La quinta

Esta historia puede ser o no real, pero cuando termines de leer, vas a estar tan caliente que no va a importar. Ella era una chica normal, 30 años, flaquita, buenas tetas, está en pareja hace 10 años, el no la trataba bien, más bien siempre la insultaba o la denigran, yo me acababa de separar. Compartíamos un amigo en común, y organizamos para ir un finde a una quinta, allá fuimos, éramos 8 en total. Ella me había llamado la atención desde el primer momento, era agradable y había escuchado rumores que no la garchaban seguido, eso alimentaba mi morbo. Era febrero, hacía calor, así que mientras los hombres estábamos en la parrilla, las chicas se fueron a la pileta y a tomar sol. Yo no podía sacarle los ojos de encima, esas tetas hermosas que se asomaban por los costados de la bikini, se me paraba la pija y no sabía como disimular la calentura. En un momento ella fue para el baño y la seguí, ella entró y cuando estaba por cerrar la puerta entre yo también, se sorprendió y me dijo: Estas loco? Si, por vos le contesté. La tome de la cintura y le comi la boca, ella al principio se resistió pero después fue como alojándose y hasta la lengua me mandaba. Le mandé la mano debajo de la bikini con la sorpresa que estaba toda depilada, a esta altura mi pija estaba por explotar. No podía quedarme, así que salí del baño antes de que alguien nos viera. Durante toda la tarde nos cruzamos miradas y sonrisas cómplices. Luego de la cena, donde por supuesto no faltaron las miradas. Nos fuimos todos a dormir, esa noche la escuché coger con el novio, no pude contenerme y me hice terrible paja pensando en esa concha depilada y esas tetas pataditas y redonditas Al otro día, me ofrecí para ir a comprar al.pueblo, ella se ofreció a acompañarme, nadie sospechaba nada, así que no teníamos de que temer. Fuimos con mi camioneta, hicimos 4 cuadras y le apoyé la mano en la entrepierna, ella hizo lo mismo y comenzó a masajear me los huevos, abrió el cierre y sacó la pija del bóxer, me la frotaba de arriba hacia abajo, se escupía la mano y me la lubricaba, hasta que no aguanto más y se la mando de una a la boca, que rico Pete me hizo, me acariciaba los huevos y se la tragaba hasta el fondo..no pasaron ni dos minutos que le mande toda la leche, se la tragó toda y la seguí limpiando con la lengua... Ahora le tocaba a ella, le corrí de costado el short y empecé a masajear el clitoris hasta que estuvo bien mojada, en ese momento le mandé dos dedos y la fui pajeando hasta que se vino, en ese momento le pasé la lengua y pude sentir sus jugos calientes. No podíamos tardar mucho así que fuimos rápido a comprar y volvimos a la quinta. Estábamos medio perseguidos por lo tanto tratamos de evitarnos hasta el domingo, no antes haber intercambiado WhatsApp y con la promesa de vernos. Ese día llegó, viernes de la semana siguiente, supuestamente había quedado con amigas para cenar y luego boliche. Nos juntamos en un restaurante de San Telmo, mesa solo iluminada por una vela, ahí comenzaron los besos y las manos por todos lados. De ahí nos fuimos a un hotel en Puerto Madero, subimos al 3er piso, pasamos la puerta, Spotify en el celu con música romántica de los 90, bailamos un poco, nos besamos y nos fuimos sacando la ropa de a poco, podía sentir su piel contra la mía. Se quedó con un conjunto de ropa interior blanco que incluía medias y portaligas, un infierno. Lo hicimos en todas las posiciones que se puedan imaginar, pero el broche de oro, fue cuando me pidió que le de por el culo, no lo podía creer, yo había llevado lubricante por las dudas, así que le pase el gel y le fui metiendo un dedo, después otro, hasta que ya estaba bien dilatado, le apoyé la cabeza y de un empujón se la metí hasta la mitad, noté como se le alojaron las piernas, pero después recuperó fuerza y ella tiró el culo para atrás hasta que le entró toda. Estuvimos un buen rato así hasta que le llené el culo de leche… La.noche siguió y como dije, fueron varias polvos, hasta en la ducha lo hicimos, confirmando lo que sospechaba, que no estaba bien atendida. Ella sigue su relación con el chico pero cada tanto nos vemos y la pasamos bien.