Tres
Estaba durmiendo cuando escuche el Auto de mi mamá estacionar, de inmediato me incorporé como un resorte yabriendo la puerta de mi habitación. Salí a recibirla, la encontré en la sala ytodavía llevaba su ropa de trabajo encima. Tenia pinta de estar verdaderamenteagotaba pero apenas me vio sonrio y acercandose a mi, me pregunto – que hacestú despierto tan temprano?
Nopude dormir bien – le contesté en tanto ella me daba un beso en la mejilla,apenas rozo su piel con la mía las diferentes imágenes de los vídeos taladraronmi mente. Por lo que sintiendo una rápida erección, intente esconderla detrás de mi amplio pijama.
Parami suerte no se percató de nada y alejándose de mi, volvió a preguntar – todos siguen pegados a la almohada?
Todos– dije en tanto la seguia a la cocina en donde tomo un vaso para luego servirseagua, se veía tan increíblemente bien quesin proponermelo le solté – te ves hermosa.
Ellaal escuchar mi piropo dejo de beber de su vaso y poniendo la vista sobre mi, me dijo consu típico buen humor – gracias cariño, no se a que vino eso pero es bueno quede vez en cuando alguien te levanté el ego.
Sabíaque mi hermano se encargaba de levantarle algo más que el ego, pero aceptando suspalabras. Me quedé mirandola por un rato, hasta que ella sin percatarse de mispensamientos me dijo – iré a darme una ducha, a cambiarme y luego prepárare eldesayuno.
Dichoesto desapareció escalera arriba y minutos después de entrar a su habitación,escuche como la ducha de su habitación hacia ruido. Por lo que no pudiendohacer nada más, me fui directamente a mi cuarto.
Untiempo después estaba listo para ir al colegio y bajando a la cocina me topécon mi madre que a esa hora llevaba solamente encima su bata de entrecasa, lacual era de un color lavanda. Por lo visto tendría lo que restaba del díalibre, por lo que poniendose comoda intentaría relajarse lo que quedaba delmismo.
Fuiel primero en llegar, no obstante haciendo acto de presencia apareció mi padreque dándole un rapido beso en la mejilla se acomodó en una de las sillas quehabía en la mesa de la cocina en tanto mi madre le servía su desayuno.Instantes después vino mi hermana, que dándole un pequeño abrazo se puso acomer sus cereales favoritos.
Porúltimo y no menos importante, Daniel hizo acto de presencia y comportándosecomo un hijo mas saludo a nuestra madre y saludo como si nada pasara a quien de ahora enmas se habia convertido oficialmente en el cornudo de la casa. Era extraño veren la misma habitación tanto a mi padre como a mi hermano, ya que si mi padresupiera la verdad de lo que Daniel y mi madre estaban haciendo. De seguro todoestaría volando por los aires.
Sacandoestos pensamientos de mi cabeza me puse a observar las interacciones que mimadre y mi hermano tenían y si no supiera lo que había entre ellos, realmenteno vería que nada extraño pasará. Sin embargo sabiendo la verdad, observe comoentre ellos ocurría cierta complicidad que apenas se notaba.
Tenuesmiradas y rápidos gestos los delataban, pero aguantando las ganas de exponerlos.Termine mi desayuno al son que decía – me voy.
Mimadre de inmediato pregunto extrañada – tan temprano?
Debopasar por Tobías – menti añadiendo - debemos entregar un proyecto juntos y deboasegurarme de que haya hecho su parte – dicho esto fui por mis cosas y cuandoestaba de vuelta, mi padre me pregunto – no quieres que te acerqué?
Estabien no está lejos, puedo ir caminando – solté a lo que mi padre haciéndole lamisma pregunta a Daniel, escucho cuando este le respondió – entro a clases mastarde, así que tengo tiempo de descansar un rato mas.
Creyéndosela mentira mi padre asintió y mirando a la más pequeña de la familia, le dijocon ternura – toma tus cosas princesa, ya que seremos solo tu y yo esta vez.
Claudiaenseguida fue por sus cosas, mientras que yo viendo la oportunidad de escapar mefui hasta la puerta de salida que tenía la cocina y antes de desaparecer detrásde ella les dije a todos – nos vemos mas tarde.
Miintención ahora era mas que clara haría como que me iba al colegio pero no loharía, por lo que luego de caminar unos cuantos metros. Me escondi en un lugarcerca de otra casa a la espera de que mi padre se fuera.
Parami suerte este casi salio detrás de mi y no viéndome, vi como su coche seperdía en una de las esquinas que quedan cerca de mi casa.
Luegoespere unos minutos mas y sabiendo que ya no regresaría, me deslice como unauténtico ladrón hasta lograr llegar a una de las ventanas que tenía nuestracocina. Asustado por que fuera sorprendido intente ser lo más sigiloso que podía ser, porlo que llegando a mi objetivo deslice de a poco mi vista por el vidrio de lamisma.
Laescena que tenía por delante no eran la de una madre con su hijo, sino mas bienera la escena de dos amantes que nada les impedía demostrarse lo mucho que sedeseaban. Ya que apenas se habían quedado solos y Daniel había aprovechado laoportunidad de saltar sobre nuestra progenitora.
Todavíaestaban en la cocina pero esta vez mi hermano se hallaba a espaldas de nuestramadre en tanto se pegaba por completo a su curvilineo cuerpo y colocando susmanos sobre su cintura, le amonesto con voz ronca – cielos, no sabes elcalvario que he pasado estos días al nopoder tenerte.
Sólohan sido unos cuantos, no exageres – agrego mi madre divertida mientras yo mesorprendía el grado de intimidad que habían formado, visto esto note como ella recibíacon alegría los mimos que su hijo le otorgaba, pero no deteniendose allí de apoco y entre caricias Daniel se hizo de la tira de la bata que mi madre portabay deshaciendose del nudo que lo cerraba. Lo aflojo dejando un fragmento de la anatomía de mi madre, expuesta.
A mivista llego en directo parte del cuerpo de mi madre casi al desnudo, ya quetenía encima un conjunto de ropa interior blanca que era practicamente transparente.Pero no quedándose quieto Daniel enseguida se aferro a sus pechos yapretandolos con posesión, empezó a restregar su miembro oculto en la cintura de nuestra madre mientras le suplicabadiciendo con voz quejosa – por favor, deja que te tome aquí o me volveré loco.
Mimadre escuchando el desesperado pedido de su hijo apoyo mas su cuerpo sobre elmeson de la cocina y dejando que mi hermano le despojara de su bata, vi como laprenda caia rozando su suave piel. Fuera ya el primer obstáculo Daniel la giroy tomando presa la boca materna, comenzaron a besarse de forma vehemente.
SiendoDaniel mas alto que mi madre se aferro de su cintura mientras que ellatomandolo del cuello no dejaba que ninguna distancia los separara, se estuvieronbesando no se por cuánto tiempo. Pero sólo se detuvieron cuando Daniel haciendoun rapido movimiento la volvio a girar yhaciendo que apoyará sus manos sobre el meson de la cocina. Logro arquear su cinturaen dirección de su pelvis.
Mimadre a su vez se movía como si de una muñeca se tratará, ya que dejandosehacer vi como se apoyaba con fuerza al meson en tanto esperaba con ansias loque Daniel le fuera a hacer. Daniel a su vez viendola tan obediente le preguntocon cierta altaneria – quieres que te coja ahora mismo, no es cierto?
Sinresponderle mi madre agachó un poco su cabeza, en tanto Daniel metiendo su manopor dentro de su tanga comenzó a tocar su concha y obteniendo la prueba que necesitabale dijo en tanto colaba nuevamente su mano por dentro de su ropa interior –vamos dilo y te juro que te hare gozar ahora mismo.
Sabíaque Daniel estaba jugando con el cuerpo de mi madre, pero ella lejos de quejarselo dejaba maniobrar con libertad hasta el punto que no pudiendo mas vi como learrancó su primer orgasmo.
Agotadaarrojo con totalidad el peso de su cuerpo sobre el meson, en tanto Daniel conuna sonrisa de victoria sacaba su mano y se deleitaba con lo mojada que estaba.Era claro que su mano estaba bañado con los jugos vaginales de la concha de mimadre, pero no importandole probó la misma en tanto de a poco se ibadeshaciendo de la parte inferior de su pijama.
Yasin la misma se meneo un par de veces la erección que llevaba y tomando latanga que llevaba mi madre por sus costados, de a poco fue bajandola hastalograr que cayera por sus piernas. Mi madre al darse cuenta de esto le ayudolevantando primero uno de sus pies, para luego levantar el otro lo que facilitóa Daniel el hacerse de la prenda que a esa altura se veía húmeda por los flujosque mi madre había arrojado segundos atrás.
Dejandola tanga a un costado tomo la cintura de mi progenitora y empujandoladirectamente hacia su erección consiguio colocar su pene en medio de las nalgasde mi madre, a esa altura la caliente escena que tenia enfrente me obligó a queme tocará casi sin pensarlo. Pero no queriendo dejar de ver, note como Danielcon leves estocadas se cogía sin penetrar el trasero de nuestra madre.
Deinmediato los gemidos que ambos arrojaban llenaron de ruidos la cocina y aumentandola fricción entre ambos cuerpos, hizo que Daniel atacara con mas desenfreno elculo de nuestra madre la cual recibía con gusto esas acometidas. Hasta el puntoque no pudiendo mas, Daniel termino por correrse sobre sus nalgas, mientras unapequeña parte de su semen caía sobre la espalda de nuestra ardiente madre.
Agotadotiro el peso de su cuerpo sobre el de nuestra progenitora y mientras recuperabaalgo de aire, él repartía pequeños besossobre su cuello y espalda. Daniel era cuatro años mayor que yo, por lo que notardo en recuperarse de su orgasmo, asi que incorporándose liberó el cuerpo demi madre y mirando la lefa que había regado sobre el cuerpo de su ahora hembra.Le dijo mientras tomaba el seguro del corpiño de su amante – vamos amor, estoaún no ha terminado ya que pienso cogerte hasta que ya no pueda.
Desaciendosede la traba levanto sus brazos y sacándole el corpiño, consiguió liberar las mamasde su amante. Ver las tetas de mi madre en directo fue increíble, se notabanmas grandes de las que imaginaba y aunque estaban algo caídas se veían verdaderamenteapetecibles.
Danielal parecer penso lo mismo ya que tomandolas jugó un rato con ellas hasta conseguirque sus pezones se erectaran de tal manera, que estos se escapaban por entresus dedos. Ante tal estimulación mi madre se refrego nuevamente contra elmiembro de Daniel que recobrandose enseguida se puso altivo nuevamente, a loque consiguiendo lo que deseaba mi madre se separo de él y arqueandose le dijocon coquetería – te gusta lo que ves?
Siempreme gusta lo que veo en ti – le contesto con sinceridad Daniel, en tanto añadía – y siempre me gustara, ya que estoy locamenteenamorado de ti, mamá.
Conesta confesión de por medio Daniel no se hizo esperar mas y apuntando sumiembro contra nuestra madre, logro que su pene quedará cerca del sitio que unavez lo trajo al mundo. Pero no importandole esto a mi propia madre, propisioque el pene de Daniel la penetrara hasta el punto que este desaparecía porcompleto dentro de su cuerpo y ella a su vez gritara como si estuviera poseída.
Nome pareció extraño que algún vecino la escuchara, pero sin importarle alparecer eso a ella. Continuó gritando en tanto Daniel aferrandose con fuerza asu cintura, la montaba como a una autentica yegua.
Cogíansin cortarse, cogían sin impedimento alguno, cogían como si el mundo fuese aacabarse el día de mañana, cogían como si nada más en el mundo les importará,cogian con libertad y eso extrañamente me molestó.
Sin embargoel morbo pudo mas e hipnotizado por la escena que tenía enfrente, escuchegritar a Daniel – me voy a correr enseguida!!
Entanto mi madre perdida en el deseo, solto con mucho morbo alentando a su primogénito– vamos cariño correte sin problema y llena a tu madre con tu caliente semen.
Enrespuesta Daniel empujó unas cuantas veces más y sintiendo su orgasmo llegar,arrojo un alarido en tanto pegaba su cuerpo a la de nuestra progenitora. Mimadre a su vez con los pechos apretados por el meson también arrojaba su propioalarido, mientras sentía como su hijo llenaba su útero de su simiente.
Estabancansados, sudado pero completamente satisfechos. Y eso se noto en Daniel ya quedespués de lo sucedido busco la boca de mi madre y dándole un beso que denotabalo que sentía por ella, saco su ya flacido pene de la concha de nuestra madre.
Noestaba seguro si su corrida fue menor o si mi madre por ansias retenia su semenen su cuerpo, pero a diferencia de otras veces ninguna gota del simiente deDaniel había salido de la concha de mi madre. Esto llamo mi atención, noobstante volviendo a la realidad vi que mi madre se incorporaba y como suDaniel se tratase de su marido lo abrazo con cariño.
Haciabastante tiempo que no veía a mis padres tratarse de esa manera, pero dejandopasar ese pensamiento. Mi madre le dijo a mi hermano – debes ir a darte unaducha si quieres llegar a tiempo a tus clases.
Riendodel comentario Daniel no dejo de abrazarla y dándole un rapido beso, le dijo –tenemos toda la mañana para nosotros, no quiero desperdiciarla yendo a clases.
Mimadre quiso protestar, pero poniendo un dedo en sus labios Daniel la silencio ymirandola le dijo – vamos arriba que como prometí, voy a cogerte hasta que yano pueda mas.
Alparecer gustandole esa idea mi madre se le adelantó y moviendo con sensualidadsus caderas, incitó a que su hijo la siguiera. Cosa que mi hermano hizo ya quemientras la veia alejarse no le quitaba la mirada del culo.
Ya fuerade mi vista, me hubiera gustado seguirlos para ver que más hacían arriba. Pero concientede que me descubrirían si lo intentaba me tranquilice y sabiendo que debía idearuna forma más efectiva para vigilados por mas tiempo, me puso acaminar sin saber que rumbo iba a tomar.
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