enfiestando a mi mujer

 decidimos ir a un bar, beber algunas cervezas, charlar y escuchar un poco de música.
Mientras tanto mi ale se encontraba celebrando junto a sus amig@s el cumpleaños de una de ellas, en nuestro departamento, y por whats nos manteníamos al tanto,
Ella conocía ya a mis amigos desde tiempo atrás y me proponía que una vez saliendo del bar los invitara a casa a seguir la fiesta con ella y sus amistades, lo cual me pareció buena idea, así que proponiéndoles a mis amigos ir a una fiesta donde habría mujeres solteras, no dudaron en acceder.
Permanecimos por un rato más en el bar y luego partimos rumbo a mi departamento, donde se celebrada el cumpleaños.
En el cumpleaños la pasamos bien, la música, la bebida, las risas y la compañía agradable hizo una noche estupenda.
Finalmente, sólo quedamos mis dos amigos, mi mujer  y yo.
Ya estábamos algo ebrios y enfiestados, pero aun así seguíamos pasándola bien.
Como mi esposa  era la única mujer y nos gusta bailar, seguíamos bailando con ella, turnándonos para hacerlo.
Ella es una mujer muy sensual y ese día vestía un atuendo algo provocador, falda corta y un escote pronunciado.
Al verla bailar era inevitable no desearla, así que no pudiendo más con esa lujuria que me provocaba estarla viendo, la llevé conmigo a la cocina y comencé a besarla apasionadamente, al mismo tiempo la tocaba, manoseaba y acariciarla, lo cual la prendió lo suficiente para comenzar a desabrochar mi pantalón, sacarme el miembro, ponerse de rodillas y metérselo en la boca.
Yo estaba jadeado de lujuria y placer, me producía morbo todo el contexto y situación de lo que sucedía.
Uno de mis amigos entro a la cocina y tomo una cerveza  la abrió y nos comenzó a observar.
Yo me reí, pero no dije nada, mi esposa no dijo nada y continúo lamiendo y chupando mi pene, aun sabiendo que uno de mis amigos nos había descubierto y además seguía ahí observándonos.
Eso me excito mucho, mi pene creció, engordo y lubricó en su boca, lo cual seguramente ella lo percato porque sin dejar de lamerme el miembro volteo a verme y sonrió pícaramente, a la vez levanto sus caderas dejando sus nalgas justo frente a mi amigo, el cual nos seguía observando lujuriosamente mientras se acariciaba sobre el pantalón su pene.
No pudiendo más, mi amigo se comenzaba a acercar un poco pero cautelosamente, y sin dejar de verme a la cara, fue acercando su mano lentamente a las nalgas de mi mujer , eso me excitaba mucho.
ale  al sentir una mano en sus nalgas no dejo de lamer mi pene, lo cual mi amigo aprovecho para comenzar a tocar y manosear de manera más mórbida las nalgas de ella .
Levanto su pollera  e hizo a un lado la tanga de ale para poder tocar y manosear su culo, lo hacia lento y con mucho morbo, después comenzó a acariciar su vagina la cual se veía muy lubricada.
Justo en ese momento entro mi otro amigo, y asombrado solo se quedo parado y paralizado frente a nosotros.
Yo lo vi a la cara y en ese momento mi esposa  me daba un sexo oral tan rico que levante mi cabeza al techo y cerré mis ojos, dejando que mi otro amigo decidiera si quería acercarse o mejor irse, así me quedé unos minutos cuando comencé a sentir que empujaban la cabeza de mi esposa  contra mi pelvis, abro los ojos y veo a mi amigo que estaba acariciando sus nalgas, cogiéndosela .
el morbo y la lujuria recorrieron todo mi cuerpo, enseguida mi pene se hincho, sentía que reventaría del morbo.
Mi otro amigo seguía en la entrada de la cocina, pero ahora estaba recargado, con el pene fuera y frotándolo con su mano, mientras nos observaba.
Mi esposa comenzó a gemir, pues mi amigo que la estaba cogiendo vaya que la estaba reventando con lujuria, entonces sucedió lo que tenia que pasar, mi amigo que estaba dentro de mi esposa saco su pija y acabo sobre  ella, mi otro amigo mas que caliente caminando con el pene erecto y cogerse de igual manera a mi esposa y yo no hacia nada mas que mirar y dejar que le hicieran lo que quisieran, entonces la penetro  y comenzó a reventarla, lo cual me hizo no aguantar más y terminar corriéndome en la boca de mi esposa 
ale  comenzó a lamerme el pene y dejarlo limpio, lo cual éxito a mi amigo que ya se había corrido, acercándose a mi lado y mostrándole su pene grueso a mi esposa , ella comenzó a limpiárselo también, así que nos comenzó a dar un sexo oral tan mórbido a ambos que mi otro amigo comenzó a correrse.
Esa noche nunca la olvidaré y sinceramente ha sido una de las noches más sexuales y mórbidas que he tenido, solo de recordarla siempre termino duro y haciéndome una paja.
Cuando mi segundo amigo terminó, todo quedo sin movimiento y en silencio y los 4 comenzamos a reír como idiotas, mi esposa se fue a dar una ducha y nosotros reíamos y nos preparábamos para ir a dormir un par de horas.
Al día siguiente y los días posteriores, nadie volvió a mencionar lo que sucedió y nuestra amistad sigue siendo la de toda la vida, creo esa noche será algo que los 4 recordaremos como una noche muy especial.