Mi nombre es Jaime, tengo 28 años, estoy casado con Violeta, una bellisima joven de 24 años.
Mi historia comienza hace un año, debido a mi trabajo viajo mucho pero en uno de estos viajes fallo el avión y llamé a mi jefe a la oficina pero no estaba, y como no tenia demasiado trabajo decidí tomarme el día.
Así que me fui a la casa, ya que Violeta me habia enviado un mensaje deseandome buen viaje y diciendome que acaban de llevar nuestra cama de matrimonio, y adjunto una foto de ella en la nueva cama de matrimonio y decidí ir a verlo.
Pero cuando llegue me encontré a mi hermosa prometida a cuatro patas, con mi jefe quien le estaba dando por detras, estrenando nuestra cama, me quede unos segundos mirando inmovil, ella gemía y se retorcía como nunca lo había hecho conmigo, claro que yo nunca la follé así, cuando me vio mi jefe ni se inmuto, simplemente me dijo entre alaridos:
- Hola cabrón.
Yo no podia creer lo estaba viendo, mi entonces novia me miró cuando oyó hablar a mi jefe y no dijo nada solo puso más cara de puta en celo, yo me quede allí como un idiota mirando, pero es que encima se me puso la polla como el hierro tanto que se me notaba con el traje, lo que ambos notaron y se rieron.
Cuando acabaron de follar, Carlos lleno el coñito de Violeta, esta se levanto rumbo al lavabo y al pasar delante de mi que estaba sentado, se agacho y me dio un cachondo beso en la boca metiendome su lengua hasta la campanilla y me dijo con tono burlon:
- Te gusta como sabe la polla de tu jefe, cariño.
Se fue a lavar, yo seguía sin dar crédito a todo lo que me sucedía y el hijo de puta de mi jefe aprovecho para decirme:
- Sabes me encanta tirame a tu novia, llevamos ya bastante tiempo haciendolo, incluso fui yo quien la estreno, desvirgine su delicioso coñito, no sabes la oportunidad que te perdiste por lento, una delicia. Y sabes que, no pensamos dejar de follar, pero si te portas bien sere discreto y no se lo dire a la gente y te ira muy bien en el trabajo de lo contrario todo el mundo sabra que eres un cornudo, incluida tu familia… Es mas dejame te muestro las fotos que me envio tu querida prometida para que viniera a estrenar su cama, que esta bastante comoda por cierto.
Vi las fotografias y eran unas fotografias sumamente cachondas, nada comparadas con la me envio a mi. Las fotografias venian acompañadas de un mensaje que decia “Ya trajeron la cama de matrimonio, ven a estrenarla mientras mi cornudito no esta”. Yo me senti totalmente humillado y degradado, pero por miedo a que todo el mundo se enterara decidi callar.
Pasados los dias la situacion continuo y mi querida prometida y mi jefe ya no tuvieron que ocultar su amorio, Violeta le dio una copia de la llave de la casa y el entraba a mi casa cuando queria, en ocasiones Carlos llegaba a mitad de la noche y Violeta rapidamente me empujaba fuera de la cama, para dejarle el lugar a Carlos y que este la follara toda la noche, ya era el con quien ella compartia la cama, nuestra cama de matrimonio, yo solo podia verlos follar y como el se convertia en el hombre de la casa
Mi historia comienza hace un año, debido a mi trabajo viajo mucho pero en uno de estos viajes fallo el avión y llamé a mi jefe a la oficina pero no estaba, y como no tenia demasiado trabajo decidí tomarme el día.
Así que me fui a la casa, ya que Violeta me habia enviado un mensaje deseandome buen viaje y diciendome que acaban de llevar nuestra cama de matrimonio, y adjunto una foto de ella en la nueva cama de matrimonio y decidí ir a verlo.
Pero cuando llegue me encontré a mi hermosa prometida a cuatro patas, con mi jefe quien le estaba dando por detras, estrenando nuestra cama, me quede unos segundos mirando inmovil, ella gemía y se retorcía como nunca lo había hecho conmigo, claro que yo nunca la follé así, cuando me vio mi jefe ni se inmuto, simplemente me dijo entre alaridos:
- Hola cabrón.
Yo no podia creer lo estaba viendo, mi entonces novia me miró cuando oyó hablar a mi jefe y no dijo nada solo puso más cara de puta en celo, yo me quede allí como un idiota mirando, pero es que encima se me puso la polla como el hierro tanto que se me notaba con el traje, lo que ambos notaron y se rieron.
Cuando acabaron de follar, Carlos lleno el coñito de Violeta, esta se levanto rumbo al lavabo y al pasar delante de mi que estaba sentado, se agacho y me dio un cachondo beso en la boca metiendome su lengua hasta la campanilla y me dijo con tono burlon:
- Te gusta como sabe la polla de tu jefe, cariño.
Se fue a lavar, yo seguía sin dar crédito a todo lo que me sucedía y el hijo de puta de mi jefe aprovecho para decirme:
- Sabes me encanta tirame a tu novia, llevamos ya bastante tiempo haciendolo, incluso fui yo quien la estreno, desvirgine su delicioso coñito, no sabes la oportunidad que te perdiste por lento, una delicia. Y sabes que, no pensamos dejar de follar, pero si te portas bien sere discreto y no se lo dire a la gente y te ira muy bien en el trabajo de lo contrario todo el mundo sabra que eres un cornudo, incluida tu familia… Es mas dejame te muestro las fotos que me envio tu querida prometida para que viniera a estrenar su cama, que esta bastante comoda por cierto.
Vi las fotografias y eran unas fotografias sumamente cachondas, nada comparadas con la me envio a mi. Las fotografias venian acompañadas de un mensaje que decia “Ya trajeron la cama de matrimonio, ven a estrenarla mientras mi cornudito no esta”. Yo me senti totalmente humillado y degradado, pero por miedo a que todo el mundo se enterara decidi callar.
Pasados los dias la situacion continuo y mi querida prometida y mi jefe ya no tuvieron que ocultar su amorio, Violeta le dio una copia de la llave de la casa y el entraba a mi casa cuando queria, en ocasiones Carlos llegaba a mitad de la noche y Violeta rapidamente me empujaba fuera de la cama, para dejarle el lugar a Carlos y que este la follara toda la noche, ya era el con quien ella compartia la cama, nuestra cama de matrimonio, yo solo podia verlos follar y como el se convertia en el hombre de la casa
2 comentarios - Mi jefe hace suya a mi futura esposa
Sólo falto que le dieras tu culito también u así le haces competencia a tu mujercita