Otra experiencia con mi tía

Hola cómo andan, estoy muy contento por el recibimiento tuvo el post anterior. Les voy a dejar una foto de mi tía para que se la imaginen mejor

Este relato transcurrió unas semanas después de la primera experiencia que tuvimos. Ella vive en un lindo departamento con sus hijos y su marido, este último se fue 2 semanas por un Viaje de negocios dejando a su mujer solo con sus hijos.
Lamentablemente para ella (y tal vez no tanto para mí jaja) es que su departamento se quedó sin agua por una semana por lo que mientras lo solucionaban mis padres se ofrecieron a darles nuestra casa a ella y sus hijos debido a que mis papás se irían a la costa aprovechando el feriado de carnaval. Sus hijos además asistían prácticamente todo el día a una colonia de verano por lo que estaríamos muchísimo tiempo a solas.
El primer día que íbamos a estar solas me pidió que lleve a los niños a la colonia.
Vuelvo a casa y no la veo, ahí es cuando escucho que me llama desde su habitación. Entro y estaba tapada, me dice:
-No querés acostarte con la tía?
Ni lo dudo y me acuesto, al destaparla me encuentro con sus cuerpo totalmente desnudo. Mi pija comenzó a pararse al nivel de aquella vez en la que me la mamó. Me dijo:
+Para acostarse con la tía hay que sacarse toooda la ropa.
Le hice caso me quedé desnudo yo también y me acosté con ella. Nos tapamos y empezamos a darnos besitos cortitos, una vez cada uno en las mejillas cada vez más cerca de nuestros labios. Mi excitación iba acrecentando y la de ella también. Nuestros besos se hacían mas largos, iban al cuello a los pechos. Empecé a abrirle las nalgas lo que la calentó muchísimo. Gemía mucho necesitaba que le cole los dedos. Yo tenía ganas de hacerlo pero quería calentarla aún más. Amagaba con que iba a hacerlo pero no lo hacía o apenas la rozaba, eso la prendía fuego. Agarro mi mano y la metió en su boca, empezó a chuparme los dedos que estaban un poco húmedos por los fluidos que comenzaban a salir de su conchita. Con la otra se la escupió y empezó a masturbarme.
Ya no nos besábamos, solo nos masturbabamos el uno al otro. Estábamos los dos mirándonos llenos de placer con la boca entreabierta demostrando la excitación que nos causaba esto, que sabíamos que estaba mal y por eso nos gustaba mas.
Llego un punto en el que no aguantamos más nuestra excitación era altísima y nuestro labios estaban muy cerca. Me arroje hacía su boca. Probé esos labios que tan loco me volvían de siempre. Fue un beso mágico largo y muy caliente. Nos paramos para seguir besándonos y fuimos contra la pared. La agarre del culo y de la cintura y la acerque a mi pija. Cuando no daba más de la excitación tenía que parar de besarme para poder gemir, era ahí cuando yo la besaba en el cuello dándole más calentura.
No aguanto más y me pidió que la coja, que la coja sin forro sin nada me dijo al oido:
-quiero sentirte adentro mío sobrinito no doy más, déjame ir arriba y no te vas a poder mover por todo el día.
Le hice caso me acosté y se puso arriba mío, ella misma tomo mi pija y se la puso adentro de su vagina, estaba muy mojada y calentita. Empezó a moverse muy suavemente, me dijo que la tomé por la cintura. Me dijo:
-te gusta sobrinito? Dale decime que soy tu tía favorita
Empecé tomar velocidad yo la subía y bajaba era toda mía
+Sii tía me encantas sos mi favorita
Empezo a dejar de gemir para empezar a prácticamente gritar. Se acercaba a mi boca mientras me la estaba cogiendo para besarme. No parabamos de gritar de placer, fue lo mejor.
Unos minutos después nos paramos y sin que le diga nada empezó a mamarla. Era increíble como lo hacía, yo ya no daba más y tenía que acabar ya. Era mucha la excitación y leche que contenía. Le avise que iba a acabar y sin decirme nada abrió bien grande la boca y termine en su cara.
Espero le haya gustado el relato y si quieren saber cómo siguieron nuestros siguientes días no olviden de votar y comentar la publicación, un saludo