El jefe de mi mujer es un buen tipo, pero tiene como una obsesión, una cosa inexplicable con ella de que quiere todo el tiempo que le chupe la pija. Y lo logra, claro, por algo es su jefe. Eso me lo dejó claro mi mujer el día que empezó a trabajar con él. “Acostumbrate a que vuelva a casa toda cogida, mi amor, voy a ser su secretaria y parte del trabajo de una buena secretaria es chuparle la pija y dejarse coger por el jefe cuando él lo requiera”. Me pareció muy abusivo y un poco extremo, pero no dije nada: mi mujer no me lo estaba consultando, me lo estaba informando; y por otro lado yo estaba sin trabajo y necesitábamos la plata.
Pero si bien es cierto que me la coge unas tres veces por semana, el jefe es un buen tipo. Y lo digo porque tiene la amabilidad de enviarme siempre fotos de ella chupándole la pija o siendo empalada hasta los huevos, generalmente en el hotel que está a la vuelta de la empresa. No, las chupadas de pija son en la oficina, “como corresponde a una buena secretaria”, según dice mi mujer.
A veces me manda videos, la imagen es más o menos la misma, mi fiel esposa tragando verga, por la boca o por atrás, pero con sonido: “¡Aflojate, putita, aflojate y dilatá más el culito que te la quiero mandar hasta los huevos!”, se escucha la voz firme. Y enseguida mi amorcito: “Sí, señor De las Casas” y el tipo empuja y se manda con la penetración, y veo perfectamente cómo toda la verga avanza y avanza sin parar, escuchando con claridad los esfuerzos de ella y los jadeos de él.
No me gusta que el jefe de mi mujer se la coja. A nadie le gusta. Pero como dije antes, por lo menos es un buen tipo. Y le paga bien.
Pero si bien es cierto que me la coge unas tres veces por semana, el jefe es un buen tipo. Y lo digo porque tiene la amabilidad de enviarme siempre fotos de ella chupándole la pija o siendo empalada hasta los huevos, generalmente en el hotel que está a la vuelta de la empresa. No, las chupadas de pija son en la oficina, “como corresponde a una buena secretaria”, según dice mi mujer.
A veces me manda videos, la imagen es más o menos la misma, mi fiel esposa tragando verga, por la boca o por atrás, pero con sonido: “¡Aflojate, putita, aflojate y dilatá más el culito que te la quiero mandar hasta los huevos!”, se escucha la voz firme. Y enseguida mi amorcito: “Sí, señor De las Casas” y el tipo empuja y se manda con la penetración, y veo perfectamente cómo toda la verga avanza y avanza sin parar, escuchando con claridad los esfuerzos de ella y los jadeos de él.
No me gusta que el jefe de mi mujer se la coja. A nadie le gusta. Pero como dije antes, por lo menos es un buen tipo. Y le paga bien.
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