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Masajes, putas y cuarentena. Cap 3

Despues de mi abstinencia de sexo durante la primera parte de la cuarentena, me estaba comenzando a poner al día y eso era bueno.
Lo de Estela era prometedor, ella estaba fascinada con lo que le producían mis manos, también supe que cuando se enteró de mi edad, que yo declaré jodiendo con Juan delante de ella sin saber que la calentaban los tipos mayores, y yo le llevaba bastantes años, hizo que la calentura por este juego sea mayor. Sabía que tarde o temprano la iba a coger.
Con Marta por ahi iba a tener que remarla más, no se, pero estaba esperanzado. Y sería un acto de justicia ante los cuernos que le metía su marido.
Con la loca de Nancy no había mucho que preocuparse, siempre cogeríamos, le gustaba mucho la joda.
Faltaba venir la otra amante de Pedro, el amagó un par de veces a traerla pero al día que estoy escribiendo esto,  no se concretó.
Los próximos en venir fueron Pedro con Nancy, pero había un inconveniente, en camino para el gabinete Nancy se indispuso, igual quizo venir pero ya no cogeriamos. No importaba, algo ibamos a hacer.
Por lo pronto, en el masaje, comenzó con todo su show, no tardé en meter mis manos en su hermoso culo y comenzar unas amasadas profundas mientras se retorcía en la camilla. Mis dedos aceitados no tardaron en entrar en su culo sin mucho esfuerzo, pero no pude ir mas allá, ella estaba indispuesta e incomoda y uno tiene que respetar mucho todo eso.
Pero nos chupó bien la pija a ambos, mucho tiempo, como para sacarse las ganas de pija. Volvió a tener el morbo de verlo a Pedro chuparme la pija y se dió el gusto también. Tambien le masajee muy bien las tetas mientras ella estiraba el cuello para seguir chupandomela, gritando como loca hasta que se tomó la acabada de Pedro y a mi me hizo acabarle en las tetas.  Se desparramó mi leche por las tetas y le dijo a Pedro que se las lama. Este juntó mi leche con su lengua y se la tomó. La primera vez que vino me había dicho que no le gustaba, pero se ve que accedió por el pedido de ella.
Luego ella juntó un poco con su dedo y la llevó a su boca. -Que rica! -Me dijo- la proxima vez te la tomo!
De la locura de Nancy pasamos a la tranquilidad de su hermana Marta, a los tres días volvió Pedro, esta vez con su mujer, como si nada, disimulando de que no nos veíamos desde hace un tiempo.
Acá los masajes serían más tranqui, pero yo quería ir un poquito más alla que la otra vez, siempre un paso más...
Cuando tuve que ir a las piernas fuí muy cerca de su concha, cada vez más, rozando los bordes cuando estaba cerca, tocando por arriba de la bombacha como al descuido cada tanto.
Podía darme cuenta por su respiración, por su olor a concha ardiendo, porque lo hizo callar a Pedro, que cada tanto decía alguna boludez,  para poder disfrutar del masaje, segun ella.
Despues de un prolongado tiempo de ese juego, fuí para las tetas, me pidió que se las relaje y para mi fue una via libre para poder jugar con sus pezones que estaban duros. Amasé sus tetas, froté sus pezones, los masajee, con las dos manos en cada teta, con una mano en cada una...
Hacía rato que no manoseaba tanto un par de tetas.
La cara de ella mostraba que estaba gozando fuerte, pero no quizo mas que eso.
Se quedó super contenta y habló de volver.
Obvio que mis ganas de cogerla iban en aumento. Pedro hizo un gesto como diciendo esta boluda no afloja más!
Tuve dos encuentros más antes de un leve parate donde no vino nadie.
Primero fué Juan con Estela, ya había más confianza con ella, todo fue transcurriendo normalmente. Me encanta cuando tengo el control de la sitiación y con ella  lo tenía. Sabía como se calentaba con mis manos. El solo tocarla le daba hormigueos en el cuerpo, su piel se erizaba...
Cuando me iba acercando a sus zonas erógenas su concha comenzaba a emanar aromas de hembra en celo. No podía evitar estar al palo durante todo el masaje. Cada vez que podía le rozaba mi pija bien dura para que la sintiese... nunca amagaba a tocarme, era como si se tirara en la camilla solo a recibir placer, sin hacer nada.
Llegado el momento de darle el primer orgasmo, fuí con los dedos, como siempre, pero pronto le dí lugar a la lengua, quería volver a sentir ese sabor especial y tomarme toda su acabada a lengüetazos.
Mientras mi lengua buscaba la profundidad de su concha mi dedo ya estaba entrando y saliendo de su culo, dandole todo el placer que podía darle.
Estalló en el primer orgasmo y me fuí retirando para dejarla reposar mientras con los ultimos lengüetazos trataba de beber lo más posible la mar de jugos que me estaba regalando.
Fuí hasta su panza con caricias suaves, esperando que se calme, rozando su pubis con mis dedos hasta sentir que volvía a estar receptiva, lista para otro orgasmo y ahi lancé mis dedos a jugar entre sus labios y entonces ella aflojó sus piernas y quedó a mi merced. Mis dedos hacían lo suyo y mi lengua esta vez fue a sus pezones. Mi pija rozaba su pierna pero ella no hacía nada para tocarme. Volvió a acabar y ahí ya di por terminado mi trabajo.
Me quedé pensando en nuevas tácticas para ir más allá, la próxima pelaría la pija y se la refregaría. Y si no la agarraba me pajearía delante de ella hasta acabar. Tenía que mostrarle como me ponía.
A la semana de este encuentro volvió Pedro con Nancy dispuesta (y ya no indispuesta!) a todo!
Como siempre se tiró en la camilla con su culo en pompa y a retorcerse exageradamente con mis masajes, que duraron poco porque le enterré un dedo en la concha y de ahí se pudrió todo.
Enseguida estabamos los tres en bolas, ella nos chupaba la pija y yo le mandaba dedos en la concha y el culo... a ese culo le tenía muchas ganas, la traje hacia mi y se la enterré en dos empujones...
Como gritaba esa hija de puta, Pedro le tapaba la boca con su pija pero ella gritaba igual.
Despues la cogió un rato Pedro mientras me la chupaba a mi. Despues volvimos a cambiar y esta vez le di por la concha.
Asi fuimos cambiando y yo cada tanto le daba por el culo, ella no quería y protestaba pero a mi no me importaba.
Cuando le estaba dando freneticamente por la concha sentí que iba a acabar y se lo dije. Ella recordó que quería tomarla y me puso la boca.
Le mandé la pija y comencé a acabar de una manera tremenda, la atoré de leche, pero se la tragó toda.
Nos repusimos y volvió a la camilla por más masajes. Yo seguía en bolas y no tardó en volver a chuparmela, le costaba ponerse dura y le recordé que no tenía 20 años, jaja
Pero al rato volvió a pararse, me hizo acostarme en la camilla boca arriba, me la chupó, se subió encima mio y me cabalgó.
Y ahi estabamos de nuevo garchando duro un buen rato hasta que se bajó y me pajeó hasta acabar.
Basta.... no podía hacer más nada...
Solo atiné a bajarme, lavarme y vestirme y desplomarme en una silla cuando pagaron y se fueron.
Como les dije al comienzo,  pasaron como quince días en que nadie volvió.
Días de descanso y de planear nuevas tácticas para poder coger con Estela y con Marta cuando volvieran.
Pero lo que no pensaba es que se sumarían otros personajes a estos juegos.
En el Próximo capítulo se los cuento.
Continuará.

2 comentarios - Masajes, putas y cuarentena. Cap 3

manbi33 +1
Muy bueno como siempre, en la próxima se viene Estela!
masitasexxx
Gracias! Veremos!
38015 +1
Excelente !!! K gabinete peligroso ...
masitasexxx
Gracias!!!! Si...se esta poniendo bravo!!!