Mi primer trio. Part 1/2

Hacía tiempo que pensaba demasiado en eso, que me intrigaba ese pensamiento, lo deseaba tanto, deseaba hacer realidad mi fantasía pero...
No sabía cómo decirle a mi esposo y dudaba de si él desearía lo mismo que yo, ¡deseaba hacer un trío! aunque como diría que no si el trío que yo buscaba era con otra chica. ¡Él también disfrutaría! al igual que yo.

Me llenaba de intriga el saber que se sentiría estar con otra mujer, besarla, tocarla; tocar y sentir su cuerpo, sus labios, su piel, conocer la sensación de ser tocada y besada por otra chica, disfrutarnos cada segundo... Y no solo eso, también me excitaba imaginar a Rodrigo (mi esposo) con otra mujer, verlos besándose, acariciandose, ver que él la penetrara, quería verlos sudar, excitados de tanto placer, que ella gimiera, gritara y pidiera más y más. 

Así que me decidí y le conté todo a Rodrigo. 
Obvio él se quedó muy sorprendido ya que yo nunca había mencionado nada sobre eso, ni un poco; me explico que podría ser algo fuerte para mí, que podría llegar a sentir celos por que él estuviera con otra, pero a mí no me importaba eso, yo sabía lo que quería, estaba muy segura de querer hacerlo y experimentar. Por supuesto él accedió, jajajaja como resistirse! 
Accedimos a diversos grupos sociales sobre el tema y fuimos conociendo chicas para ponernos de acuerdo y acordar fecha y lugar.

Yo estaba super emocionada y excitada, no pasaba por mi mente otra cosa más que imaginar lo que haríamos ese día, todo estaba con lujo de detalles, el lugar era lo de menos, solo me importaba el momento...
Cerca de la fecha acordada me sentía muy nerviosa, ya que sería mi primera vez con otra chica y al mismo tiempo ver que mi esposo estaría con otra, pero básicamente eso no me importaba, yo solo quería disfrutar un buen momento y vivir una nueva experiencia. Por mi cabeza solo pasaban imágenes eroticas, me imaginaba que al principio para entrar un poco en confianza hiciéramos algún juego de bebida con prenda, y de ahí poco a poco entrar en acción, 

- Con una que otra copa encima sería un poco más fácil- surgía en mis pensamientos. 

El día acordado para la cita por fin había llegado!!, decidimos ducharnos antes de salir...
Al estar en la ducha jugueteamos un poco mi esposo y yo; nos comenzamos a besar y esos besos nos fueron prendiendo de a poco. 

-Pero que besos tan dulces, suaves, apasionados y salvajes!!- pensaba yo. 

Él comenzo a tocar mis pechos, mi cintura, bajo a la cadera, me sostenía muy fuertemente contra él, yo que tenía mis brazos sobre sus hombros, deslice una mano hacia su miembro, que comenzaba a estar erecto por la excitacion, comencé a jalarsela y él comenzaba a tocar mi vagina con sus dedos, tocaba muy delicada pero salvajemente mi clitoris, me hacía estremecer con los movimientos de sus dedos, al mismo tiempo besaba mi cuello, mis oídos, también mis pechos, me hacía excitarme cada vez más; estuvimos tocandonos por un tiempo así, yo no quería que se detuviera, ya que era tan ardiente esa sensación de placer. Poco después me arrodillé frente a él e introduje su pene en mi boca, me gustaba tanto tenerlo dentro y lamerlo, juguetear con él con mi lengua, era super excitante; voltee para mirarlo a los ojos, el agua de la ducha caía sobre mi cara, resbalaba sobre mi cuerpo mojado; Rodrigo me atrajo hacia a él de un jalón, solo queríamos hacer el amor, tener sexo salvaje y desquitar nuestras ganas, me puso de espaldas contra la pared y me penetro muy duro - aaahhh - gemi de placer. 
El agua caliente que caía de la ducha nos cubría cada parte del cuerpo, el baño se llenaba de vapor, tanto por lo caliente del agua como por nuestro deseo de sexo. 

Rodrigo comenzó a penetrarme muy salvajemente, lo hacía cada vez más duro, y más y más duro, me excitaba tanto cada segundo que estábamos ahí. 

- Oohh si! así mi amor así! ¡hazlo recio! 
- Te gusta recio y duro, cierto?! 
- Si, así, no te detengas, pegame, pegame!! 

Me gustaba que me pegara, que me diera palmadas en el trasero. 
Después sacó su pene de dentro de mí y me giro, dándole la espalda, me volvió a penetrar muy duro, justo como me gustaba, sabía como hacerme sentir bien. El agua de la ducha continuaba mojando nuestros cuerpos, ahora llenos de sudor y de placer. 
Justo antes de terminar saque su pene de dentro mío y me arrodillé para introducirlo a mi boca, le hice un sexo oral como nunca, él estaba tan excitado que terminó en mi, su leche cayó en mi cara y pecho. 

Salimos de la ducha por fin, nos arreglamos y nos dirigimos al lugar acordado de la cita que superaría nuestras espectativas....

-Espera la segunda parte en unos próximos días...