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Primera experiencia...... en el vestuario

Esto sucedió cuando tenía 17 años. Se me había ocurrido aprender judo, así que fuí a un club cerca de casa, donde se practicaba este deporte, pregunté en qué gimnasio se lo enseñaba, y allí fui.Era un gimnasio de unos 10mx10m, con la mitad de su piso ocupado por una especie de tarima de unos 10cm de alto, acolchada, que luego supe que se llamaba tatami. El profesor era un hombre joven, de unos 35 años, pelo negro, piel blanca. Por la abertura de su chaqueta se podía ver un pecho fuerte y cubierto de vello negro, el que se le extendía tambien por los hombros. Me presenté, y quedamos en que comenzaría el lunes siguiente.La primera clase se desarrolló sin mayores novedades, al terminar, cerca de la diez de la noche, fuí al vestuario, me desnudé y pasé al recinto de duchas, para bañarme. En eso estaba, cuando el profesor, Juan, apareció delante mío, me miró de arriba a abajo, y me dijo que no me preocupara si al día siguiente sentía algún dolor por los ejercicios, porque era normal. Le agradecí el aviso, y nos despedimos hasta la clase próxima.La clase siguiente, en un aparte, me propuso que en vez de cambiarme en el vestuario de cadetes y menores, me cambiara en el de mayores, que era más cómodo. Acepté, y al terminer la clase fui con el a este vestuario, donde me presentó a Mario, el muchacho que lo atendía. Era un chico de unos 23 años, 1,80m, físico de gimnasio, que vestía una camiseta musculosa que dejaba ver sus pectorales voluminosos rematados en hermosa tetillas apenas más oscuras que su piel. Que damos en que el viernes me daría un casillero cerca de los de la gente de judo y nos despedimos. Al viernes siguiente, fui al vestuario de mayores, y Mario me dió la llave de mi taquilla. Estaba en un sector que quedaba separado del resto por una fila de armarios y se llegaba a él por un espacio que quedaba entre las taquillas y la pared. Ese día Juan terminó la clase temprano, poco después de las nueve. Me pidió que lo ayudara a barrer un poco el tatami, y luego fuimos juntos al vestuario. Ya todos se habían ido, quedábamos sólo nosotros dos y Mario. Su taquilla estaba justo al lado de la mía, pero en la fila de arriba. Me saqué el equipo, y me senté en un banco largo que había entre las dos filas de taquillas, en suspensor, y me puse a acomodar la ropa. Me excitaba la idea de ver desnudo a Juan, pero éste me sorprendió, ya que rápidamente se sacó el equipo y el suspensor y se quedó completamente desnudo a mi lado.. yo lo espiaba de reojo, y ví como tomaba su verga y comenzaba a acarciarla. Al ver que lo miraba de reojo, deslizó hacia atrás su prepucio, y dejó al descubierto un glande de buen tamaño, color rosa oscuro, cuya piel se iba poniendo tensa y brillante. Me saqué rápidamente el suspensor, y ya desnudo, lo miré directamente. El giró hacia mí y se acercó, siempre masturbándose.. yo podía sentir el olor de su pija y de su transpiración. Se acercó a mí, puso su pierna izquierda sobre el banco y levantando su verga me mostró sus huevos, grandes, parejos y cubiertos por largos pendejos negros. Yo estiré mi mano y empecé a acariciarlos, tomé su verga y también la acaricié. Entonces se acercó más, puso su mano en mi nuca, y acercó mi cara a su glande, ya tenso y húmedo, no lo dudé, comencé a lamerlo suavementente, saboreando el gusto salado del líquido lubicante que ya salía de él.. luego abrí más la boca y dejé que lo introdujera , mientra le acariciaba los huevos. Entonces me dí cuenta que no estábamos solos, sino que Mario había pasado al vestuario y estaba a mi izquierda, desnudo y al palo, sosteniendo entre sus manso una verga de 20cm por lo menos y no menos de 5cm de grueso. Giré hacia él y comencé a chuparle esa deliciosa pija y a acariciarle sus huevos. Juan entonces me hizo parar, darme vuelta, poner la pierna izquierda sobre el banco y agacharme. Mi culo quedó a su alcance, y él comenzó a caricirme las nalgas, introduciendo luego la mano entre elllas. Sus dedos trabajaron acariciando mi orto, de pronto sentí que me los introducía lentamente, trabajando para dilatarme, mientra tanto, yo chupaba la verga de Mario, que se movía ritmicamente adelante y atrás, llegando a lo más profundo de mi garganta. Entonces llegó el gran momento, Juan tomo su verga, 18×4 calculo, la lubricó con algo que tenía en la taquilla, y apoyo su glande en mi orto. Sentí su empuje lento y poderoso dilatándome y penetrándome, hasta que mis nalgas se apoyaron en sus muslos, comenzando ahí a moverse cada vez más rápido, mientra sus manos acariciaban alternadamente mis tetillas y mi pija, hasta terminar con un último empuje y un gemido de placer. Su pija se fue bajando lentamente hasta salir sola, tomó unas toallas de papel y me limpió el orto mojado con su semen, y luego hizo lo mismo con su pija. Yo seguía chupando la verga de Mario, cuando Juan se le acercó, y pellizcándole la tetillas y metiéndole los dedos en el culo lo hizo terminar en mi boca. Sentí una vibración y luego varios chorros de semen tibio llenando mi boca. Escupí el semen en una toalla de papel y Mario terminó de limpiarme besándome y recogiendo con su lengua los restos de su semen de mi boca. Entonces Juan me trabó los brazos por detrás y Mario comenzó a chupar mis tetillas, bajando con su boca por mi cuerpo, hasta llegar a mi pija, que se metió en la boca. Yo estaba tan caliente que terminé casi enseguida, salpicando con mi leche su cara y su pecho. Satisfechos y relajados, fuimos a bañarnos, nos vestimos y nos fuimos. Lo que pasó el viernes siguiente, se los cuento otro día.

2 comentarios - Primera experiencia...... en el vestuario

Osval2233
Me gusto tu relato de cómo disfrutaron los tres espero los otros t ban los 10