Con las restricciones de este año, no podíamos tener el habitual vermú de Nochebuena con los compañeros del gimnasio. Pero eso no evito que Mayte y yo quedáramos para tomar algo. Quedamos en un bar cercano al gimnasio pues el gimnasio cerraba a las 15 y la había tocado trabajar esa mañana. Espere dentro a Mayte para poder coger sitio pues el aforo estaba limitado. Cuando esta entro y se quito el abrigo largo, pude ver que venia con un jersey blanco de punto, una minifalda vaquera oscura, muy cortita y unas medias negras transparentes, haciendo muy sexys sus largas piernas.
Se sentó a mi lado, pues tenía sofá la mesa donde nos colocaron. Nos dimos 2 besos porque no sabíamos si habría algún conocido al estar tan cerca del gimnasio. Lo que no pude evitar durante la comida fue acariciar disimuladamente sus preciosas piernas. Durante toda la comida estuvimos recordando buenos polvos que habíamos tenido durante el año y nos pusimos a mil.
Al acabar la comida, Mayte me dijo de ir al gimnasio a tener nuestra celebración particular, pues tenia las llaves. No lo dude ni un segundo y para allá que nos fuimos. Nada más entrar, la cogí y mientras la besaba, la quite el abrigo. Me quite el mío y la lleve hacia los vestuarios. Allí seguimos besándonos y comencé a meterla mano.
Me senté en un banco y Mayte lo hizo sobre mí, mirándome. Seguimos besándonos y mis manos acariciaron sus piernas. Mayte me quito la camiseta y comenzó a acariciarme el pecho. Le quite su jersey y la camiseta dejándola con un sujetador blanco con encaje. Comencé a acariciarla los pechos y besar las zonas cercanas. Pase mis manos a su espalda y la desabroche y quite el sujetador. Sus pezones estaban bien duritos y la comí los pechos.
Mayte se bajo y se coloco de rodillas en el suelo. Me quito el pantalón y el slip y comenzó a hacerme una mamada. Esta pasaba la lengua bien por toda mi polla empapándola, a la vez que sus labios la besaban, sobre todo el glande.
Mayte me puso un condón y se levantó. Se coloco contra una pared y se subió la falda. Por la transparencia de las medias pude ver un tanga con encaje. Me acerque a ella y me coloque de rodillas. Comencé a besarla el coño tapado, mientras acariciaba sus muslos y culo. Rompí las medias para poder apartar su tanga blanco y comenzar a comerla el coño.
Cuando lo tuvo bien húmedo, me levante. Nos volvimos a besar y levante a Mayte, agarrándola de sus muslazos. Aparte su tanga y metí mi polla en su jugoso coño. Comenzamos a follar y besarnos contra la pared. Cuando esta la quería sentir bien adentro de su coño, me rodeaba con las piernas y apretaba bien. La baje y la gire, colocándola, mirando la pared. Hice mas grande el roto de las medias, volví a apartar el tanga y la follé el culo. Pase mis manos para delante para acariciar sus pechos.
Volvimos al banco, me senté y Mayte lo hizo sobre mí. Volvimos a follar y besarnos. Mis manos acariciaban sus muslos y pechos sin poder parar. Mi pola de vez en cuando iba cambiando de agujero. Mayte se giró y seguí follándola culo y coño, dándome la espalda. La coloque a 4 patas en el banco y me coloque con un pie sobre el banco y otro en el suelo, detrás de ella. Se la metí por el culo y volví a follárselo bien duro.
La volví a levantar y la cogí en vilo nuevamente. La lleve contra las taquillas y volvimos a follar hasta que me dijo que se había corrido. Entonces la baje y se coloco de rodillas. Me quito el condón y me hizo una mamada deliciosa hasta que me corrí en su boca.
Al ver la hora que era, Mayte me dijo que debía de irse, si no quería que su marido sospechara. Nos vestimos, nos limpiamos y tras unos besos bien calientes y largos, salimos del gimnasio yéndonos cada uno a nuestro coche.
Se sentó a mi lado, pues tenía sofá la mesa donde nos colocaron. Nos dimos 2 besos porque no sabíamos si habría algún conocido al estar tan cerca del gimnasio. Lo que no pude evitar durante la comida fue acariciar disimuladamente sus preciosas piernas. Durante toda la comida estuvimos recordando buenos polvos que habíamos tenido durante el año y nos pusimos a mil.
Al acabar la comida, Mayte me dijo de ir al gimnasio a tener nuestra celebración particular, pues tenia las llaves. No lo dude ni un segundo y para allá que nos fuimos. Nada más entrar, la cogí y mientras la besaba, la quite el abrigo. Me quite el mío y la lleve hacia los vestuarios. Allí seguimos besándonos y comencé a meterla mano.
Me senté en un banco y Mayte lo hizo sobre mí, mirándome. Seguimos besándonos y mis manos acariciaron sus piernas. Mayte me quito la camiseta y comenzó a acariciarme el pecho. Le quite su jersey y la camiseta dejándola con un sujetador blanco con encaje. Comencé a acariciarla los pechos y besar las zonas cercanas. Pase mis manos a su espalda y la desabroche y quite el sujetador. Sus pezones estaban bien duritos y la comí los pechos.
Mayte se bajo y se coloco de rodillas en el suelo. Me quito el pantalón y el slip y comenzó a hacerme una mamada. Esta pasaba la lengua bien por toda mi polla empapándola, a la vez que sus labios la besaban, sobre todo el glande.
Mayte me puso un condón y se levantó. Se coloco contra una pared y se subió la falda. Por la transparencia de las medias pude ver un tanga con encaje. Me acerque a ella y me coloque de rodillas. Comencé a besarla el coño tapado, mientras acariciaba sus muslos y culo. Rompí las medias para poder apartar su tanga blanco y comenzar a comerla el coño.
Cuando lo tuvo bien húmedo, me levante. Nos volvimos a besar y levante a Mayte, agarrándola de sus muslazos. Aparte su tanga y metí mi polla en su jugoso coño. Comenzamos a follar y besarnos contra la pared. Cuando esta la quería sentir bien adentro de su coño, me rodeaba con las piernas y apretaba bien. La baje y la gire, colocándola, mirando la pared. Hice mas grande el roto de las medias, volví a apartar el tanga y la follé el culo. Pase mis manos para delante para acariciar sus pechos.
Volvimos al banco, me senté y Mayte lo hizo sobre mí. Volvimos a follar y besarnos. Mis manos acariciaban sus muslos y pechos sin poder parar. Mi pola de vez en cuando iba cambiando de agujero. Mayte se giró y seguí follándola culo y coño, dándome la espalda. La coloque a 4 patas en el banco y me coloque con un pie sobre el banco y otro en el suelo, detrás de ella. Se la metí por el culo y volví a follárselo bien duro.
La volví a levantar y la cogí en vilo nuevamente. La lleve contra las taquillas y volvimos a follar hasta que me dijo que se había corrido. Entonces la baje y se coloco de rodillas. Me quito el condón y me hizo una mamada deliciosa hasta que me corrí en su boca.
Al ver la hora que era, Mayte me dijo que debía de irse, si no quería que su marido sospechara. Nos vestimos, nos limpiamos y tras unos besos bien calientes y largos, salimos del gimnasio yéndonos cada uno a nuestro coche.
0 comentarios - Navidad 20/21: No hay vermut pero si sexo