Inmediatamente después de:
https://poringa.net/posts/relatos/3919635/Solos-en-casa-Vacaciones-con-mi-hermana-3.html
Acostados en la cama, totalmente desnudos, la miraba a mi hermana. Ella, con los ojos cerrados, las mejillas rosadas, la cara de placer dominando sus rasgos, la dulce mueca en la boca. El pecho, hinchándose y dsshinchándose, agitado. Recuperándose de a poco.
Aún sentía mi pija dando latidos, metida, a medias, dentro suyo.
Yo le besaba el pelo, la sien, todo lo que tenía al alcance de mi boca.
No me animaba a hablar. Ella tampoco decía nada.
Sentía el calor de su cuerpo. Bajando.
El sudor que se juntaba, entre su espalda y mi pecho, empezó a enfriarse.
Saqué, de un movimiento hacia atrás, la pija, antes de que la erección desapareciera del todo. Ella suspiró un "aaaaayy", como si no hubiera querido que lo hiciera.
Parte de la leche cayó bordeandole uno de los cachetes de la cola. La abracé desde atrás nuevamente, con fuerza. Ella se pegó a mí y sonrió, aún con los ojos cerrados.
- Romi...- empecé a decir, pero ella me dijo en un susurro:"¡Shhhhh...! Dejame disfrutar un poco más, antes de que caiga en la realidad..."
Entendí perfectamente lo que quería decir. Había sido muy fuerte el momento que acababamos de vivir. Ya veníamos descontrolándonos hacía un tiempo. Pero hasta ahora solo habían sido roces y masturbaciones mutuas. Esta vez la había penetrado, aunque a decir verdad, fue poco más que la cabeza lo que logró entrar.
Y no solo eso. Con la pija ubicada en su interior, descargué mi leche adentro de ella...
Nos dejamos llevar por la situación.
Y lo habíamos disfrutado. Mucho.
Pero ahora que la cosa empezaba a enfriarse, ¿Qué podía pasar?
¿Culpa?¿Miedo? ¿Preguntarnos si había valido la pena haber quebrado el pacto de no intentar nada más entre nosotros?
Que difícil. Sentía mi pija endurecerse nuevamente de solo pensar en el intenso momento vivido hace instantes ...
- Romi. ¿Hablamos?- le propuse.
- Ahora no.- me respondió enseguida, y continuó diciendo en un hilo de voz- por favor... ¿me dejarías sola un momento? Quisiera estar sola...
Yo la veía así, vulnerable y hermosa. Intentando no abrir los ojos... A pesar de su esfuerzo, se notaba una lágrima recorriéndole el borde de la naríz.
- Sí.- le dije, y no quise decir mucho más. Le besé el hombro una última vez para tener la sensación de su piel en mis labios y agregué:- te quiero, ¿sabes?
Ella dijo que sí con la cabeza. No dijo nada más. Entendí que debía dejarla sola, para que pudiera procesar todo lo que había pasado.
Esa tarde fué difícil. Romina no salió de su habitación. Yo deambulaba por la casa, sin saber que hacer. Si pensaba en lo que había pasado me excitaba. Si pensaba en ella, me daba culpa imaginar que estuviera sufriendo. Que no pudiera afrontar lo que ambos buscamos. Porque ambos éramos responsables de lo que sucedió.
Cierta sensación de enojo siguió a la de remordimiento. En un momento, ya al atardecer decidí salir. No soportaba más sentirme ese animal preso.
Me fuí al cine. Solo. Tampoco quería hablar con nadie. Apenas pude concentrarme en la película. Comí en una pizzería sobre la avenida Corrientes. Me tomé varios Chopps de cerveza, hasta donde me alcanzó la plata. Después volví caminando a casa, para bajar un poco el alcohol. Eran como cinco kilómetros pero no me importó.
Cuando llegué, serían las 3 pasadas de la madrugada.
No había señales de que Romina hubiera salido de su habitación. Todo estaba como yo lo había dejado.
Me sentía exhausto, agotado. Había sido un día muy intenso emocionalmente. Oí que de la habitación de Romi se escuchaba el sonido de la tele prendida y me quedé tranquilo. Apenas me acosté me habré desmayado, por el cansancio y el alcohol.
Soñé que mi hermana me despertaba y me decía que todos se habían enterado de lo nuestro y que íbamos a tener que huir a algún lugar donde nadie nos conociera. De alguna manera en el sueño me alegraba por eso. Hubiera huido con ella a cualquier lado, para estar juntos...
Al despertar la encontré ya levantada. Preparaba algo de comer mientras cantaba una canción. Se la veía contenta, de buen humor.
- Hola...- la saludé.
- Hola Mumi- me respondió sonriente- estoy haciendo panqueques.¿Querés?
- Si, dale. - le dije, aliviado de verla tan tranquila. Temía que hubiera querido evitarme después de lo de ayer.
Me habló de cualquier cosa. Charlamos como si nada, un rato. Estuvo bueno. Fue un momento distendido, ninguno de los dos sacó el tema. Como si nunca hubiera pasado nada.
Me tomaba un jugo, acodado en el desayunador. Ella me acercó los panqueques y mientras los untaba en dulce, me apoyó las manos en los hombros y me empezó a masajear un poco
Yo le dí a entender con mi postura, que me gustaba y que me hacía bien.
No terminaba de entender si tenía que reaccionar de otra manera o no. Me dejé llevar para ver adónde iba la cosa.
De pronto ella me dijo: - Mumi... Te quiero pedir un favor hoy...
La forma en que lo dijo ya me pareció excitante, más aún al sentir sus manos apretando mis músculos.
- Lo que quieras...- le dije, dispuesto a todo realmente.
- Es que... Invité a las chicas a casa hoy...
No entendía nada. ¿Que me iba a proponer?: "Ah. Ok. ¿Y...?", le dije.
- Y... Es que... No sé bien cómo pedirtelo...
Estaba intrigante, no entendía a dónde iba.
- Pasa que viene Tati también...
Ahí recién, creo, que entendí para donde iba la cosa. Tati era una de las mejores amigas de mi hermana y entre ella y yo habían pasado cosas.
Romina terminó de hacer su pedido.
- Y preferiría que no se cruzaran ¿sabes?
Yo empecé a reírme un poco.
- A jajaja, ¡Estás celosa!- le dije, y con una mano intenté abrazarla un poco y acercarla a mí.
Ella me sacó las manos de encima. No bruscamente, pero sí decidida. Seria, me dijo casi conteniendo un enojo.
- No. Pará, pará...
Se tomó unos segundos respirando profundo y tratando de calmarse.
- Pará Mumi.- dijo por fin, un poco cortante- Ya está. Ya pasó. Lo que tenía que pasar pasó. - se quedó pensando un momento y siguió- Ahora no puedo seguir hablando de eso. Pero te pido una cosa... Hoy quédate en tu cuarto, por favor. No quiero que se crucen con... Bueno... quiero tener un rato tranquilo con las chicas. ¿Me haces ese favor?
La miré sorprendido. Un poco dolido, por su repentino comportamiento, aunque, en el fondo, entendía su situación. Le dije:
- Sí. Por supuesto. Ni te preocupes. Decime a qué hora vienen y yo me llevo comida a la pieza y me encierro ahí. Quédate tranquila. Disfrutá, vos. Yo ni me asomo...
- Dale, gracias. - me dijo en un tono más calmado, apretandome el brazo otra vez. - A las siete vienen masomenos.
Y me dejó con los panqueques sobre la mesa. Los miré pero no pude probar bocado.
Para las 7 yo ya estaba encerrado en mi habitación. Escuché cuando fueron llegando. Por lo visto eran varias chicas. Se las escuchaba hablar y reír. Para las 9, cuando ya estaba oscureciendo, se empezó a escuchar la licuadora, lo que me daba a entender que se estaban preparando tragos. A algunas las veía, de a ratos, por la ventana, saliendo afuera a fumar.
Un poco más tarde empezó la música.
A eso de las 11 se empezaron a escuchar voces masculinas también. Al principio me dió un poco de bronca, pensé que solo iban a venir un par de amigas de Romi. Pero después reflexioné que, si mi hermana necesitaba un poco de distracción, ¿quién era yo para impedirlo?
Me quedé encerrado en mi habitación, aunque el sonido de la música y de la gente afuera me tentaban a salir.
Pasada la medianoche, el descontrol en la casa era total, la estaban pasando bien. Me moría de ganas de bajar, por lo menos , a tomar algo. Pero opté por respetar la promesa que había hecho.
Se escuchaba gente pasando por el pasillo de mi habitación, camino al baño. A veces, confundidos, abrian mi puerta. Caras desconocidas me miraban con cierto desconcierto, algunas inclusive miedo, y se disculpaban. Pensarían que era un fantasma o una aparición. Me causaba gracia, al menos me divertía un poco pensando eso.
Pero en uno de esos momentos, la puerta se abre, y cuando estaba a punto de decir: " el baño es la puerta de enfrente" veo que entra Tati.
Estaba hermosa. Con un vestido cortito, de un gris brillante, toda maquillada y producida, como no había podido verla aquellos días que habíamos pasado juntos en la playa. La verdad que me impactó.
Ella notó que me la quedé mirando. Sonrió, dió una vuelta, mostrándose y me dijo:"¿Te gusta?". Se notaba que estaba un poco borracha.
- Sí Tati, estás hermosa. Pero, ¿qué hacés acá? ¿No viniste con tu novio?
Ella se pone un dedo en la boca como pidiéndome silencio. Se me acerca y me dice: "Sí. Pero vine a mostrarte algo..."
Entonces me saca la lengua. Algo brillaba cerca de la punta de su lengua. Tenía un piercing.
"Mirá lo que me puse... ¿Te gusta?" Me dijo. Y apoyándose sobre mi pecho, se acercó a mi boca y me acarició los labios, pasándome la lengua para que sintiera el roce del metal.
La verdad es que esa sensación me erizó la piel. Sentía el penetrante perfume que Tati usaba, veía sus ojos celestes tan cerca mío... me costaba contenerme. Más aún pensando que entre nosotros ya habíamos pasado toda barrera de intimidad.
Recapacité un instante y finalmente le dije:
- Te queda hermoso Tati. A vos, todo te queda bien. Pero ahora bajá. Bajá que está tu novio allá y no quiero tener problemas...
- ¿El boludo ese decís...? Dejalo al boludito tranquilo, abajo... Además, todavía no te mostré lo que quería mostrarte...
Y sin esperar a que le dijera nada más, subió una de sus manos hasta los hombros, se bajó el vestido de ese lado y me mostró una teta. Un escalofrío me recorrió la espalda. Tati tiene las tetas más lindas que haya probado alguna vez. En el centro de su rosada aureola, una vez más, llamaba la atención el brillo de un piercing. Ella lo tomó y jugaba con él, estirándose el pezón. Se reía, divertida."¿Te gusta? ¿No está buenísimo...?"
Cuando me dí cuenta, mi mano ya estaba acariciándole el pecho.
La pija la tenía dura cuando sentí la mano de Tati sobándome sobre el pantalón.
Se rió y me dijo: "Sí que te gusta, jajaja", después agregó: "perdoname Mumi, pero estoy indispuesta... No pensé que te ibas a poner así. Igual... dejá, que me voy a hacer cargo de esto...", mientras me bajaba el cierre del pantalón.
- Tati, está tu novio abajo...¿qué haces?
- Déjalo al forro ese. Está abajo borracho. Encima mañana se va un mes de vacaciones. Hace una semana que no me coge y justo hoy me indispongo... Me va a hacer recornuda... No me importa, hoy me voy con tu lechita, adentro, sea como sea...
Y al terminar de decir eso, se arrodilló, sacó mi verga ya bien dura, y empezó a golpeársela en la cara. Después, con la poronga apoyada sobre su naríz, me empezó a dar besitos a todo lo largo del tronco, desde la base hasta la cabeza. Antes de empezar a chupármela, me miró, me sonrió con cara de mala y me dijo:"después contame qué se siente". Me sacó la lengua una vez más. La bolita de acero, en la punta de su lengua, parecía una luz encendida.
Empezó recorriendome toda la pija, rascándomela con el piercing.
La sensación me mató. Me hizo doblarme a la mitad. Jamás había sentido algo así. Me cuesta describirlo, porque era algo hermoso y molesto a la vez. Pero era una molestia que no quería dejar de sentir.
Es como si mi pija se hubiera vuelto ultra sensible. Ni aguanté estar parado, tuve que sentarme en la cama... Ella, no dejó de jugar en mi pija ni un instante.
Cuando un par de intensos minutos después, vió que mis piernas se retorcían sin control, acomodó su boca cubriéndome toda la cabeza. Con su lengua rascaba la unión del tronco y con sus manos me sostenía y acariciaba los huevos.
Me tenía completamente dominado. No espera para nada esta situación. Me acordé de mi hermana, pero no podía hacer nada. La hija de puta me estaba haciendo estallar.
Le avisé que acababa, pero no le importó. Es más, me dijo: " Dale, seguí. Me quiero tomar toda tu lechita hoy..." Que me lo dijera tan decidida me puso más loco, ahí mismo saltó el primer chorro. Para el segundo ya su boca cubría todo mi glande. No desperdició nada más. Se lo tragó todo a medida que fué saliendo.
Me dejó tirado en la cama. Nunca me habían descontrolado tanto con una chupada.
- ¡Hija de puta, me pusiste re loco con ese arito! - le dije
Tati, riéndose orgullosa, se acomodó el vestido. Me levanté, ella me dió un beso. Le dije que tenía aliento a mi leche y ella me dijo " Mejor, ahora se la voy a pasar al cornudo de mí novio..."
Antes de que saliera de mi habitación, le avisé que se limpiara la frente, porque le había quedado una mancha de semen, y le pasé un pañuelito de papel. Le abrí la puerta mientras ella se limpiaba.
Ahí me dí cuenta que, en la puerta del baño, esperando para entrar, estaba mi hermana, que abrió grandes los ojos al verla salir a Tati limpiándose los restos de leche de la cara. Apretó los labios, enojada. Justo se liberó el baño y ella aprovechó a entrar.
..
Gracias por leer.
Esta historia tiene una continuidad de 2 o 3 fragmentos a la semana. Disculpen si queda en momentos de tanta intriga.
La historia continúa...Abajo está el link.
Ahora vos podes expresar tu opinión:
Puntuar mi labor de 1 a 10.
Dejarme un comentario, bueno o malo.
Seguirme si te gustó la historia. (Subo material propio todas las semanas)
Continúa acá:
http://www.poringa.net/posts/relatos/3925577/Solos-en-casa-Vacaciones-concon-mi-hermana-5.html
El principio de esta parte:
https://poringa.net/posts/relatos/3915614/Solos-en-casa-Vacaciones-con-mi-hermana.html
El origen de esta Historia, acá:
http://www.poringa.net/posts/relatos/3893443/El-primer-secreto-con-mi-hermana-1.html
Otras historias:
https://poringa.net/posts/relatos/3730621/Noche-secreta-en-la-casa-de-mi-tia.html
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Acostados en la cama, totalmente desnudos, la miraba a mi hermana. Ella, con los ojos cerrados, las mejillas rosadas, la cara de placer dominando sus rasgos, la dulce mueca en la boca. El pecho, hinchándose y dsshinchándose, agitado. Recuperándose de a poco.
Aún sentía mi pija dando latidos, metida, a medias, dentro suyo.
Yo le besaba el pelo, la sien, todo lo que tenía al alcance de mi boca.
No me animaba a hablar. Ella tampoco decía nada.
Sentía el calor de su cuerpo. Bajando.
El sudor que se juntaba, entre su espalda y mi pecho, empezó a enfriarse.
Saqué, de un movimiento hacia atrás, la pija, antes de que la erección desapareciera del todo. Ella suspiró un "aaaaayy", como si no hubiera querido que lo hiciera.
Parte de la leche cayó bordeandole uno de los cachetes de la cola. La abracé desde atrás nuevamente, con fuerza. Ella se pegó a mí y sonrió, aún con los ojos cerrados.
- Romi...- empecé a decir, pero ella me dijo en un susurro:"¡Shhhhh...! Dejame disfrutar un poco más, antes de que caiga en la realidad..."
Entendí perfectamente lo que quería decir. Había sido muy fuerte el momento que acababamos de vivir. Ya veníamos descontrolándonos hacía un tiempo. Pero hasta ahora solo habían sido roces y masturbaciones mutuas. Esta vez la había penetrado, aunque a decir verdad, fue poco más que la cabeza lo que logró entrar.
Y no solo eso. Con la pija ubicada en su interior, descargué mi leche adentro de ella...
Nos dejamos llevar por la situación.
Y lo habíamos disfrutado. Mucho.
Pero ahora que la cosa empezaba a enfriarse, ¿Qué podía pasar?
¿Culpa?¿Miedo? ¿Preguntarnos si había valido la pena haber quebrado el pacto de no intentar nada más entre nosotros?
Que difícil. Sentía mi pija endurecerse nuevamente de solo pensar en el intenso momento vivido hace instantes ...
- Romi. ¿Hablamos?- le propuse.
- Ahora no.- me respondió enseguida, y continuó diciendo en un hilo de voz- por favor... ¿me dejarías sola un momento? Quisiera estar sola...
Yo la veía así, vulnerable y hermosa. Intentando no abrir los ojos... A pesar de su esfuerzo, se notaba una lágrima recorriéndole el borde de la naríz.
- Sí.- le dije, y no quise decir mucho más. Le besé el hombro una última vez para tener la sensación de su piel en mis labios y agregué:- te quiero, ¿sabes?
Ella dijo que sí con la cabeza. No dijo nada más. Entendí que debía dejarla sola, para que pudiera procesar todo lo que había pasado.
Esa tarde fué difícil. Romina no salió de su habitación. Yo deambulaba por la casa, sin saber que hacer. Si pensaba en lo que había pasado me excitaba. Si pensaba en ella, me daba culpa imaginar que estuviera sufriendo. Que no pudiera afrontar lo que ambos buscamos. Porque ambos éramos responsables de lo que sucedió.
Cierta sensación de enojo siguió a la de remordimiento. En un momento, ya al atardecer decidí salir. No soportaba más sentirme ese animal preso.
Me fuí al cine. Solo. Tampoco quería hablar con nadie. Apenas pude concentrarme en la película. Comí en una pizzería sobre la avenida Corrientes. Me tomé varios Chopps de cerveza, hasta donde me alcanzó la plata. Después volví caminando a casa, para bajar un poco el alcohol. Eran como cinco kilómetros pero no me importó.
Cuando llegué, serían las 3 pasadas de la madrugada.
No había señales de que Romina hubiera salido de su habitación. Todo estaba como yo lo había dejado.
Me sentía exhausto, agotado. Había sido un día muy intenso emocionalmente. Oí que de la habitación de Romi se escuchaba el sonido de la tele prendida y me quedé tranquilo. Apenas me acosté me habré desmayado, por el cansancio y el alcohol.
Soñé que mi hermana me despertaba y me decía que todos se habían enterado de lo nuestro y que íbamos a tener que huir a algún lugar donde nadie nos conociera. De alguna manera en el sueño me alegraba por eso. Hubiera huido con ella a cualquier lado, para estar juntos...
Al despertar la encontré ya levantada. Preparaba algo de comer mientras cantaba una canción. Se la veía contenta, de buen humor.
- Hola...- la saludé.
- Hola Mumi- me respondió sonriente- estoy haciendo panqueques.¿Querés?
- Si, dale. - le dije, aliviado de verla tan tranquila. Temía que hubiera querido evitarme después de lo de ayer.
Me habló de cualquier cosa. Charlamos como si nada, un rato. Estuvo bueno. Fue un momento distendido, ninguno de los dos sacó el tema. Como si nunca hubiera pasado nada.
Me tomaba un jugo, acodado en el desayunador. Ella me acercó los panqueques y mientras los untaba en dulce, me apoyó las manos en los hombros y me empezó a masajear un poco
Yo le dí a entender con mi postura, que me gustaba y que me hacía bien.
No terminaba de entender si tenía que reaccionar de otra manera o no. Me dejé llevar para ver adónde iba la cosa.
De pronto ella me dijo: - Mumi... Te quiero pedir un favor hoy...
La forma en que lo dijo ya me pareció excitante, más aún al sentir sus manos apretando mis músculos.
- Lo que quieras...- le dije, dispuesto a todo realmente.
- Es que... Invité a las chicas a casa hoy...
No entendía nada. ¿Que me iba a proponer?: "Ah. Ok. ¿Y...?", le dije.
- Y... Es que... No sé bien cómo pedirtelo...
Estaba intrigante, no entendía a dónde iba.
- Pasa que viene Tati también...
Ahí recién, creo, que entendí para donde iba la cosa. Tati era una de las mejores amigas de mi hermana y entre ella y yo habían pasado cosas.
Romina terminó de hacer su pedido.
- Y preferiría que no se cruzaran ¿sabes?
Yo empecé a reírme un poco.
- A jajaja, ¡Estás celosa!- le dije, y con una mano intenté abrazarla un poco y acercarla a mí.
Ella me sacó las manos de encima. No bruscamente, pero sí decidida. Seria, me dijo casi conteniendo un enojo.
- No. Pará, pará...
Se tomó unos segundos respirando profundo y tratando de calmarse.
- Pará Mumi.- dijo por fin, un poco cortante- Ya está. Ya pasó. Lo que tenía que pasar pasó. - se quedó pensando un momento y siguió- Ahora no puedo seguir hablando de eso. Pero te pido una cosa... Hoy quédate en tu cuarto, por favor. No quiero que se crucen con... Bueno... quiero tener un rato tranquilo con las chicas. ¿Me haces ese favor?
La miré sorprendido. Un poco dolido, por su repentino comportamiento, aunque, en el fondo, entendía su situación. Le dije:
- Sí. Por supuesto. Ni te preocupes. Decime a qué hora vienen y yo me llevo comida a la pieza y me encierro ahí. Quédate tranquila. Disfrutá, vos. Yo ni me asomo...
- Dale, gracias. - me dijo en un tono más calmado, apretandome el brazo otra vez. - A las siete vienen masomenos.
Y me dejó con los panqueques sobre la mesa. Los miré pero no pude probar bocado.
Para las 7 yo ya estaba encerrado en mi habitación. Escuché cuando fueron llegando. Por lo visto eran varias chicas. Se las escuchaba hablar y reír. Para las 9, cuando ya estaba oscureciendo, se empezó a escuchar la licuadora, lo que me daba a entender que se estaban preparando tragos. A algunas las veía, de a ratos, por la ventana, saliendo afuera a fumar.
Un poco más tarde empezó la música.
A eso de las 11 se empezaron a escuchar voces masculinas también. Al principio me dió un poco de bronca, pensé que solo iban a venir un par de amigas de Romi. Pero después reflexioné que, si mi hermana necesitaba un poco de distracción, ¿quién era yo para impedirlo?
Me quedé encerrado en mi habitación, aunque el sonido de la música y de la gente afuera me tentaban a salir.
Pasada la medianoche, el descontrol en la casa era total, la estaban pasando bien. Me moría de ganas de bajar, por lo menos , a tomar algo. Pero opté por respetar la promesa que había hecho.
Se escuchaba gente pasando por el pasillo de mi habitación, camino al baño. A veces, confundidos, abrian mi puerta. Caras desconocidas me miraban con cierto desconcierto, algunas inclusive miedo, y se disculpaban. Pensarían que era un fantasma o una aparición. Me causaba gracia, al menos me divertía un poco pensando eso.
Pero en uno de esos momentos, la puerta se abre, y cuando estaba a punto de decir: " el baño es la puerta de enfrente" veo que entra Tati.
Estaba hermosa. Con un vestido cortito, de un gris brillante, toda maquillada y producida, como no había podido verla aquellos días que habíamos pasado juntos en la playa. La verdad que me impactó.
Ella notó que me la quedé mirando. Sonrió, dió una vuelta, mostrándose y me dijo:"¿Te gusta?". Se notaba que estaba un poco borracha.
- Sí Tati, estás hermosa. Pero, ¿qué hacés acá? ¿No viniste con tu novio?
Ella se pone un dedo en la boca como pidiéndome silencio. Se me acerca y me dice: "Sí. Pero vine a mostrarte algo..."
Entonces me saca la lengua. Algo brillaba cerca de la punta de su lengua. Tenía un piercing.
"Mirá lo que me puse... ¿Te gusta?" Me dijo. Y apoyándose sobre mi pecho, se acercó a mi boca y me acarició los labios, pasándome la lengua para que sintiera el roce del metal.
La verdad es que esa sensación me erizó la piel. Sentía el penetrante perfume que Tati usaba, veía sus ojos celestes tan cerca mío... me costaba contenerme. Más aún pensando que entre nosotros ya habíamos pasado toda barrera de intimidad.
Recapacité un instante y finalmente le dije:
- Te queda hermoso Tati. A vos, todo te queda bien. Pero ahora bajá. Bajá que está tu novio allá y no quiero tener problemas...
- ¿El boludo ese decís...? Dejalo al boludito tranquilo, abajo... Además, todavía no te mostré lo que quería mostrarte...
Y sin esperar a que le dijera nada más, subió una de sus manos hasta los hombros, se bajó el vestido de ese lado y me mostró una teta. Un escalofrío me recorrió la espalda. Tati tiene las tetas más lindas que haya probado alguna vez. En el centro de su rosada aureola, una vez más, llamaba la atención el brillo de un piercing. Ella lo tomó y jugaba con él, estirándose el pezón. Se reía, divertida."¿Te gusta? ¿No está buenísimo...?"
Cuando me dí cuenta, mi mano ya estaba acariciándole el pecho.
La pija la tenía dura cuando sentí la mano de Tati sobándome sobre el pantalón.
Se rió y me dijo: "Sí que te gusta, jajaja", después agregó: "perdoname Mumi, pero estoy indispuesta... No pensé que te ibas a poner así. Igual... dejá, que me voy a hacer cargo de esto...", mientras me bajaba el cierre del pantalón.
- Tati, está tu novio abajo...¿qué haces?
- Déjalo al forro ese. Está abajo borracho. Encima mañana se va un mes de vacaciones. Hace una semana que no me coge y justo hoy me indispongo... Me va a hacer recornuda... No me importa, hoy me voy con tu lechita, adentro, sea como sea...
Y al terminar de decir eso, se arrodilló, sacó mi verga ya bien dura, y empezó a golpeársela en la cara. Después, con la poronga apoyada sobre su naríz, me empezó a dar besitos a todo lo largo del tronco, desde la base hasta la cabeza. Antes de empezar a chupármela, me miró, me sonrió con cara de mala y me dijo:"después contame qué se siente". Me sacó la lengua una vez más. La bolita de acero, en la punta de su lengua, parecía una luz encendida.
Empezó recorriendome toda la pija, rascándomela con el piercing.
La sensación me mató. Me hizo doblarme a la mitad. Jamás había sentido algo así. Me cuesta describirlo, porque era algo hermoso y molesto a la vez. Pero era una molestia que no quería dejar de sentir.
Es como si mi pija se hubiera vuelto ultra sensible. Ni aguanté estar parado, tuve que sentarme en la cama... Ella, no dejó de jugar en mi pija ni un instante.
Cuando un par de intensos minutos después, vió que mis piernas se retorcían sin control, acomodó su boca cubriéndome toda la cabeza. Con su lengua rascaba la unión del tronco y con sus manos me sostenía y acariciaba los huevos.
Me tenía completamente dominado. No espera para nada esta situación. Me acordé de mi hermana, pero no podía hacer nada. La hija de puta me estaba haciendo estallar.
Le avisé que acababa, pero no le importó. Es más, me dijo: " Dale, seguí. Me quiero tomar toda tu lechita hoy..." Que me lo dijera tan decidida me puso más loco, ahí mismo saltó el primer chorro. Para el segundo ya su boca cubría todo mi glande. No desperdició nada más. Se lo tragó todo a medida que fué saliendo.
Me dejó tirado en la cama. Nunca me habían descontrolado tanto con una chupada.
- ¡Hija de puta, me pusiste re loco con ese arito! - le dije
Tati, riéndose orgullosa, se acomodó el vestido. Me levanté, ella me dió un beso. Le dije que tenía aliento a mi leche y ella me dijo " Mejor, ahora se la voy a pasar al cornudo de mí novio..."
Antes de que saliera de mi habitación, le avisé que se limpiara la frente, porque le había quedado una mancha de semen, y le pasé un pañuelito de papel. Le abrí la puerta mientras ella se limpiaba.
Ahí me dí cuenta que, en la puerta del baño, esperando para entrar, estaba mi hermana, que abrió grandes los ojos al verla salir a Tati limpiándose los restos de leche de la cara. Apretó los labios, enojada. Justo se liberó el baño y ella aprovechó a entrar.
..
Gracias por leer.
Esta historia tiene una continuidad de 2 o 3 fragmentos a la semana. Disculpen si queda en momentos de tanta intriga.
La historia continúa...Abajo está el link.
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Puntuar mi labor de 1 a 10.
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