Todo este tiempo me había excitado verla garchando, pero estar los dos en la cama, completamente desnudos, yo con una calentura infernal y al palo, la besé y le dije que si me la chupaba yo le chupaba la concha. Su respuesta fue: "Sí, te la voy a chupar, pero me tenés que chupar la concha ahora". Le dije que estaba toda llena de la leche del tío, que se lavara y se la chupaba. Pero me dijo que quería justamente eso, verme chupando sus jugos con la leche de mi tío. De mala gana acepté, estaba muy caliente y quería que me la chupara, así que empecé.
La verdad que me daba un poco de asco, pero igual arranqué.
Y al rato estaba chupándosela a full sin importarme la leche de mi tío.
Cuando terminé, ella cumplió y me la chupó.
Pero estaba tan caliente que a la segunda chupada acabé en su boca.
3 comentarios - Un día tenía que ser (continuación)