Durante algunos años vivimos en la casa de mis abuelos paternos, ellos vivían en la casa de adelante y nosotros en un depto que tenían al fondo.
Mientras mis abuelos y mi padre estaban atendiendo el negocio que tenían, una ferretería, mi madre limpiaba ambas casas y cocinaba para todos.
Yo estudiaba, pero también hacía limpieza con mi madre o iba a la ferretería, si no tenía que estudiar.
Un día terminé temprano de estudiar, así que fui a la casa de adelante a ayudarle a mi madre, imaginé que estaba en el baño o la cocina, pero no, así que fui a la pieza de mis abuelos. Antes de entrar escuché gemidos, me pareció raro, así que fui despacio y me asomé.
Mi madre estaba en la cama de mis abuelos, completamente desnuda y mi tío, el hermano menor de mi padre la estaba garchando.
Me quedé doblemente duro, petrificado en el lugar y con la verga apretando en el pantalón.
Estuvieron poco tiempo, porque enseguida él le acabó afuera de la concha.
Como nunca me llevé bien con mi padre, obviamente no dije nada, además aprovechaba para ver porno en vivo sin que me vieran, aunque un día me vieron, pero eso fue otro día.
2 comentarios - El día que descubrí que mi padre era cornudo