Hoy les vengo a contar una serie de relatos que me sucedieron con una diosa trans.
Un día que andaba con muchas ganas, me metí a ver anuncios a mileroticos. Siempre me da mucho morbo meterme a ver los anuncios de las diosas que ahí se anuncian. Ver sus atributos, sus pechos, sus trozos enormes o sus culos perfectos. Es muy estimulante ver los anuncios.
Esa ocasión me topé con el anuncio de Melissa. Morena de fuego, 1.75 altura y muy flaquita. A mí en lo personal las trans flacas me matan. Son mi debilidad. Su anuncio me envolvió y me convenció.
La llamé para acordar una cita, me contestó muy amable y acordamos precio, lugar.
Me instalé en un motel sobre la salida de la ciudad y le mandé mi ubicación. Llegó a los 20 minutos.
Era aún más hermosa en persona.
Cuándo tocó mi puerta le dije que pasara, entró tímidamente y dejó su bolso en el tocador.
Vestía un vestido azúl muy corto, se le veía el inicio de su hermoso culito, medias de red negras y tacones altos. Un maquillaje algo cargado pero lucía como una diosa. Quedé atónito.
Se acercó a mí y se presentó. Me dijo su nombre y después de esto me empezó a besar muy tiernamente. Nos acostamos y empecé a acariciar su hermoso culito de flaquita. Me sacó la ropa y ella se quitó el vestido.
Empezó a bajar hacia mi verga dura y comenzó a mamar con muchas ganas, yo la tomaba de la cabeza y la empujaba contra mí.
Así estuvo un rato hasta que me preguntó que quería hacer y le dije que se la quería chupar.
Se acostó al centro de la cama y me acerqué rápidamente a su bulto. Se veía una gran verga dura debajo de esa tanguita negra. La olí y pasé mi lengua sobre ese trozo grande y palpitante. Bajé la tanga y salió una hermosa verga grande y jugosa. La comí como sino hubiera mañana, jugaba con sus testículos, los besada, lamía y chupaba. Fue delicioso. Después de un rato le pedí me la metiera.
Me puse boca abajo y ella empezó a recorrer mi cuerpo con su reata bien dura, la pasaba por mi espalda, mi culo, mi cara. Se puso un condón y nada más sentí como separó mis nalgas y dejó caer una gran cantidad de saliva sobre mi culito. Después de eso empecé a sentir como metía ese animal en mí.
Empezó suave mientras la metía toda hasta el fondo, le mide 20 cm, era la verga más grande que me habían metido. Después de que me sometió, empezó a bombearme como animal salvaje. Se posó sobre mi espalda, me amagó de los brazos y me decía cosas sucias al oído.
Yo estaba en trance de placer. Al final me dijo al oído que estaba por acabar y terminó con un gran grito mientras acababa dentro de mí (con condón), seguido de esto se quedó acostaba encima de mí, ambos empapados de sudor.
Me sacó ese enorme trozo y se acostó un rato a lado mío. Me preguntó sí yo había terminado y le dije que no. Se puso a darme una deliciosa mamada hasta que eyaculé en su boca.
Platicamos hasta que se acabó el tiempo del cuarto y la invité a tomar una copa, ella aceptó y fuimos a un bar de ambiente. Nos tomamos una copa y me dijo que ya se quería ir a casa. La llevé y me dijo que estaría en contacto, que le había gustado mi culito. Le dije que sin problemas y me fuí a casa.
Está es la primera de cuatro veces que estuve con Melissa.
Un día que andaba con muchas ganas, me metí a ver anuncios a mileroticos. Siempre me da mucho morbo meterme a ver los anuncios de las diosas que ahí se anuncian. Ver sus atributos, sus pechos, sus trozos enormes o sus culos perfectos. Es muy estimulante ver los anuncios.
Esa ocasión me topé con el anuncio de Melissa. Morena de fuego, 1.75 altura y muy flaquita. A mí en lo personal las trans flacas me matan. Son mi debilidad. Su anuncio me envolvió y me convenció.
La llamé para acordar una cita, me contestó muy amable y acordamos precio, lugar.
Me instalé en un motel sobre la salida de la ciudad y le mandé mi ubicación. Llegó a los 20 minutos.
Era aún más hermosa en persona.
Cuándo tocó mi puerta le dije que pasara, entró tímidamente y dejó su bolso en el tocador.
Vestía un vestido azúl muy corto, se le veía el inicio de su hermoso culito, medias de red negras y tacones altos. Un maquillaje algo cargado pero lucía como una diosa. Quedé atónito.
Se acercó a mí y se presentó. Me dijo su nombre y después de esto me empezó a besar muy tiernamente. Nos acostamos y empecé a acariciar su hermoso culito de flaquita. Me sacó la ropa y ella se quitó el vestido.
Empezó a bajar hacia mi verga dura y comenzó a mamar con muchas ganas, yo la tomaba de la cabeza y la empujaba contra mí.
Así estuvo un rato hasta que me preguntó que quería hacer y le dije que se la quería chupar.
Se acostó al centro de la cama y me acerqué rápidamente a su bulto. Se veía una gran verga dura debajo de esa tanguita negra. La olí y pasé mi lengua sobre ese trozo grande y palpitante. Bajé la tanga y salió una hermosa verga grande y jugosa. La comí como sino hubiera mañana, jugaba con sus testículos, los besada, lamía y chupaba. Fue delicioso. Después de un rato le pedí me la metiera.
Me puse boca abajo y ella empezó a recorrer mi cuerpo con su reata bien dura, la pasaba por mi espalda, mi culo, mi cara. Se puso un condón y nada más sentí como separó mis nalgas y dejó caer una gran cantidad de saliva sobre mi culito. Después de eso empecé a sentir como metía ese animal en mí.
Empezó suave mientras la metía toda hasta el fondo, le mide 20 cm, era la verga más grande que me habían metido. Después de que me sometió, empezó a bombearme como animal salvaje. Se posó sobre mi espalda, me amagó de los brazos y me decía cosas sucias al oído.
Yo estaba en trance de placer. Al final me dijo al oído que estaba por acabar y terminó con un gran grito mientras acababa dentro de mí (con condón), seguido de esto se quedó acostaba encima de mí, ambos empapados de sudor.
Me sacó ese enorme trozo y se acostó un rato a lado mío. Me preguntó sí yo había terminado y le dije que no. Se puso a darme una deliciosa mamada hasta que eyaculé en su boca.
Platicamos hasta que se acabó el tiempo del cuarto y la invité a tomar una copa, ella aceptó y fuimos a un bar de ambiente. Nos tomamos una copa y me dijo que ya se quería ir a casa. La llevé y me dijo que estaría en contacto, que le había gustado mi culito. Le dije que sin problemas y me fuí a casa.
Está es la primera de cuatro veces que estuve con Melissa.
2 comentarios - Melissa I