Mi roomie

Hola gente caliente de poringa les traigo un pequeño relato el día de hoy, disculpen la inactividad pero he andado ocupada jajaja qué tengan una Feliz Navidad y que hayan pasado una rica Nochebuena 🤤😍.

Me mudé a un departamento sencillo tenía lo básico, recamara, sala, cocina y un baño. Todo iba bien hasta que llegue al lugar, no había por qué quejarme el lugar era acogedor, recorrí el lugar entre a la habitación y ví a un chico acomodando sus cosas, el joven volteo.
-Hola!!- yo me sorprendi ya que pues pensé que me había rentado la casa a mi, hablé con el casero y después de discutir con el, quedamos en qué tendía que compartir el departamento con el chico.

—"Donde se entere mi madre que comparto la departamento con un chico pega el grito en el cielo"– pensaba mientras dejaba mis cosas en la sala, me senté en el sillón sintiéndome algo frustrada. Pasaron unos días y pues me quedé dormida en el sillón, con el tipo hacía en el menos contacto.

Una tarde calurosa estaba trabajando en mi laptop y el tipo salió desnudo dirigiéndose a la cocina, voltee a verlo de reojo y pues Dios que tiene buen cuerpo, me sonroje al ver su cuerpo torneado. Al parecer el se dió cuenta por qué lo hacía seguido, al principio me molestaba pero después me empezó a exitar, en las noches me tocaba pensando en su cuerpo, me sentía tan sucia no le hablaba pero me tocaba pensando en el.

Con el verano llegan las épocas lluviosas, en una de esas noches recuerdo que llovió tan fuerte que el frío se hizo insoportable que recuerdo que me acurruque, en la noche se acercó.

—Oye se que estás molesta por qué pensaste que el depa solo era para ti pero pues o aprendemos a vivir juntos o te congelaras en la sala, puedes venír a la cama para que la comparamos– debo admitir que mi orgullo me lo trague porque si tenía mucho frío, tome mis cobijas y fui a la habitación con el.
—¿Puedo pasar?– mi voz en un tono tímido resonó el corrió y me dijo que pasará, la habitación estaba cálida se notaba el cambio a la sala, se hizo a un lado y me dejó que me recostara a su lado, me envolví en mis cobijas e intente dormir; al rato el me dijo por qué no extiendes tus cobijas y así nos calentamos más. Jaja de sabe lo que vendría no hubiera cambiado nada, extendi las cobijas y me metí a la cama con el.

—Asi está mucho mejor– dijo, yo tomé un lado de la cama y me volví a acurrucar pero el muy listo se acercó a mí y me abrazo de cucharita.
—¿Que.. que haces?...– murmuré sorprendida, el solo dijo "Hace mucho frío así dormiremos más calientitos". Ya no le di importancia e intente dormir pero esa noche no dormiría, sentí tu pecho en mi espalda sentía la forma de su cuerpo, intentaba dormir pero solo sienta su pecho en mi espalda y eso empezá a mojar mis labios, el poco rato el empezó a meter su mano en mi entrepierna me besó el cuello. La lujuria pudo más que mi mente razonal, leves gemidos salieron de mi boca deje que me tomara.

—¿Crees que no me di cuenta que te tocaba por mi?– metió los dedos en mi vagina que ya estaba mojada —Eres una puta... te masturbas pensando en un desconocido– me decía al oído mientras yo gemia, me besaba el cuello y me masturbaba mientras sentía su bulto como estaba creciendo le rosaba mi cola para sentirlo más, se sentía tan duro y cálido que quería abalanzarme y montar su pija pero me aguante para ver qué más hacia.

Me besaba el cuello acariciaba mi cuerpo, jugaba con mis pezones, los movia como botones, me volteo para lamer mis pezones, le daba pequeños mordiscos no podía parar de gemir al siento como me tomaba, no tarde y tome su falo el cual estaba tan caliente que me calentó mis manos, se lo masturbaba al mismo ritmo que el me metía los dedos y besaba mi cuello. Después de un rato se sentó en la cama y me puso en su regazo me acariciaba el cuerpo tan lento y tan rico que yo ya estaba mojada como no tienen idea.





Luego tome la iniciativa y me senté en el, le rosaba si miembro con mis nalgas a él le parecía gustar tanto que su cara lo decía todo, lo bese, le mordí los labios, nuestras lenguas danzaron juntas. Los gemidos se tornaron en jadeos.

—Vaya que si salirte muy sucia– me tomo de la cadera, para después nalguearme, me apretó las nalgas, me las habría para que si falo rosada mi cola y mis ollitos; me hormigueaba mis labios. Baje para ver si falo están curvo.





Lo veía a los ojos mientras lamía su cabeza como helado, recorriendo toda su área, lami su trozo de carne, el cerraba los ojos y gemia tan rico que me me tocaba mientras le hacía el oral. Están tan mojada que sin tanto esfuerzo haría que me viniera, nos seguimos besando para "relajamos" nos sentamos y nos acariciándonos el pecho, jugué con sus pezones ahora yo me vengue >:D , le mordí el pezón y lo jale.

—Ahhh!!! ¿Que te pasa?– me dijo sorprendido
—Jajaja nada, no eres el único que puedes morder querido– me acerque y lo bese, pero el muy granuja me mordió el labio.
—Ahh duele– nos besábamos y nos mordiamos, pasando un rato volvimos a la acción, tome su mano la acaricie sentí sus dedos para finalizar chupe sus dedos, el se exito.
—Que dedos tan gruesos– se lo dije al oído.
—No son los únicos gruesos que tengo– me nalgueo mientras me lo decía y me mordía la oreja, me volteo y recostó en la cama, me besó en la boca fue bajando hasta mi cuerpo, me abrió las piernas me froto su falo curvo lo veía mientras me mordía el labio.
Cuando menos pensé me traspaso con ese rico trozo 🤤empecé a gemir como loca le arañaba la espada mientras me embestía.





Sentia tan rica la sensación de como su pecho y el mío se frotaban mientras me destrozaba la concha, nos acariciábamos, nos besabamos, gemía mientras el jadeaba de placer, mientras más me penetraban mi concha más se expandia y se sentía raro al tener la pija curva me abría más.

Estuvimos en esa posición un buen rato hasta que me levanto y me puso en cuatro, me acaricio las nalgas beso mi espalda, también se entretuvo con mis ollitos, me abria las nalgas y lamía mis labios, después se entretenida con mi anito, cuando hacía eso, se sentía tan raro y aparte de que me daba pena, pasado un rato se puso detrás de mi y arremetido con toda la fuerza que tenía se notaba la gran diferencia entre misionero y de a perrito, me tenía como su perra gimiendo y pidiéndome más.

—Dame más, daaaaame maasss!! Soy tu perra 😍🤤–
—Que rico ya eres mía– me besaba el cuello y me daba de nalgadas mientras se seguia embistiendo, para este punto ya no gemia, gritaba de placer mientras pieles chocaban y de ves en cuando me aferraba a las sábanas.





Estábamos bañado en sudor, y me seguía jalando el cabello, me sentía tan sometida pasamos un rato así después nos volvemos a besar mientras nos tocabamos el cuerpo, descansamos un rato y después fue por unas corbatas que tenía.

—Jajaja ¿que haces?– me dijo sonriendo.
—No lo sé– lo ví pícaramente mientras me subía a el y lo besaba, tome una de sus manos, la ate a una corbata para a su vez la atrás a una pata de la cama haciendo lo mismo con la otra mano, bese sus brazos, lo bese a el. Moví mi colita en su miembro semierecro, sentí como iba a despertar, lo besaba mientras mi colita sentía a su falo pero no tarde mucho y lo empecé a montar.
El se veía satisfecho, gemia con una gran cara de placer yo también empecé a gemir mientras brincaba en su pija, me acaricie los pechos y jugaba con mis pezones, mientras movía mis caderas en círculos después se me ocurrió acaríciame un pecho y jugar con mi clítoris por lo cual sentia tan rico que gritaba, a él le gustaba mucho cuando movía mis caderas no tardamos mucho y nos venimos, me lleno la conchita con su caliente lechita.





Me deje caer en su pecho le desate los brazos y el me abrazo acariciando mi espalda, nuestras respiraciones aún eran algo frenéticas hasta que se fue normalizado, nos quedamos hablando hasta que nos quedamos dormidos, a la mañana siguiente aún dormía cuando me metí a bañar pero esa es otra historia...





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