Hola a todxs
Hoy me levanté muy caliente, y vino a mi mente una noche muy especial. Recordarla me dio ganas de compartirla, así que acá les cuento la historia.
Para ese entonces la mayoría de las relaciones sexuales que había tenía eran relaciones cis, o sea, yo era el varón clásico, con una mujer, y cada uno en su rol típico. Había tenido algunas experiencias que salían de esa norma (como la primera vez con una chica trans que les conté en otro relato: http://www.poringa.net/posts/relatos/3781246/Mi-Primera-vez-con-una-chica-trans.html), y en mi intimidad me calentaba mucho cambiando mi rol al de una mujer. Me feminizaba, tocaba y vestía como una nena. Y esa curiosidad iba saliendo cada vez más.
Esa noche de sábado había arreglado con un amigo no tan cercano para ir a su casa, su nombre es, digamos, Julián. La idea era juntarse a tomar unas cervezas, fumar algún porrito y ver si pintaba algo. Por su puesto, su idea de que pintara algo era muy distinta de la mía. Con él ya habíamos tenido un pequeño acercamiento sexual, compartimos un trío (que hasta fue cuarteto), pero esa es otra historia. La cuestión, es que yo ya sabía que él tiene una pija enorme (de verdad grande)... y eso me ponía como loca. Entonces, con la fantasía de que pase "algo", me atreví a llevar una sorpresa: preparé mi ropa, me puse una remera blanca con cuello en v, perfume, separé una bermuda de jean... y tomé prestada una tanguita que mi novia había dejado en mi casa. Me puse esa tanguita roja que se me metía profundo en la colita, y mi calentura empezó a subir fuerte. Hasta entonces nunca había salido a la calle en tanga debajo de mi ropa, y eso me estaba calentando zarpado.
Era enero en Baires y hacía un calor demencial. Salí a la calle así, entangada. Qué sensación hermosa, me sentía una perra en una pasarela. La casa de mi amigo quedaba cerca, unas veinte cuadras, pero decidí tomarme un colectivo para no transpirarme antes de tiempo. En algún momento del viaje dejé que las tiritas de la tanga se asomaran por los costados de mi cadera... ya estaba como loca jajaja.
Llego, toco el timbre y baja mi amigo. Cuando entramos a la casa le pregunto por su novia, con quién él vivía,
- No está, se juntó con las amigas - Me dijo. "Empezamos bien", pensé.
Nos acomodamos en su living, y se destapó la primer cerveza mientras sonaban los Redonditos de Ricota. Charlamos, fumamos, todo muy normal. Demasiado. Más cerveza, más marihuana, y yo no encontraba la forma de llevar la charla a zonas más picantes. Ambos revisábamos nuestras redes sociales a ver si aparecía algún plan interesante. Aproveché una imagen de Pampita con Pico Mónaco para sacar el tema:
Yo: - Uff, mirá lo que son estos dos - Le dije.
Julián: - Jajajaj "estos DOS"
Yo: - Más vale, me vas a decir que no están para entrarles a ambos? - (Para quién no los conozca, eran una pareja de una modelo infernal con un ex tenista que es otro infierno)
Julián: - Yo le entro a Pampita, al otro te lo dejo a vos jajajaj
Yo: - Jajajajaj bueno, sino compartimos - Esto fue una referencia a la noche que les conté, y funcionó.
Julián: - Ahí me gusta más.
Yo: - Igual creo que me podría divertir bastante con Pico
Julián: - Ah pero qué versátil
Yo: -Y si, hay que aprovechar lo que se puede... y lo que se tiene.- Sutilmente, desvío mis ojos hacia su pija. Me pareció notar un bulto... ¿se le estaba empezando a parar?
Bien, la cosa se iba encaminando. Me levanto para ir al baño, la cerveza hacía su efecto. Ya estaba bastante mariadito, así que me hice medio el que me caía sobre él. Se rió y cuando me levanto, me pareció que me miraba la cola. ¿Habría notado mi tanga? Quedó ahí. En el baño me pareció que era momento de mover otra ficha, y saqué de nuevo los hilitos de la tanga. No los hice obvios, los tapaba la remera, pero quedaban afuera de mi bermuda. En el momento apropiado, con un simple movimiento, podría mostrarle lo putita que me había puesto, y sabría que era para que él me cogiera toda. Me sentía una perra seductora y eso me volvía loca. Con esto se me puso la pija a mil, empujando sobre mi jean y enterrándome más la tanguita. No me demoré más y salí al encuentro, más decidida que nunca.
Doy mis primero pasos meneando el culo a lo Shakira, con una lujuria que se me salía por los ojos... y entonces... escucho ruido de llaves. Se me vino el mundo abajo.
- Hola amor.
Era Fernanda, la novia de Julián. Había vuelto temprano de su juntada para convertirse en mi game over. Qué decepción! En fin, nos saludamos, volvimos al living y seguimos en la misma dinámica de antes, pero con Fer.
La noche había perdido toda ilusión para mi, así que al poco tiempo les dije que me iba. Me despedí de Fer, y Julián me bajó a abrir. Entro primero en el ascensor y antes de que me de vuelta, para mi completa sorpresa, Julián me agarra con ambas manos de la cintura. "¿Y esto?", pensé. Quedo mirando al espejo, viendo mi propio reflejo y a Julián atrás mio, apoyándome su pedazo en la cola. Se cierra el ascensor y él se me acerca al oído y me dice:
Julián: - Eso que te pusiste era para mi?
Yo: - mmm qué cosa?
Julián: - ¿te pensás que soy ciego? ya te vi que tenés puesta una tanguita, putita.
Ahí exploté. Empecé a sacar cola como una gata en celo. Él aprovechó y me bajó un poquito la bermuda, dejando ver el comienzo de mi cola entangada en rojo.
Julián:- Veo que te habías venido preparada, ¿qué pensabas hacer?
Yo: - Pensaba en que me hagas de todo- Ya estaba entregada
Julián: -Mirá que putita que es mi amigo. Una lástima, pero hoy no va a poder ser.
Eran 9 pisos. Para cuando llegamos a PB yo estaba con el pantalón a media cola y las manos sobre el espejo. Si vivía en el piso 20 me lo garchaba ahí nomás... Pero no.
Se abrió la puerta y yo seguía a medio desnudar. Me acomodé y salimos.
Julián:- Chau gatita, mirá que vas a tener que volver eh.
Yo: - miau. -Me despedí dándole un beso en el cachete, y aproveché para manotearle la pija. Estaba durísima. Qué hermosa pija por dios.
Y así quedé, entangada, sin plan, y caliente como una pava. Necesitaba coger. Y necesitaba que me cojan. Ustedes dirán.... "¿Y... que pasó? ¿Ya está?"... Bueno, la noche era joven y lo mejor estaba por venir.
Sin mucha opción, empiezo a volver a mi casa. Decidí ir caminando, para ver si tenía la chance de cruzarme con alguna historia. Y pasó.
Ya estaba cerca de mi casa. Como les conté en el otro relato, yo vivía en Palermo. Llegando, hice un rodeo para pasar por la zona "caliente", y mientras voy caminando escucho un "Hola bombón". No había nadie al rededor mío... "¿De dónde mierda vino es?" pensaba, mientras daba vueltas como una calesita.
- Hey, acá, en el auto.
Recién entonces noté el auto en doble fila, desde el que me hablaban. Me acerco al auto. Muy nerviosa y muy caliente. Miro para adentro y ahí, en el asiento del conductor, estaba ella: una chica trans, vestida de colegiala, con colitas y todo. Camisa blanca y pollerita a cuadros. Algunos dirán "Naaa, no puede pasarte eso". Juro que fue tal cual les cuento.
- ¿Querés que te chupe la pija?- Me dice
- Obvio hermosa.- Fue lo único que pude articular
- Dale, subí...
Bueno, el relato se está haciendo mucho más largo de lo que quería. Por ahora lo dejo acá, y pronto lo continúo.
Besitos
Hoy me levanté muy caliente, y vino a mi mente una noche muy especial. Recordarla me dio ganas de compartirla, así que acá les cuento la historia.
Para ese entonces la mayoría de las relaciones sexuales que había tenía eran relaciones cis, o sea, yo era el varón clásico, con una mujer, y cada uno en su rol típico. Había tenido algunas experiencias que salían de esa norma (como la primera vez con una chica trans que les conté en otro relato: http://www.poringa.net/posts/relatos/3781246/Mi-Primera-vez-con-una-chica-trans.html), y en mi intimidad me calentaba mucho cambiando mi rol al de una mujer. Me feminizaba, tocaba y vestía como una nena. Y esa curiosidad iba saliendo cada vez más.
Esa noche de sábado había arreglado con un amigo no tan cercano para ir a su casa, su nombre es, digamos, Julián. La idea era juntarse a tomar unas cervezas, fumar algún porrito y ver si pintaba algo. Por su puesto, su idea de que pintara algo era muy distinta de la mía. Con él ya habíamos tenido un pequeño acercamiento sexual, compartimos un trío (que hasta fue cuarteto), pero esa es otra historia. La cuestión, es que yo ya sabía que él tiene una pija enorme (de verdad grande)... y eso me ponía como loca. Entonces, con la fantasía de que pase "algo", me atreví a llevar una sorpresa: preparé mi ropa, me puse una remera blanca con cuello en v, perfume, separé una bermuda de jean... y tomé prestada una tanguita que mi novia había dejado en mi casa. Me puse esa tanguita roja que se me metía profundo en la colita, y mi calentura empezó a subir fuerte. Hasta entonces nunca había salido a la calle en tanga debajo de mi ropa, y eso me estaba calentando zarpado.
Era enero en Baires y hacía un calor demencial. Salí a la calle así, entangada. Qué sensación hermosa, me sentía una perra en una pasarela. La casa de mi amigo quedaba cerca, unas veinte cuadras, pero decidí tomarme un colectivo para no transpirarme antes de tiempo. En algún momento del viaje dejé que las tiritas de la tanga se asomaran por los costados de mi cadera... ya estaba como loca jajaja.
Llego, toco el timbre y baja mi amigo. Cuando entramos a la casa le pregunto por su novia, con quién él vivía,
- No está, se juntó con las amigas - Me dijo. "Empezamos bien", pensé.
Nos acomodamos en su living, y se destapó la primer cerveza mientras sonaban los Redonditos de Ricota. Charlamos, fumamos, todo muy normal. Demasiado. Más cerveza, más marihuana, y yo no encontraba la forma de llevar la charla a zonas más picantes. Ambos revisábamos nuestras redes sociales a ver si aparecía algún plan interesante. Aproveché una imagen de Pampita con Pico Mónaco para sacar el tema:
Yo: - Uff, mirá lo que son estos dos - Le dije.
Julián: - Jajajaj "estos DOS"
Yo: - Más vale, me vas a decir que no están para entrarles a ambos? - (Para quién no los conozca, eran una pareja de una modelo infernal con un ex tenista que es otro infierno)
Julián: - Yo le entro a Pampita, al otro te lo dejo a vos jajajaj
Yo: - Jajajajaj bueno, sino compartimos - Esto fue una referencia a la noche que les conté, y funcionó.
Julián: - Ahí me gusta más.
Yo: - Igual creo que me podría divertir bastante con Pico
Julián: - Ah pero qué versátil
Yo: -Y si, hay que aprovechar lo que se puede... y lo que se tiene.- Sutilmente, desvío mis ojos hacia su pija. Me pareció notar un bulto... ¿se le estaba empezando a parar?
Bien, la cosa se iba encaminando. Me levanto para ir al baño, la cerveza hacía su efecto. Ya estaba bastante mariadito, así que me hice medio el que me caía sobre él. Se rió y cuando me levanto, me pareció que me miraba la cola. ¿Habría notado mi tanga? Quedó ahí. En el baño me pareció que era momento de mover otra ficha, y saqué de nuevo los hilitos de la tanga. No los hice obvios, los tapaba la remera, pero quedaban afuera de mi bermuda. En el momento apropiado, con un simple movimiento, podría mostrarle lo putita que me había puesto, y sabría que era para que él me cogiera toda. Me sentía una perra seductora y eso me volvía loca. Con esto se me puso la pija a mil, empujando sobre mi jean y enterrándome más la tanguita. No me demoré más y salí al encuentro, más decidida que nunca.
Doy mis primero pasos meneando el culo a lo Shakira, con una lujuria que se me salía por los ojos... y entonces... escucho ruido de llaves. Se me vino el mundo abajo.
- Hola amor.
Era Fernanda, la novia de Julián. Había vuelto temprano de su juntada para convertirse en mi game over. Qué decepción! En fin, nos saludamos, volvimos al living y seguimos en la misma dinámica de antes, pero con Fer.
La noche había perdido toda ilusión para mi, así que al poco tiempo les dije que me iba. Me despedí de Fer, y Julián me bajó a abrir. Entro primero en el ascensor y antes de que me de vuelta, para mi completa sorpresa, Julián me agarra con ambas manos de la cintura. "¿Y esto?", pensé. Quedo mirando al espejo, viendo mi propio reflejo y a Julián atrás mio, apoyándome su pedazo en la cola. Se cierra el ascensor y él se me acerca al oído y me dice:
Julián: - Eso que te pusiste era para mi?
Yo: - mmm qué cosa?
Julián: - ¿te pensás que soy ciego? ya te vi que tenés puesta una tanguita, putita.
Ahí exploté. Empecé a sacar cola como una gata en celo. Él aprovechó y me bajó un poquito la bermuda, dejando ver el comienzo de mi cola entangada en rojo.
Julián:- Veo que te habías venido preparada, ¿qué pensabas hacer?
Yo: - Pensaba en que me hagas de todo- Ya estaba entregada
Julián: -Mirá que putita que es mi amigo. Una lástima, pero hoy no va a poder ser.
Eran 9 pisos. Para cuando llegamos a PB yo estaba con el pantalón a media cola y las manos sobre el espejo. Si vivía en el piso 20 me lo garchaba ahí nomás... Pero no.
Se abrió la puerta y yo seguía a medio desnudar. Me acomodé y salimos.
Julián:- Chau gatita, mirá que vas a tener que volver eh.
Yo: - miau. -Me despedí dándole un beso en el cachete, y aproveché para manotearle la pija. Estaba durísima. Qué hermosa pija por dios.
Y así quedé, entangada, sin plan, y caliente como una pava. Necesitaba coger. Y necesitaba que me cojan. Ustedes dirán.... "¿Y... que pasó? ¿Ya está?"... Bueno, la noche era joven y lo mejor estaba por venir.
Sin mucha opción, empiezo a volver a mi casa. Decidí ir caminando, para ver si tenía la chance de cruzarme con alguna historia. Y pasó.
Ya estaba cerca de mi casa. Como les conté en el otro relato, yo vivía en Palermo. Llegando, hice un rodeo para pasar por la zona "caliente", y mientras voy caminando escucho un "Hola bombón". No había nadie al rededor mío... "¿De dónde mierda vino es?" pensaba, mientras daba vueltas como una calesita.
- Hey, acá, en el auto.
Recién entonces noté el auto en doble fila, desde el que me hablaban. Me acerco al auto. Muy nerviosa y muy caliente. Miro para adentro y ahí, en el asiento del conductor, estaba ella: una chica trans, vestida de colegiala, con colitas y todo. Camisa blanca y pollerita a cuadros. Algunos dirán "Naaa, no puede pasarte eso". Juro que fue tal cual les cuento.
- ¿Querés que te chupe la pija?- Me dice
- Obvio hermosa.- Fue lo único que pude articular
- Dale, subí...
Bueno, el relato se está haciendo mucho más largo de lo que quería. Por ahora lo dejo acá, y pronto lo continúo.
Besitos
1 comentarios - Primera vez Sissy