El cornudo te llevo al hotel

Sisi. Otra vez te trajo. No escarmienta. Asi son los cornudos Esta vez quedamos que te vestia yo. Tu marido te dejo sobre la cama mis regalitos. Un body negro colaless, con transparencias. Un jean bien apretado y una campera larga. Nada mas. Ni nada menos. Te subiste al auto con el, pero fuiste directo al asiento de atras. -Sos mi chofer hoy amor- le dijiste -Hasta Cordoba y Santa fe. Sin apuros. En el camino sacaste tu maquillaje y usase los espejos del auto para ponerte divina. De vez en cuando le guiñabas un ojo al cornudo. Para que se quede tranquilo. Mientras en verdad pensabas en el calor de mí­ pija adentro de tu boca. Freno mal, justo en la salida del subte y tuve que meterme al auto corriendo para que no me pise un bondi. Fue recien cuando hablamos arrancado que me di cuenta que estabas sin el jean. Masturbandote fuerte mirando directo a mis ojos. El camino hasta Bahia para mi fueron segundos. Cada bache metia mi pija mas adentro de tu garganta. Entramos al hotel y dejos el auto. El cornudo subio primero y preparo las luces mientras nosotros nos enredabamos en el asiento de atras. Debe de haber esperado 15 minutos solo hasta que terminamos nuestro primer polvo en el auto y le dejamos el olor a sexo para todos sus dias al trabajo Cuando subimos el boludo estaba con cara de nervioso. Con la pija en la mano intentando hacer que se le pare. Fuiste a darle una mano pero rapidamente la comparacion hizo que el intento sea en vano. Corriste a comerte mi pija como si no la hubieses tenido adentro por años. Me diste una mamada como las q sabes. Con mucha saliva en 4 patas. Mirándolo de reojo de vez en cuando y haciéndole una mueca entre burla y placer. Despues de entregarte hasta la traquea mi pija te diste vuelta. Y mirandolo a el te sentaste en mi pija cabalgando como una amazona. Mientras el miraba tu cara de excitacion yo miraba tu culo redondo. Grande. Duro. Tragandose mi pija con cada movimiento de cadera. De vez en cuando miraba a tu marido pajeandose desesperado. Tembloroso. Y te decia al oido que eras mi putita. Esas cosas te llevaron a un orgasmo masivo. Humedo. Tremular. Cada vez que te cojo te convertis un poco mas en mi puta. Para placer mio. Tuyo. Y del pajero de tu esposo.