Noelia Marzol cuckold embarazada

El embarazo trajo complicaciones a la familia. Noelia empezó con mareos, con dolores de cabeza, y sobre todo con antojos. Al principio sólo era comida, pero con el tiempo fueron otras cuestiones. 

Es insaciable en la cama, tengo que tomar un Viagra después del segundo orgasmo y mi pija ya no da más. Hasta que decidí plantearle una solución. Vamos a buscar alguien que la coja bien, que la llene y la dejé finalmente satisfecha. Abrimos su Instagram y revisamos toda la sección de mensajes sin responder. Más de mil hombres, alguno debe tenerla grande

Cuando estábamos por rendirnos y contratar un estríper, Noe me mostró la pantalla del celu. Firme como un mástil se sostenía una poronga del tamaño de mi antebrazo, venosa y cabezona. Le respondimos y le explicamos la situación. El pibe nos entendió, dijo que su cuñada estaba igual y habían recurrido a él, así que sabía lo que hacer. Noe estaba re entusiasmada por la idea de hacerme cornudo, le excitaba que la viera cogiendo con otro, pero a mí no me copaba tanto, o eso creía…

El día llegó y nos encontramos en un telo de zona sur. Noe estaba empapada y yo, por alguna razón, estaba al palo. El pibe era alto, flaquito, tenía pinta de "turro" pero una pija tremenda. Enseguida Noe se lanzó como desesperada a chuparsela, mientras yo me sentaba en una silla a verlos. Mi jermu me había dicho que tenía experiencia pero no imaginé que fuera a devorarse esa pija. 

Luego de diez minutos de mamada intensa, la desnudó completamente. Su pancita de embarazada se veía muy sexy y esas tetas que crecían para amamantar estaban jugosas y grandes. La colocó en una pose cómoda y se la dió hasta el fondo. Noe pegó un grito. "Le duele" pensé, pero al instante empezó a gemir como nunca antes lo había hecho, al menos conmigo

La verga del flaco taladraba su conchita mojada y preciosa, esa que tantas veces me había comido, ahora estaba siendo usada por un turro de pija gorda. Casi sin pensar dejé salir mi verga, que ya estaba por explotar, y me la masajee despacio. Noe me miró, extasiada, y me sonrió mientras susurraba moviendo los labios para que la entienda "cornudo". Eso me detonó, mi pija no dió más y acabé en su cara de putona.

Nuestro compañero pareció no inmutarse, nada iba a sacarlo de la concha de Noelia. Mientras mi mujer se relamía la leche que deje en su cara, el flaco me miró riendo. "Cornudo, estoy por acabar. Querés que se la dé adentro o afuera así la limpias"

Mi mente paso por un montón de ideas posibles, pero ya estaba entregada a la fantasía de ser un cornudo. "Afuera" respondí, y el flaco sacó su verga para disparar su carga sobre la panza y tetas de mi mujer. Cuando acabó, me acerque y Noe me miró. "Que esperás, cornudo? Limpia, con la lengua dale". Me agache a su altura y empecé a limpiarla. Mientras el turro se vestía y Noe recuperaba la compostura, yo tomé una decisión que cambiaría mi vida. Soy un cornudo, y mi mujer es una puta, entonces voy a hacer que garche todo el mundo...




Holaa! Mientras mamá transite el Covid, yo me haré cargo de subir los relatos y atender sus pedidos. Para los que no me conocen, me llamo Cali y tengo veinte años.

Espero que lo hayan disfrutado, si tienen sugerencias o pedidos pueden hacerlos por el chat de la página y yo les responderé. Los quiero! Buen finde!

Cali y Mecha 😉