Hola! Me gustaría contarles de unos de mis primeros ligues en Tinder.
Hablando por Whatsapp una amiga me recomienda la app, diciéndome lo buena que estaba y la gente copada que fue conociendo desde que empezó a usarla. Lo descargué para ver que onda, estaba un poco cansada de los pajeros que me escribían por instagram y quería algo nuevo, más discreto también y que sólo dure una noche a lo sumo.
No tardó mucho la app en arrojarme algunos matchs, seguramente fue la foto que puse de perfil jeje pero la verdad no quería vueltas, como mínimo quería una charla caliente y terminar metiéndome los dedos en mi cama; habían muchos hombres que me escribieron, pero sólo con algunos seguí conversación (tampoco me iba a entregar a cualquiera :)), entre ellos colgué hablando con Daniel, tenía 49 años de edad, pelado y medio panzón, totalmente opuesto al estereotipo de hombre sexi, pero sabía muy bien como utilizar las palabras.
La charla con él se extendió por horas y terminamos con una llamada muy divertida, se mostró transparente y compañero, me encantó su personalidad y quedamos en vernos. Propuso un bar para encontrarnos pero rechace su oferta, para ser sincera me daba algo de vergüenza que alguien conocido me vea. Sin embargo la situación me daba mucho morbo y él se encargaba de convencerme cada vez que me echaba para atrás.
Terminamos en el parque central tomando un helado, era muy divertido y logré confiar un poco más en él, no parecía alguien malo.
En ningún momento se me insinuó o intento algo fuera de lugar, yo creía tener el control de la situación. Me gustaba mucho cuando me hablaba porque me miraba fijamente a los ojos demostrando mucha seguridad en lo que decía.
Me invitó a su casa a tomar un vino espumante. Acepté!
Vivía en un edificio que quedaba muy cerca del lugar donde estábamos, prácticamente en frente. Incluso desde su balcón podía ver el banco donde nos sentamos a charlar.
Me fumo un cigarrillo mientras miraba las luces que iluminaban la ciudad, mientras él servía las copas. Brindamos y continuamos nuestra charla, podía darme cuenta cómo me miraba, sus ojos se perdían en mis piernas y en ocasiones en mi cintura.
Me sentía algo nerviosa pero me gustaba el juego de seducirnos, además el vino me estaba haciendo efecto.
Me senté en el sillón y el hizo lo mismo, muy cerca de mi.
-Queres otra copa?- me dijo, acepte.
Colocó su mano en mi pierna mientras yo tomaba, lo miré fijamente con los labios mojados de vino.
No dije una sola palabra.
Se acerco y empezamos a chapar, me pinchaba con su barba. Su enorme y tibia lengua estaba en toda mi boca y su mano lentamente comenzó a hacerse camino hacia mi bombacha.
Yo tenía medias largas y una falda, así que no le costó demasiado llegar donde quería. Su enorme lengua no me dejaba hablar para bajarle un cambio a la situación, y fue entonces cuando sentí su enormes dedos frotarme toda por encima de mi tanga, mis piernas se abrieron solas, no quería que pare.
Estaba completamente mojada y por momentos sentía como cosquilleos en todo mi cuerpo parecidos a choques de electricidad.
Con mi mano empecé a tocarlo, pero no me dejó.
Me agarro del brazo y me hizo acostar boca abajo encima de él, quedándole mi culo en sus piernas. Como si fuera a darme nalgadas o algo así.
Se tomó lo que le quedaba en la copa, yo boca abajo sin saber lo que iba a pasar.
Levanto mi falda y dejo toda mi cola al descubierto, comenzó a darme chirlos. Yo estaba muy excitada, cada palmada en mi cola me calentaba más! Era muy morbosa la situación, me puse en el papel de una nena mala jaja
Me hizo parar del sillón y el no se movió, quedó en la misma posición, sentado y tomando otra copa de vino.
Yo parada, y sin saber que hacer, no tuve mejor idea que sacarme la tanga por debajo de la falda. La dejé caer y se la dí, estaba toda mojada. Inmediatamente la agarró y se la puso en la nariz oliéndola intensamente.
Me arrodillé sobre la alfombra y comencé a tocarme, él desabrocha su pantalón y saca su pija bien dura. Se hace la paja mientras me mira.
Se pone de pie y se arriba, me dice: - no dejes de tocarte muñeca-. Asi que solo abrí mi boca y deje posara su verga en mi lengua.
Delicadamente baje hacia sus huevos humedeciéndolos con mi saliva, su pija la tenía en toda mi cara. Luego dando pequeños besos subí hasta su glande y con mi lengua me encargue de dejarla muy limpita. Me gustaba su gusto, sabía rico. Lo miraba y me encantaba verlo gozar, él con su copa deja caer el vino en mi boca en pequeños chorros. Su pija latía tan fuerte como mi corazón.
Con mi mano izquierda, toda lubricada en flujos comencé a acariciar mi ano, de a poco lo iba dilatando al meter mis dedos. Quería tener sexo sucio y apasionado, me sentía más puta que nunca.
Me puse de pie y me empezó a chapar otra vez, agarraba mi culo con sus manos y frotaba toda su pija en vientre. Me pone en cuatro sobre el sillón y me hace parar la cola apoyando mi cabeza en los almohadones, yo loca porque metiera toda su verga no paraba de gemir.
Abre mis nalgas y comienza a darme besos en la cola penetrándome con su lengua, mientras me metía los dedos en mi vagina.
Con su pija se frota repetidas veces lubricándosela y comienza a introducirme su glande gordo y rojo, de a poco toda su pija. Da bombazos cada vez más fuertes y me nalguea!
-Siiiii, eso quiero papi- gritaba loca de placer. Doy vuelta mi cabeza para verlo y me volvía loca, me temblaban las piernas. Su enorme panza tocaba mi espalda inferior y el sudor caía sobre mi, me encantaba.
Dejo de cogerme y se sentó todo transpirado en el sillón, me puse de espaldas a el y me sente en su verga apoyándome en sus piernas con mis manos. El me tomaba de la cola y me ayudaba a subir y a bajar constante.
No puedo explicar lo que sentía en ese momento, su pija entraba y salia! Me di vuelta y baje a chuparsela, tragarme todo ese liquido seminal.. quería toda su leche.
Él gemia fuertemente y soltaba cada vez más liquido!
-Acabo nena- grito! Y con su pija descargo todo su semen mi, bañándome toda.
Comencé a reírme y le pedí pasar al baño para limpiarme pero no me dejo, me hizo seguir chupándosela. Toda su pija en mi boca me encantaba, me miraba y me acariciaba la espalda.
Me tomo de la mano y fuimos a un rincón de la terraza arrodillándome en el suelo, me orinó encima.
Era toda una puta y me encantaba.
Nos vimos algunas veces más y hasta el día de hoy surgen algunas visitas.
🙂 Espero les haya gustado, comenten o escribanme si les gustaría otros de mis relatos.
besossssss
Hablando por Whatsapp una amiga me recomienda la app, diciéndome lo buena que estaba y la gente copada que fue conociendo desde que empezó a usarla. Lo descargué para ver que onda, estaba un poco cansada de los pajeros que me escribían por instagram y quería algo nuevo, más discreto también y que sólo dure una noche a lo sumo.
No tardó mucho la app en arrojarme algunos matchs, seguramente fue la foto que puse de perfil jeje pero la verdad no quería vueltas, como mínimo quería una charla caliente y terminar metiéndome los dedos en mi cama; habían muchos hombres que me escribieron, pero sólo con algunos seguí conversación (tampoco me iba a entregar a cualquiera :)), entre ellos colgué hablando con Daniel, tenía 49 años de edad, pelado y medio panzón, totalmente opuesto al estereotipo de hombre sexi, pero sabía muy bien como utilizar las palabras.
La charla con él se extendió por horas y terminamos con una llamada muy divertida, se mostró transparente y compañero, me encantó su personalidad y quedamos en vernos. Propuso un bar para encontrarnos pero rechace su oferta, para ser sincera me daba algo de vergüenza que alguien conocido me vea. Sin embargo la situación me daba mucho morbo y él se encargaba de convencerme cada vez que me echaba para atrás.
Terminamos en el parque central tomando un helado, era muy divertido y logré confiar un poco más en él, no parecía alguien malo.
En ningún momento se me insinuó o intento algo fuera de lugar, yo creía tener el control de la situación. Me gustaba mucho cuando me hablaba porque me miraba fijamente a los ojos demostrando mucha seguridad en lo que decía.
Me invitó a su casa a tomar un vino espumante. Acepté!
Vivía en un edificio que quedaba muy cerca del lugar donde estábamos, prácticamente en frente. Incluso desde su balcón podía ver el banco donde nos sentamos a charlar.
Me fumo un cigarrillo mientras miraba las luces que iluminaban la ciudad, mientras él servía las copas. Brindamos y continuamos nuestra charla, podía darme cuenta cómo me miraba, sus ojos se perdían en mis piernas y en ocasiones en mi cintura.
Me sentía algo nerviosa pero me gustaba el juego de seducirnos, además el vino me estaba haciendo efecto.
Me senté en el sillón y el hizo lo mismo, muy cerca de mi.
-Queres otra copa?- me dijo, acepte.
Colocó su mano en mi pierna mientras yo tomaba, lo miré fijamente con los labios mojados de vino.
No dije una sola palabra.
Se acerco y empezamos a chapar, me pinchaba con su barba. Su enorme y tibia lengua estaba en toda mi boca y su mano lentamente comenzó a hacerse camino hacia mi bombacha.
Yo tenía medias largas y una falda, así que no le costó demasiado llegar donde quería. Su enorme lengua no me dejaba hablar para bajarle un cambio a la situación, y fue entonces cuando sentí su enormes dedos frotarme toda por encima de mi tanga, mis piernas se abrieron solas, no quería que pare.
Estaba completamente mojada y por momentos sentía como cosquilleos en todo mi cuerpo parecidos a choques de electricidad.
Con mi mano empecé a tocarlo, pero no me dejó.
Me agarro del brazo y me hizo acostar boca abajo encima de él, quedándole mi culo en sus piernas. Como si fuera a darme nalgadas o algo así.
Se tomó lo que le quedaba en la copa, yo boca abajo sin saber lo que iba a pasar.
Levanto mi falda y dejo toda mi cola al descubierto, comenzó a darme chirlos. Yo estaba muy excitada, cada palmada en mi cola me calentaba más! Era muy morbosa la situación, me puse en el papel de una nena mala jaja
Me hizo parar del sillón y el no se movió, quedó en la misma posición, sentado y tomando otra copa de vino.
Yo parada, y sin saber que hacer, no tuve mejor idea que sacarme la tanga por debajo de la falda. La dejé caer y se la dí, estaba toda mojada. Inmediatamente la agarró y se la puso en la nariz oliéndola intensamente.
Me arrodillé sobre la alfombra y comencé a tocarme, él desabrocha su pantalón y saca su pija bien dura. Se hace la paja mientras me mira.
Se pone de pie y se arriba, me dice: - no dejes de tocarte muñeca-. Asi que solo abrí mi boca y deje posara su verga en mi lengua.
Delicadamente baje hacia sus huevos humedeciéndolos con mi saliva, su pija la tenía en toda mi cara. Luego dando pequeños besos subí hasta su glande y con mi lengua me encargue de dejarla muy limpita. Me gustaba su gusto, sabía rico. Lo miraba y me encantaba verlo gozar, él con su copa deja caer el vino en mi boca en pequeños chorros. Su pija latía tan fuerte como mi corazón.
Con mi mano izquierda, toda lubricada en flujos comencé a acariciar mi ano, de a poco lo iba dilatando al meter mis dedos. Quería tener sexo sucio y apasionado, me sentía más puta que nunca.
Me puse de pie y me empezó a chapar otra vez, agarraba mi culo con sus manos y frotaba toda su pija en vientre. Me pone en cuatro sobre el sillón y me hace parar la cola apoyando mi cabeza en los almohadones, yo loca porque metiera toda su verga no paraba de gemir.
Abre mis nalgas y comienza a darme besos en la cola penetrándome con su lengua, mientras me metía los dedos en mi vagina.
Con su pija se frota repetidas veces lubricándosela y comienza a introducirme su glande gordo y rojo, de a poco toda su pija. Da bombazos cada vez más fuertes y me nalguea!
-Siiiii, eso quiero papi- gritaba loca de placer. Doy vuelta mi cabeza para verlo y me volvía loca, me temblaban las piernas. Su enorme panza tocaba mi espalda inferior y el sudor caía sobre mi, me encantaba.
Dejo de cogerme y se sentó todo transpirado en el sillón, me puse de espaldas a el y me sente en su verga apoyándome en sus piernas con mis manos. El me tomaba de la cola y me ayudaba a subir y a bajar constante.
No puedo explicar lo que sentía en ese momento, su pija entraba y salia! Me di vuelta y baje a chuparsela, tragarme todo ese liquido seminal.. quería toda su leche.
Él gemia fuertemente y soltaba cada vez más liquido!
-Acabo nena- grito! Y con su pija descargo todo su semen mi, bañándome toda.
Comencé a reírme y le pedí pasar al baño para limpiarme pero no me dejo, me hizo seguir chupándosela. Toda su pija en mi boca me encantaba, me miraba y me acariciaba la espalda.
Me tomo de la mano y fuimos a un rincón de la terraza arrodillándome en el suelo, me orinó encima.
Era toda una puta y me encantaba.
Nos vimos algunas veces más y hasta el día de hoy surgen algunas visitas.
🙂 Espero les haya gustado, comenten o escribanme si les gustaría otros de mis relatos.
besossssss
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