Por fin pudimos coincidir con la fecha de vacaciones. Hace un tiempo que mí novia y yo queríamos hacer un viaje, aunque sea a la costa para descansar un rato y pasarla bien. Hasta ese momento nos otorgaban las vacaciones en distintos momentos y por ende era complicado concretar el viaje.
Me llamo Lucho, tengo 25 años y mí novia se llama Agustina y tiene 24. Ella es muy linda, siempre roba miradas en todos los lugares a donde va. Es una morocha bajita, con un cuerpo muy equilibrado. Tiene una cola muy parada, es uno de sus atributos más destacables, sus pechos no son grandes pero tampoco son muy pequeños. Son firmes, sus pezones son muy sensibles, de esos que al mínimo contacto se erectan y quedan mirando hacia arriba, siempre dan ganas de chupárselos.Va al gimnasio regularmente y se cuida con las comidas. Por mí parte, también cuido mí cuerpo, voy al gimnasio para estar en forma y también como sano. Estamos de novios hace un año aproximadamente. Tenemos sexo con bastante regularidad, ella no es demasiado activa a la hora de los roles. Si bien hacemos de todo, su rol es bastante pasivo, por lo tanto yo propongo siempre.
Decidimos ir a la playa, solo un fin de semana ya que está todo muy caro y no podíamos costear una semana.
La idea era alquilar un departamento cerca de la playa y una carpa para dejar nuestras cosas cuando estemos allí.
Conseguimos un departamento chiquito a media cuadra de la playa. Era bastante básico, estaba casi todo en un solo ambiente, tenía una habitación pequeña y al lado el baño. Como no había demasiada gente también conseguimos una carpa cerca.
Ni bien llegamos, dejamos las cosas y nos fuimos a la playa para aprovechar el tiempo. Era casi mediodía, después de tantas horas de viaje me había dado hambre, a ella también. Agus se quedó en la carpa y yo me fui a buscar comida. Cuando estaba regresando, ella me vió que venía cargado y rápidamente vino a ayudarme. En ese trayecto, pasó por su lado un senegalés, bastante alto, con los músculos marcados. Noté cómo se miraron cuando pasaron cerca. El negro, descaradamente se dió vuelta para mirarle la cola después de que se cruzaron. Ella siguió caminando hacia mí.
Llegamos a la carpa, comimos y luego nos fuimos al mar un rato para refrescarnos un poco.
Estaba un poco fuerte el sol, así que regresamos a la carpa.
Cuando estábamos en el agua, había visto una chica bastante linda que estaba cerca..(con Agus tenemos un acuerdo de pareja que consiste en que ambos podemos coquetear con otras personas, pero sin llegar a tener sexo, a lo sumo unos besos).
Le dije a ella que ya volvía y salí en búsqueda de la chica. Ella se iba a quedar un rato más allí y luego se iba al agua de nuevo.
Me encontré con la chica y me puse a charlar un rato, sólo unos minutos ya que ella no estaba demasiado interesada. Finalmente volví a la carpa y ahí estaba él, el senegalés queriendo venderle una cadena a Agus. Desde lejos veía cómo le ayudaba a ponerse las cadenas y ella le coqueteaba. Lentamente me fui acercando y ella me vió, se sacó la cadena y le dijo que no tenía dinero. Él hizo un gesto para decir que se la regalaba, Agus le agradeció con una gran sonrisa y el negro se retiró.
Ella se la volvió a poner y se quedó mirando mientras él se alejaba de la carpa.
Agus me dijo que se quedó hablando con "Malak" y que no había ido al agua aún, así que nos dirigimos hasta allí.
Luego de estar en el agua un tiempo considerable, nos quedamos en la arena tomando sol, aunque no teníamos a mano el protector solar.
De inmediato me fui a buscarlo a la carpa. Tardé un poco en volver porque me quedé hablando con otra chica que, afortunadamente, me dió su número.
Después de que se fue, miré hacia la playa para ver si estaba Agus ahí, pero no la vi. Me acerqué un poco, miré hacia el agua para ver si se había metido de nuevo y la encontré, estaba en lo profundo nadando. Me acerqué un poco más y pude ver que a su lado estaba Malak, que de a poco se pegaba más y más a ella. Sólo se veían sus cabezas, estaban bastante adentro del mar. Él se pegó detrás de Agus y le besaba el cuello. Ella agarró la cabeza de Malak, dobló la suya y se dieron un beso de lengua muy intenso. Yo, atónito miraba desde la orilla, nunca la había visto con otro hombre, pero todo era consensuado.
Lentamente comenzó a bajar la marea y pude ver cómo él acariciaba sus pechos mientras seguían besándose.
Me estaba excitando de verla en esa situación. Estaba entregada, muy sexy y muy despreocupada.
Me volví hacia la carpa y me quedé esperándola.
A los veinte minutos volvió a la carpa. Yo me hice el desentendido y le dije que no la había encontrado. Ella me contestó que se quedó en el agua, que estaba rica.
A través de su traje de baño notaba cuán erguidos estaban sus pezones, ella me observó y me dijo que estaba con frío después de salir del agua.
Era tarde ya, así que levantamos las cosas y nos fuimos al departamento.
Cuando llegamos, la agarré del cuello y la besé con mucha pasión y la recosté en la cama. En dos movimientos le saqué el traje de baño y comencé a chuparle los senos, que aún estaban muy erguidos. Debo decir que ella estaba muy excitada también, así que rápidamente me sacó todo y comenzó a chuparme el pene con mucha energía. Después, se puso en cuatro y me pidió que la penetrara de inmediato. Yo estaba sorprendido de la iniciativa que estaba teniendo. Le hice caso, la agarré de la cintura y se la metí de una vez. Gemía con fuerza mientras yo la embestía sin perder el ritmo. Intensionalmente la levanté apenas para agarrarle las tetas y comencé a besarle el cuello. En ese momento sabía qué estaba pensando ella y resultó. Empezó a gritar como nunca, hacía sonidos que nunca había escuchado en ella y finalmente tuvo un orgasmo bestial. Respiraba muy agitada, yo bajé el ritmo pero seguía moviéndome. Me extrañó no haber acabado yo, al verla comportarse de esa manera. Ella estaba muy caliente, se recostó boca arriba, me pidió que siga cogiéndola y yo obedecí. Volví a metérsela y lentamente fui acelerando. Llegué a un ritmo constante, ella estaba un poco más calmada, ya se había desahogado un poco, empecé a recordar la escena del mar y en unos cuantos segundos más sentí que estaba por llegar, así que le saqué el pene y largué un chorro enorme de semen sobre su pecho. Caí rendido a su lado y nos quedamos abrazados. Ella aún respirando fuerte, sostenia la mirada en un punto fijo y en silencio jugaba con el semen de su pecho.
Se había hecho tarde ya, así que comimos algo liviano y nos fuimos a dormir.
Al otro día ella se levantó con la idea de desayunar churros y me dijo que iba a comprar.
Cuando salió, me puse a preparar café mientras la esperaba, de paso le escribí a la chica de la playa para ver si pasaba algo. Me dijo que recién iba a ir por la tarde a la playa, que ahí nos veríamos.
Se estaba haciendo tarde y no venía, decidí ir hacia la carpa para dejar las cosas e ir a buscar a Agus.
Cuando llegué, veo que estaba el toldo abajo y cuando corro la cortina, estaba ella con Malak besándose. Ambos parados, él con el torso desnudo y ella con su traje de baño, el más diminuto.
No se despegaron en ningún momento, ella le agarraba los brazos, la espalda, bajaba hacia sus nalgas y él estaba pegado a ella, le apretaba las nalgas, subía hacia su espalda, se separó apenas y pasó sus manos por las tetas. Entre beso y beso se escuchaba cómo Agus gemía suavemente, hasta que Malak, bajó su mano hacia la entrepierna y por un costadito de la diminuta tanga metió sus dedos. Ella reaccionó como si le hubieran tirado un balde de agua helada e inmediatamente le sacó la mano diciéndole que no.
Yo me alejé rápidamente de allí y unos minutos después me mandó un mensaje diciendo que no había conseguido churros, yo le contesté que no había problema, que la esperaba para almorzar en el departamento. Yo estaba que explotaba también, debo confesar. En diez minutos más o menos llegó ella, bastante desalineada, tenía los pezones duros y no era por el frío, no se había metido al agua y hacía calor. No le dije nada al respecto y ella tampoco. Estaba incómodamente excitada, se le notaba en la cara y en su respiración. Era insostenible. No pudo aguantar y me propuso que, antes de comer quería "tomar la leche" e inmediatamente se agachó bajándome el traje de baño y me comenzó a chupar la verga desesperadamente. Yo la levanté y la llevé a la cama. Allí le saqué la tanga, hicimos 69, ella estaba arriba mío, yo comencé a chuparle la vagina toda empapada. -"Qué mojada que estás, mí amor"- le dije provocándola. Ella contestó -"si, es que me desperté con ganas, pero estabas dormido"-. Sabiendo lo que había pasado en la carpa, le metí un dedo en la vagina mientras seguía lamiendo su clítoris. Poco a poco comenzó a temblar y a frotar su vagina en mí boca. Empezó a gemir más y más fuerte mientras me masturbaba con fuerza hasta que largó un grito fuerte y se quedó quieta. Cuando se recuperó y me preguntó si me faltaba mucho, decía que quería tomar la leche ahora. En unos cuantos segundos más le dije vulgarmente -"aquí tenés la leche", ella me agarró fuerte los testículos y comenzó a tragar todo el semen que yo iba largando. Nos quedamos tirados un rato hasta que me dijo que tenía hambre, así que nos levantamos y comimos.
Antes de volver a la playa, ella se fue a duchar. Se llevó con ella la tanga para lavarla ya que estaba llena de fluidos.
Salió de la ducha y fuimos a la carpa.
Yo había quedado en encontrarme con la otra chica, así que le dije a Agus que tal vez iba al gimnasio un rato.
Me encontré con esta chica y nos quedamos tomando cerveza mientras charlábamos. Empezó a haber buena onda, por ahí pasaba algo más. Decidí regresar a la carpa y ví que Agus estaba en el agua, obviamente estaba con el senegalés.
En ese momento no me importó demasiado, quería volver al departamento para buscar condones, por las dudas.
Una vez allí, escucho que se abre la puerta de repente e instintivamente me meto al baño. A continuación abro apenas la puerta y veo a mí novia y a Malak besándose, ardiendo de calentura. Él le saca la parte de arriba del traje e inmediatamente comienza a chupar los pezones duros de Agus. Ella por su parte, empieza a frotar el bulto del negro con desesperación. De a poco comienza a bajar lamiendo los pectorales, el abdomen y, una vez arrodillada, desviste el miembro duro e imponente de Malak. Agus larga una pequeña risa y sin mediar palabra se lo mete en la boca. Obviamente le entraba la mitad, por lo cuál, se lo sacaba para lamer lo que faltaba y luego retornaba al glande. Lo hizo varias veces. A continuación, él la levantó, le bajó la tanga y la recostó en la cama para chuparle la vagina. El negro le dió dos lamidas y ella le dijo -"no no, metemela ya, que no aguanto más". Él obedeció, se puso arriba de ella y comenzó a metérsela de a poco. Avanzaba un poco y retrocedía, lo hizo repetidas veces, mientras Agus, respiraba cada vez más fuerte a medida que la verga le entraba más y más profundo. Lentamente el pene comenzó a desaparecer dentro de mí novia, hasta que llegó al fondo. Aún quedaban unos centímetros de verga afuera, de ahí comenzó a moverse suavemente. El negro se acercó a su cuello y lo empezó a besar. Ella empezó a gemir, cada vez más fuerte y de repente exclamó que estaba por acabar, él aceleró un poco más y Agustina ya pegaba alaridos y le arañaba la espalda de Malak. Era tan grande el orgasmo que estaba por tener, que empezó a retorcerse y temblar hasta que le pidió que para un momento. Lo abrazó fuertemente con los ojos blanqueados y apenas podía respirar.
Se detuvieron un rato, él le sacó el pene y automáticamente ella comenzó a chupárselo. Agus le decía entre risas -"está más dura ahora, qué lindo". Estaba como drogada, con sus ojos entreabiertos, nunca la había visto así.
Luego Agus se subió arriba de él y suavemente dirigió el pene hasta su vagina. Aún temblando, comenzó a metérselo lentamente. Cuando llegó al tope, le empezó a acariciar los testículos y se movía con tranquilidad. Él aprovechaba para acariciarle las tetas mientras ella subía y bajaba por ese interminable falo negro. Cuando ella se lo metía todo, se podía escuchar cómo chapoteaban los fluidos en su interior. Después de un rato largo así, ella se empezó a mover más bruscamente mientras el negro la incentivaba dándole nalgadas. Se lo metía y saca gritando sin escrúpulos, estaba claro que anunciaba otro orgasmo fuerte, hasta que finalmente llegó. Se detuvo con toda la verga adentro con su pubis temblorosa y mordiendose los labios. A continuación, se puso en cuatro y le pidió que se la meta fuerte y que la acabe toda. Y así fue, Malak la agarró de la cintura y se la enterró violentamente. Comenzó a moverse fuerte mientras le agarraba los pechos. Ella gritaba muy fuerte indicando que siga así, mientras chocaba su cola con la pubis del senegalés. Él se puso como loco y comenzó a nalguearla fuerte mientras subía aún más la intensidad. Agus gritaba y gritaba y el negro la agarró de la cadena que le había regalado y la ahorcaba, yo me empecé a preocupar un poco, pero ella no se resistía, al contrario, parecía que la excitaba aún más. Fue un momento muy intenso hasta que ella avisó que no aguantaba más y al parece él tampoco, ya que empezó a gritar fuerte también y se la metió hasta el fondo con tanta fuerza que le rompió la cadena. Ella, con todo el cuello marcado temblaba exausta, aún con el pene Malak adentro, que seguía descargando semen en su interior.
Sólo estuvieron un ratito en la cama reponiéndose. Agus le dijo que tenía que irse. Así desnuda, lo acompañó hasta la puerta, se despidieron con un beso largo. Malak se retiró no sin antes darle una nalgada y ella volvió a la habitación. Se tiró a la cama y se quedó suspirando agotada.
Era de noche, se levantó y se metió al baño, donde me encontró. No sabíamos qué decir.
Estaba todo claro en realidad, desde el día que se cruzaron sus miradas era inminente que iban a coger, aunque no la hayamos pautado.
Me llamo Lucho, tengo 25 años y mí novia se llama Agustina y tiene 24. Ella es muy linda, siempre roba miradas en todos los lugares a donde va. Es una morocha bajita, con un cuerpo muy equilibrado. Tiene una cola muy parada, es uno de sus atributos más destacables, sus pechos no son grandes pero tampoco son muy pequeños. Son firmes, sus pezones son muy sensibles, de esos que al mínimo contacto se erectan y quedan mirando hacia arriba, siempre dan ganas de chupárselos.Va al gimnasio regularmente y se cuida con las comidas. Por mí parte, también cuido mí cuerpo, voy al gimnasio para estar en forma y también como sano. Estamos de novios hace un año aproximadamente. Tenemos sexo con bastante regularidad, ella no es demasiado activa a la hora de los roles. Si bien hacemos de todo, su rol es bastante pasivo, por lo tanto yo propongo siempre.
Decidimos ir a la playa, solo un fin de semana ya que está todo muy caro y no podíamos costear una semana.
La idea era alquilar un departamento cerca de la playa y una carpa para dejar nuestras cosas cuando estemos allí.
Conseguimos un departamento chiquito a media cuadra de la playa. Era bastante básico, estaba casi todo en un solo ambiente, tenía una habitación pequeña y al lado el baño. Como no había demasiada gente también conseguimos una carpa cerca.
Ni bien llegamos, dejamos las cosas y nos fuimos a la playa para aprovechar el tiempo. Era casi mediodía, después de tantas horas de viaje me había dado hambre, a ella también. Agus se quedó en la carpa y yo me fui a buscar comida. Cuando estaba regresando, ella me vió que venía cargado y rápidamente vino a ayudarme. En ese trayecto, pasó por su lado un senegalés, bastante alto, con los músculos marcados. Noté cómo se miraron cuando pasaron cerca. El negro, descaradamente se dió vuelta para mirarle la cola después de que se cruzaron. Ella siguió caminando hacia mí.
Llegamos a la carpa, comimos y luego nos fuimos al mar un rato para refrescarnos un poco.
Estaba un poco fuerte el sol, así que regresamos a la carpa.
Cuando estábamos en el agua, había visto una chica bastante linda que estaba cerca..(con Agus tenemos un acuerdo de pareja que consiste en que ambos podemos coquetear con otras personas, pero sin llegar a tener sexo, a lo sumo unos besos).
Le dije a ella que ya volvía y salí en búsqueda de la chica. Ella se iba a quedar un rato más allí y luego se iba al agua de nuevo.
Me encontré con la chica y me puse a charlar un rato, sólo unos minutos ya que ella no estaba demasiado interesada. Finalmente volví a la carpa y ahí estaba él, el senegalés queriendo venderle una cadena a Agus. Desde lejos veía cómo le ayudaba a ponerse las cadenas y ella le coqueteaba. Lentamente me fui acercando y ella me vió, se sacó la cadena y le dijo que no tenía dinero. Él hizo un gesto para decir que se la regalaba, Agus le agradeció con una gran sonrisa y el negro se retiró.
Ella se la volvió a poner y se quedó mirando mientras él se alejaba de la carpa.
Agus me dijo que se quedó hablando con "Malak" y que no había ido al agua aún, así que nos dirigimos hasta allí.
Luego de estar en el agua un tiempo considerable, nos quedamos en la arena tomando sol, aunque no teníamos a mano el protector solar.
De inmediato me fui a buscarlo a la carpa. Tardé un poco en volver porque me quedé hablando con otra chica que, afortunadamente, me dió su número.
Después de que se fue, miré hacia la playa para ver si estaba Agus ahí, pero no la vi. Me acerqué un poco, miré hacia el agua para ver si se había metido de nuevo y la encontré, estaba en lo profundo nadando. Me acerqué un poco más y pude ver que a su lado estaba Malak, que de a poco se pegaba más y más a ella. Sólo se veían sus cabezas, estaban bastante adentro del mar. Él se pegó detrás de Agus y le besaba el cuello. Ella agarró la cabeza de Malak, dobló la suya y se dieron un beso de lengua muy intenso. Yo, atónito miraba desde la orilla, nunca la había visto con otro hombre, pero todo era consensuado.
Lentamente comenzó a bajar la marea y pude ver cómo él acariciaba sus pechos mientras seguían besándose.
Me estaba excitando de verla en esa situación. Estaba entregada, muy sexy y muy despreocupada.
Me volví hacia la carpa y me quedé esperándola.
A los veinte minutos volvió a la carpa. Yo me hice el desentendido y le dije que no la había encontrado. Ella me contestó que se quedó en el agua, que estaba rica.
A través de su traje de baño notaba cuán erguidos estaban sus pezones, ella me observó y me dijo que estaba con frío después de salir del agua.
Era tarde ya, así que levantamos las cosas y nos fuimos al departamento.
Cuando llegamos, la agarré del cuello y la besé con mucha pasión y la recosté en la cama. En dos movimientos le saqué el traje de baño y comencé a chuparle los senos, que aún estaban muy erguidos. Debo decir que ella estaba muy excitada también, así que rápidamente me sacó todo y comenzó a chuparme el pene con mucha energía. Después, se puso en cuatro y me pidió que la penetrara de inmediato. Yo estaba sorprendido de la iniciativa que estaba teniendo. Le hice caso, la agarré de la cintura y se la metí de una vez. Gemía con fuerza mientras yo la embestía sin perder el ritmo. Intensionalmente la levanté apenas para agarrarle las tetas y comencé a besarle el cuello. En ese momento sabía qué estaba pensando ella y resultó. Empezó a gritar como nunca, hacía sonidos que nunca había escuchado en ella y finalmente tuvo un orgasmo bestial. Respiraba muy agitada, yo bajé el ritmo pero seguía moviéndome. Me extrañó no haber acabado yo, al verla comportarse de esa manera. Ella estaba muy caliente, se recostó boca arriba, me pidió que siga cogiéndola y yo obedecí. Volví a metérsela y lentamente fui acelerando. Llegué a un ritmo constante, ella estaba un poco más calmada, ya se había desahogado un poco, empecé a recordar la escena del mar y en unos cuantos segundos más sentí que estaba por llegar, así que le saqué el pene y largué un chorro enorme de semen sobre su pecho. Caí rendido a su lado y nos quedamos abrazados. Ella aún respirando fuerte, sostenia la mirada en un punto fijo y en silencio jugaba con el semen de su pecho.
Se había hecho tarde ya, así que comimos algo liviano y nos fuimos a dormir.
Al otro día ella se levantó con la idea de desayunar churros y me dijo que iba a comprar.
Cuando salió, me puse a preparar café mientras la esperaba, de paso le escribí a la chica de la playa para ver si pasaba algo. Me dijo que recién iba a ir por la tarde a la playa, que ahí nos veríamos.
Se estaba haciendo tarde y no venía, decidí ir hacia la carpa para dejar las cosas e ir a buscar a Agus.
Cuando llegué, veo que estaba el toldo abajo y cuando corro la cortina, estaba ella con Malak besándose. Ambos parados, él con el torso desnudo y ella con su traje de baño, el más diminuto.
No se despegaron en ningún momento, ella le agarraba los brazos, la espalda, bajaba hacia sus nalgas y él estaba pegado a ella, le apretaba las nalgas, subía hacia su espalda, se separó apenas y pasó sus manos por las tetas. Entre beso y beso se escuchaba cómo Agus gemía suavemente, hasta que Malak, bajó su mano hacia la entrepierna y por un costadito de la diminuta tanga metió sus dedos. Ella reaccionó como si le hubieran tirado un balde de agua helada e inmediatamente le sacó la mano diciéndole que no.
Yo me alejé rápidamente de allí y unos minutos después me mandó un mensaje diciendo que no había conseguido churros, yo le contesté que no había problema, que la esperaba para almorzar en el departamento. Yo estaba que explotaba también, debo confesar. En diez minutos más o menos llegó ella, bastante desalineada, tenía los pezones duros y no era por el frío, no se había metido al agua y hacía calor. No le dije nada al respecto y ella tampoco. Estaba incómodamente excitada, se le notaba en la cara y en su respiración. Era insostenible. No pudo aguantar y me propuso que, antes de comer quería "tomar la leche" e inmediatamente se agachó bajándome el traje de baño y me comenzó a chupar la verga desesperadamente. Yo la levanté y la llevé a la cama. Allí le saqué la tanga, hicimos 69, ella estaba arriba mío, yo comencé a chuparle la vagina toda empapada. -"Qué mojada que estás, mí amor"- le dije provocándola. Ella contestó -"si, es que me desperté con ganas, pero estabas dormido"-. Sabiendo lo que había pasado en la carpa, le metí un dedo en la vagina mientras seguía lamiendo su clítoris. Poco a poco comenzó a temblar y a frotar su vagina en mí boca. Empezó a gemir más y más fuerte mientras me masturbaba con fuerza hasta que largó un grito fuerte y se quedó quieta. Cuando se recuperó y me preguntó si me faltaba mucho, decía que quería tomar la leche ahora. En unos cuantos segundos más le dije vulgarmente -"aquí tenés la leche", ella me agarró fuerte los testículos y comenzó a tragar todo el semen que yo iba largando. Nos quedamos tirados un rato hasta que me dijo que tenía hambre, así que nos levantamos y comimos.
Antes de volver a la playa, ella se fue a duchar. Se llevó con ella la tanga para lavarla ya que estaba llena de fluidos.
Salió de la ducha y fuimos a la carpa.
Yo había quedado en encontrarme con la otra chica, así que le dije a Agus que tal vez iba al gimnasio un rato.
Me encontré con esta chica y nos quedamos tomando cerveza mientras charlábamos. Empezó a haber buena onda, por ahí pasaba algo más. Decidí regresar a la carpa y ví que Agus estaba en el agua, obviamente estaba con el senegalés.
En ese momento no me importó demasiado, quería volver al departamento para buscar condones, por las dudas.
Una vez allí, escucho que se abre la puerta de repente e instintivamente me meto al baño. A continuación abro apenas la puerta y veo a mí novia y a Malak besándose, ardiendo de calentura. Él le saca la parte de arriba del traje e inmediatamente comienza a chupar los pezones duros de Agus. Ella por su parte, empieza a frotar el bulto del negro con desesperación. De a poco comienza a bajar lamiendo los pectorales, el abdomen y, una vez arrodillada, desviste el miembro duro e imponente de Malak. Agus larga una pequeña risa y sin mediar palabra se lo mete en la boca. Obviamente le entraba la mitad, por lo cuál, se lo sacaba para lamer lo que faltaba y luego retornaba al glande. Lo hizo varias veces. A continuación, él la levantó, le bajó la tanga y la recostó en la cama para chuparle la vagina. El negro le dió dos lamidas y ella le dijo -"no no, metemela ya, que no aguanto más". Él obedeció, se puso arriba de ella y comenzó a metérsela de a poco. Avanzaba un poco y retrocedía, lo hizo repetidas veces, mientras Agus, respiraba cada vez más fuerte a medida que la verga le entraba más y más profundo. Lentamente el pene comenzó a desaparecer dentro de mí novia, hasta que llegó al fondo. Aún quedaban unos centímetros de verga afuera, de ahí comenzó a moverse suavemente. El negro se acercó a su cuello y lo empezó a besar. Ella empezó a gemir, cada vez más fuerte y de repente exclamó que estaba por acabar, él aceleró un poco más y Agustina ya pegaba alaridos y le arañaba la espalda de Malak. Era tan grande el orgasmo que estaba por tener, que empezó a retorcerse y temblar hasta que le pidió que para un momento. Lo abrazó fuertemente con los ojos blanqueados y apenas podía respirar.
Se detuvieron un rato, él le sacó el pene y automáticamente ella comenzó a chupárselo. Agus le decía entre risas -"está más dura ahora, qué lindo". Estaba como drogada, con sus ojos entreabiertos, nunca la había visto así.
Luego Agus se subió arriba de él y suavemente dirigió el pene hasta su vagina. Aún temblando, comenzó a metérselo lentamente. Cuando llegó al tope, le empezó a acariciar los testículos y se movía con tranquilidad. Él aprovechaba para acariciarle las tetas mientras ella subía y bajaba por ese interminable falo negro. Cuando ella se lo metía todo, se podía escuchar cómo chapoteaban los fluidos en su interior. Después de un rato largo así, ella se empezó a mover más bruscamente mientras el negro la incentivaba dándole nalgadas. Se lo metía y saca gritando sin escrúpulos, estaba claro que anunciaba otro orgasmo fuerte, hasta que finalmente llegó. Se detuvo con toda la verga adentro con su pubis temblorosa y mordiendose los labios. A continuación, se puso en cuatro y le pidió que se la meta fuerte y que la acabe toda. Y así fue, Malak la agarró de la cintura y se la enterró violentamente. Comenzó a moverse fuerte mientras le agarraba los pechos. Ella gritaba muy fuerte indicando que siga así, mientras chocaba su cola con la pubis del senegalés. Él se puso como loco y comenzó a nalguearla fuerte mientras subía aún más la intensidad. Agus gritaba y gritaba y el negro la agarró de la cadena que le había regalado y la ahorcaba, yo me empecé a preocupar un poco, pero ella no se resistía, al contrario, parecía que la excitaba aún más. Fue un momento muy intenso hasta que ella avisó que no aguantaba más y al parece él tampoco, ya que empezó a gritar fuerte también y se la metió hasta el fondo con tanta fuerza que le rompió la cadena. Ella, con todo el cuello marcado temblaba exausta, aún con el pene Malak adentro, que seguía descargando semen en su interior.
Sólo estuvieron un ratito en la cama reponiéndose. Agus le dijo que tenía que irse. Así desnuda, lo acompañó hasta la puerta, se despidieron con un beso largo. Malak se retiró no sin antes darle una nalgada y ella volvió a la habitación. Se tiró a la cama y se quedó suspirando agotada.
Era de noche, se levantó y se metió al baño, donde me encontró. No sabíamos qué decir.
Estaba todo claro en realidad, desde el día que se cruzaron sus miradas era inminente que iban a coger, aunque no la hayamos pautado.
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