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Caminando...

Como todos los relatos estan basados en mis fantasías.
Caminando, al dar la vuelta en una esquina me topé con un grupo de muchachos negros que estaban recargados en una pared eran seis, seguí caminando como si nada hasta que uno me tomó del cabello, me dio un tirón tan fuerte que casi me tira; grité pidiendo auxilio y él puso su cara frente a la mía; sacó una navaja que colocó en mi mejilla haciéndome sentir su filo y me dio un golpe en el estómago que me dobló, me llevo a un callejón, al rato chiflo y llegaron los demás chicos de su banda, eran más de los que había visto, acariciaban mis pechos y cuando me di cuenta ya estaba yo desnuda, solo con la tanga, me arrinconaron contra una pared, empezaron a estrujar mis pechos causándome mucho dolor, uno me beso para callar los gritos, sentí que colocaba su miembro en la entrada de mi conchita, bajó sus manos hasta mis nalgas y sin ninguna consideración empezó a empujar; grité con fuerza al sentir la penetración salvaje de la que estaba siendo objeto, el dolor que me infringía él al entrar y salir de mi conchita era insoportable y recién era la primera pija de las muchas que entrarían, bajó sus manos por mis piernas y me hizo subirlas, colocándolas en su espalda, así me sostuvo mientras me violaba, unos minutos después me ordenó recargarme en la fría pared y colocar las manos sobre ella, a la altura de mi cara, doblando mis brazos; quedé en esa posición, puso las manos en medio de mis nalgas y las separaba mientras colocaba su pija en la entrada de mi concha, empujó hacia adentro, me tomó del cabello con una mano y me jaló hacia atrás y siguió empujando, se sentía como un palo gigante, sentía como si me fueran a partir en dos, sufría la penetración de su pija, puso sus manos sobre mis pechos apretandolos y cojiendome mas fuerte, los otros chicos se masturbaban viendo como su compañero me violaba y esperaban su turno, él siguió haciéndomelo durante un tiempo que me pareció una eternidad hasta que soltó chorros de semen dentro de mis entrañas. Me volteé y vi a todos esos negros me miraban con morbo; la oscuridad no me permitía distinguirlos muy bien, se me acercaron varios, me tomaron de brazos y piernas, levantándome boca abajo con las piernas y los brazos abiertos; uno de ellos se colocó entre mis piernas y sin advertirme nada metió de golpe su pene en mi concha, solté un gran grito, pero ya otro de ellos me metió su pene en mi boca y me hizo mamárselo, así estuvieron un buen tiempo hasta que acabaron llenandome con sus corridas. En cuanto terminaron, dos tomaron sus lugares y a su vez otros dos tomaron los de ellos, traté de no gritar por el miedo a sus amenazas, en cuanto uno terminaba, otro tomaba su lugar y así se fueron turnando sin dejarme descansar, algunos repetian, incluso llegaron hacerme doble vaginal, sentía ardor, dolor, el tiempo se me hacía eterno, estaba agotada, yo no lo disfrutaba, pero a ellos no les importaba, seguían y seguían sin darme ningún descanso, al terminar me dejaron en el piso y se fueron excepto uno que se me acercó, era el taxista que me había llevado a esa horrible zona, me agarra y me mete a su Taxi donde me viola, terminamos en una tienda de bebidas, era tarde, estaba llenos de borrachos que cuando el tipo me bajo me rodearon y me levantaron el vestido, empezaron a tocarme, trate de safarme pero eran tantos y estaba tan cansada y dolida que fue imposible, unas manos empezaron a tocarme la concha y a meterme los dedos, otros me manoseaban las tetas y otros la cola, tenía miedo, iba hacer violada otra vez pero por una gran cantidad de hombres borrachos. Sentí como una verga empezaba a penetrarme por delante y otra por atrás, los demás rodeaban la escena, salvajemente me penetraban gozando la violación, los borrachos se turnaban para violarme, todos me decían que era una puta, lloré en silencio mientras ellos siguieron gozando de mi cuerpo por bastante tiempo mientras el taxista veía todo así como hizo anteriormente hasta que unos policias se acercaban a donde estábamos, ellos y el taxista se largaron quedando yo boca abajo, dormida del cansancio, dos policías bajaron de la patrulla y se me quedaron viendo, se miraron con sonrisas de complicidad y me subieron a la patrulla, me acostaron en el asiento trasero, mientras uno manejaba alejándose del lugar, el otro se había subido atrás se bajó el pantalón, sacando su verga, abrió mis piernas y metió su pija hasta el fondo pero no reaccione de lo dormida que estaba; el poli estuvo cogiéndome hasta que se vino dentro de mío dandole lugar al otro policía, que también abusó de mi hasta terminar, me llevaron a una comisaría donde fui violada por otros policías que se encontraban ahí, hacían rondas para vigilar que no entrará nadie que no fuera un oficial así como para violarme, estaba boca arriba en un sofá siendo salvajemente violada, llamaban a otros compañeros por el radio, diciéndoles que era urgente que se acercaran, ellos respondieron al llamado y al ver lo que pasaba se sumaban, en cuanto unos terminaban, otros tomaban sus lugares, todos me cogieron las veces que quisieron haciendome doble e incluso triple vaginal y oral que hizo que me despertara pero del cansancio a pesar del dolor no abría los ojos, me llevaron a una celda que había para ser violada por los detenidos que estaban en ese lugar que habían visto todo y estaban re calientes, cuando terminaron todos me subieron a una patrulla esposada, llegamos a una zona donde casi no había gente en la calle; nos detuvimos frente a un portón, hicieron ruido con la sirena y un policía abrió al portón, entramos y bajamos, otros cuatro policías se acercaron y saludaron a los que iban conmigo, me obligaban a chupárselas, colocaban una mano en mi cabeza, empujándome y jalándome al mismo ritmo al que yo chupaba y cuando estaban por acabar sostenían la cabeza con ambas manos ordenándome que me tragara sus corridas, luego de satisfacer a los seis oralmente me cargaron y me llevaron hacia una patrulla, me colocaron las manos a los lados de la parte de en medio, que separa la ventana delantera de la trasera; me colocaron las esposas una en cada mano, pasando la cadena por esa parte. Luego, me colocaron empinada de tal manera que ellos me veían todo; uno me empujó la cabeza dejándome agachada viendo el piso y sentí como el primero de ellos se colocaba atrás de mí y alcancé a ver que se hincaba. No tardé en sentir que sus manos se colocaban en mis nalgas y me abría la vagina y luego sentí como su lengua húmeda se introducía en mí, colocó su pija en la entrada de mi vagina y empezó a empujar sentí dolor, fueron varios minutos que él estuvo con su mete-saca, el poli con un gran grito soltó sus descargas de semen dentro de mí. En cuanto el terminó y se retiró, otro poli se colocó detrás de mí, puso sus manos en mis nalgas y de igual forma, empezó a penetrarme con fuerza; de nuevo empecé a sentir dolor, poco a poco fue subiendo el nivel de intensidad luego soltó su leche dentro de mí y así pasaron de nuevo los 6 pero por mi concha, me bombearon con fuerza, sin importarles mi dolor ni mis lágrimas. Todos se vinieron dentro de mí y mi vagina quedó muy roja; me ardía bastante, de nuevo me subieron a la patrulla esposada y salimos. Un poco después llegamos a un edificio donde había varias patrullas afuera; nos estacionamos y ellos bajaron; uno me abrió la puerta y me sacó y me metió rápido al edificio; allí había un mar de gente, entre policías y delincuentes y gente vestida también con traje. De nuevo todos los hombres me miraron con morbo mientras el poli me abrió paso hasta un mostrador y allí nos detuvimos, yo gritaba que ellos me habían violado, ni bola me dieron ya que ellos pensaban que era una prostituta. Llegaron otros tres polis y entre los 4 me sometieron, me aventaron en una celda de cemento, uno de los polis me quitó las esposas y salio, me senté en el camastro de cemento por el cansancio y comencé a llorar, me quedé dormida, entró el Licenciado que me había mandado a ese inmundo lugar, bajó los pantalones con todo saco su pija enorme y erecta me corrió la tanga y me subió el vestido hasta dejármelo en la cintura y me la metió, comenzó a moverse dentro rápido y más y más rápido, sus manos se apoyaban en mi cadera y él seguía metiendo y sacando su miembro con fuerza, él seguía entrando y saliendo y diciendo cosas que yo no escuchaba por estar dormida y no me dolía por el mismo motivo, me estaba partiendo en dos gozando con la cogida hasta que gimió de placer al eyacular y yo seguía dormida, se subió los pantalones y se fue dejándome con los dos polis que habían entrado con él y me hicieron una doble vaginal que hizo que me despertara, sus mete-saca con fuerza me hacía llorar por la salvaje violación que sufría y que había sufrido, se me hizo eterno, sentí como sus semen invadían mi vagina y casi de inmediato se salieron; rápidamente se pusieron los uniformes y se fueron, dejándome mancillada, adolorida y esposada. Como pude me acomodé en el camastro y llorando por recordar todo lo ocurrido me dormí nuevamente. Al otro día enfrente de mí estaban el Licenciado del día anterior, un viejo gordo y atrás de ellos cuatro policías, me volvieron a violar los seis, cuando de cansaron de hacerlo el tipo gordo me aventó mi ropa y le ordenó a un poli quitarme las esposas, me ordenaron vestirme, entre dos polis me tomaron de los brazos y me sacaron de la celda. Salí del lugar adolorida, triste, humillada y cansada; aún con lo mal que me veía los hombres que pasaban junto a mí me decían cosas y me silbaban.

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