Hace unas semanas, nos juntamos virtualmente con mis compañeros de curso. Hicimos una videollamada, charlamos, bailamos, un rato de boludeo. Luego de ese encuentro, durante la semana empecé a recibir mensajes de uno de ellos.
Seba fue con el que más estuve de todos mis compañeros. Después de terminar el colegio, salimos varios meses. Aunque sin llegar a formalizar una relación de "novios", podríamos decir que estuvimos bastante tiempo y hasta teníamos cierta "exclusividad" (detalle: mi foto de perfil la sacó él).
El problema era que teníamos muchas idas y vueltas y discusiones. No era para menos. Como había contado en mis primeros relatos (por ejemplo: la reunión, strip poker), en el grupo de amigos de la secundaria estuvimos "todas con todos". Eso hacía difícil entonces nuestra relación, generando roces y celos bastante seguidos.
Igualmente, entre idas y venidas, nos seguimos viendo hasta que me fui a vivir a Buenos Aires. Luego de eso, nos volvimos a cruzar en algunas reuniones donde nos reencontrábamos los del cole (otra más). La última vez que lo vi, él estaba de novio y no pasó nada (con él no, pero si con otros... aca lo cuento)
Hasta esa última videoconferencia. Si bien ahí no cruzamos demasiadas palabras, durante la semana empezamos a chatear.
Me enteré que estaba de novio, hacía 2 años y estaba viviendo con ella. Por eso, no me extrañaba que me escribía a la tarde (cuando ella no estaba) y volvía a escribir a la noche cuando ya se iba a dormir.
Las charlas empezaron a recordar aquellos años cuando estábamos juntos. Se notaba que siempre quería llevar la charla hacia ese lado. Yo un poco me resistía, pero a veces dejaba volar también los recuerdos (más allá de todo, la pasábamos bien juntos). Me invitaba a visitarlo, aunque siempre lo esquivaba.
Una noche, se fue todo de las manos
En realidad, era mentira que lo hacía mal. Simplemente no quería (si, era una pendeja histérica).
A la mañana siguiente, siguió mandando mensajes.
Si bien yo no le dije nada, la verdad es que recordar esa época me puso bastante caliente. Esa tarde cuando volví de trabajar, me acosté un rato a descansar y me tuve que tocar para bajar un poco la calentura. Las charlas siguieron y ya no había nada que ocultar.
Me relataba como se la garchaba a la novia pensando en mi. Me contaba que la ponía en 4 para pensar que era yo y darle con toda la fuerza. "Tengo unas ganas de volver a cogerte toda" me repetía. Yo, aunque simplemente leía y contestaba con evasivas, no podía evitar calentarme.
Hasta el viernes pasado. Caliente de todo lo que habíamos hablado, y un poco también enojada conmigo misma por no poder controlarme, le mandé un mensaje
.
Y fui. Me abrió con una sonrisa de oreja a oreja. En el ascensor ya podía ver como me espiaba el culo por el espejo.
- Seguís teniendo un re ojete boluda, que decís que no - atacó sin anestesia.
- Antes era una piedra. Te acordás?
- Puff inolvidable - respondió encima de lo que yo decía, mientras se mordía los labios.
- Mirá... tocá - le dije girando dándole la espalda. La cara de Seba se transformó y desesperado me agarró fuerte del culo
- No se, a mi me vuelve loco igual - me decía mientras apretaba con ganas.
Entramos desesperados a su departamento. Ahí se desató. Me agarró fuerte pegándome contra su cuerpo y me besó por todos los años que no nos habíamos visto. Sus manos no tardaron en bajar por mi cintura y aferrarse a mis nalgas, tal como hacía cuando éramos adolescentes.
A los besos me fue llevando hasta su habitación. Lo tiré en la cama y lo dejé desnudo. Su pija estaba por explotar, y aún no la había ni tocado. Me subí arriba y mientras lo besaba iba sacándome la ropa, hasta quedar yo también desnuda. Me tiré sobre él y nos besamos un largo rato, franeleando nuestros cuerpos.
Le agarré la cara y con una mezcla de bronca y calentura le dije "rompeme la cola. Solo eso te voy a entregar hoy.. No quiero otra cosa". Seba se quedó mirando sorprendido, tratando de entender lo que le decía. "Entendiste? es eso o me voy" le dije convencida.
Me tiré sobre la cama, boca abajo levantando un poco la cola para que él se deleitara. La agarró con las dos manos abriendo las nalgas y enterró la lengua. Escupió en el ano y desparramó la saliva por todo mi agujerito. Cuando su lengua quería ir más abajo lo frenaba. "Solo la cola... nada más". Obediente, volvía la lengua a su lugar.
Cuando la tuve bien lubricada con la lengua, empezó con los dedos. Yo seguía acostada, pero cada vez que movía sus dedos levantaba un poco la cadera para permitir que se enterrara más profundo. "Ponemela... dale, ponemela" le dije entre gemidos mientras me acomodaba en 4 al borde de su cama.
Seba se acomodó atrás mío y empezó a apuntar la punta de su pija en mi ano. Con cuidado fue tratando de meterla, pero yo con un movimiento hacia atrás me la terminé clavando toda. "Uff nenaaaa!!" gritó Seba al ver como mi colita devoraba toda su pija de un solo golpe. "Dale movete" empecé a ordenarle. Se agarró de mis caderas y empezó a culearme cada vez con más ganas.
Sus dedos apretaban mi cola moviendo mi cuerpo hacia adelante y hacia atrás acompañando el movimiento de su pija que se movía cada vez más rápido. "Dale dale" gritaba yo. Seba se desesperaba y aceleraba. "Como te gusta que te rompa el culo pendeja como te gusta" decía él sin dejar de cogerme.
Ese ritmo veloz fue demasiado para él. Sacó la pija casi por completo y me clavó bien fuerte la pija por última vez. Sentí como su pija latía adentro de mi cola. Seba estaba agitado e inmóvil casi sin poder hablar. De a poco fue recuperando la respiración, pero no sacaba la pija de adentro. Me acariciaba el culo, ahora con ternura. De a poco fue sacando la verga hasta dejarla colgando y chorreando de semen. "Maravilloso" fue lo único que salió de su boca.
Como si nada hubiese pasado, empecé a cambiarme. "Dale que llega tu novia y te reta", le dije para hacerlo reaccionar y que me abra la puerta. En el ascensor me quiere besar, pero no lo dejé. Me pidió entonces al menos tocarme el culo una vez más. Me apoyé contra el espejo sacando cola y dejé que me manosee hasta llegar a la planta baja.
Camino a mi casa, le mandé un mensaje.
Apenas entré, saludé rápido y me fui a bañar. Me metí abajo de la ducha y dejé que el agua corriera por mi cuerpo, como queriendo limpiar lo puta que había sido. Pero no se iba, al contrario, volvían recuerdos y me calentaba aún más. Apoyé una mano en la pared y con la otra me toqué lo más rápido que pude. Levantaba la cabeza y dejaba que el agua tibia entrara en mi boca abierta ahogando mis gemidos.
Estaba tan caliente que poco tiempo bastó para acabar. Mi cuerpo tembló, mis piernas se aflojaron y terminé arrodillada en la ducha tratando de recuperar las fuerzas para volver a pararme.
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Indice
Seba fue con el que más estuve de todos mis compañeros. Después de terminar el colegio, salimos varios meses. Aunque sin llegar a formalizar una relación de "novios", podríamos decir que estuvimos bastante tiempo y hasta teníamos cierta "exclusividad" (detalle: mi foto de perfil la sacó él).
El problema era que teníamos muchas idas y vueltas y discusiones. No era para menos. Como había contado en mis primeros relatos (por ejemplo: la reunión, strip poker), en el grupo de amigos de la secundaria estuvimos "todas con todos". Eso hacía difícil entonces nuestra relación, generando roces y celos bastante seguidos.
Igualmente, entre idas y venidas, nos seguimos viendo hasta que me fui a vivir a Buenos Aires. Luego de eso, nos volvimos a cruzar en algunas reuniones donde nos reencontrábamos los del cole (otra más). La última vez que lo vi, él estaba de novio y no pasó nada (con él no, pero si con otros... aca lo cuento)
Hasta esa última videoconferencia. Si bien ahí no cruzamos demasiadas palabras, durante la semana empezamos a chatear.
Me enteré que estaba de novio, hacía 2 años y estaba viviendo con ella. Por eso, no me extrañaba que me escribía a la tarde (cuando ella no estaba) y volvía a escribir a la noche cuando ya se iba a dormir.
Las charlas empezaron a recordar aquellos años cuando estábamos juntos. Se notaba que siempre quería llevar la charla hacia ese lado. Yo un poco me resistía, pero a veces dejaba volar también los recuerdos (más allá de todo, la pasábamos bien juntos). Me invitaba a visitarlo, aunque siempre lo esquivaba.
Una noche, se fue todo de las manos
En realidad, era mentira que lo hacía mal. Simplemente no quería (si, era una pendeja histérica).
A la mañana siguiente, siguió mandando mensajes.
Si bien yo no le dije nada, la verdad es que recordar esa época me puso bastante caliente. Esa tarde cuando volví de trabajar, me acosté un rato a descansar y me tuve que tocar para bajar un poco la calentura. Las charlas siguieron y ya no había nada que ocultar.
Me relataba como se la garchaba a la novia pensando en mi. Me contaba que la ponía en 4 para pensar que era yo y darle con toda la fuerza. "Tengo unas ganas de volver a cogerte toda" me repetía. Yo, aunque simplemente leía y contestaba con evasivas, no podía evitar calentarme.
Hasta el viernes pasado. Caliente de todo lo que habíamos hablado, y un poco también enojada conmigo misma por no poder controlarme, le mandé un mensaje
.
Y fui. Me abrió con una sonrisa de oreja a oreja. En el ascensor ya podía ver como me espiaba el culo por el espejo.
- Seguís teniendo un re ojete boluda, que decís que no - atacó sin anestesia.
- Antes era una piedra. Te acordás?
- Puff inolvidable - respondió encima de lo que yo decía, mientras se mordía los labios.
- Mirá... tocá - le dije girando dándole la espalda. La cara de Seba se transformó y desesperado me agarró fuerte del culo
- No se, a mi me vuelve loco igual - me decía mientras apretaba con ganas.
Entramos desesperados a su departamento. Ahí se desató. Me agarró fuerte pegándome contra su cuerpo y me besó por todos los años que no nos habíamos visto. Sus manos no tardaron en bajar por mi cintura y aferrarse a mis nalgas, tal como hacía cuando éramos adolescentes.
A los besos me fue llevando hasta su habitación. Lo tiré en la cama y lo dejé desnudo. Su pija estaba por explotar, y aún no la había ni tocado. Me subí arriba y mientras lo besaba iba sacándome la ropa, hasta quedar yo también desnuda. Me tiré sobre él y nos besamos un largo rato, franeleando nuestros cuerpos.
Le agarré la cara y con una mezcla de bronca y calentura le dije "rompeme la cola. Solo eso te voy a entregar hoy.. No quiero otra cosa". Seba se quedó mirando sorprendido, tratando de entender lo que le decía. "Entendiste? es eso o me voy" le dije convencida.
Me tiré sobre la cama, boca abajo levantando un poco la cola para que él se deleitara. La agarró con las dos manos abriendo las nalgas y enterró la lengua. Escupió en el ano y desparramó la saliva por todo mi agujerito. Cuando su lengua quería ir más abajo lo frenaba. "Solo la cola... nada más". Obediente, volvía la lengua a su lugar.
Cuando la tuve bien lubricada con la lengua, empezó con los dedos. Yo seguía acostada, pero cada vez que movía sus dedos levantaba un poco la cadera para permitir que se enterrara más profundo. "Ponemela... dale, ponemela" le dije entre gemidos mientras me acomodaba en 4 al borde de su cama.
Seba se acomodó atrás mío y empezó a apuntar la punta de su pija en mi ano. Con cuidado fue tratando de meterla, pero yo con un movimiento hacia atrás me la terminé clavando toda. "Uff nenaaaa!!" gritó Seba al ver como mi colita devoraba toda su pija de un solo golpe. "Dale movete" empecé a ordenarle. Se agarró de mis caderas y empezó a culearme cada vez con más ganas.
Sus dedos apretaban mi cola moviendo mi cuerpo hacia adelante y hacia atrás acompañando el movimiento de su pija que se movía cada vez más rápido. "Dale dale" gritaba yo. Seba se desesperaba y aceleraba. "Como te gusta que te rompa el culo pendeja como te gusta" decía él sin dejar de cogerme.
Ese ritmo veloz fue demasiado para él. Sacó la pija casi por completo y me clavó bien fuerte la pija por última vez. Sentí como su pija latía adentro de mi cola. Seba estaba agitado e inmóvil casi sin poder hablar. De a poco fue recuperando la respiración, pero no sacaba la pija de adentro. Me acariciaba el culo, ahora con ternura. De a poco fue sacando la verga hasta dejarla colgando y chorreando de semen. "Maravilloso" fue lo único que salió de su boca.
Como si nada hubiese pasado, empecé a cambiarme. "Dale que llega tu novia y te reta", le dije para hacerlo reaccionar y que me abra la puerta. En el ascensor me quiere besar, pero no lo dejé. Me pidió entonces al menos tocarme el culo una vez más. Me apoyé contra el espejo sacando cola y dejé que me manosee hasta llegar a la planta baja.
Camino a mi casa, le mandé un mensaje.
Apenas entré, saludé rápido y me fui a bañar. Me metí abajo de la ducha y dejé que el agua corriera por mi cuerpo, como queriendo limpiar lo puta que había sido. Pero no se iba, al contrario, volvían recuerdos y me calentaba aún más. Apoyé una mano en la pared y con la otra me toqué lo más rápido que pude. Levantaba la cabeza y dejaba que el agua tibia entrara en mi boca abierta ahogando mis gemidos.
Estaba tan caliente que poco tiempo bastó para acabar. Mi cuerpo tembló, mis piernas se aflojaron y terminé arrodillada en la ducha tratando de recuperar las fuerzas para volver a pararme.
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49 comentarios - Cierro etapa con mi amigovio del colegio
gracias por pasar!
gracias por comentar!
gracias por comentar! espero disfrutes otros relatos
De chusma, que ropa llevabas puesta? Es para imaginar mejor el relato 😛
Besos y puntos!
De chusma, que ropa llevabas puesta? Es para imaginar mejor el relato 😛
Besos y puntos!
Me dejaste la P! prendida fuego!!
Creo que a la mitad del relato, ya tenía en la pija la sensación de estar entrando en tu cola... me hiciste acordar mucho a un anal express antes de la cuarenterna con una ex.. (va recuerdito para que se entienda de lo que me estoy acordando):
podes armar un posts con esas fotos, y compartirlas
Eso me gusta más como idea.. 😉
Qué te parece??
van puntos
pd: felicidades por volver y conseguir trabajo
que andes bien juli
gracias por comentar 🙂
Van diez puntos.
gracias por comentar!
gracias por comentar!