Hola, el día de hoy les traigo la primera fantasía de un seguidor con una amiga, si deseas que la próxima fantasía sea la tuya escribeme al dm.
La zorrita de Ingrid
"Sería su profesor y tendría que aprobar mi materia pero no lo haría. Me pediría que la ayude y que tiene que aprobar sí o sí porque si no sus padres se van a enojar con ella. Ahí me mira y me dice que haría lo que sea por aprobar, y yo la invitaría a verme después de hora, cuando no haya nadie. Le preguntaría si ya es mayor y si ha tenido sexo. Ella, sorprendida, me dice que sí a ambas preguntas, a lo que yo le respondería que entonces puedo ayudarla a aprobar."
Ella vestida con su ropa de colegiala y yo disfrutando de su carita de inocente. Me sentaría en una silla y le diría que se arrodille, que hoy va a tener que demostrarme que es una buena alumna. Ella se arrodilla y me mira, y yo disfruto de su cara, entre la inocencia y la perversión. Me empezaría a tocar sobre mi pantalón y le diría que le voy a hacer algunas preguntas, y que ella se lo tiene que tomar como un examen para aprobar. Le preguntaría si con cuántos hombres ha tenido sexo y si lo ha disfrutado. Ella me contaría de unas pocas experiencias que tuvo con chicos de su edad. Le preguntaría también si se masturba, si ve porno y con qué cosas se excita, para que me conteste que sí lo hace, y que algunas cosas le calientan. Ahí empezaría a indagar en sus fantasías. La escucharía hablarme de tríos, de sus ganas de estar con otra chica, de hacerlo en público. Todo esto mientras yo sigo tocándome descaradamente, excitado con su pose sumisa, sus respuestas y sus miradas, que van de mis ojos a mi entrepierna.
Le diría que no soy tonto, que obdervo cómo la miran y cómo le hablan sus compañeros. Le preguntaría si no le calienta sentirse deseada por los chicos de su clase. Mirando hacia abajo me contestaría que sí, que le gusta que la miren y se calienten con ella. "Tus profesores también se calientan contigo", le diría, y frente a su mirada sorprendida le contaría cómo algunos hablamos de nuestras alumnas y lo que nos gustaría hacerles. Le daría los detalles de las fantasías más sucias de sus profesores, que la tienen a ella como objeto de sus ideas más morbosas. Le preguntaría, finalmente, si le molesta saber eso. Esta vez su respuesta sería completa: "no, en verdad me ha calentado saberlo". Yo directamente sacaría mi verga y empezaría a masturbarme sin parar frente a su cara. "Una última pregunta para aprobar el examen", le diría, mirándola a los ojos: "qué es lo que más te gustaría hacer en este momento?". Y ahí disfrutaría de su respuesta, que no sería con palabras. Sabría que ya la he puesto caliente al punto de que necesita saciar sus ganas. La vería arrastrarse hasta acercarse a mi verga y mirarme a los ojos como pidiéndome permiso.
La agarraría del pelo y apoyaría su cabeza sobre una de mis piernas. "Crees que mirándome con esa carita de putita inocente vas a lograr lo que quieres? Tienes que rogármelo si es lo que más deseas", le diría, mientras la escucho suspirar. Esa mezcla de quejidos y excitación se completarían con su pedido: "quiero chuparte la verga, por favor". No podría resistirme a ese "por favor" y a su actitud de sometida con mi verga frente a su cara. Aprovecharía que la tengo agarrada del pelo para ponerla bien cerca, y volvería a preguntarle si quiere chuparla. Su mirada fija y su "sí, necesito chupártela" serían lo último que necesitaría para hacer que empiece a comerme la verga.
El ritmo lo manejaría yo. A su desesperación le respondería controlando la intensidad con mi mano agarrando su cabeza. Le empezaría a dar órdenes mientras manejo el ritmo de su mamada. Que me mire, que me diga si le gusta, que la escupa, que chupe más rápido. Cuando la vea totalmente desesperada por mi verga empezaría a cogerme su boca. Dejaría su cabeza quieta y empezaría a moverme yo, cada vez más rápido, hasta sentir cómo se la traga toda, se atraganta y se llena de saliva. Ahí sacaría mi verga y le diría que es una gran alumna y que ya aprobó la materia, que es libre de irse si quiere. Pero que sé que es muy putita y ya no está pensando en aprobar, por lo que puedo ofrecerle una buena cogida de su profesor. Volvería a su cara de inocente y tímida, confundida por su rol de sumisa pero su posibilidad de elegir qué hacer, sabiendo los dos cuál va a ser su respuesta. Me mira y baja la cabeza, lo cual tomaría como un sí. La levantaría y la pondría frente a una de las mesas del salón, y la haría inclinarse y levantar su pollera. Bajaría su tanga y le preguntaría si alguna vez le comieron la concha y el culo. Me respondería que no, a lo que yo le diría que ahora le voy a mostrar lo lindo que es. Me arrodillaría y empezaría a pasar mi lengua muy despacito por ambos agujeros, sintiendo lo mojada que está en uno y cómo se empieza a dilatar el otro.
Estaría varios minutos disfrutando de sus suspiros y gemidos, que se empiezan a volver incontenibles. "Gime para tu profesor, que te acaba de aprobar" le diría, y la escucharía gozar como nunca había hecho, mientras mi lengua se perdería en su vagina toda mojada. Empezaría a meterle un dedo en su vagina mientras sigo chupando, y luego metería otro. Iría subiendo la velocidad de mis movimientos con mis dedos y mi lengua, hasta sentir cómo se moja toda y cómo me dice que le encanta, sin que haga falta que le pregunte. Pero sí le preguntaría si se había imaginado así, siendo usada por su profesor. La escucharía responder entre gemidos que había fantaseado con ser la puta de un tipo más grande, y que le daba morbo una relación de profesor y alumna. Que había visto porno con esas historias y que se había masturbado más de una vez imaginándose con tipos mayores.
Le diría que puedo cumplir su fantasía y cogerla ahí mismo, pero que tiene que rogármelo. Pasaría mi lengua por su culo y empezaría a comérselo mientras la escucho pedir y rogar que la coja contra esa mesa y que la haga suya. Me diría ella misma lo puta que es y lo mucho que necesita sentir mi verga adentro suyo. Cuando termine de divertirme con sus pedidos desesperados me levantaría y pondría mi verga en la entrada de su vagina. "Así que eres la puta de tu profesor?", le preguntaría. "Sí, soy tu putita", respondería ella, y sería todo lo que necesitaría para empezar a cogerla.
La agarraría nuevamente del pelo y le diría que ahora sólo me va a llamar "señor", y que le cumpliré la fantasía de ser la puta de un tipo más grande. "Sí, señor, hágame su puta", me respondería ella, y mis movimientos serían cada vez más fuertes. Mientras la cojo le empezaría a meter un dedo en el culo, bien despacito, y le preguntaría si alguna vez la cogieron por ahí. "No, señor, es virgen mi culito", me diría, a lo que le respondería que una putita como ella tiene que entregar ese culo. "Mi culo es todo suyo, señor, hoy soy su puta", me contestaría. Y a mi cogida cada vez más fuerte la acompañaría con dos dedos en su culo, que empezaría a abrirse esperando sentir mi verga.
"Una puta como tú tiene que ser cogida por todos sus agujeros, Ingrid", le diría, y sacaría mi verga de su concha toda mojada para apoyarla en la entrada de su culo. Sacaría mi celular para grabarla y le diría que ese video es sólo para mí, que si alguien lo viera los dos seríamos expulsados. Pero le diría que me encantaría que la vieran así sus otros profesores y que disfruten la imagen de esa alumna tan entregada y putita, con esa cara de inocente. Que seguro los profesores que ya se masturban pensando en ella ahora se matarían a pajas viendo cómo uno de ellos le destrozó ese culito virgen.
"Entonces destroce mi culo, señor, por favor", me diría ella, y empezaría a empujar mi verga, primero bien despacio, para ir acostumbrándola a sentirla. Ella empezaría a disfrutarla poco a poco, y pararía su culo mientras me pide que acelere mis movimientos. "Así que eres la putita de tu profesor?", le preguntaría, para hacerla responder a la cámara, mientras empiezo a enterrar toda mi verga en su culo bien apretado. "Ay, sí, señor, soy su puta", me respondería ella, girando la cabeza para mirarme. Empezaría a moverme cada vez más rápido y fuerte, y la sentiría contraerse y gemir cada vez más alto. Le contaría, mientras sigo grabándola, que podría ser la puta de sus profesores, que a más de uno le gustaría tenerla así y cogerla con toda. Ella me respondería que quiere ser la putita de todos si la van a coger de esa manera, y que quiere que otros tipos más grandes también la usen y la cojan como yo.
Le diría que entonces tiene que dejarme llenarle ese culo de leche, a lo que me diría que ella es mi puta y que yo decido dónde me corro. Le ordenaría que gima ante cada embestida pidiéndome que me vacíe en su culo. Ella respondería a los gritos, rogándome que le dé la leche, diciéndome que se portó como toda una putita sumisa y quiere su recompensa.
Frente a su culito todo apretado no aguantaría más viéndola así y me correría adentro de ese culo que hasta hacía unos minutos atrás era virgen. La sentiría gemir, retorcerse y caer rendida sobre la mesa, mientras grabo las últimas imágenes, de la leche saliendo de su culo. Le subiría su tanga, le bajaría su pollera y la ayudaría a pararse, cosa que haría con dificultad al tener sus dos agujeros cogidos con toda.
Le diría que aunque haya aprobado puedo darle clases particulares en mi casa cuando quiera, y así empezaría a convertirla en mi puta personal.
Bueno hasta aquí el relato de @mellamoanonimo , espero les haya gustado y calentado tanto como a mí. Si desean morbosear a más amigas o que sus relatos sean presentados, haganmelo saber al privado, nos vemos con más.
La zorrita de Ingrid
"Sería su profesor y tendría que aprobar mi materia pero no lo haría. Me pediría que la ayude y que tiene que aprobar sí o sí porque si no sus padres se van a enojar con ella. Ahí me mira y me dice que haría lo que sea por aprobar, y yo la invitaría a verme después de hora, cuando no haya nadie. Le preguntaría si ya es mayor y si ha tenido sexo. Ella, sorprendida, me dice que sí a ambas preguntas, a lo que yo le respondería que entonces puedo ayudarla a aprobar."
Ella vestida con su ropa de colegiala y yo disfrutando de su carita de inocente. Me sentaría en una silla y le diría que se arrodille, que hoy va a tener que demostrarme que es una buena alumna. Ella se arrodilla y me mira, y yo disfruto de su cara, entre la inocencia y la perversión. Me empezaría a tocar sobre mi pantalón y le diría que le voy a hacer algunas preguntas, y que ella se lo tiene que tomar como un examen para aprobar. Le preguntaría si con cuántos hombres ha tenido sexo y si lo ha disfrutado. Ella me contaría de unas pocas experiencias que tuvo con chicos de su edad. Le preguntaría también si se masturba, si ve porno y con qué cosas se excita, para que me conteste que sí lo hace, y que algunas cosas le calientan. Ahí empezaría a indagar en sus fantasías. La escucharía hablarme de tríos, de sus ganas de estar con otra chica, de hacerlo en público. Todo esto mientras yo sigo tocándome descaradamente, excitado con su pose sumisa, sus respuestas y sus miradas, que van de mis ojos a mi entrepierna.
Le diría que no soy tonto, que obdervo cómo la miran y cómo le hablan sus compañeros. Le preguntaría si no le calienta sentirse deseada por los chicos de su clase. Mirando hacia abajo me contestaría que sí, que le gusta que la miren y se calienten con ella. "Tus profesores también se calientan contigo", le diría, y frente a su mirada sorprendida le contaría cómo algunos hablamos de nuestras alumnas y lo que nos gustaría hacerles. Le daría los detalles de las fantasías más sucias de sus profesores, que la tienen a ella como objeto de sus ideas más morbosas. Le preguntaría, finalmente, si le molesta saber eso. Esta vez su respuesta sería completa: "no, en verdad me ha calentado saberlo". Yo directamente sacaría mi verga y empezaría a masturbarme sin parar frente a su cara. "Una última pregunta para aprobar el examen", le diría, mirándola a los ojos: "qué es lo que más te gustaría hacer en este momento?". Y ahí disfrutaría de su respuesta, que no sería con palabras. Sabría que ya la he puesto caliente al punto de que necesita saciar sus ganas. La vería arrastrarse hasta acercarse a mi verga y mirarme a los ojos como pidiéndome permiso.
La agarraría del pelo y apoyaría su cabeza sobre una de mis piernas. "Crees que mirándome con esa carita de putita inocente vas a lograr lo que quieres? Tienes que rogármelo si es lo que más deseas", le diría, mientras la escucho suspirar. Esa mezcla de quejidos y excitación se completarían con su pedido: "quiero chuparte la verga, por favor". No podría resistirme a ese "por favor" y a su actitud de sometida con mi verga frente a su cara. Aprovecharía que la tengo agarrada del pelo para ponerla bien cerca, y volvería a preguntarle si quiere chuparla. Su mirada fija y su "sí, necesito chupártela" serían lo último que necesitaría para hacer que empiece a comerme la verga.
El ritmo lo manejaría yo. A su desesperación le respondería controlando la intensidad con mi mano agarrando su cabeza. Le empezaría a dar órdenes mientras manejo el ritmo de su mamada. Que me mire, que me diga si le gusta, que la escupa, que chupe más rápido. Cuando la vea totalmente desesperada por mi verga empezaría a cogerme su boca. Dejaría su cabeza quieta y empezaría a moverme yo, cada vez más rápido, hasta sentir cómo se la traga toda, se atraganta y se llena de saliva. Ahí sacaría mi verga y le diría que es una gran alumna y que ya aprobó la materia, que es libre de irse si quiere. Pero que sé que es muy putita y ya no está pensando en aprobar, por lo que puedo ofrecerle una buena cogida de su profesor. Volvería a su cara de inocente y tímida, confundida por su rol de sumisa pero su posibilidad de elegir qué hacer, sabiendo los dos cuál va a ser su respuesta. Me mira y baja la cabeza, lo cual tomaría como un sí. La levantaría y la pondría frente a una de las mesas del salón, y la haría inclinarse y levantar su pollera. Bajaría su tanga y le preguntaría si alguna vez le comieron la concha y el culo. Me respondería que no, a lo que yo le diría que ahora le voy a mostrar lo lindo que es. Me arrodillaría y empezaría a pasar mi lengua muy despacito por ambos agujeros, sintiendo lo mojada que está en uno y cómo se empieza a dilatar el otro.
Estaría varios minutos disfrutando de sus suspiros y gemidos, que se empiezan a volver incontenibles. "Gime para tu profesor, que te acaba de aprobar" le diría, y la escucharía gozar como nunca había hecho, mientras mi lengua se perdería en su vagina toda mojada. Empezaría a meterle un dedo en su vagina mientras sigo chupando, y luego metería otro. Iría subiendo la velocidad de mis movimientos con mis dedos y mi lengua, hasta sentir cómo se moja toda y cómo me dice que le encanta, sin que haga falta que le pregunte. Pero sí le preguntaría si se había imaginado así, siendo usada por su profesor. La escucharía responder entre gemidos que había fantaseado con ser la puta de un tipo más grande, y que le daba morbo una relación de profesor y alumna. Que había visto porno con esas historias y que se había masturbado más de una vez imaginándose con tipos mayores.
Le diría que puedo cumplir su fantasía y cogerla ahí mismo, pero que tiene que rogármelo. Pasaría mi lengua por su culo y empezaría a comérselo mientras la escucho pedir y rogar que la coja contra esa mesa y que la haga suya. Me diría ella misma lo puta que es y lo mucho que necesita sentir mi verga adentro suyo. Cuando termine de divertirme con sus pedidos desesperados me levantaría y pondría mi verga en la entrada de su vagina. "Así que eres la puta de tu profesor?", le preguntaría. "Sí, soy tu putita", respondería ella, y sería todo lo que necesitaría para empezar a cogerla.
La agarraría nuevamente del pelo y le diría que ahora sólo me va a llamar "señor", y que le cumpliré la fantasía de ser la puta de un tipo más grande. "Sí, señor, hágame su puta", me respondería ella, y mis movimientos serían cada vez más fuertes. Mientras la cojo le empezaría a meter un dedo en el culo, bien despacito, y le preguntaría si alguna vez la cogieron por ahí. "No, señor, es virgen mi culito", me diría, a lo que le respondería que una putita como ella tiene que entregar ese culo. "Mi culo es todo suyo, señor, hoy soy su puta", me contestaría. Y a mi cogida cada vez más fuerte la acompañaría con dos dedos en su culo, que empezaría a abrirse esperando sentir mi verga.
"Una puta como tú tiene que ser cogida por todos sus agujeros, Ingrid", le diría, y sacaría mi verga de su concha toda mojada para apoyarla en la entrada de su culo. Sacaría mi celular para grabarla y le diría que ese video es sólo para mí, que si alguien lo viera los dos seríamos expulsados. Pero le diría que me encantaría que la vieran así sus otros profesores y que disfruten la imagen de esa alumna tan entregada y putita, con esa cara de inocente. Que seguro los profesores que ya se masturban pensando en ella ahora se matarían a pajas viendo cómo uno de ellos le destrozó ese culito virgen.
"Entonces destroce mi culo, señor, por favor", me diría ella, y empezaría a empujar mi verga, primero bien despacio, para ir acostumbrándola a sentirla. Ella empezaría a disfrutarla poco a poco, y pararía su culo mientras me pide que acelere mis movimientos. "Así que eres la putita de tu profesor?", le preguntaría, para hacerla responder a la cámara, mientras empiezo a enterrar toda mi verga en su culo bien apretado. "Ay, sí, señor, soy su puta", me respondería ella, girando la cabeza para mirarme. Empezaría a moverme cada vez más rápido y fuerte, y la sentiría contraerse y gemir cada vez más alto. Le contaría, mientras sigo grabándola, que podría ser la puta de sus profesores, que a más de uno le gustaría tenerla así y cogerla con toda. Ella me respondería que quiere ser la putita de todos si la van a coger de esa manera, y que quiere que otros tipos más grandes también la usen y la cojan como yo.
Le diría que entonces tiene que dejarme llenarle ese culo de leche, a lo que me diría que ella es mi puta y que yo decido dónde me corro. Le ordenaría que gima ante cada embestida pidiéndome que me vacíe en su culo. Ella respondería a los gritos, rogándome que le dé la leche, diciéndome que se portó como toda una putita sumisa y quiere su recompensa.
Frente a su culito todo apretado no aguantaría más viéndola así y me correría adentro de ese culo que hasta hacía unos minutos atrás era virgen. La sentiría gemir, retorcerse y caer rendida sobre la mesa, mientras grabo las últimas imágenes, de la leche saliendo de su culo. Le subiría su tanga, le bajaría su pollera y la ayudaría a pararse, cosa que haría con dificultad al tener sus dos agujeros cogidos con toda.
Le diría que aunque haya aprobado puedo darle clases particulares en mi casa cuando quiera, y así empezaría a convertirla en mi puta personal.
Bueno hasta aquí el relato de @mellamoanonimo , espero les haya gustado y calentado tanto como a mí. Si desean morbosear a más amigas o que sus relatos sean presentados, haganmelo saber al privado, nos vemos con más.
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