tratada como a una zorra. Siguió devorando las tres vergas de una forma desesperada, sacándolas una y otra vez de su linda boquita para darle placer a los tres, la desesperación de Betty era incontrolable quería complacerlos a cómo diera lugar, quería que descargaran su leche inmediatamente, tal era la destreza que mostraba Beatriz que mis tíos no pudieron más y en un acto coordinado los tres terminaron por llenarle el rostro y la garganta de leche.
Betty quedó satisfecha en medio de los tres y con sus delicados dedos comenzó a limpiar el semen de sus mejillas para llevarlo hasta su boca y comerlo todo, luego introdujo uno por uno los miembros que permanecían chorreando frente a ella para comer toda la evidencia de lo sucedido.

Yo estaba en un punto en el que me volví una bestia, estaba justo detrás de ella la tomé por el cabello, la estiré con fuerza y logré hacer que volteara su carita hacia mí, no se si fue la excitación del
momento pero con mi otra mano, le di una fuerte bofetada para que abriera su boca y así devorara mi verga una vez más para que se tragara todo lo que tenía acumulado para ella.

Le tomó por sorpresa mi reacción y que la tomara por la cabeza con tanta violencia pero pero Roberto la tomó gentilmente por la nunca, dirigió su boca hacia mi pene y comenzó a devorarlo de una manera magistral. Estaba sumergido en la gloria, engullía todo mi tronco como una verdadera experta y lo estábamos gozando los dos, dirigí mi mirada hacia abajo y pude ver como su mirada se clavaba con la mía mientras seguía devorándose mi miembro con mucha habilidad, eso me hizo tocar el cielo, estaba a punto de terminar en su garganta cuando de repente se escuchó el portón eléctrico de la cochera, señal de que mi hermana había llegado después de haber pasado la noche con su novio y unos cuantos amigos de él. Eso cortó el grandioso orgasmo que estaba a punto de tener, rápido nos apresuramos a vestirnos todos para aparentar la mayor normalidad posible y así evitar ser descubiertos.

Mi hermana entró y nos saludó a los 5 pero pareció algo confundida al ver el atuendo de Beatriz y ver qué estaba un tanto exaltada y desaliñada, era obvio lo que estábamos haciendo y mi hermana lo supo de inmediato al ver que estaba rodeada por nosotros, hizo una mueca algo interesante por así decirlo pero no pareció darle mucha importancia, al final no dijo nada y se dispuso a subir a su habitación, conociéndola había tenido una noche igual o más activa que nosotros.

-Quieren un café?- Preguntó Betty, a lo que todos dijimos que si.
Nos dirigimos a la cocina y entre manoseos y charlas cachondas nos bebimos aquel café, pero al correr del tiempo la actitud de Beatriz se tornaba más seria, supongo que aquella bebida le estaba bajando el efecto del alcohol que aún quedaba en ella.

-Vámonos.-Dijo Roberto

-Si vámonos, supongo que Junior va a recibir un trato especial el día de hoy por parte de Betty.- Agregó Luis.

Se levantaron y se dispusieron a marcharse. Mi tío Enrique volteó a verme y me guiñó el ojo en símbolo de ánimo deseándome que me la pasara bien los días que se venía a solas con nuestra Betty, el sabía que me habían dejado todo en bandeja de plata para que yo pudiera darme un festín y siempre se lo voy a agradecer.

Beatriz acompañó a mis tíos hacia la puerta para despedirse de ellos.

Luis extendió su mano izquierda hacia el culo de Betty tomo uno de sus carnosos glúteos y le dijo a forma de orden.

-Haz todo lo que el té pida, igual que lo hacías con nosotros cuando éramos jóvenes.- Ella asintió, puso su mano sobre el paquete de Luis le hizo una pequeña caricia en el miembro y contestó-Lo haré, papi.

Betty espero en la puerta a que se alejara el auto donde viajaban mientras les decía adiós con una gran sonrisa en su rostro, cerró lentamente la puerta de la casa y al fin estuvimos solos en aquella sala. Volteó su mirada hacía mí y yo me emocioné pensando que me diría que siguiéramos en su habitación, pero su sonrisa se convirtió en una cara de angustia total.

-¿Que hicimos?- Nunca debimos haber hecho esto.

-¿Creí que lo estabas disfrutando?-Contesté un tanto sorprendido por el cambio de actitud tan repentino.

El ambiente se puso algo tenso ninguno de los dos sabíamos que hacer, trate de acercarme pero ella se alejó, su rostro mostraba una tímida expresión de confusión, traté de acercarme una vez más pero me volvió a esquivar. Me abalancé sobre ella y la tomé por las nalgas y ella intentó alejarse una vez más, me excité demasiado al sentir cómo intentaba oponer resistencia y continúe manoseándola, pasaba mis manos por su culo, sus piernas y su pelvis hasta llegar a su entrepierna. Pero me dijo que me detuviera, no quería que mi hermana se diera cuenta y me propuso ir a su habitación, la tomé por el brazo y casi la arrastre desesperado para llegar, ya estando ahí la arrojé sobre la cama y me baje el pantalón me posé sobre ella pero seguía resistiéndose, la gire de modo que quedara boca abajo en el colchón para tener más control sobre ella arranqué su cachetero rojo debido a mi desesperación por follármela y comencé a introducir mis dedos en su vagina mientras ella seguía luchando para que parara, me torné un poco más agresivo y ella comenzó a relajarse, supongo que cayó en cuenta en que la única manera de que yo me calmara era dejándome usar su cuerpo a mi antojo para acabar con mi arrebato de calentura, al igual que lo había hecho cuando tenía 15 años y aquel hombre del que me contaron mis tíos la tomó por la fuerza para satisfacerse mientras ella se dirigía a la escuela.

Así comencé a follármela una vez más de una manera deliciosa, ella solo se mantuvo quieta mientras con sus manos se aferraba a las sábanas debido a las intensas embestidas que le daba, hasta ahora que escribo esto caigo en cuenta de que ella no quería que yo le hiciera eso en ese momento, pero era tanta mi excitación que no pude evitar comportarme de esa manera.

Seguí penetrando a Beatriz y cada vez aceleraba más el ritmo de mis movimientos, comencé a mover su cuerpo a mi antojo de toda manera que se puedan imaginar para penetrarla por todos sus huecos, metí mi verga en su boca, en su vagina, incluso entre sus tetas replicando todas las fantasías que había imaginado una y otra vez durante años y ella jamás opuso resistencia, ella solo se quedaba quieta esperando que yo terminara y en el máximo punto de mi excitación la tomé por la cintura, la coloque boca abajo nuevamente y levanté su culo de manera que su torso quedara pegado a la cama, una vez más ella continuó inmóvil mientras yo gozaba de aquella maravillosa vista y de la sensación que sentía al ver cómo su ano recibía mi pene una y otra vez. Estiré mi brazo para alcanzar su cabeza y la tomé por el cabello, ella comenzó a emitir quejidos debido a que la estiraba con fuerza mientras la penetraba con mucha agresividad y sus ojos se tornaron blancos nuevamente eso me hizo explotar, solté su cabello y descargué chorros de leche sobre sus nalgas, ella siguió boca abajo inmóvil sobre la cama cuál si fuera una muñeca que acababa de utilizar para liberar mi placer, me levante y la tomé por las mejillas para que chupara los restos de leche que habían en el, ella comenzó a limpiar mi pene con su boca y sus ojos comenzaron a tornarse cristalinos la dejé ahí tirada en la cama y salí de la habitación, al cerrar la puerta pude escuchar que Betty rompió en llanto, regresé para preguntarle que tenía pero solo me gritó que me fuera que la dejara sola, no tuve otra opción y me retiré de la habitación.

Así transcurrieron algunas horas y mi madre siguió encerrada en la habitación, bajé a la cocina y ahí estaba mi hermana, le pregunté si sabía que tenía Betty tratando de disimular la situación y solo atinó en decir:

-¿Crees que soy tonta Carlos? ¿Crees que no me di cuenta lo que le estaban haciendo?- Me quedé helado de miedo pensando que nos había visto. -Mis tíos siempre se han querido coger a mi mamá y estoy segura de que anoche lo hicieron aprovechando de cómo se pone cuando toma alcohol, y también estoy segura de que tú no hiciste nada para detenerlos.- Me quedé callado.

-Estoy en lo correcto ¿verdad? Estoy segura de que hasta los ayudaste.

-Pero ella quería, mira como se comporta con ellos por eso no hice nada.-Fue lo único que salió de mi boca en ese momento.

-Lo sabía! Sabía que les habías ayudado.

-Ella se la pasa jugando con ellos de una manera muy sexual por eso supuse que quería estar con ellos.

-¿Y eso qué? “juega” con ellos porque ellos la alientan a hacerlo desde que era una adolescente ¿si sabías? mi mamá me cuenta todo y tú sabes que siempre ha tenido bonito cuerpo, incluso desde muy joven, ellos se aprovecharon de eso y de que ella siempre quiso agradarle a sus hermanos por eso hace todo lo que le piden.

-¿Ella te contó todo eso?

-Si! Me cuenta todo- Me contestó un tanto exaltada- ¿sabias que la obligaban a darle sexo oral a sus primos? ¿Sabias que ellos también la hacían pagar del mismo modo en tiendas para tener gratis lo que ellos quisieran? ¿Te imaginas cuantos hombres se aprovechaban de eso para satisfacer sus fantasías? ¿Sabias que la manoseaban en las noches y se masturbaban mientras creían que estaba dormida “y no se daba cuenta”? Ella se dio cuenta de esto porque siempre amanecía llena de semen en la cara o en el cuerpo ¡Pero claro que no lo sabias porque estás muy ocupado viéndonos las nalgas a las dos! Ah! Porque también me contó que la manoseas desde el día de la fiesta de mi papá.

-Ustedes tienen la culpa por ser así de putas, si no se comportaran de esa forma nadie les diría nada.- contesté exaltado- Ese día también me chupaste la verga y yo no te obligué.

-Que a las dos nos guste coger no quiere decir que nos guste que solo nos usen y nos traten como basura, eres igual que ellos, además lo que pasó entre nosotros no volverá a pasar a menos que vea que mi mamá se siente mejor ahora ve y más vale que te disculpes con ella porque gracias a ti ya no sé va a quitar de encima a mis tíos, les diste lo que siempre han querido y ahora van a querer hacer lo mismo conmigo, ve y conténtala dile que todo fue un error y que no volverá a pasar si te perdona puede que yo te de un premio, no me gusta verla así- Fue todo lo que me dijo y yo no pude responder.

Parecerá contradictorio pero sin saberlo ese sermón y regaño de mi hermana fue lo que me abrió la puerta a un interminable mundo de placer que culminó el día que abandoné esa casa.

Salí como perro regañado de la cocina pero con una esperanza de lograr algo con Fátima que era aun mas caliente y complaciente que Betty, me dirigí un tanto dudoso a la habitación de mi madre, toqué y me dijo que pasara.

-¿Podemos hablar?-Le dije un tanto temeroso. Ella asintió con la cabeza y me acerqué hacia ella.

-Pensé que estabas disfrutando tanto como nosotros, me sacó mucho d ronda tu cambio de actitud cuando ellos se fueron pero pensé que era un tipo de juego en el que tú te resistías.-
Ella agachó su cabeza y con un tono un tanto triste me contestó.

-Siempre me pasa lo mismo, siempre se aprovechan de mi cuando salgo de fiesta y me tomó unos cuantos tragos, no hay un solo hombre que me tome enserio, solo me usan como si fuera un objeto sin valor y lo que más me duele es que tu hermana se siente igual, porque pasa por lo mismo que yo, se suponía que tú eras el hombre que más me quiere en esta vida y en que siempre debo confiar y ahora me doy cuenta de que me ves igual que todos, solo como
algo que sirve para darte placer.- Esas palabras que salieron directo del triste pecho de Beatriz despertaron algo en mí, una parte muy obscura de mi conciencia, que no conocía y que sabía que debía usar a mi favor.

Aquí comenzó el juego de manipulación más perverso que se puedan imaginar, sin saberlo Betty me dio las armas que necesitaba para cogérmela a ella y a mi hermana y mi mente lo maquinó todos en cuestión de segundos.

Comencé a tirarle un discurso de que ella era una mujer hermosa, valiosa y digna de respetar y esto comenzó a cambiar su actitud, al darme cuenta de esto seguí diciéndole las mismas cosas que ella quería escuchar, comenzó a acercarse mas a mi y yo continué, endulzando el oído de Betty, cuando menos acordé ella ya se encontraba en la cama riendo de todo lo que le decía mientras yo acariciaba suavemente una de sus carnosas nalgas, en mi mente solo se repetían mis pensamientos enfermos de “eres mía y vas a hacer todo lo que yo diga”, terminé de hablar y le dije que me retiraría a mi habitación, me levanté y cuando crucé la puerta escuché...

-Espera... No te vayas.

Volví mi mirada hacia ella y Beatriz ya se encontraba de rodillas a un lado de la cama, con su mirada me pidió que cerrara la puerta y que me aproximara. Abrió su boca grande mientras sacaba su lengua y no tarde ni un segundo en posarme frente a ella mientras bajaba mi pantalón para sacar mi miembro que ya estaba erecto.
Una vez más la devoradora quería demostrarme su cariño y ahora ya sabía cómo activar esa parte en ella acerqué mi miembro y ella lo recibió ansiosa con su húmeda y ágil lengua, una mirada perversa y unas ganas desesperadas por probar mis fluidos una vez más.

Continuará...

13 comentarios - Mamá y hermana traviesas: Dominando a Beatriz.

jhz906
Jjajaja pero saca fotos para ver cómo las montas a ambas
Onur99
Muy bueno 🙀
oskil01
Excelente relato van ptos!
andrespa0690
El relato se está poniendo muy bueno. Espero con ansias la continuación hermano
Tesla1234
Si tan solo tuviera los puntos t daría los regalos 10/10 mi rey
keniacarbajal05
Eres lo maximo tu relato esta haciendo que tome valor para poder estar con mihijo
3312brendi
Eres fantastico espero subas mas de este relato
Nos has dejado con ganas de mas
Por favor sigue
leloir2010
Que exitante y morboso a la vez. Creo qie te pasaste, una cosa es coger(follar) y otra cosa es por la fuerza. Siempre a la otra persona(tu mama en este caso) hay que tratarla con dulsura y asi logras monton de cosas. Van puntos
MiguelMoranIzagu +1
Por favor sigue con tus relatos de Betty, ya ha pasado mucho tiempo