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Mal atendida segunda parte

Mal atendida 2
Los días posteriores a mi furtivoacto sexual con don Omar estuve dispersa, situación que mi esposo ni se dio poraludido, mi mente y mi cuerpo se encontraban disociados, pensaba en ello y mesentía asqueada, pero mi sexo estaba continuamente húmedo y varias veces meencontraba masturbándome sin saber por que, o sí, en el fondo sabía que habíadisfrutado de esa cogida.- Fuera de ello mis jornadas transcurrían normalmente,salvo cuando me disponía a hacer las compras, entrar al mercado ver a tantagente y a don Omar me hacían sentir realmente rara, debo decir que el secomporto siempre como un caballero evitando hacer cualquier tipo de comentarioque me hiciera sentir incomoda, se diría que todo normal, hasta que una mañanano me alcanzo el dinero para pagar todo el mercado por lo que le pedí que meguardara la mercadería que iría por el faltante y que regresaría, rápidamentedon Omar con su sonrisa gentil de siempre me dijo “lleve todo Clarita, luego yopaso a cobrarle”, me sonroje y me acalore como una colegiala, sabía lo quepasaría y solo atine a decir bueno.- “Bueno” dije era como decir pasa y hácemelo que quieras, mi cabeza daba vueltas por un lado quería sentirme deseada ypor otro aclararle que solo paso una vez y no se volvería a repetir.- Yo sabíaque mi esposo volvía a la noche, por lo que eso jugaba a favor pero también encontra porque no podía usar la excusa de que el podría llegar en cualquiermomento.- Creo que el preámbulo puede aburrir a los lectores por lo que no mevoy a seguir extendiendo en mis pensamientos, estaba vestida normal remerablanca y larga que me tapaba la cola, una calza azul Francia y zapatillasdeportivas con unos zoquetitos blancos con florcitas rojas, pelo suelto  y mi metro y medio emanando sensualidad, estabaescuchando un poco de música cuando el bendito timbre suena sobresaltándome yhaciendo que se me ponga la piel de gallina, abro la puerta y lo invito a pasardiciéndole que tome asiento que ya le alcanzaba el dinero, el se sienta ycuando me giro me toma de la mano dándome un pequeño tirón que hizo que mecaiga a su lado en el sofá de dos plazas, solo me había poseído una vez  pero ya se había dado cuenta de que megustaba ser sumisa, su voz solo dijo “sabes que no vengo por el dinero” y ahínomás me planto un beso con la fuerza suficiente como para que mi posibleresistencia sea fácilmente vulnerada, los besos siguieron por unos instantesmientras el hábilmente me coloco encima suyo rozando mi ya mojado sexo con suprominente barriga, no paso casi ni tiempo para que en esa posición medespojara de la remera y corpiño que le facilitaron la tarea de chuparme ymorderme los pezones arrancándome pequeños quejidos   quemas lo motivaban a seguir avanzando, sus manos ya se habían aferrado a mi colaque era intensamente masajeada por sus rugosas y hábiles manos, entenderán quemi continuo roce y tantos estímulos provocaron que acabará mas intensamente quela vez anterior, lo que lo envalentono a volver a usar palabras sucias parareferirse a mi, recuerdo patente “como acabaste pendeja puta”; “chupame la pijaque te voy a llenar de leche” y muchas cosas mas que en lugar de ofenderme masme excitaban.- Me hizo bajarme y me pidió que me parara y me desvistiera,empecé por sacarme las zapatillas y cuando me iba a sacar las medias me dijoque me las deje que lo calentaba, seguí con las calzas y la bombachita la quetomo entre sus manos y guardo en su bolsillo quedando solamente cubierta pormis pequeños zoquetes y  a su merced, loque siguió fue que me ordeno que se la mamara me puse en el sofá de costado conmi cola apoyada en mis pies y mis codos en sus piernas “no uses las manos”  dijo, en inmediatamente obedecí , me tomo delcabello y fue marcando el ritmo a su gusto ambos disfrutábamos yo podía sentircomo sus  jugos emanaban de su pijasintiendo como latía dentro de mi boca mientras mis jugos corrían por mismuslos llegando hasta mis rodillas, deseaba sentirlo me saque la pija de miboquita y mirándolo a los ojos le pedí casi suplicando que me coja.- Me indicoque me acueste me hizo levantar mis piernas me tomo de los pies la única partecubierta de mi cuerpo los apoyo en su peludo pecho disfruto de ver como se veíami conchita toda abierta (me lo hizo saber por sus comentarios) en esa posiciónme daba besos en mis piernas y apoyándome la pija se fue deslizando sin ningunadificultad que rico se sentía me tomo mis pechos con ambas manos y me losapretaba nunca me imagine que se podía sentir tanto placer, disfrutaba con losojos cerrados, solo escuchaba sus obscenidades tuve un pequeño orgasmo  que el noto por la rigidez de mis pantorrillasy fue cuando comenzó a cogerme con mayor intensidad lo que si me provoco casiinmediatamente uno nuevo muy intenso mi conchita comenzó a apretarle su pija mela dejo bien adentro y sin moverse descargo todo su lechita fueron no menos decuatro descargas bien intensas, nos relajamos el seguía teniéndome en la mismaposición mientras su pija perdía su erección me daba besitos en mis cubiertospies y acariciaba mis piernas en toda su longitud sentía como su leche salía demi interior mojándome la cola, lentamente mi corazón fue bajando el ritmo demis pulsaciones el se sentó exhausto y yo me senté encima suyo dándole muchosbesos y afecto mi sexo apoyado en su panza, parecíamos una parejita de noviosme dijo, sus manos me recorrían haciéndome estremecer con algunas caricias, juróque quería más en ese momento no quería parar, pero ya el mas allá de misintentos no iba a reaccionar así que tomándome de mi cintura me levanto y solodijo “me tengo que ir putita, voy a tener que conseguir a alguien que me ayude”y se rió.- Esa frase quedo retumbando en mi cabeza, sería solo una expresión orealmente se haría realidad, lo cierto es que sentada en el sillón ya nada meimportaba más que don Omar me siga visitando.-    
 

1 comentarios - Mal atendida segunda parte

gust7387
Muy buena segunda parte