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La madre de mi amigo

Virginia era una señora de su casa. Vivia desde su casamiento hace ya 20 años en ese barrio y sus hijos se habian criado junto a los de sus vecinas. Lo cierto que ella a sus 45 años era una hembra que despertaba deseos en quien la mirara cuando caminaba por la vereda, cruzaba la calle a la verduleria o la carnicería, o regresaba presurosa de su trabajo. Virginia era de altura mediana, un cuerpo delgado, piel morena. Sus pechos se bamboleaban libres cuando caminaba lo que hacia despertar la imaginación de mas de uno y su culito firme y paradito hacia buen juego con el resto de sus encantos. Llevaba el pelo corto, su cara era agradable y sus labios resaltaban carnosos y húmedos. Pero Virginia siendo una hembra deseable era una señora de su casa. Atendia a su marido y a sus hijos ya adolescentes a punto de entrar en la universidad, cocinaba maravillosamente y agasajaba a los amigos de estos cada vez que se reunian en su casa. Su marido estaba orgulloso de ella y sus hijos también. Sin embargo últimamente Virginia notaba algunos cambios en sus sensaciones, quizás la crisis de los 40 como se suele decir, o lo que fuere estaba permanentemente excitada. Al principio no pudo definir bien de que se trataba pero cuando un tipo por la calle le elogio las tetas y ella se sintió bien por eso, noto que lo que quería era sexo. Después se dio cuenta que los amigos de sus hijos la miraban disimulando el deseo, jóvenes atleticos y excitados seguramente con sus hormonas revueltas. Tal vez ya la habían mirado asi antes pero ahora ella se daba cuenta. En ese contexto por un descuido Virginia quedo embarazada. Fue algo realmente inesperado para toda la familia pero que después del primer impacto fue tomado con alegría. Pasaron los meses y una pancita incipiente denotaba su estado haciéndose publico a todo el barrio. Lo que mas le preocupaba a Virginia era que a pesar de su situacion su estado de excitacion no disminuia y los hombres parecían adivinarlo ya que se tiraban lances cuando iba por la calle que la ponía mas caliente. -Hola. Saludo Virginia a David abriéndole la puerta. -Pasa pero los chicos no están. Si queres esperarlos. David tenia 18 años y siempre le habia parecido el mas lindo de los amigos de sus hijos y ahora a su edad era un chico atractivo fuerte, atlético, alto, una mirada penetrante y una sonrisa simpática. Virginia pensaba en esto cuando se alejo hacia la cocina dejándolo a David en el living. Se pregunto porque. Cuando entro a la cocina se sintió desvanecer y lo llamo. David corrió y la levanto sosteniéndola en sus brazos. La llevo al dormitorio y la ayudo a acostarse. Virginia cerro los ojos y el chico la recorrio con la mirada. Sus piernas expuestas, sus tetas con los pezones marcados en la remera, y sus labios entreabiertos, seductores, provocaron en David una erección . Trato de pensar que era la madre de su amigo, que prácticamente la conocía desde chico y que, sobretodo, estaba embarazada para logra borrar el deseo pero fue inútil. Virginia abrió los ojos y lo vio con su actitud confusa y cuando sus ojos llegaron al bulto que se habia formado en su pantalón, entendio lo que pasaba. -Mamita que lastima que ya te hicieron un hijo. Yo te lo hubier a hecho con ganas. Fue un piropo de los mas inspirados que le habian dicho por la calle. Otros no habían sido tan respetuosos pero todos la ponían caliente. Se le vinieron a la mente mirando a David con esa erección de caballo frente a ella. -Me voy. Dijo el chico nervioso. -No quédate hasta que venga a alguien de mi familia. Le tendio una mano y el la tomo y se acerco. Virginia se durm io y David después de un rato rodeo la cama y se acostó al lado de ella. En esa posición vio como una de sus tetas casi se escapaba de la remera. Su mano se acerco lentamente y se animo a acariciarla. Virginia gimio, se movio y al hacerlo su culo se arrimo a la pelvis del muchacho. Con su pija creciendo apoyada en el culo y su mano en la teta de Virginia la situacion era mas que excitante. David decidio retirarse lentamente pero cuando saco la mano ella se la retuvo. -No. Tócame por favor. Le dijo Y se dio vuelta sosteniéndole la mano y con la otra le tomo la cabeza y sus labios se acercaron. En un segundo las lenguas se encontraron furiosas y el chico amasaba las dos tetas de con vehemencia. Mientras las bocas no se separaban no dejaban de oirse jadeos y sus cuerpos se retorcían frotandose uno con el otro. Se desnudaron sin parar a pensar un minuto y la pija de David se perdió en la boca de la madre de su amigo que la chupaba con ansiedad. Las manos de Virginia recorrían el cuerpo de su joven amante mientras sentía crecer aun mas la verga de el en su boca. Vovieron a juntarse las bocas y después el recorrio con su labios los pechos de ella descendiendo hasta llegar al vientre y ahí recordó el embarazo. Se detuvo un segundo dudando y cuando Virginia se retorcio ansiosa siguio hasta su concha y se la chupo hasta provocarle el primer orgasmo de la tarde. Despues ella se abrió de piernas y la verga de David la penetro profundamente. -No te importa que estas embarazada. Le dijo el sin dejar de cogerla con fuerza.. -Estoy caliente. Necesito un machito como vos David. Cogeme. Se besaron y el bombeo las rápido. Cuando estuvo a pun to de acabar oyo la voz de Virginia. -Podes acabarme adentro. Dame leche que no hay peligro. David se arqueo y se sacudió y su semen exploto adentro de Virginia y ella grito de placer. Minutos después cayeron rendidos y cuando estaban a punto de dormirse sintieron la puerta de entrada. David salio de la habitacion con su ropa y se metio en el baño y ella se tapo con las sabanas. -Mama. Llamo su hijo mayor. -Aquí estoy. Dijo ella tapándose las tetas mientras pensaba en la pija de David. -Que te pasa. Pregunto su hijo entrando en la habitación. -Nada, un mareo. Menos mal que estaba David que me ayudo a acostarme. En ese momento David que se habia vestido en el baño entro en la habitacion. -Hola David. Suerte que estabas vos che para atenderla a mama. Gracias. -De nada

2 comentarios - La madre de mi amigo

TillMarqueze
Un suertudo David. Aunque me hubiera gustado que fuera él quien la embarazara