Cuando escuché a un experto en comportamiento animal hablar de la vida de los monos, especialmente los tití, pero también chimpancé y otros, ahí comprendí un poco más ciertas conductas humanas.
La práctica cada vez más extendida y profundizada del cuckold en la sexualidad humana tiene ciertos puntos de encuentro c algunos aspectos de la conducta animal.
Los monos 🐒 tití viven en clanes donde existen jerarquías bien marcadas. Hay un macho alfa que es el único que copula c todas las hembras de la manada, tiene el harem completo a su disposición, entre ellas hay una o dos que son las hembras alfa las cuales utiliza para reproducir la especie. Con el resto de las hembras oficia de fornicador en todo momento. Se preguntarán qué hacen los otros machos (beta), la respuesta es observan. Pero he aquí lo que más me llamó la atención, no solo observan sino que también se masturban (de ahí nace la expresión ‘la del mono), algunos se masturban desaforadamente viendo cómo el macho alfa goza de fornicar a las hembras, nadie osa cuestionarlo hasta que con el pasar del tiempo la biología lo va dejando a un costado y toma el mando otro macho alfa.
Es muy interesante compararlo c la conducta sexual que tenemos los seres humanos puntualmente en la práctica del cuckold. Cómo el corneador juega ese rol del ‘mono alfa’, como la esposa del cornudo se abre entregada a su dominador natural y como el cornudo se pajea desenfrenadamente mientras observa cómo un macho superior a él se fornica a su mujer y no osa cuestionar la situación sino que sumisamente cumple el rol de mono 🐒 relojero que pasivamente de pajea sabiendo que esa es la forma de gozar que le tocó en suerte, por su naturaleza débil.
Obviamente esto lo colocó como una curiosidad de alguien aficionado al tema, no pretendo desarrollar ninguna teoría sino observar la cuestión desde otro punto de vista.
Claro está que el cuckold tiene muchísimo de cerebral, que revienta la croqueta de quien lo juega, que te pone tope y a prueba como ninguna otra práctica sexual.
Pero es bien interesante analizar esa práctica animal, al menos en ciertos puntos el origen del placer se toca.
En el ser humano juegan otras cosas, eso está claro, pero no deja de ser jocoso.
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La práctica cada vez más extendida y profundizada del cuckold en la sexualidad humana tiene ciertos puntos de encuentro c algunos aspectos de la conducta animal.
Los monos 🐒 tití viven en clanes donde existen jerarquías bien marcadas. Hay un macho alfa que es el único que copula c todas las hembras de la manada, tiene el harem completo a su disposición, entre ellas hay una o dos que son las hembras alfa las cuales utiliza para reproducir la especie. Con el resto de las hembras oficia de fornicador en todo momento. Se preguntarán qué hacen los otros machos (beta), la respuesta es observan. Pero he aquí lo que más me llamó la atención, no solo observan sino que también se masturban (de ahí nace la expresión ‘la del mono), algunos se masturban desaforadamente viendo cómo el macho alfa goza de fornicar a las hembras, nadie osa cuestionarlo hasta que con el pasar del tiempo la biología lo va dejando a un costado y toma el mando otro macho alfa.
Es muy interesante compararlo c la conducta sexual que tenemos los seres humanos puntualmente en la práctica del cuckold. Cómo el corneador juega ese rol del ‘mono alfa’, como la esposa del cornudo se abre entregada a su dominador natural y como el cornudo se pajea desenfrenadamente mientras observa cómo un macho superior a él se fornica a su mujer y no osa cuestionar la situación sino que sumisamente cumple el rol de mono 🐒 relojero que pasivamente de pajea sabiendo que esa es la forma de gozar que le tocó en suerte, por su naturaleza débil.
Obviamente esto lo colocó como una curiosidad de alguien aficionado al tema, no pretendo desarrollar ninguna teoría sino observar la cuestión desde otro punto de vista.
Claro está que el cuckold tiene muchísimo de cerebral, que revienta la croqueta de quien lo juega, que te pone tope y a prueba como ninguna otra práctica sexual.
Pero es bien interesante analizar esa práctica animal, al menos en ciertos puntos el origen del placer se toca.
En el ser humano juegan otras cosas, eso está claro, pero no deja de ser jocoso.
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15 comentarios - El cuckold, ¿conducta animal?
http://www.poringa.net/posts/relatos/3885178/Diferencias-entre-cornudos-y-cuernos.html
ojala muchos lo lean atentamente y lo logren comprender
👏👏👏👏👏👏👏👏👏👏
Soy beta pornosexual
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