No dejes de pasar por mi mejor post
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No te vas a arrepentir!
HISTORIAS DE HOTEL
Quien en su vida no tiene una historia de hotel? creo que todos vivimos anécdotas y a nadie le llamaría mucho la atención lo que sucede en un cuarto, entre cuatro paredes.
Ahora bien, que pasa cuando existen historias que van mas lejos de lo tradicional, cuando se roza lo bizarro, lo extremo, lo prohibido, lo que muchos fantasean en realizar, pero son contados los que llegan a vivirlo?
A lo largo de HISTORIAS DE HOTEL, recorreremos diez vivencias diferentes, vivencias de personas que se animaron a ser contadas, sentados frente a frente con quien escribe, yo solo tomé esas historias para llevarlas a un papel.
Te invito a recorrer estas diez HISTORIAS DE HOTEL
LA NOCHE MENOS PENSADA
ISMAEL, 26 AÑOS
UNA MILF PELIGROSA
ANDREA, 58 AÑOS
LA FIESTA DE GABRIEL
JONY, 32 AÑOS
ANCIANOS DEPRAVADOS
JOSE, 72 AÑOS - ANTONIA 78 AÑOS
PRESTIGIOSO INGENIERO
TIFANNY, 19 AÑOS
MI MARIDO!
SANDRA, 46 AÑOS
SOR ANGELICA
MARIANELA, 29 AÑOS
AMORES QUE MATAN
ALAN, 47 AÑOS
MI HERMANA
MIA, 23 AÑOS
MI PROSTITUTA PERSONAL
MARTINO, 39 AÑOS
LA FIESTA DE GABRIEL
JONY, 32 AÑOS
Imaginen a Jony, un metro noventa, castaño claro, nuca rapada, barba de unos días perfectamente delineada, ojos azules como el mar, de mirada profunda, labios rozando la perfección con una sonrisa tan excitante como peligrosa, una amplia espalda y las curvaturas de sus músculos sexualmente marcados, luciendo una musculosa blanca adherida a su piel, dejando poco a la imaginación. Sus hombros y biceps desnudos lucían su piel bronceada delineada con interminables tatuajes. Si, sin dudas Jony estaba mas cerca de la perfección de un dios que de un mero mortal, el típico chico por el cual todas las chicas murmuraban a su paso, el deseo prohibido, el que hacía suspirar y el que lograba con su sola presencia que las prendas interiores femeninas se humedecieran en deseos. Su sola presencia provocaba miradas indiscretas, pensamientos de pecados, solteras, casadas, divorciadas, todas se mordían los labios al verlo, hasta que todo se rompía en pedazos, porque Jony... era gay.
A decir verdad yo no era íntimo de Gabriel, lo conocía de vista, habíamos cambiado algunas palabras de casualidad, Charly, amigo en común fue quien nos presentó en una fiesta gay y desde ese momento supe que no sería la única vez que nuestros caminos se cruzarían.
En esos días podría decir que Charly y yo éramos pareja, pero una pareja libre, sin ataduras, sin fidelidades escritas.
Gabriel por su parte no era alguien que me atrajera, pero él era alguien importante.
Su padre se codeaba con los altos cargos políticos del país, en un pequeño círculo de poder, donde se codeaba con ministros, diputados, sindicalistas, jueces y toda esa gente que vive otra vida.
Yo no se como lo había conocido Charly, solo me contaba que Gabriel vivía una vida que nosotros jamás viviríamos, como decirlo, las leyes que aplicaban para la inmensa mayoría a él no llegaban a rozarlo, en su círculo de poder todo se conseguía por izquierda, todo se compraba, todo tenía precio y Gabriel tenía todo con solo desearlo, drogas, vicios, chicos, dinero, lo que fuera.
Se comentaba por lo bajo que aun siendo menor de edad, conduciendo un deportivo inglés, drogado y ebrio había atropellado a una joven embarazada y había terminado con su vida. La historia oficial del caso fue que el chofer de la familia había salido a pasear sin el consentimiento del padre de Gabriel y ahora se pudría en la cárcel pagando los platos que él no había roto.
En resumen, Gabriel lo tenía todo y salía impune a todo, pero a pesar de eso él cargaba sobre sus hombros mas problemas que cualquiera. En ese ambiente, un hijo gay era un gran problema, carroña para los buitres de prensa amarilla por lo que su padre siempre se ocupaba de rodearlo de bellas mujeres e inventarle una carrera universitaria para vender una imagen que no era real, pero necesaria.
En la intimidad se llevaban como perro y gato, Gabriel era una vergüenza para su padre, un homofóbico como pocos, lo trataba como basura, gritos, golpes, monedas corrientes, y Gabriel lloraba en silencio el desprecio que sentía de quien lo había engendrado.
Por nada del mundo hubiera deseado estar en sus zapatos, una compleja doble vida, una homosexualidad oculta, todo el dinero del mundo, todo el poder del mundo, pero puertas afuera debía mostrarse como un dandi, solo para vivir de holgazán ya que era un inutil con todas las letras.
Yo le había caído en gracia, y al ser amigo de su amigo, pronto pasé a formar parte de su selecto círculo de amigos, en verdad una corte de posibles candidatos para terminar en la cama, ese era el real interés.
Así, cuando llegó el día de su cumpleaños número veintiocho, no me extraño para nada ser invitado por privado, y no en cualquier sitio, sino en la puerta del hotel.
Fue una apuesta interesante de su parte, Charly, mi pareja no había sido invitado, y estaba claro que no sería una infidelidad común y corriente, aunque todo estuviera permitido entre nosotros, sabía que ocultarle esta invitación era no jugar limpio, él nos había presentado y que diablos, solo no estaba bien.
Pero adiviné que había un interés mutuo entre ambos, él quería llevarme a la cama, y yo, bueno, no me vendría mal una tajada de alguien que tiene todo en bandeja.
Esa tarde fui presuroso al encuentro, era loco, pero la invitación era clara, nos encontramos en la puerta de acceso del hotel, pero no imaginaba encontrarme con lo que me encontré.
Yo esperaba encontrarme a solas con el, pero en su lugar una docena de guapos hombres preguntaban desconcertados por 'la fiesta de Gabriel', sin saber donde ir, o a quien preguntar, y no fui el último, llegaron algunos mas y conté una veintena en total.
Todo se sabría en poco tiempo, solo una persona con el poder que él tenía podría haber logrado meter a unos veinte tipos en una habitación para dos, él nos había seleccionado y previamente y se estaba regalando una orgía de hombres.
Nos hicieron pasar como si todo fuera normal, las reglas con dinero podían romperse y ahí estaba el, luciendo como una mujer, medias de red, tacos altos, un corsé negro ajustado y una peluca rubia que llegaba a su cola, maquillado, ojos pintados, boca pintada, quería ser la reina del lugar.
Había reparado en todos los detalles, cotillón, papel picado, juguetes sexuales de todo tipo y formas, lo que imagines, bebidas, drogas, de lo mejor por cierto.
El anfitrión nos recibió a su fiesta, nos hizo acomodar uno al lado del otro, hombro a hombro y fue lentamente de izquierda a derecha besando a cada uno de nosotros en la boca, besos profundos calientes, mientras nos íbamos desnudando y nuestras vergas empezaban a emerger, al llegar al extremo solo se arrodilló y volvió ahora de derecha a izquierda, perdiendo en cada uno de nosotros preciosos minutos dedicado a chuparnos la pija, uno a uno.
Fue mi rico, y al terminar con todos, se paró y nos dijo
- Bienvenidos a mi fiesta privada! esta noche seamos felices! tienen todo, todo está permitido! lo único que no se permite es abirrirse!!!!
Empezó a sonar entonces música tecno a alto volumen, caí en cuenta que Gabriel no había arrendado un cuarto, había arrendado todo el complejo, nadie en los otros cuartos hubiera soportado el volúmen de la música.
Aun estaba atando cabos cuando un extraño me robó un beso trayéndome a la realidad, y comprendí que sería un juego todos contra todos.
Fui por uno, al azar, me arrodillé y solo empecé a chupársela, y alguien estaba chupándomela a mi también, vino otro, le levantó la pierna al que yo se la chupaba y se la empezó a dar por el culo, pero en segundos otro se acopló para formar un tren improvisado de pijas y culos, entrando y saliendo.
Yo seguía chupándole la pija muy encerrado en lo mío, hasta que el que lo hacía con la mía, tomó uno de los tantos juguetes que había a disposición y me lo enterró en el culo hasta el fondo, era enorme, vibraba y me llevaba al mismo infierno.
No tardé en acabar por primera vez, mi semen bañó mi pubis, mi vientre, era todo muy rico, mucha excitación y necesité tomarme unos minutos, fui a un costado por unos tragos, todos parecían iguales, y también probé unas pastillas que me convidaron.
Tardé unos minutos contemplando la escena propia de un circo romano, una veintena de hombres jóvenes y musculosos enfrascados en una placentera guerra de todos contra todos.
El ruido retumbaba en mi cabeza, un malvado 'chungui chungui chungui' sonaba sin parar, el alcohol con las pastillas empezaban a mezclarse en mis neuronas y me iban llevando a una lenta perdición
A mi izquierda, un chico en cuatro patas era sometido por otro, era atractivo, me gustó, me quedé observando y sentí una nueva erección entre mis piernas, solo fui por él, por lo quería. Aparté al otro para ocupar su rol activo y solo apunté lo suficiente para ensartarlo hasta el fondo, mi verga entró toda por su dilatado trasero y me encantó hacerlo gemir bajo mis garras.
El otro tipo, el que yo había apartado, lejos de molestarse vino por mi, me empujó un poco, solo lo suficiente para buscar un lugar y tomarme a mi de pasivo, fue exquisito, solo se dió.
Estaba muy caliente moviéndome entre ambos, metiéndosela por el culo al de adelante, y recibiendo la pija del otro por detrás, en un doble y perfecto placer, dando y tomando al mismo tiempo, llenándome la vista con el entorno de orgía gay que estaba disfrutando.
De repente se cortó la música, y con eso la fiesta, de alguna manera todos nos vimos sorprendidos, entonces Gabriel, el anfitrión tomó la palabra nuevamente. Hizo unos chistes clásicos y predecibles, minutos después desde la administración trajeron un enorme pastel de cumpleaños, por encima de una base tradicional, una fálica verga de bizcochuelo, chocolates, merengues y cremas se elevaba hacia los cielos, en la punta una roja vela encendida.
Todo quedó en penumbras y empezó a sonar el típico 'happy birthday' y a medida que nosotros lo entonamos el pareció pedir un deseo, luego sopló con fuerzas y en una forma muy puta empezó a sobar esa verga como si fuera real, para de un gran mordisco engullirse el glande en medios de silbidos y aplausos.
A mi entender llegaría lo mas caliente de la noche, el momento en que Gabriel pediría su merecido regalo de cumpleaños, el fue sobre la cama y se paró al borde, levantó una pierna y apoyó el pie sobre el colchón, sus preciosas nalgas quedaron a nuestra vista, sacó culo, tomo un gran vibrador y se lo metió casi por completo y solo se dedicó a meterlo y sacarlo, calentando a la manada, quienes érams espectadores de lujo masturbándonos para él. Con su mano libre, Gabriel se dedicaba a acariciar su preciosa pija que estaba en semi erección, el jugaba al límite para mantenerse caliente sin acabar, en un placer eterno de un orgasmo no alcanzado.
Uno de los tantos asistentes se acercó a su lado y comenzó a acabar, todo el semen caliente sobre sus nalgas, cerca de su esfínter, fue exquisito y alguien mas fue por lo mismo, Gabriel se entregaba por completo, y sus manos se repartían acariciando la leche que iban esparciendo sobre su trasero, embadurnando el juguete que se metía una y otra vez, por supuesto masturbando su pija con su mano llena de semen.
Y pasó el tercero y el cuarto, llegó mi turno, y fui el primero en no poder resistir la tentación, fui a su lado a punto de acabar, el semen de los demas ya chorreaba por sus piernas, el gemía en placer y deseo, en un descuido en que su esfínter estaba libre se la metí toda tomándolo por sorpresa, mi verga resbaló con suma facilidad entre tanto semen esparcido, lo sentí quebrarse, me encantó.
Al final la saqué y me masturbe tan cerca de su esfínter abierto como pude, los chorros de mi leche caliente impactaron sobre el y también fue a mezclarse con el resto.
Creo que aun estaba acabando cuando alguien me hizo a un lado para ocupar mi lugar, Gabriel ya se había metido el juguete en el culo nuevamente y el juego solo siguió adelante. Fui uno más de la veintena que una, dos y hasta tres veces acabaron en las nalgas calientes del cumpleañero.
Después de eso fui por más bebidas y mas pastillas, la música tecno nuevamente me taladraba la cabeza y en verdad a esa altura ya no recuerdo con precisión que es lo que hice, las imágenes se me hacen borrosas y confusas, apenas como fotos tengo presente que me hicieron una doble penetración anal, y que en algún momento me la chupaban entre dos chicos y que alguien me hacía beber semen de una copa, pero no mucho mas.
Lo siguiente que recuerdo con nitidez fue despertarme totalmente confundido, sin saber donde estaba ni que hora era, si era de día, o de noche, de que día, nada de nada. Mis ojos vieron los restos de una eterna orgía que había terminado, cuerpos desnudos por aquí y por allá, juguetes desparramados por todos lados y toda la habitación patas para arriba, pero lo que mas llamaría mi atención sería un llanto contenido de Gabriel, quien parecía ser ignorado por los chicos que poco a poco se iban despertando. Fui a su lado, solo lo abracé como supuse que hubiera querido que su padre lo hubiera abrazado, solo lo contuve y en esos segundos supe que Gabriel, quien parecía tenerlo todo, en verdad, no tenía nada.
Tiempo después la muerte de Gabriel atraería la atención del país, por un tiempo estuvo en todos los medios televisivos, radiales y en la prensa escrita, hablaron de un accidente doméstico, también de un asalto en el que él se habría resistido y las cosas habrían terminado mal, la contra política trató de destrozarlo con temas relacionados a las drogas y hasta su supuesta homosexualidad. Todo fue muy confuso, todo turbio, lo único que estaba claro es que como suele suceder se trataba de ensuciar todo para que la verdad nunca se supiera.
Antes de cerrar la entrevista, Jony me aseguró que Gabriel se había suicidado con un exceso de drogas y que había dejado una nota de despedida para su papá, la persona quien nunca lo había aceptado por lo que era.
Si te gustó la historia puedes escribirme con título HISTORIAS DE HOTEL a dulces.placeres@live.com
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No te vas a arrepentir!
HISTORIAS DE HOTEL
Quien en su vida no tiene una historia de hotel? creo que todos vivimos anécdotas y a nadie le llamaría mucho la atención lo que sucede en un cuarto, entre cuatro paredes.
Ahora bien, que pasa cuando existen historias que van mas lejos de lo tradicional, cuando se roza lo bizarro, lo extremo, lo prohibido, lo que muchos fantasean en realizar, pero son contados los que llegan a vivirlo?
A lo largo de HISTORIAS DE HOTEL, recorreremos diez vivencias diferentes, vivencias de personas que se animaron a ser contadas, sentados frente a frente con quien escribe, yo solo tomé esas historias para llevarlas a un papel.
Te invito a recorrer estas diez HISTORIAS DE HOTEL
LA NOCHE MENOS PENSADA
ISMAEL, 26 AÑOS
UNA MILF PELIGROSA
ANDREA, 58 AÑOS
LA FIESTA DE GABRIEL
JONY, 32 AÑOS
ANCIANOS DEPRAVADOS
JOSE, 72 AÑOS - ANTONIA 78 AÑOS
PRESTIGIOSO INGENIERO
TIFANNY, 19 AÑOS
MI MARIDO!
SANDRA, 46 AÑOS
SOR ANGELICA
MARIANELA, 29 AÑOS
AMORES QUE MATAN
ALAN, 47 AÑOS
MI HERMANA
MIA, 23 AÑOS
MI PROSTITUTA PERSONAL
MARTINO, 39 AÑOS
LA FIESTA DE GABRIEL
JONY, 32 AÑOS
Imaginen a Jony, un metro noventa, castaño claro, nuca rapada, barba de unos días perfectamente delineada, ojos azules como el mar, de mirada profunda, labios rozando la perfección con una sonrisa tan excitante como peligrosa, una amplia espalda y las curvaturas de sus músculos sexualmente marcados, luciendo una musculosa blanca adherida a su piel, dejando poco a la imaginación. Sus hombros y biceps desnudos lucían su piel bronceada delineada con interminables tatuajes. Si, sin dudas Jony estaba mas cerca de la perfección de un dios que de un mero mortal, el típico chico por el cual todas las chicas murmuraban a su paso, el deseo prohibido, el que hacía suspirar y el que lograba con su sola presencia que las prendas interiores femeninas se humedecieran en deseos. Su sola presencia provocaba miradas indiscretas, pensamientos de pecados, solteras, casadas, divorciadas, todas se mordían los labios al verlo, hasta que todo se rompía en pedazos, porque Jony... era gay.
A decir verdad yo no era íntimo de Gabriel, lo conocía de vista, habíamos cambiado algunas palabras de casualidad, Charly, amigo en común fue quien nos presentó en una fiesta gay y desde ese momento supe que no sería la única vez que nuestros caminos se cruzarían.
En esos días podría decir que Charly y yo éramos pareja, pero una pareja libre, sin ataduras, sin fidelidades escritas.
Gabriel por su parte no era alguien que me atrajera, pero él era alguien importante.
Su padre se codeaba con los altos cargos políticos del país, en un pequeño círculo de poder, donde se codeaba con ministros, diputados, sindicalistas, jueces y toda esa gente que vive otra vida.
Yo no se como lo había conocido Charly, solo me contaba que Gabriel vivía una vida que nosotros jamás viviríamos, como decirlo, las leyes que aplicaban para la inmensa mayoría a él no llegaban a rozarlo, en su círculo de poder todo se conseguía por izquierda, todo se compraba, todo tenía precio y Gabriel tenía todo con solo desearlo, drogas, vicios, chicos, dinero, lo que fuera.
Se comentaba por lo bajo que aun siendo menor de edad, conduciendo un deportivo inglés, drogado y ebrio había atropellado a una joven embarazada y había terminado con su vida. La historia oficial del caso fue que el chofer de la familia había salido a pasear sin el consentimiento del padre de Gabriel y ahora se pudría en la cárcel pagando los platos que él no había roto.
En resumen, Gabriel lo tenía todo y salía impune a todo, pero a pesar de eso él cargaba sobre sus hombros mas problemas que cualquiera. En ese ambiente, un hijo gay era un gran problema, carroña para los buitres de prensa amarilla por lo que su padre siempre se ocupaba de rodearlo de bellas mujeres e inventarle una carrera universitaria para vender una imagen que no era real, pero necesaria.
En la intimidad se llevaban como perro y gato, Gabriel era una vergüenza para su padre, un homofóbico como pocos, lo trataba como basura, gritos, golpes, monedas corrientes, y Gabriel lloraba en silencio el desprecio que sentía de quien lo había engendrado.
Por nada del mundo hubiera deseado estar en sus zapatos, una compleja doble vida, una homosexualidad oculta, todo el dinero del mundo, todo el poder del mundo, pero puertas afuera debía mostrarse como un dandi, solo para vivir de holgazán ya que era un inutil con todas las letras.
Yo le había caído en gracia, y al ser amigo de su amigo, pronto pasé a formar parte de su selecto círculo de amigos, en verdad una corte de posibles candidatos para terminar en la cama, ese era el real interés.
Así, cuando llegó el día de su cumpleaños número veintiocho, no me extraño para nada ser invitado por privado, y no en cualquier sitio, sino en la puerta del hotel.
Fue una apuesta interesante de su parte, Charly, mi pareja no había sido invitado, y estaba claro que no sería una infidelidad común y corriente, aunque todo estuviera permitido entre nosotros, sabía que ocultarle esta invitación era no jugar limpio, él nos había presentado y que diablos, solo no estaba bien.
Pero adiviné que había un interés mutuo entre ambos, él quería llevarme a la cama, y yo, bueno, no me vendría mal una tajada de alguien que tiene todo en bandeja.
Esa tarde fui presuroso al encuentro, era loco, pero la invitación era clara, nos encontramos en la puerta de acceso del hotel, pero no imaginaba encontrarme con lo que me encontré.
Yo esperaba encontrarme a solas con el, pero en su lugar una docena de guapos hombres preguntaban desconcertados por 'la fiesta de Gabriel', sin saber donde ir, o a quien preguntar, y no fui el último, llegaron algunos mas y conté una veintena en total.
Todo se sabría en poco tiempo, solo una persona con el poder que él tenía podría haber logrado meter a unos veinte tipos en una habitación para dos, él nos había seleccionado y previamente y se estaba regalando una orgía de hombres.
Nos hicieron pasar como si todo fuera normal, las reglas con dinero podían romperse y ahí estaba el, luciendo como una mujer, medias de red, tacos altos, un corsé negro ajustado y una peluca rubia que llegaba a su cola, maquillado, ojos pintados, boca pintada, quería ser la reina del lugar.
Había reparado en todos los detalles, cotillón, papel picado, juguetes sexuales de todo tipo y formas, lo que imagines, bebidas, drogas, de lo mejor por cierto.
El anfitrión nos recibió a su fiesta, nos hizo acomodar uno al lado del otro, hombro a hombro y fue lentamente de izquierda a derecha besando a cada uno de nosotros en la boca, besos profundos calientes, mientras nos íbamos desnudando y nuestras vergas empezaban a emerger, al llegar al extremo solo se arrodilló y volvió ahora de derecha a izquierda, perdiendo en cada uno de nosotros preciosos minutos dedicado a chuparnos la pija, uno a uno.
Fue mi rico, y al terminar con todos, se paró y nos dijo
- Bienvenidos a mi fiesta privada! esta noche seamos felices! tienen todo, todo está permitido! lo único que no se permite es abirrirse!!!!
Empezó a sonar entonces música tecno a alto volumen, caí en cuenta que Gabriel no había arrendado un cuarto, había arrendado todo el complejo, nadie en los otros cuartos hubiera soportado el volúmen de la música.
Aun estaba atando cabos cuando un extraño me robó un beso trayéndome a la realidad, y comprendí que sería un juego todos contra todos.
Fui por uno, al azar, me arrodillé y solo empecé a chupársela, y alguien estaba chupándomela a mi también, vino otro, le levantó la pierna al que yo se la chupaba y se la empezó a dar por el culo, pero en segundos otro se acopló para formar un tren improvisado de pijas y culos, entrando y saliendo.
Yo seguía chupándole la pija muy encerrado en lo mío, hasta que el que lo hacía con la mía, tomó uno de los tantos juguetes que había a disposición y me lo enterró en el culo hasta el fondo, era enorme, vibraba y me llevaba al mismo infierno.
No tardé en acabar por primera vez, mi semen bañó mi pubis, mi vientre, era todo muy rico, mucha excitación y necesité tomarme unos minutos, fui a un costado por unos tragos, todos parecían iguales, y también probé unas pastillas que me convidaron.
Tardé unos minutos contemplando la escena propia de un circo romano, una veintena de hombres jóvenes y musculosos enfrascados en una placentera guerra de todos contra todos.
El ruido retumbaba en mi cabeza, un malvado 'chungui chungui chungui' sonaba sin parar, el alcohol con las pastillas empezaban a mezclarse en mis neuronas y me iban llevando a una lenta perdición
A mi izquierda, un chico en cuatro patas era sometido por otro, era atractivo, me gustó, me quedé observando y sentí una nueva erección entre mis piernas, solo fui por él, por lo quería. Aparté al otro para ocupar su rol activo y solo apunté lo suficiente para ensartarlo hasta el fondo, mi verga entró toda por su dilatado trasero y me encantó hacerlo gemir bajo mis garras.
El otro tipo, el que yo había apartado, lejos de molestarse vino por mi, me empujó un poco, solo lo suficiente para buscar un lugar y tomarme a mi de pasivo, fue exquisito, solo se dió.
Estaba muy caliente moviéndome entre ambos, metiéndosela por el culo al de adelante, y recibiendo la pija del otro por detrás, en un doble y perfecto placer, dando y tomando al mismo tiempo, llenándome la vista con el entorno de orgía gay que estaba disfrutando.
De repente se cortó la música, y con eso la fiesta, de alguna manera todos nos vimos sorprendidos, entonces Gabriel, el anfitrión tomó la palabra nuevamente. Hizo unos chistes clásicos y predecibles, minutos después desde la administración trajeron un enorme pastel de cumpleaños, por encima de una base tradicional, una fálica verga de bizcochuelo, chocolates, merengues y cremas se elevaba hacia los cielos, en la punta una roja vela encendida.
Todo quedó en penumbras y empezó a sonar el típico 'happy birthday' y a medida que nosotros lo entonamos el pareció pedir un deseo, luego sopló con fuerzas y en una forma muy puta empezó a sobar esa verga como si fuera real, para de un gran mordisco engullirse el glande en medios de silbidos y aplausos.
A mi entender llegaría lo mas caliente de la noche, el momento en que Gabriel pediría su merecido regalo de cumpleaños, el fue sobre la cama y se paró al borde, levantó una pierna y apoyó el pie sobre el colchón, sus preciosas nalgas quedaron a nuestra vista, sacó culo, tomo un gran vibrador y se lo metió casi por completo y solo se dedicó a meterlo y sacarlo, calentando a la manada, quienes érams espectadores de lujo masturbándonos para él. Con su mano libre, Gabriel se dedicaba a acariciar su preciosa pija que estaba en semi erección, el jugaba al límite para mantenerse caliente sin acabar, en un placer eterno de un orgasmo no alcanzado.
Uno de los tantos asistentes se acercó a su lado y comenzó a acabar, todo el semen caliente sobre sus nalgas, cerca de su esfínter, fue exquisito y alguien mas fue por lo mismo, Gabriel se entregaba por completo, y sus manos se repartían acariciando la leche que iban esparciendo sobre su trasero, embadurnando el juguete que se metía una y otra vez, por supuesto masturbando su pija con su mano llena de semen.
Y pasó el tercero y el cuarto, llegó mi turno, y fui el primero en no poder resistir la tentación, fui a su lado a punto de acabar, el semen de los demas ya chorreaba por sus piernas, el gemía en placer y deseo, en un descuido en que su esfínter estaba libre se la metí toda tomándolo por sorpresa, mi verga resbaló con suma facilidad entre tanto semen esparcido, lo sentí quebrarse, me encantó.
Al final la saqué y me masturbe tan cerca de su esfínter abierto como pude, los chorros de mi leche caliente impactaron sobre el y también fue a mezclarse con el resto.
Creo que aun estaba acabando cuando alguien me hizo a un lado para ocupar mi lugar, Gabriel ya se había metido el juguete en el culo nuevamente y el juego solo siguió adelante. Fui uno más de la veintena que una, dos y hasta tres veces acabaron en las nalgas calientes del cumpleañero.
Después de eso fui por más bebidas y mas pastillas, la música tecno nuevamente me taladraba la cabeza y en verdad a esa altura ya no recuerdo con precisión que es lo que hice, las imágenes se me hacen borrosas y confusas, apenas como fotos tengo presente que me hicieron una doble penetración anal, y que en algún momento me la chupaban entre dos chicos y que alguien me hacía beber semen de una copa, pero no mucho mas.
Lo siguiente que recuerdo con nitidez fue despertarme totalmente confundido, sin saber donde estaba ni que hora era, si era de día, o de noche, de que día, nada de nada. Mis ojos vieron los restos de una eterna orgía que había terminado, cuerpos desnudos por aquí y por allá, juguetes desparramados por todos lados y toda la habitación patas para arriba, pero lo que mas llamaría mi atención sería un llanto contenido de Gabriel, quien parecía ser ignorado por los chicos que poco a poco se iban despertando. Fui a su lado, solo lo abracé como supuse que hubiera querido que su padre lo hubiera abrazado, solo lo contuve y en esos segundos supe que Gabriel, quien parecía tenerlo todo, en verdad, no tenía nada.
Tiempo después la muerte de Gabriel atraería la atención del país, por un tiempo estuvo en todos los medios televisivos, radiales y en la prensa escrita, hablaron de un accidente doméstico, también de un asalto en el que él se habría resistido y las cosas habrían terminado mal, la contra política trató de destrozarlo con temas relacionados a las drogas y hasta su supuesta homosexualidad. Todo fue muy confuso, todo turbio, lo único que estaba claro es que como suele suceder se trataba de ensuciar todo para que la verdad nunca se supiera.
Antes de cerrar la entrevista, Jony me aseguró que Gabriel se había suicidado con un exceso de drogas y que había dejado una nota de despedida para su papá, la persona quien nunca lo había aceptado por lo que era.
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