Tres salivas en mi verga.
La mía desde arriba en la cabeza del falo, la de la esposa sumisa y la del cornudo.
Créanme que más que la cuestión física y la acción en sí, lo que experimenté en mi faceta más primitiva de macho cabrío fué una explosión cerebral de sensaciones.
1- El poder. Primero el mejor de los poderes y el más efímero, pero poder al fin, el poder sexual.
2- El domino. La capacidad de con un solo gesto sentenciar a mi antojo el destino del juego, el saber que son míos por dentro y por fuera, en cuerpo y cerebro.
3- El infinito. El saber que ‘casi’ no hay límites porque todo lo qué haces lo gozan, lo sienten, lo piden, lo ruegan y también lo agradecen.
4- La sorna. El pasar a la sorna, es entrar en la dimensión más perfecta del sexo cornudo, es lo máximo en sexo. El placer de la burla, de la burla macabra, el gozarlos riendo y saber que lo gozan con desesperación, que su orgasmo acrecienta con más humillación.
-Una escoba en el ano y que intente encenderla, que pruebe varias veces y te mire asombrada cual bruja en su vehículo a volar por los aires.
-Un plumero en el culo y que haga el papagayo y la mujer se ría y que intente ayudarlo y que vos sigas serio y se asusten un poco.
Que te entreguen las bocas, que te entreguen la concha y que entreguen el orto, que sea como una ofrenda de su vicio morboso...
Que gocen de tu leche, su alimento perverso, que se diga tu hembra y lo humille al marido, se deshaga en halagos hacia tu falo erguido y también agradezcan el placer recibido.
Que se ofrezcan sumisos y se asombren llorando y que sus anos grandes los sorprendan cagando, dimensionando el hecho que los abriste todos, que los hiciste tuyos, te pertenecen, los dejaste más anchos, les abriste las colas porque les diste vida hundiendo hasta tus bolas.
Porque los enseñaste a respetar el orden,
ansiosos te disfrutan y nerviosos te temen
su sexo necesita machos que los aborden
ellos desesperados suplican por tu semen
Hay un momento cumbre que cualquier falo sirve, que el culo abierto en pompa con su ojo ciego latiendo pide tapón a gritos.
Necesita follar y ser violado, amarlo en forma sucia, comer todo lo que entre. Pueden venir de a varios y descargar su leche, serrucharlo a piaccere y abrirlo como nunca. Pero en el fondo el deseo continuo, ese amor especial es hacia vos, su macho, porque sabes dominar como nadie, porque tenés poder sobre el culo, un poder único que enloquece.
4 comentarios - El verdadero poder íntimo