You are now viewing Poringa in Spanish.
Switch to English

Miriam, volvió recargada.


Porintermedio de una amiga en común, Inés, me enteré que Miriam, después de muchosmeses, había vuelto para una breve estadía en la casa de los padres, en laciudad.

Habíamostenido, disfrutado, una semana amorosa, intensa, ardiente, llena de pasión, que,ella, había inducido como desquite por una “ofensa” del marido, al viajar alexterior y dejarla sola al cuidado de sus tres hijos.

(Subíun relato: “Resentida, Cogida, Arrepentida”).

Alcabo de esa semana, de sexo extremo conmigo, asumió  como infundado su resentimiento y searrepintió de su infidelidad.

Porintermedio de Inés, me pidió perdón por haberme provocado y dijo que guardaríaun buen afecto por mí y dio por terminada nuestra relación. Y viajó a BuenosAires a reunirse con su esposo.

 

Alsaberla tan cerca, por impulso de excitación venérea, sin reflexionar, decidícontactarla.

Enla guía telefónica busqué el número de teléfono (por el domicilio) y

llamé.

-¿Hola?-

Parami sorpresa respondió ella, le reconocí la voz:

-¡HolaMiriam! Julio….. ¡Qué alegría volver a oírte, después de tanto tiempo!!-

Pausa

-¿Julio?...¡A siiii!.... ¡Que sorpresaaaa!.... ¿Quién te avisó que estaba acá?-

-Melo dijo un pajarito-

-¡Unacotorra, dirás, Inés, seguro!-

Laconversación fue larga. Pero tras varias negativas, alegar “fidelidad almarido” y que “lo nuestro ya fue” aceptó mi convite para volver a vernos el díasiguiente:

-¡Sólopara hablar, ehh!-

Mepidió el número de mi celular, por si se complicaba cumplir con la cita (estabaen casa, con sus nenes, porqué uno ellos de tenía unas líneas de fiebre)

Meenvió un SMS (el whatsapp no estaba disponible, en esa época), la mañanasiguiente:

“Nopienso ir esta tarde. Perdón lo pensé y mejor no”

Repliquéenseguida.

“¿Podeshablar, te llamao?”

“No,estoy con mamá y otras”

Seguimospor SMS. Tras múltiple intercambio de mensajes, de menos de 160 caracteres, porfin, cedió y, a tarde avanzada, nos reencontramos en el auto, a un par cuadras desu vecindario.

Apenassubió, me miró a los ojos, sonriendo, y:

-¡Hola!...conseguí que mamá, se quedase con los chicos - me besó en la mejilla.

Fuimosa un bar, alejado del centro, poco transitado.

Pidióun cuba libre, (ron + coco cola + jugo de lima) decorado con media rodaja delima.

Habíaimaginado un encuentro enredado, complicado, pero….

supeque volveríamos a coger, cuando, después de pocos minutos de charla, (entre otrascosas comentó que, de nuevo, el marido estaba en el exterior) se llevó la mediarodaja a la boca, hizo con los labios el gesto de chuparla, la retiró y, conmirada intencionada, murmuró:

-Nopensaba volver a verte…. pero vine de buena gana…  tenemos tiempo,…. Mamá va cuidar los nenes unpar de horas más-

Desobre pique le propuse ir a otro lugar. Asintió con la cabeza, sonriendo.

Fuimosa la cabaña, a orilla del río, escenario, en el pasado, de nuestra semana, “alrojo vivo”. Era obvio para que.

 

Tanpronto como entramos:

-¡Querefugio tan agradable y tranquilo, tenés!.... muchas veces me vino a lamemoria…..  -

Medio un beso fugaz y se dirigió al baño.

Regresócon corpiño y bombachita, negros,  nadamás.

-Mevine con el mismo conjuntito que te gustó tanto, la última vez que estuvimosaquí ¿Te acordás, verdad?-

-¡Claro!-

Mentí,mientras yo también me desvestía con mi verga al límite de rigidez.

Miróel bulto en mi slip y se acostó en la cama

Sabíalo que quería. Comencé con desnudarla, a lamerle las tetas y los pezoneslentamente Tomó mi mano y la acercó a su sexo, casi depilado. Quería que la tocara,estaba loca para que la tocara.

Mearrodillé entre sus piernas abiertas. Estaba mojada.

Unalamida, otra y otra. Gemidos de placer. Con decisión, recorrí con la  lengua los labios mayores, abriéndolos poco apoco. Un dedo adentro, luego otro. Más gemidos.

Milengua le entró con delicadeza y pasión.

Terminéde desnudarme y le ofrecí mi verga a sus labios y ella la tomó, lamiendo conavidez y mojándola con saliva.

-Ahoraquiero sentirla adentro-

Eransus primeras palabras que desde que se había acostado en la cama.

Entréfácilmente en ella, se abrió completamente para darme la bienvenida con un largosuspiro de placer.

Lacogí unos minutos con lentitud, deliberada, acariciándole cara, tetas ynalgas. 

Luegocon una mano en  la concha hastaencontrar, con los dedos, su clítoris ya sensible.

-¡Siiiii…..Asiiiii!- murmuró

Habíaencontrado el ritmo adecuado, moviendo los dedos, rápidamente en el exterior dela concha y la verga, lentamente, dentro de ella.

Reaccionócon un, momentáneo, cabeceo frenético, rotando la cabeza, a un lado, y al  otro, gimiendo, como poseída de frenesí.

Luego,por sus ojos cerrados y su boca entreabierta, supe que estaba saboreando todoel placer de la cogida.

Lentamentecomenzó a mover sus caderas, a seguir mi ritmo, a buscar el suyo, el nuestro. Podíasentir sus oleadas de placer, yendo y viniendo en sintonía con las mías, perolas suyas en crescendo.

-¡Noparés!....... ¡Asíiii….  asíiiii….  asíiii…. no te quedés…. cómo me llenás….!-

Estabapróxima al orgasmo, sentí su concha contraerse sobre mi verga.

-¡Noparés!....... –

Yvino la explosión, un largo interminable gemido de placer, más contracciones dela concha

-¡Mevoy…. mi Diooos…. voy a acabaaaar…!-

Volvióa abrir los ojos, todavía un poco nublados por el orgasmo

Lahabía llevado a un pico de placer y ella, quiso, y sabía cómo corresponder.

Seacomodó con las piernas obscenamente abiertas.

-¡Cogeme….como vos quieras….  gocé como una puta….ahora te toca a vos…. dámela todaaa… ¡-

Nome esperaba de ella estos términos, pero me gustaron y me excitaron más de loque estaba.

Seguícon el entra y sale, acelerando el ritmo, ella me complementaba, con pubis ycaderas, gimió de nuevo, era muy pronto para un segundo orgasmo, pero comoantes yo había puesto “todas las pilas” para ella, ahora ella las ponía paramí.

Noiba, yo, a resistir mucho.

Explotéen un orgasmo intenso, largo, interminable.

 

Luegolado a lado, compartiendo almohada, conversamos.

Ellatenía su mano, rodeando mi verga flácida.

-¿Quétal lo que tenés entre mano? ¿Te gustó?- le murmuré después de un mordisco enel lóbulo de la oreja.

-¡Meencantó…. Lo sentí palpitar dentro de mi….. sus chorros de semen….. unadelicia…. ! –

 

Despuésvino la, mutua, confesión de que: “no dormí del todo bien, todo este tiempo,porque extrañaba la cama contigo”

Fuimosamantes, por años.

 

 

0 comentarios - Miriam, volvió recargada.