Siguiendo un poco con mi historia, aqui va la tercera parte
Siempre me gustaron las mujeres, y me moríade ganas de coger con una. Hasta el momento, yo solo había estado con Sergio(Yo totalmente pasivo) y con Leo (solo oral y manos). Me intrigaba saber cómoera estar con una chica, su olor, su piel, jugar el papel de activo. Pero el ira un secundario técnico me restringía mucho las posibilidades de entablarrelaciones con el sexo opuesto. Por eso la propuesta que le hice a Leo deconvencer a su novia.
Mientras esperaba la respuesta, obviamente,seguíamos jugando con Leo 3 o 4 veces por semana, sin perder ni una sola vez lacuota semanal de Sergio. Por dios, que cantidad de semen que recibía en esosdías!!!!
Un sábado, con Leo, estábamos en lahabitación, haciendo un buen 69. Era más de medianoche, se suponía que toda sufamilia dormía, y en eso se escucha el picaporte (puerta cerrada pero sinllave) y la hermanita abre. Del sobresalto, Leo se cae de la cama y alcanza amanotear una remera para taparse, yo quede bajo las sabanas. Por suerte no vionada que no debía ver. Se fueron de la habitación, y unos segundos después Leovuelve y me cuenta que ella había escuchado ruidos (seriamos nosotros, jajaja).La onda se había enfriado, y como teníamos que esperar a que ella se vuelva adormir, nos pusimos a jugar con la compu. Después de un buen rato, lo veo a Leoal palo, y sin decir nada, dejo el jueguito y me dedico al juegazo. Mearrodillo delante de él y empiezo a tragar esa linda pija, lo tiro sobre lacama, le levanto las piernas, y a chupar el anillo. Creo que si seguía un poco más,le iba a explotar la cabeza de la pija, jajaja. Entonces frené, lo deje bajarun poco de revoluciones, sin sacar la vista de esa hermosura, y cuando iba acontinuar chupándola, se me paso por la cabeza Sergio y la culeada que me habíadado esa mañana, y el culo empezó a pensar más que mi cabeza. Me paré en lacama, en cuclillas, con una mano me sostenía y con la otra agarré esa vergapara poder embocarla… y me senté sin piedad. Sentí que los ojos se me iban asalir. La de Sergio es mas o menos de unos 2 centímetros de ancho, y la de Leounos 4 centímetros, y se nota la diferencia. Me quede un rato ahí, quietito,para que mi agujero se acostumbre. Mientras tanto, no le sacaba la vista a miamigo, tenía una expresión de asombro total. A pesar de que cada vez eran máscalientes nuestros encuentros, no se esperaba que yo actuara así. Después deunos segundos de acostumbramiento, empiezo a subir y bajar muy despacio,sintiendo cada centímetro de verga moviéndose dentro mío. Sin querer, subo de másy se sale de mi culo, aproveche el momento para acostarme boca abajo (laspiernas ya no me daban más), mientras le digo a Leo “Seguis?”. Ni lerdo ni perezoso,Leo, que ya tenía experiencia cogiendo con Marina, me levanta la cola poniendouna almohada debajo mío, me separa un poco las piernas, y de un sacudón, meentierra la pija bien hasta el fondo. Si en ese momento me preguntaban, yohubiera dicho que me metió hasta los huevos y quizás un poco más, me dio la sensaciónde que entro mucho más que cuando yo estaba arriba. Con el vaivén de susmovimientos mi pija rozaba con la almohada, estaba prendido fuego! Lastima queacabo antes que yo, y como quería seguir disfrutándola adentro de mi culo, le pedíque no se vaya y me quede quietito, saboreando el momento. Después de un ratose incorporó y se fue al baño. Yo seguía echado en la cama, quietito, con elculo ardiendo, pero lleno de leche.
Al rato vuelve, se acuesta boca abajo a milado y dice “dale, ahora vos”. Entonces hice como él, le puse una almohada paralevantarlo y ahí lo vi en todo su esplendor, cerradito, divino, y pensé que meiba a costar un montón penetrarlo sin dolor para que lo disfrute.
Pero grande fue mi asombro cuando, despuésde chuparle bien el culito durante un par de minutos, le apoyé la cabeza yempujé suavemente, y su culito se abrió dejando entrar toda mi pija (19 x 4)sin chistar. Se la metí toda, bien a fondo, y me quede un instante quieto, paraque relaje bien la zona, y luego comencé a salir y entrar muy despacio. Yo habíaquedado todavía tan arriba por la cogida y el roce con la almohada, que no pudeaguantar mucho, y en poco tiempo lo llene de leche, parecía que estuvierahaciendo pis de tanto líquido que salía de mí.
Solo me faltaba saber si le había gustado,entonces me recosté a su lado y le dije que me había encantado que me coja, quelo había súper disfrutado, y que esperaba que se repitiera, a lo que mecontestó que a él le dolía el culo y que sentía como ganas de ir al baño, peroque la sensación de tener mi pija adentro le voló la cabeza, y que por supuesto,también quería que no se corte la onda.
Al mediodía, cuando nos despertamos, lepregunte si estaba todo bien, si le seguía doliendo, y me dijo que no le dolia,que estaba todo bien, entonces nos fuimos a ver si encontrábamos a alguno delos chicos de la barra para jugar a algo.
Y Marina? Como ya había debutado como activo,no me parecía urgente buscar ese encuentro, que a la larga se dio algo, peropor el momento me dedique un tiempo a disfrutar de mi culo y mi pija con mis 2amigos.
Siempre me gustaron las mujeres, y me moríade ganas de coger con una. Hasta el momento, yo solo había estado con Sergio(Yo totalmente pasivo) y con Leo (solo oral y manos). Me intrigaba saber cómoera estar con una chica, su olor, su piel, jugar el papel de activo. Pero el ira un secundario técnico me restringía mucho las posibilidades de entablarrelaciones con el sexo opuesto. Por eso la propuesta que le hice a Leo deconvencer a su novia.
Mientras esperaba la respuesta, obviamente,seguíamos jugando con Leo 3 o 4 veces por semana, sin perder ni una sola vez lacuota semanal de Sergio. Por dios, que cantidad de semen que recibía en esosdías!!!!
Un sábado, con Leo, estábamos en lahabitación, haciendo un buen 69. Era más de medianoche, se suponía que toda sufamilia dormía, y en eso se escucha el picaporte (puerta cerrada pero sinllave) y la hermanita abre. Del sobresalto, Leo se cae de la cama y alcanza amanotear una remera para taparse, yo quede bajo las sabanas. Por suerte no vionada que no debía ver. Se fueron de la habitación, y unos segundos después Leovuelve y me cuenta que ella había escuchado ruidos (seriamos nosotros, jajaja).La onda se había enfriado, y como teníamos que esperar a que ella se vuelva adormir, nos pusimos a jugar con la compu. Después de un buen rato, lo veo a Leoal palo, y sin decir nada, dejo el jueguito y me dedico al juegazo. Mearrodillo delante de él y empiezo a tragar esa linda pija, lo tiro sobre lacama, le levanto las piernas, y a chupar el anillo. Creo que si seguía un poco más,le iba a explotar la cabeza de la pija, jajaja. Entonces frené, lo deje bajarun poco de revoluciones, sin sacar la vista de esa hermosura, y cuando iba acontinuar chupándola, se me paso por la cabeza Sergio y la culeada que me habíadado esa mañana, y el culo empezó a pensar más que mi cabeza. Me paré en lacama, en cuclillas, con una mano me sostenía y con la otra agarré esa vergapara poder embocarla… y me senté sin piedad. Sentí que los ojos se me iban asalir. La de Sergio es mas o menos de unos 2 centímetros de ancho, y la de Leounos 4 centímetros, y se nota la diferencia. Me quede un rato ahí, quietito,para que mi agujero se acostumbre. Mientras tanto, no le sacaba la vista a miamigo, tenía una expresión de asombro total. A pesar de que cada vez eran máscalientes nuestros encuentros, no se esperaba que yo actuara así. Después deunos segundos de acostumbramiento, empiezo a subir y bajar muy despacio,sintiendo cada centímetro de verga moviéndose dentro mío. Sin querer, subo de másy se sale de mi culo, aproveche el momento para acostarme boca abajo (laspiernas ya no me daban más), mientras le digo a Leo “Seguis?”. Ni lerdo ni perezoso,Leo, que ya tenía experiencia cogiendo con Marina, me levanta la cola poniendouna almohada debajo mío, me separa un poco las piernas, y de un sacudón, meentierra la pija bien hasta el fondo. Si en ese momento me preguntaban, yohubiera dicho que me metió hasta los huevos y quizás un poco más, me dio la sensaciónde que entro mucho más que cuando yo estaba arriba. Con el vaivén de susmovimientos mi pija rozaba con la almohada, estaba prendido fuego! Lastima queacabo antes que yo, y como quería seguir disfrutándola adentro de mi culo, le pedíque no se vaya y me quede quietito, saboreando el momento. Después de un ratose incorporó y se fue al baño. Yo seguía echado en la cama, quietito, con elculo ardiendo, pero lleno de leche.
Al rato vuelve, se acuesta boca abajo a milado y dice “dale, ahora vos”. Entonces hice como él, le puse una almohada paralevantarlo y ahí lo vi en todo su esplendor, cerradito, divino, y pensé que meiba a costar un montón penetrarlo sin dolor para que lo disfrute.
Pero grande fue mi asombro cuando, despuésde chuparle bien el culito durante un par de minutos, le apoyé la cabeza yempujé suavemente, y su culito se abrió dejando entrar toda mi pija (19 x 4)sin chistar. Se la metí toda, bien a fondo, y me quede un instante quieto, paraque relaje bien la zona, y luego comencé a salir y entrar muy despacio. Yo habíaquedado todavía tan arriba por la cogida y el roce con la almohada, que no pudeaguantar mucho, y en poco tiempo lo llene de leche, parecía que estuvierahaciendo pis de tanto líquido que salía de mí.
Solo me faltaba saber si le había gustado,entonces me recosté a su lado y le dije que me había encantado que me coja, quelo había súper disfrutado, y que esperaba que se repitiera, a lo que mecontestó que a él le dolía el culo y que sentía como ganas de ir al baño, peroque la sensación de tener mi pija adentro le voló la cabeza, y que por supuesto,también quería que no se corte la onda.
Al mediodía, cuando nos despertamos, lepregunte si estaba todo bien, si le seguía doliendo, y me dijo que no le dolia,que estaba todo bien, entonces nos fuimos a ver si encontrábamos a alguno delos chicos de la barra para jugar a algo.
Y Marina? Como ya había debutado como activo,no me parecía urgente buscar ese encuentro, que a la larga se dio algo, peropor el momento me dedique un tiempo a disfrutar de mi culo y mi pija con mis 2amigos.
1 comentarios - No solo como pasivo