Les traigo la 9na parte de este fanfiction del universo pókemon, dividido como siempre en breves capítulos para amenizar la lectura. En el capítulo de hoy Serena se viste (¿o desviste?) de modelo con una temática más que osada… mientras tanto, Álex y Misty le ponen un punto final a su breve e intensa relación.
En el universo de este fanfiction todos los personajes tienen 18 años o más.
Starring
Serena:
Shauna:
Misty:
Capítulo 24. La despedida de Misty
Era una pena que no estuviera en los deseos de Misty trabajar en Pokeporn, también sus celos le jugarían en contra, no obstante, su culo aguantaba el sexo anal muy bien.
- Parece que lo preparaste para el día de hoy.- Expresó Álex que levantaba la cadera y la dejaba caer con un ritmo digno de baterista. – La pelirroja entrenadora de pókemon acuáticos, mordía la almohada sin proferir una palabra, exactamente igual a como lo soporto la primera vez.
- Mmmmg, sabes que no me preparé, lo estás sintiendo.- Dijo volviendo a morder la almohada para no provocar un escándalo.
- Estás muy estrecha.- Expresó con sentimientos encontrados. Como todo semental, disfrutaba del orificio astringente envolviendo a duras penas su tronco, no obstante, si ese iba a ser el último encuentro entre ellos, no quería que solo le quedara de recuerdo una dolorosa experiencia anal.
Álex la retiro con lentitud, no había entrado ni la mitad, por ende, aunque la sacó de forma pausada, a los pocos segundos estaba afuera dejando tras su paso un agujero perfectamente redondo.
- Sentí bastante arrepentimiento cuando la primera vez te la metí por aquí sin preguntar y casi te tengo que sacar en camilla. Hoy va a ser diferente.
El hombre se posicionó detrás de ella y abriendo sus mejillas traseras, blancas y prístinas como la nieva, reveló el castigado orificio que segundos antes, estaba dilatado al extremo comiendo carne de hombre a contra mano.
- El sexo anal no es solo sobre el dolor, rigor, sometimiento, también puede ser delicado, placentero…
- A ver, enséñame, vos sos el experto en eso.
El hombre hundió su boca entre las nalgas de la pelirroja y con suma facilidad, metió su experimentada lengua dentro de su culo. La fresca sensación contra las ardientes paredes del recto fueron como un bálsamo que al instante, despertaron una reacción en ella.
- Aha, ah, ah, ah, ah, uuuuuh, es muy rico… uuuuh.- Gimió temblando como una hoja seca en una plaza de otoño. El placer se incremento cuando desde arriba, el actor porno dejo caer un chorrito de saliva que desembocó en su dilatado agujero refrescándolo. Acto seguido, le metió un dedo para esparcir su saliva por toda la roja cavidad, cada tanto pasándole la lengua por los bordes de ese túnel a la perversión abierto.
- Sigue, sigue, mete tu lengua, sigue, por favor, uuuuuh…- Se extasió con una segunda arremetida de esa boca ajena explorando el final de su sistema digestivo una y otra vez. Solo cuando al sintió lista, frotó su pene erecto en su húmeda y depilada vagina para lubricarse.
- Hoy solo usamos lubricantes naturales, como siempre te gusto he.
- Esos aceites comprados son un asco.- Susurró Misty algo perdida con las sensaciones que le hicieron cortocircuito en el cerebro. De más está decir que no le gustaba impregnarse con sustancias tan artificiales como lubricantes y geles sexuales. - Frótamela bien, masturbare con la punta de tu Ónix, voy a debilitarlo con mis chorros de agua.
- Como gustes.- Sin penetrarla, frotó su glande de arriba hacia abajo por su vagina, y cuando ella sintió que fue suficiente, paro el trasero ofreciéndole su ano como tributo. Por segunda vez la penetro, y a diferencia de la anterior, fue como si estuviera hecha a medida.
El interior de la maestra pókemon le dio la bienvenida centímetro a centímetro. Álex pujo con suavidad y casi sin darse cuenta, sus testículos grandes y pesados estaban siendo oprimidos contra ella. De alguna manera, todo su falo reposaba en el interior de Misty como un pie en una media, y su ano, abierto como un vaso, estaba tan relajado que parecía una de las actrices con las que trabajaba.
“Sparky Star, Giselle, Pink Obsession, Purpurine Rain, Leaf… está a la altura de todas ellas” Pensó recordando sus más memorables escenas de trabajo junto a esas expertas en el porno anal de Kanto. Incluso un pensamiento oportuno encontró un resquicio en su pervertida mente “¿Alguna vez Serena estará entre ellas?”
La cadera del hombre subía y bajaba enterrando el cuerpo de la joven como si el colchón fuera una trampa de arena. Las manos de Misty estaban ambas ocupadas abriéndose las nalgas, lo cual era una sensación de bienvenida insuperable. No cualquiera se abre el culo para dejarse penetrar boca abajo, con esa herramienta, esa posición la trasladaría algún día a las pantallas, pensó subiendo y bajando sin perder el ritmo.
- Misty, ¿estás bien?- Se preocupó absortó en la inigualable sensación que solo un excelente anal podía dar, sacando con cuidado su glande solo hasta la mitad (sintiendo el anillito de piel alrededor de su cabeza, casi a punto de expulsarlo), para volver a enterrarlo hasta el fondo. Desde su perspectiva casi que parecía anatómicamente imposible que entrara. Si tuviera rayos X vería a su falo hasta la mitad del cuerpo de la pelirroja, que lo tomaba demasiado en silencio…
- Sigue, solo sigue, acaba en mi… quiero tu leche dentro de mío, dentro de mi.- Pidió despegando su rosto de la almohada, despeinada y con las marcas de la tela contra la sonrojada piel- Acaba dentro de mi culo.- Coronó su pedido con una sonrisa radiante.
- Te voy a llenar la pancita con mi leche.- Se dejó llevar por el diálogo sucio.- Será pronto, te sentirás llena de un segundo a otro.- Expreso viendo su falo recorrer el anillo desde la base del tronco hasta el nacimiento del glande una y otra vez.
- Mmmm deliciosa proteína, directo a mi pancita.- Se engolosinó la pervertida chica antes de ser besada por el hombre, que se dejo caer sobre ella cubriéndola como una manta de piel gigantesca. Mientras sus lenguas se encontraban fuera de sus bocas anestesiando sus gemidos, y la cadera del hombre subía y bajaba como un taladro de músculos, dejó su carga seminal tal como prometió en lo más recóndito de su centro, sin dejar que ni una gota se escapara de su castigado recto.
- Nnngh, uuuuf, aaah.- Bufó el hombre como una bestia estrellando sus huevos contra el cuerpo de la chica hasta hacerse doler.
Misty estaba tan aferrada a las sábanas que estas se salieron de los 2 bordes delanteros y su cabeza estaba hundida en la almohada como si no quisiera respirar más. Recién cuando se la empezó a sacar, dejó escapar gemiditos de placer con la boca empapada en saliva y los ojos azules llorosos.
A diferencia de otros episodios sexuales, el pene emergió sin una gota de semen. En efecto, había eyaculado tan adentro que ni echándole un vistazo al orificio dilatado pudo ver ni rastro de su eyaculación. Para aliviarle el dolor y obsequiarle precioso placer, se dispuso a lamerle el orificio con soltura, lado a lado, dibujando círculos con su lengua escupiendo en él para aliviar sus afiebradas paredes. Por varios minutos le dedico toda su atención al ano besándolo, metiéndole los dedos y escupiendo en el hasta que la saliva se chorreó por toda la cama y de a poco, su orificio recuperó un tamaño más natural. Era un espectáculo que nada tenía que envidiarle a las escenas filmadas en el porno.
- Creo que si no te freno estarías lamiéndome ahí todo el día.
- Aguantaste muy bien, Misty, demonios, serías buena en esto.- Expresó obsequiándole un último y sonoro beso al agujero.- Te juro que está entre mis mejores anales.
- Aún no terminamos.- Expresó haciendo caso omiso a sus comparaciones, que dándose vuelta, se abría de piernas para indicarle que ahora la quería en la vagina.- Esa proteína de hombre inyectada directo a mi estómago me dio mucha más energía. Quiero que me cojas hasta hacerme perder el conocimiento, vamos, ahora me toca a mí.
El hombre, más por instinto que por otra cosa, iba a dirigir su boca a la vagina de la chica pero esta lo detuvo. “No puedo aguantar, ya estoy hecha un aguacero, solo entiérrala lo más que puedas.”Álex sin replicar, aceptó las reglas del juego y tras frotarla levemente, enterró su famoso aguijón de carne, que arqueó el cuello tan de súbito que bien podría haberse hecho daño.
- Nnnghh, uuug, hah, ah, ah, ah, ah… uuh, sí, sí, así me gusta, así, así…- Gimió como si fuera su primera vez, dejándose caer entre las piernas abiertas y torneadas de la entrenadora de agua. Sus caderas chocaron y chocaron por minutos mientras las manos de ella recorrían el musculoso cuerpo del galardonado actor, incluso apretujándole el duro trasero.
“Que misterio indescifrable sos, Misty. Tanto tiempo juntos y todavía siento que te desconozco ¿Será que no nos dimos el tiempo suficiente?” pensó el hombre, acercando sus labios a los de ella, que los aceptó gustosa abrazándose a él con los ojos cerrados, dejándose invadir la boca por la lengua del hombre.
Tenía más caras que un dado. Desde los histeriqueos y los celos que dinamitaron la relación (detestaba los berrinches), su furia, su espíritu combativo y también, esos intentos de redención mezclados con chispazos de dulzura, como un cortocircuito que provocaba malfunciones en su chip de carácter.
Este, aprovechando el abrazo, la levantó y la llevó de pie al centro de la habitación para metérsela de parado, sin despegar sus bocas, sosteniéndola de su culo como si hicieran una complicada danza. Subiéndola y bajándola como si fuera una pesa.
Sin intercambiar más palabras, llegaron al orgasmo casi al mismo tiempo, chorreándose las piernas y el suelo con el intercambio de fluidos pasionales, envueltos en un abrazo y un beso húmedo como nunca se dieron. El hombre la volvió a llevar a la cama, dónde como en un ciclo sin fin del que no pudiera escapar, volvió a obsequiarle besos por todo el cuerpo, desde sus rosados pezones inflados hasta la empapada vagina de la que emergía un hilo de semen.
- ¿Vaya despedida he?- Expresó por fin la joven, jadeando, inflando su caja torácica blanca y delgada como si hubiera nadado contra corriente por minutos.- Si me voy para darle el lugar a otra tenía que ser a lo grande.- Admitió volviendo a meter a Serena en la ecuación.
- Espero que no me guardes rencor, te quiero mucho, Misty. – Confesó dándole un beso en la frente y sentándose en la cama.- Las cosas se dieron así por casualidad. Nunca actuó por venganza o despecho. Ella apareció en el momento justo, eso es todo.
- Sé que ella te gusta. Serena… Espero que no cometa los mismos errores que cometí, que no te haga elegir entre una relación seria y tu trabajo.
- No creo. Quizás cometa otros errores, nadie es perfecto, menos yo. No creas que no me arrepiento de haberte ocultado mi empleo por tanto tiempo. Me hago cargo de eso.
Álex sintió el cálido y tierno abrazo de la chica contra su espalda, y él besó los brazos que lo envolvían mientras le pedía perdón.
- Paso al baño. Me daré una ducha, estoy muy sucia.- Expresó despreocupada, despegando su sudoroso cuerpo del suyo, aún más empapado de fluidos.
- Por supuesto, siéntete como en casa.- Le ofreció viéndola caminar desnuda, con toda su elegante figura sin percatarse que su rostro era cruzado por una gota que no era de sudor, sino una lágrima solitaria.
“Solía pensar que era como el agua y el fuego juntos. Ahora creo que es como el mar, te empapas en él y se siente hermoso, plácido como una caricia fresca y constante. Pero si te adentras demasiado, pude tornarse embravecido, capaz de picar la roca con su fuerza y perderte para siempre en su furia”
Capítulo 25. Las medallas de Serena
Serena creyó que tener sexo en su vida sería un momento comparable a ganar una Liga Regional. Ahora que tanta agua había pasado bajo el puente, su debut había sido un mero combate contra un caza bichos del Bosque Verde y la sesión fotográfica que estaba por realizar, como ganar una medalla de gimnasio.
“¿Si fuera una medalla como se llamaría? ¿Medalla prostitución, o sesión fotográfica? ¿O medalla pokefília?” pensó mientras, acompañada de Creep, se sometía al gatillo de Trevor, por ahora, tan solo posando sexy con su pókemon psíquico. Se había puesto un conjunto de ropa interior sencillo pero efectivo, y su acompañante, como si supiera, se dejaba abrazar como un gigantesco y espantoso peluche, aunque su pelo le resultaba cada vez más suave.
- Eso es… tienen talento para esto, se ven monísimas.- Las felicitó Trevor.
- Estas fotos van a quedar más calientes que la cola de un Charizard.- Comento Tierno.
- Que yo sepa las actrices porno se sacan montones de fotos, esto te vendrá bien para el curriculum.
A su lado, su amiga Shauna, con la que se sentía segura y capaz de todo (sin ella de seguro no hubiera aceptado ni por el triple de dinero ofrecido por Trevor), posaba con toda su experiencia acompañada de su Ivysaur, acostumbrado a ser el foco de atención por los espectáculos. En una toma muy interesante, se bajó la ropa interior pero se ocultó arrodilladla detrás de Ivysaur, que le ocultaba la entrepierna desnuda con su pimpollo.
Para aumentar el espacio habían movido las sillas y la mesa a un lado así como algunos muebles. Se ubicaron en el sillón de la sala dado que en el dormitorio compartido tenían una cama cucheta casi imposible de aprovechar. En el comedor Trevor podía moverse con libertad y ellas también.
La modelo de Kalos empezó a subir la temperatura de la sesión y atrajo al ciclope fotográfico hacia ella, capturando unos besos tiernos con su amigo pókemon y a este, pasándole una gruesa y corta lengua por el rostro, los labios, y juntando lengua con lengua… a su lado, la rubia la imitó dándose un beso casi apasionado con Hypno para no quedarse muy atrás.
Los primeros minutos se caracterizaron por Trevor en muchos problemas debido a que quería capturar cada momento y pasaba de una a otra, de una a otra, sin decidirse, hasta que por fin, Tierno intervino. “júntense, chicas, creo que si ambas salen será más rápido e interesante”. No podía estar más en lo cierto.
Aunque se apachurraron para salir ambas en la foto con sus compañeros, Trevor saco tanto fotografías con ambas, como individuales, captando escenas memorables con sus pókemon como la lengua de Serena y Creep entrelazadas fuera de sus bocas, o Shauna manipulando los genitales de su pókemon mientras lo besaba. Desde atrás, Trevor captó una toma única: la mano de Shauna aferrada a su extraño pene emergiendo del interior del pókemon y más adelante, sus bocas encontrádnosle.
“No puedo creerlo, la lengua de Creep me invade la boca, es tan grande y resbalosa, sin embargo, me excita… no puedo creer lo sucia que me siento.” Pensó la de cabellos miel. También reconoció que no sabía tan mal, aunque su aliento podía mejorarse. “Bueno para ser justos después de tanta acción mi boca tampoco huele a rosas”
También una foto muy libidinosa de Hypno descubriendo un pecho de Serena y masajeándolo con sus humanas manos, casi como si fuera una persona en un disfraz. Por su parte Ivysaur no tendría manos pero sabía muy bien como dar placer con sus látigos cepa, uno metiéndose en la boca de Shauna y el otro, entrelazándose entre sus pechos para estimular sus pezones con el extremo en forma de raíz… el fotógrafo no daba a vasto, iban tan solo minutos cuando sentía que su dedo se fracturaría de tanto gatillar y comenzaba a sudar de moverse de un lado a otro posicionándose para conseguir los mejores planos.
- Lo están haciendo fantástico, están muy bien chicas.- Reconoció casi sin poder caminar de la erección que acarreaba.
- Recuerda, el doble de paga y nada de andar subiéndolas a algún lado. Prometiste que solo son para tu… digamos, colección personal. - Le recordó el trato al completo.
- Lo prometo por mi mano derecha. Si se llegara a legalizar la pokefilia y de poder sacar un dinero astronómico de ellas, se los consulto, de otra forma, no saldrán de mi disco duro.
- Algo me dice que unas fotos así en un futuro valdrán una fortuna. – Observó Tierno, comiéndose con la mirada las chicas, que seguían posando envueltas en sus lujuriosos pókemon.- Si la ley se aprueba tendrías material de primer nivel antes que nadie, y más tratándose de ellas, una futura estrella del cine para adultos y una distinguida modelo de pasarela.
- ¿Podemos dejar los negocios por un momento? Ivysaur y yo intentamos disfrutar esto… - Y vaya que lo hacían, dado que el pókemon planta veneno ya estaba entre sus piernas, frotando su pene contra el sexo trigueño de la chica. De reojo Serena pudo distinguir que tenía una forma corta pero gruesa, parecido al de un canino pero más fino en el extremo.
Una de las mejores tomas, casi artística, fue la de las chicas espalda con espalda siendo complacías oralmente por sus pókemon. Hypno casi como un humano, tenía sus enormes manos amarillas apoyadas en las piernas de Serena y su cabeza entre las piernas. Ivysaur, de un tamaño mucho menor, estaba casi perdido entre las piernas de Shauna, que parecía estar reteniéndolo entre sus muslos.
- Serena, baja una pierna y sube la otra, quiero captar bien esa lengua traviesa.- Pidió Trevor y ella hizo casó al instante, obsequiando la visión del pókemon realizando un cunnilingus perfecto.
- Uuuh, Creep, creo que de a poco empiezo a entender porqué todas las que te conocieron te amaron. Esa lengua es tan gruesa como fuerte, me revuelve como a un caldero.- Explicó roja como un tomate, mirando el techo de su departamento mientras la enorme lengua la invadía más profundo que nadie en su diminuto sexo. Su nariz, además, como si fuera un órgano de placer especializado, con su longitud le rozaba el clítoris y se le refregaba por la parte alta de la vagina mientras abajo su lengua hacía maravillas.
Mientras las lianas de Ivysaur comenzaban a provocar verdadero placer en su amiga, la blonda comenzó a preguntarse si todos los pókemon, instintivamente, estaban preparados para dar esos “servicios”. Nunca había visto pokefilia antes de llegar a Azulona, nunca había visto a personas enseñarles a sus pókemon a amar y dudaba de que Shauna le haya enseñado algo de eso a su Ivysaur. Casi parecía que les saliera natural como tantas otras conductas. Después de eso necesitaba una charla intensa con ella al respecto, además, se notaba que no era la primera vez que tenía esos tratos con su compañero.
- Saur, saur… ivysaur.- Gruñó el pókemon avanzando para montar a su amiga con su pequeño miembro reproductor. Sus ojos entrecerrados por el placer o la concentración mientras la penetraba de frente lo hacían parecer ebrio o en trance. Trevor aseguró que nunca se había capturado una fotografía de esa expresión tan humana en un pókemon.
- Joder, si lo legalizan podríamos rellenar un Snorlax de pokecuartos.
- ¿Cuándo fue la primera vez que hiciste esto con tu Ivysaur?- Soltó Serena, ahora abierta de piernas y dejando que Hypno continuara con su degustación (y detrás, Trevor captaba el momento, casi como si fuera parte del fondo).
- Solo diré que él todavía era un Bulbasaur. – Respondió llevándose el extremo de ambas lianas a su boca como si fueran dos dildos sumamente flexibles mientras su pókemon pujaba su miembro dentro de ella lo más que podía.
- ¡Diablos amiga!- Exclamó mientras Tierno, que era un espectador pasivo de todo el show le traía un refresco al fotógrafo, agitado como si estuviera en una maratón.
- Parece que lo disfrutas. Cambiaste de idea bastante rápido sobre la pokefilia.
- Auuh, es que se siente demasiado bien… - confundía hasta de sus propias palabras. De repente, ante ella se había abierto un nuevo y amplio abanico sexual que no parecía tener límites. - No pensé que también me lamería ahí.- Se sorprendió Serena cuando el pókemon pasó de su vagina a su asterisco sin reparos. Sin saber si lo hacía por placer o porque respondía a alguna clase de instinto, parecía que ni hombres ni pókemon podían resistirse a lamer su agujerito.- Mmm que bien lo hace, hay, no pujes tanto… es como si quisiera metérmela… uuuh- Viendo como Creep casi que intentaba sodomizarla con su lengua. Como bonus, su nariz se frotaba contra su vagina casi como si fuera un dildo cartilaginoso.
- Aunque se debe de sentir bien vas a tener que darle algo más. No puedes dejarle todo el trabajo a él, vamos dale algo de amor.- Sugirió entre jadeos su compañera de “travesuras”.
- Sí, creo que te me estás adelantando mucho, mejor me pongo en movimiento.
En efecto, cambio de lugares con su compañero amarillo ante el lente atento del camarógrafo, que seguía apareciendo en todas partes desde todos los ángulos para capturarlas en el acto prohibido.
- Espero que esto sea suficiente, no pienso dejarme penetrar aún. Tengo mis límites.- Lo alertó mientras por 2da vez en su vida se llevaba el pene del pókemon psíquico a su boca, lamiéndole la punta y luego envolviéndolo con sus labios bajando hasta la base, donde el suave pelaje amarillo se le pego a la cara. Ni bien le exprimió un poco el fruto mientras cabeceaba, una sustancia viscosa y espesa salió: presemen.
- ¿Ya se corrió? Pobrecito venía muy lleno.- Noto Shauna sacudiéndose por culpa de su pókemon, penetrándola.
- Puajjj, maldición, me entró todo en la boca.- Se quejó escupiéndolo ese extraño remanente cálido sobre el pene. – Aunque sabe mejor que la última vez, lo admito. Solo que es muy viscoso y desagradable, no sé como siempre termino en estas situaciones.
Sin dejar que ese mal trago la desanime, continuó realizándole sexo oral por varios minutos, atendiendo cada sección de su miembro viril, incluso, lamiendo sus testículos grandes y velludos a los que se metió en la boca, teniendo que escupir un par de pelos (y hasta eso fue capturado por el fotógrafo).
Comenzaba a encontrarle el encanto a la pokefilia y el porqué era tan practicada… los pókemon eran criaturas totalmente complacientes, no solo eran una compañía de vida inmejorable (describir la relación de los pókemon con los humanos sería sumamente extenso) también en sexo parecían hechos a medida. Desinteresados, sinceros, adaptables y muy complacientes, como hechos para dar y recibir placer de sus entrenadores de manera natural.
Se le ocurrió que todos aquellos que sacaban réditos de las relaciones sexuales, desde los dueños de insumos sexuales como lencería, juguetes, afrodisíacos, cosméticos, destinados a la salud sexual como preservativos, métodos anticonceptivos o viagra y hasta los dueños de moteles, no se verían beneficiados si aquellos que tienen la opción optan por encontrar el amor en otro tipo de relación fuera de los parámetros humanos.
Hasta la idea de usarlos para luchar le parecía descabellada cuando se mostraban tan receptivos en el sexo. ¿Y si esos manifestantes del movimiento Like=Us tenían razón? ¿Y si forjar lazos con los pókemon mediante la batalla era tan solo una pizca de lo que ellos podían ofrecer a las personas? ¿Y si no tenía porqué sentir miedo o vergüenza por gustarle hacerlo con ellos?
Serena de un segundo para otro se sintió extraña. La silueta de Creep comenzó a cambiar y desdibujarse mientras todo a su alrededor se tornaba de color violáceo, como si hubiera entrado una granada de gas por la ventana o algún Weezing estuviera liberando una cortina de humo. A pesar de la extrañeza de la sensación no sintió temor alguno, al contrario, su cuerpo y su mente se relajaron como si estuviera bajo los efectos de alguna droga.
Mareada, con su lengua lamiendo sin fuerza el falo, que ahora era de piel e idéntico al de un humano, observó hacia arriba y en vez de ver al pókemon psíquico de pelaje amarillo, vio a Álex en cuerpo y alma, desudo, de pie formándose de la misma niela que cubría todo. Era él, sin dudas, algo en su mente lo confirmaba y no dejaba ni un resquicio para la duda.
- Parece que has comprendido la verdad, Serena. – Dijo el musculoso hombre mientras ella se ponía de pie.- En tu búsqueda por complacerme y demostrarme que estas lista para ser mi compañera de trabajo, encontraste mucho más y mereces saber una verdad que pocos merecen saber.
- ¿A qué te refieres?- Preguntó sin comprender ni ganas de pensar. Sentía que despertaba de un largo sueño producto de la anestesia, sin fuerza ni voluntad. Se sentía presa en una pintura surrealista… le recordaba a cuando Hypno ingresó en su mente. No había que ser una genia para atar cabos.
- Hombres y pókemon pueden convivir juntos de una manera más pacífica y benigna con su entorno y con ellos mismos.- Dijo Álex, acariciando su rosto con cariño.- Yo provengo de un tiempo en el que eso fue posible y fue hermoso… la humanidad y los pókemon éramos casi iguales, vivíamos felices aún entre los creadores mientras el hombre prosperaba haciéndose más y más inteligente, beneficiando a ambos con sus avances tecnológico, con su infinito ingenio, a tal punto, que los creadores decidieron hacerse a un lado.
- ¿Acaso eres Creep? – Comenzando a comprender que seguía en el departamento rodeado del trío de Kalos, Shauna, Tierno y Trevor, sin embargo, que lo comprenda, no significaba que pudiera revertirlo, aún venía esa neblina ondeando a su alrededor, sin límites, y tenía al hombre de sus sueños frente a ella.- ¿Tantos años tienes que viviste en una época así?
- Así es. Lo vi todo, vi como con el correr de los años a medida que las naciones surgieron y los hombres dejaron aflorar sus rencores, vieron a los pókemon como armas, y por nuestra voluntad y compañerismo inigualables, aceptamos nuestro rol con el tiempo en el nuevo mundo. Nos volvimos herramientas de pelea y los ayudamos a cumplir fines oscuros que moldearon el mundo. Lado a lado, como pókemon de entrenador, luchamos por sus sueños y olvidamos el viejo mundo.
- Esta revelación del pasado… todo este mensaje, tan profundo, tan lejano, es demasiado confuso para mí que soy solo una fracasada buscando un lugar en el mundo.- Expresó con una sinceridad apabullante.
- La subestimación del siglo. – Negó decepcionado.- Hablas de la antigua Serena, la rechazada, la olvidada, la inútil, la que prefiere vivir de prestado porque no desea volver a Kalos cabizbaja, derrotada… sabes que este último tiempo dejaste atrás esos traspiés y te reencontraste con las llamas de la pasión con un rumbo fijo hacia un objetivo impensado que estás más que lista para completar.
Mientras hablaba, luces y formas reconocibles comenzaban a aparecer tras la niebla: el departamento, parecía que el mensaje de Álex/Creep llegaba a su fin.
- ¿Por qué me lo dices ahora? ¿Porqué confías en mi esa historia?- Expreso reaccionado a los poderes del pókemon psíquico que parecía que difuminaba el limbo mental de contornos gaseosos purpúreos.
- Porque vi en tu interior tu verdadera naturaleza, Serena, así como vi el interior de Leaf y el de Jenny antes que ella, solo soy un mensajero de otro tiempo anunciando que una nueva era esta cerca y aquellos que tienen el valor, quiero que sean mis mensajeros para cambiar el mundo.
- ¿¡Cambiar el mundo!? – Preguntó Serena algo incómoda- Creo que no me conoces muy bien, a lo sumo soy ex-artista y aspirante a actriz de videos picantes. ¿No será mucho sobre mis hombros? ¿Por quién me tomas?
- No seas ingenua, Serena, el mundo no es moldeado solo por quienes crees, para mí que soy un soldado del amor libre necesito una guerrera de tu calibre, que en cuestión de días llegó tan lejos, a lugares que ni vos pensaste que llegarías, sos la indicada para expresar mi mensaje por el mundo, la indicada para luchar por la pokefília.
- ¿Ése es el mensaje? ¡Pero voy a terminar presa! ¿Cómo voy a lograrlo? – Preguntó sin tenerlo muy en claro. ¿Luchar por la pokefilia? ¿Contar su historia en un libro? ¿O quizás en una película…? Algo le decía que podía hacer encajar a cada pieza en el rompecabezas de su vida.
- ¡Ah lo olvidaba, te pido perdón!- La niebla se esfumaba, comenzaba a sentir el pelaje de Hypno contra su piel, a escuchar la voz irreconocible de sus amigos, como si gritaran bajo el agua.
- ¿Perdón por qué?- expresó algo fastidiada por tener que hacer tantas preguntas, sintiéndose idiota. Álex ahora era tan solo un muñeco de niebla, como una mancha gravada en la retina.
- Por lo que te hice hacer, lo siento, después de todo, soy un pervertido…
Y fue así, reflexionando sobre la misión que Creep le asignó tras la grandilocuente revelación de un pasado en paz y amor con los pókemon, que Serena regreso encontrándose arrodilladla, moviendo su lengua contra una superficie áspera y entre pelos… sin darse cuenta, llegó más lejos de lo que hubiera imaginado con su lengua, para cuando se percató, era demasiado tarde, quizás durante toda la epifanía, había estado haciendo lo indecible.
- Eso es, dejate llevar, que intenso por Arceus.- Salió del papel Trevor gatillando hasta hacer humear la cámara.- ¿Cuántos minutos llevas ahí abajo? Debe ser un record.
- Interesante, sin dudas te gustan esas cosas.- Observó Shauna envuelta en lianas y siendo penetrada por un ya exhausto Ivysaur.
Tierno en cambio no dejaba de masturbarse ante la visión de Serena lamiéndole el trasero a su pókemon. La joven había sido hipnotizada y sus amigos ni siquiera lo habían notado, a pesar de sentir que estuvo media hora fuera de esa habitación, habían pasado unos pocos minutos ¿Qué podía hacer? ¿Detener todo y contar su experiencia extrasensorial dentro de su cabeza o dejarse llevar?
“Qué diablos, ya estoy aquí, y no me van a creer lo Creep y esa locura de mensajero místico” Sonrió mientras tenía la boca hundía bajo los testículos del pókemon, lamiendo, probando, introduciéndole la lengua en el orificio astringente. Se lo chupaba a ojitos cerrados, saboreándolo, concentrada en darle placer a su pókemon al igual que él había hecho con ella sin reparos en nada.
- Dejame ayudarte, descansa un poco, Ivysaur.- Colaboró su amiga.
- Tengo una idea, quiero terminar con ustedes dos complaciendo a Hypno así como ahora e Ivysaur jugando con sus lianas metiéndolas en ustedes. Denme eso y cerramos el trato.- Las organizó como un director de cine.
Serena estiró la mano.
- Dijimos el doble de lo que me ibas a pagar, por ese número, quiero el triple.- El hombre, incapacitado de dar marcha atrás ante tal lasciva imagen que incluso podía ser mejor, le estrechó la mano.
Y así fue. Por varios minutos las chicas se mantuvieron dándole placer oral a Creep (que sentado como un rey, las observaba lamerle el hemisferio Sur), la castaña en el pene, mamándosela casi con cariño, Serena más abajo, lamiéndole el ano enfrascada en una tarea surreal que hace meses, ni en sus sueños más febriles se le hubiera ocurrido hacer. Más abajo, Ivysaur, en el suelo, utilizaba sus látigos cepa para introducirlos en el trasero de las chicas.
- Ahh, ahah, ahha, ahah, despacio Ivysaur.- Lo reprimió Serena hasta que Shauna la tomo de los cabellos y la volvió a conectar al culo del pókemon refregándola contra él.
“Me pregunto si Álex estará orgulloso de esto o hasta él se horrorizaría, es tan extremo, aún así, es más fácil coger que pensar en la misión de Creep… me dio tanto que pensar estos días”
El sexo era como una eminencia, una entidad que a medida que los minutos corrían, enloquecía las hormonas y la volvían capaz de todo, rompiendo cualquier límite. Allí estaba la siempre perfumada aspirante a Princesa de Kalos, entre las piernas de un Hypno y con un látigo cepa girando dentro de su ano, introduciéndose cada vez un poco más, y más, y más…
- Eso es, eso es… nunca imagine un espectáculo tan perverso.- Gatilló Trevor mientras atrás, Tierno, se masturbaba con frenesí hasta acabar en su mano. El que no acabo en su mano fue Creep, que ido de placer, se vino en la boca de Shauna y el semen brotó con tanta intensidad que colmó su boquita y se derramó por todo su pene hasta los testículos, como un volcán derramando ardiente lava.
- Definitivamente sabe mejor que la última vez. Es casi como si hubiera mejorado su sabor.- Opinó Serena relamiéndose los labios la leche que llegó a ella.- Sigue siendo semen, sigue siendo asqueroso pero es digerible.
- Casi todo lo bebí yo, espero que no te olvides cuando repartamos la paga.- Le recordó Shauna limpiándose el mentón con el antebrazo.- Y no se te ocurra olvidar a ti que acodamos el triple.
Las últimas fotografías fueron de Creep con aspecto derrotado, con su pene muerto cubierto de semiente, las chicas besándose con semen en sus lujuriosas bocas, compartiendo fluidos propios, ajenos, y el sabor que les dejo el pókemon. Por supuesto, aún quedaba una cuota de perversión fetichista más: Ivysaur por sí solo le dio el toque final cuando acercó las lianas que estuvieron dentro de ellas a las bocas de las chicas, estas las lamieron y las introdujeron en sus bocas sin conocer un techo de perversión. Y fue con ambas lamiendo las cepas con sus bocas enlechadas que se dio por concluida la apoteósica sesión.
- Por cierto, la paga, pensaba dártela toda por las molestias que causé y porque no pude colaborar con la renta y los impuestos. Lo hice en parte para poder devolverte algo de…
- ¡Hay amiga! – Se conmovió Shauna que justo había capturado a su pókemon dándole un sonoro beso en la boca.- No tenías que hacerlo por la renta ni nada de eso, sabes que es un placer tenerte aquí, me ofendes. – Y agregó- Además, parece que tienes un imán para las locuras, eso es impagable.
- Si, locuras, creo que si Álex se entera de lo que hice hoy hasta él diría “Amiga, estás enferma.” Largo de mi vista, zorra.- Las chicas y Tierno rieron profusamente.
- ¡Estás más caliente que un Delphox en celo amiga!
Trevor dejó de reír, en cambio, revisaba su cámara y con el espanto plasmado en el rostro dijo:
- No tenía rollo, la cámara no tenía rollo.- Alertó como si hubiera visto un fantasma.- ¡No salió ni una foto!
- ¡¿Qué?! – Dijeron al unísono, desencajadas.- ¡¿Nos estas jodiendo?!
Los varones se miraron complotados y sonrieron cómplices.
- ¡Cayeron! ¿Rollo en este año? Ni que fuera un hipster para usar una cámara de a rollo.
- Si eso llegaba a pasar ibas a ser tu el que le entregara el culo a un Tauros, te juro.- Se alivió Serena tras la humorada.
El cuarteto proveniente de Kalos río, como si fuera el final de una sitcom, de un episodio de humor o una cena navideña entre amigos. Casi ignorando el estado de desudes de las jóvenes y que Creep seguía sentado en el sofá como un emperador benévolo. Entre las risas, cruzó miradas con Serena.
- Recuerda mi mensaje… un mundo de amor es posible.
Capítulo 26. Un rugido en el horizonte
El día tan esperado llego y el clima no podía ser más propicio para el romance, sol, canto de los Pidgey, inundando el aire, Meowths recorriendo los techos y la acera tratando de alcanzarlos. Un viernes al mediodía un rugido en el horizonte anuncio la llegada del reconocido actor y cada pókemon presente se esfumó para ponerse a salvo de lo que parecía un Arcanine en celo.
Serena lo esperaba con su ropa favorita: de arriba a abajo. Botas tejanas, medias negras hasta los muslos, vestido rosado sobre una camisa de hombros blanca con un listón en el cuello y sobre eso, un chaleco rojo suelto a tono con un sombrero del mismo color cruzado por una banda de tela negra.
- Sentí tu perfume de Kalos desde la esquina.- Expresó quitándose el casco al estacionar frente a ella con calma para no levantar polvo.- Te noto… distinta, algo me dice que viviste más de una aventura.- Reconoció a la primera.
- Fue una semana tan intensa que siento que no te veo hace un mes.- Dijo corriendo a abrazarlo y estamparle un cariñoso beso en la boca que él le devolvió envolviendo su cuerpo con sus generosos brazos.
- Te extrañe con locura, mi pequeña.- Dijo acariciándole el rostro con ternura.- Ponte el casco y sostén tu sombrero, busquemos un lugar para come en el centro, eso que escuchaste no era la moto sino mis tripas.
- ¡También muero de hambre! Como sabía que comeríamos me reservé para hoy.
- Serena, tienes que alimentarte. Nada de dietas conmigo, quiero que esas carnes crezcan libres.- Expresó mientras la chica lo abrazaba preparada para rodar, y de paso, le enseñaba una lista poniéndola frente a sus ojos.- ¿Mis recomendaciones? Pero… esta casi todo hecho ¿Casi completaste la lista en una semana?- Se sorprendió quedando con el casco medio puesto.
- He sido una niña mala.- Jugueteó Serena apretujándole el pecho.
- ¡Ya lo creo jovencita! ¡Vas a tener que darme varias explicaciones! ¡4 de 5 incisos completos en una semana! ¡Por Arceus, hiciste un trío, estuviste con una desconocida y hasta te prostituiste!
- Ya, habla bajo, todos te están escuchando.- Se avergonzó hundiendo su cabeza el casco como un Wartortle hundiendo su cabeza en el caparazón.- Luego te doy los detalles, no fue fácil llegar tan lejos.
- Me pregunto qué hiciste para tachar la última recomendación, la de algo que no esté en los incisos anteriores.
- Creo que alguien está ansioso… Espero que no me castigue por haberme portado tan mal.- Notó Serena jugando con el hombre, que admitiendo que lo tenía comiendo de la mano, puso en marcha la motocicleta y salieron rumbo a un día prometedor lleno de aventuras.
Continuará
Gracias por leer! La visita de Serena a Pokeporn está a la vuela de la esquina y como vimos, hizo méritos para merecer un lugar en la industria junto a Álex. ¿White Sting se tomará su tiempo para iniciarla o tendrá un debut acelerado?
Si les gustó sean buenos y muéstrenme su apoyo puntuando y comentando, no sean ratas y no manden solamente a favoritos, please, escribir relatos no es algo de una hora y lo tienen gratis. Si no les gustó, por supuesto que entiendo que no den puntos o comentarios.
Contesto preguntas y escucho sugerencias. Tengo planeado que otras pokegirls aparezcan más adelante, conocidas más que nada ;)
Capítulos anteriores:
A Serena le gustan mayores. Parte 1:http://www.poringa.net/posts/relatos/3601156/A-Serena-Le-Gustan-Mayores-Fanfic-de-Pokemon-resubido.html
A Serena le gustan mayores. Parte 2:http://www.poringa.net/posts/relatos/3715160/A-Serena-Le-Gustan-Mayores-Parte-2-Fanfic-de-Pokemon.html#comment-176008
A Serena le gustan mayores. Parte 3:http://www.poringa.net/posts/relatos/3730867/A-Serena-Le-Gustan-Mayores-Parte-3-Fanfic-de-Pokemon.html
A Serena le gustan mayores. Parte 4:http://www.poringa.net/posts/relatos/3758350/A-Serena-Le-Gustan-Mayores-Parte-4-Fanfic-de-Pokemon.html
A Serena le gustan mayores. Parte 5:http://www.poringa.net/posts/relatos/3769535/A-Serena-Le-Gustan-Mayores-Parte-5-Fanfic-de-Pokemon.html
A Serena le gustan mayores. Parte 6:http://www.poringa.net/posts/relatos/3779280/A-Serena-Le-Gustan-Mayores-Parte-6-Fanfic-de-Pokemon.html
A Serena le gustan mayores. Parte 7:http://www.poringa.net/posts/relatos/3784970/A-Serena-le-Gustan-Mayores-Parte-7-Fanfic-de-Pokemon.html
A Serena le gustan mayores. Parte 8:http://www.poringa.net/posts/relatos/3808107/A-Serena-le-Gustan-Mayores-Parte-8-Fanfic-de-Pokemon.html
En el universo de este fanfiction todos los personajes tienen 18 años o más.
Starring
Serena:
Shauna:
Misty:
Capítulo 24. La despedida de Misty
Era una pena que no estuviera en los deseos de Misty trabajar en Pokeporn, también sus celos le jugarían en contra, no obstante, su culo aguantaba el sexo anal muy bien.
- Parece que lo preparaste para el día de hoy.- Expresó Álex que levantaba la cadera y la dejaba caer con un ritmo digno de baterista. – La pelirroja entrenadora de pókemon acuáticos, mordía la almohada sin proferir una palabra, exactamente igual a como lo soporto la primera vez.
- Mmmmg, sabes que no me preparé, lo estás sintiendo.- Dijo volviendo a morder la almohada para no provocar un escándalo.
- Estás muy estrecha.- Expresó con sentimientos encontrados. Como todo semental, disfrutaba del orificio astringente envolviendo a duras penas su tronco, no obstante, si ese iba a ser el último encuentro entre ellos, no quería que solo le quedara de recuerdo una dolorosa experiencia anal.
Álex la retiro con lentitud, no había entrado ni la mitad, por ende, aunque la sacó de forma pausada, a los pocos segundos estaba afuera dejando tras su paso un agujero perfectamente redondo.
- Sentí bastante arrepentimiento cuando la primera vez te la metí por aquí sin preguntar y casi te tengo que sacar en camilla. Hoy va a ser diferente.
El hombre se posicionó detrás de ella y abriendo sus mejillas traseras, blancas y prístinas como la nieva, reveló el castigado orificio que segundos antes, estaba dilatado al extremo comiendo carne de hombre a contra mano.
- El sexo anal no es solo sobre el dolor, rigor, sometimiento, también puede ser delicado, placentero…
- A ver, enséñame, vos sos el experto en eso.
El hombre hundió su boca entre las nalgas de la pelirroja y con suma facilidad, metió su experimentada lengua dentro de su culo. La fresca sensación contra las ardientes paredes del recto fueron como un bálsamo que al instante, despertaron una reacción en ella.
- Aha, ah, ah, ah, ah, uuuuuh, es muy rico… uuuuh.- Gimió temblando como una hoja seca en una plaza de otoño. El placer se incremento cuando desde arriba, el actor porno dejo caer un chorrito de saliva que desembocó en su dilatado agujero refrescándolo. Acto seguido, le metió un dedo para esparcir su saliva por toda la roja cavidad, cada tanto pasándole la lengua por los bordes de ese túnel a la perversión abierto.
- Sigue, sigue, mete tu lengua, sigue, por favor, uuuuuh…- Se extasió con una segunda arremetida de esa boca ajena explorando el final de su sistema digestivo una y otra vez. Solo cuando al sintió lista, frotó su pene erecto en su húmeda y depilada vagina para lubricarse.
- Hoy solo usamos lubricantes naturales, como siempre te gusto he.
- Esos aceites comprados son un asco.- Susurró Misty algo perdida con las sensaciones que le hicieron cortocircuito en el cerebro. De más está decir que no le gustaba impregnarse con sustancias tan artificiales como lubricantes y geles sexuales. - Frótamela bien, masturbare con la punta de tu Ónix, voy a debilitarlo con mis chorros de agua.
- Como gustes.- Sin penetrarla, frotó su glande de arriba hacia abajo por su vagina, y cuando ella sintió que fue suficiente, paro el trasero ofreciéndole su ano como tributo. Por segunda vez la penetro, y a diferencia de la anterior, fue como si estuviera hecha a medida.
El interior de la maestra pókemon le dio la bienvenida centímetro a centímetro. Álex pujo con suavidad y casi sin darse cuenta, sus testículos grandes y pesados estaban siendo oprimidos contra ella. De alguna manera, todo su falo reposaba en el interior de Misty como un pie en una media, y su ano, abierto como un vaso, estaba tan relajado que parecía una de las actrices con las que trabajaba.
“Sparky Star, Giselle, Pink Obsession, Purpurine Rain, Leaf… está a la altura de todas ellas” Pensó recordando sus más memorables escenas de trabajo junto a esas expertas en el porno anal de Kanto. Incluso un pensamiento oportuno encontró un resquicio en su pervertida mente “¿Alguna vez Serena estará entre ellas?”
La cadera del hombre subía y bajaba enterrando el cuerpo de la joven como si el colchón fuera una trampa de arena. Las manos de Misty estaban ambas ocupadas abriéndose las nalgas, lo cual era una sensación de bienvenida insuperable. No cualquiera se abre el culo para dejarse penetrar boca abajo, con esa herramienta, esa posición la trasladaría algún día a las pantallas, pensó subiendo y bajando sin perder el ritmo.
- Misty, ¿estás bien?- Se preocupó absortó en la inigualable sensación que solo un excelente anal podía dar, sacando con cuidado su glande solo hasta la mitad (sintiendo el anillito de piel alrededor de su cabeza, casi a punto de expulsarlo), para volver a enterrarlo hasta el fondo. Desde su perspectiva casi que parecía anatómicamente imposible que entrara. Si tuviera rayos X vería a su falo hasta la mitad del cuerpo de la pelirroja, que lo tomaba demasiado en silencio…
- Sigue, solo sigue, acaba en mi… quiero tu leche dentro de mío, dentro de mi.- Pidió despegando su rosto de la almohada, despeinada y con las marcas de la tela contra la sonrojada piel- Acaba dentro de mi culo.- Coronó su pedido con una sonrisa radiante.
- Te voy a llenar la pancita con mi leche.- Se dejó llevar por el diálogo sucio.- Será pronto, te sentirás llena de un segundo a otro.- Expreso viendo su falo recorrer el anillo desde la base del tronco hasta el nacimiento del glande una y otra vez.
- Mmmm deliciosa proteína, directo a mi pancita.- Se engolosinó la pervertida chica antes de ser besada por el hombre, que se dejo caer sobre ella cubriéndola como una manta de piel gigantesca. Mientras sus lenguas se encontraban fuera de sus bocas anestesiando sus gemidos, y la cadera del hombre subía y bajaba como un taladro de músculos, dejó su carga seminal tal como prometió en lo más recóndito de su centro, sin dejar que ni una gota se escapara de su castigado recto.
- Nnngh, uuuuf, aaah.- Bufó el hombre como una bestia estrellando sus huevos contra el cuerpo de la chica hasta hacerse doler.
Misty estaba tan aferrada a las sábanas que estas se salieron de los 2 bordes delanteros y su cabeza estaba hundida en la almohada como si no quisiera respirar más. Recién cuando se la empezó a sacar, dejó escapar gemiditos de placer con la boca empapada en saliva y los ojos azules llorosos.
A diferencia de otros episodios sexuales, el pene emergió sin una gota de semen. En efecto, había eyaculado tan adentro que ni echándole un vistazo al orificio dilatado pudo ver ni rastro de su eyaculación. Para aliviarle el dolor y obsequiarle precioso placer, se dispuso a lamerle el orificio con soltura, lado a lado, dibujando círculos con su lengua escupiendo en él para aliviar sus afiebradas paredes. Por varios minutos le dedico toda su atención al ano besándolo, metiéndole los dedos y escupiendo en el hasta que la saliva se chorreó por toda la cama y de a poco, su orificio recuperó un tamaño más natural. Era un espectáculo que nada tenía que envidiarle a las escenas filmadas en el porno.
- Creo que si no te freno estarías lamiéndome ahí todo el día.
- Aguantaste muy bien, Misty, demonios, serías buena en esto.- Expresó obsequiándole un último y sonoro beso al agujero.- Te juro que está entre mis mejores anales.
- Aún no terminamos.- Expresó haciendo caso omiso a sus comparaciones, que dándose vuelta, se abría de piernas para indicarle que ahora la quería en la vagina.- Esa proteína de hombre inyectada directo a mi estómago me dio mucha más energía. Quiero que me cojas hasta hacerme perder el conocimiento, vamos, ahora me toca a mí.
El hombre, más por instinto que por otra cosa, iba a dirigir su boca a la vagina de la chica pero esta lo detuvo. “No puedo aguantar, ya estoy hecha un aguacero, solo entiérrala lo más que puedas.”Álex sin replicar, aceptó las reglas del juego y tras frotarla levemente, enterró su famoso aguijón de carne, que arqueó el cuello tan de súbito que bien podría haberse hecho daño.
- Nnnghh, uuug, hah, ah, ah, ah, ah… uuh, sí, sí, así me gusta, así, así…- Gimió como si fuera su primera vez, dejándose caer entre las piernas abiertas y torneadas de la entrenadora de agua. Sus caderas chocaron y chocaron por minutos mientras las manos de ella recorrían el musculoso cuerpo del galardonado actor, incluso apretujándole el duro trasero.
“Que misterio indescifrable sos, Misty. Tanto tiempo juntos y todavía siento que te desconozco ¿Será que no nos dimos el tiempo suficiente?” pensó el hombre, acercando sus labios a los de ella, que los aceptó gustosa abrazándose a él con los ojos cerrados, dejándose invadir la boca por la lengua del hombre.
Tenía más caras que un dado. Desde los histeriqueos y los celos que dinamitaron la relación (detestaba los berrinches), su furia, su espíritu combativo y también, esos intentos de redención mezclados con chispazos de dulzura, como un cortocircuito que provocaba malfunciones en su chip de carácter.
Este, aprovechando el abrazo, la levantó y la llevó de pie al centro de la habitación para metérsela de parado, sin despegar sus bocas, sosteniéndola de su culo como si hicieran una complicada danza. Subiéndola y bajándola como si fuera una pesa.
Sin intercambiar más palabras, llegaron al orgasmo casi al mismo tiempo, chorreándose las piernas y el suelo con el intercambio de fluidos pasionales, envueltos en un abrazo y un beso húmedo como nunca se dieron. El hombre la volvió a llevar a la cama, dónde como en un ciclo sin fin del que no pudiera escapar, volvió a obsequiarle besos por todo el cuerpo, desde sus rosados pezones inflados hasta la empapada vagina de la que emergía un hilo de semen.
- ¿Vaya despedida he?- Expresó por fin la joven, jadeando, inflando su caja torácica blanca y delgada como si hubiera nadado contra corriente por minutos.- Si me voy para darle el lugar a otra tenía que ser a lo grande.- Admitió volviendo a meter a Serena en la ecuación.
- Espero que no me guardes rencor, te quiero mucho, Misty. – Confesó dándole un beso en la frente y sentándose en la cama.- Las cosas se dieron así por casualidad. Nunca actuó por venganza o despecho. Ella apareció en el momento justo, eso es todo.
- Sé que ella te gusta. Serena… Espero que no cometa los mismos errores que cometí, que no te haga elegir entre una relación seria y tu trabajo.
- No creo. Quizás cometa otros errores, nadie es perfecto, menos yo. No creas que no me arrepiento de haberte ocultado mi empleo por tanto tiempo. Me hago cargo de eso.
Álex sintió el cálido y tierno abrazo de la chica contra su espalda, y él besó los brazos que lo envolvían mientras le pedía perdón.
- Paso al baño. Me daré una ducha, estoy muy sucia.- Expresó despreocupada, despegando su sudoroso cuerpo del suyo, aún más empapado de fluidos.
- Por supuesto, siéntete como en casa.- Le ofreció viéndola caminar desnuda, con toda su elegante figura sin percatarse que su rostro era cruzado por una gota que no era de sudor, sino una lágrima solitaria.
“Solía pensar que era como el agua y el fuego juntos. Ahora creo que es como el mar, te empapas en él y se siente hermoso, plácido como una caricia fresca y constante. Pero si te adentras demasiado, pude tornarse embravecido, capaz de picar la roca con su fuerza y perderte para siempre en su furia”
Capítulo 25. Las medallas de Serena
Serena creyó que tener sexo en su vida sería un momento comparable a ganar una Liga Regional. Ahora que tanta agua había pasado bajo el puente, su debut había sido un mero combate contra un caza bichos del Bosque Verde y la sesión fotográfica que estaba por realizar, como ganar una medalla de gimnasio.
“¿Si fuera una medalla como se llamaría? ¿Medalla prostitución, o sesión fotográfica? ¿O medalla pokefília?” pensó mientras, acompañada de Creep, se sometía al gatillo de Trevor, por ahora, tan solo posando sexy con su pókemon psíquico. Se había puesto un conjunto de ropa interior sencillo pero efectivo, y su acompañante, como si supiera, se dejaba abrazar como un gigantesco y espantoso peluche, aunque su pelo le resultaba cada vez más suave.
- Eso es… tienen talento para esto, se ven monísimas.- Las felicitó Trevor.
- Estas fotos van a quedar más calientes que la cola de un Charizard.- Comento Tierno.
- Que yo sepa las actrices porno se sacan montones de fotos, esto te vendrá bien para el curriculum.
A su lado, su amiga Shauna, con la que se sentía segura y capaz de todo (sin ella de seguro no hubiera aceptado ni por el triple de dinero ofrecido por Trevor), posaba con toda su experiencia acompañada de su Ivysaur, acostumbrado a ser el foco de atención por los espectáculos. En una toma muy interesante, se bajó la ropa interior pero se ocultó arrodilladla detrás de Ivysaur, que le ocultaba la entrepierna desnuda con su pimpollo.
Para aumentar el espacio habían movido las sillas y la mesa a un lado así como algunos muebles. Se ubicaron en el sillón de la sala dado que en el dormitorio compartido tenían una cama cucheta casi imposible de aprovechar. En el comedor Trevor podía moverse con libertad y ellas también.
La modelo de Kalos empezó a subir la temperatura de la sesión y atrajo al ciclope fotográfico hacia ella, capturando unos besos tiernos con su amigo pókemon y a este, pasándole una gruesa y corta lengua por el rostro, los labios, y juntando lengua con lengua… a su lado, la rubia la imitó dándose un beso casi apasionado con Hypno para no quedarse muy atrás.
Los primeros minutos se caracterizaron por Trevor en muchos problemas debido a que quería capturar cada momento y pasaba de una a otra, de una a otra, sin decidirse, hasta que por fin, Tierno intervino. “júntense, chicas, creo que si ambas salen será más rápido e interesante”. No podía estar más en lo cierto.
Aunque se apachurraron para salir ambas en la foto con sus compañeros, Trevor saco tanto fotografías con ambas, como individuales, captando escenas memorables con sus pókemon como la lengua de Serena y Creep entrelazadas fuera de sus bocas, o Shauna manipulando los genitales de su pókemon mientras lo besaba. Desde atrás, Trevor captó una toma única: la mano de Shauna aferrada a su extraño pene emergiendo del interior del pókemon y más adelante, sus bocas encontrádnosle.
“No puedo creerlo, la lengua de Creep me invade la boca, es tan grande y resbalosa, sin embargo, me excita… no puedo creer lo sucia que me siento.” Pensó la de cabellos miel. También reconoció que no sabía tan mal, aunque su aliento podía mejorarse. “Bueno para ser justos después de tanta acción mi boca tampoco huele a rosas”
También una foto muy libidinosa de Hypno descubriendo un pecho de Serena y masajeándolo con sus humanas manos, casi como si fuera una persona en un disfraz. Por su parte Ivysaur no tendría manos pero sabía muy bien como dar placer con sus látigos cepa, uno metiéndose en la boca de Shauna y el otro, entrelazándose entre sus pechos para estimular sus pezones con el extremo en forma de raíz… el fotógrafo no daba a vasto, iban tan solo minutos cuando sentía que su dedo se fracturaría de tanto gatillar y comenzaba a sudar de moverse de un lado a otro posicionándose para conseguir los mejores planos.
- Lo están haciendo fantástico, están muy bien chicas.- Reconoció casi sin poder caminar de la erección que acarreaba.
- Recuerda, el doble de paga y nada de andar subiéndolas a algún lado. Prometiste que solo son para tu… digamos, colección personal. - Le recordó el trato al completo.
- Lo prometo por mi mano derecha. Si se llegara a legalizar la pokefilia y de poder sacar un dinero astronómico de ellas, se los consulto, de otra forma, no saldrán de mi disco duro.
- Algo me dice que unas fotos así en un futuro valdrán una fortuna. – Observó Tierno, comiéndose con la mirada las chicas, que seguían posando envueltas en sus lujuriosos pókemon.- Si la ley se aprueba tendrías material de primer nivel antes que nadie, y más tratándose de ellas, una futura estrella del cine para adultos y una distinguida modelo de pasarela.
- ¿Podemos dejar los negocios por un momento? Ivysaur y yo intentamos disfrutar esto… - Y vaya que lo hacían, dado que el pókemon planta veneno ya estaba entre sus piernas, frotando su pene contra el sexo trigueño de la chica. De reojo Serena pudo distinguir que tenía una forma corta pero gruesa, parecido al de un canino pero más fino en el extremo.
Una de las mejores tomas, casi artística, fue la de las chicas espalda con espalda siendo complacías oralmente por sus pókemon. Hypno casi como un humano, tenía sus enormes manos amarillas apoyadas en las piernas de Serena y su cabeza entre las piernas. Ivysaur, de un tamaño mucho menor, estaba casi perdido entre las piernas de Shauna, que parecía estar reteniéndolo entre sus muslos.
- Serena, baja una pierna y sube la otra, quiero captar bien esa lengua traviesa.- Pidió Trevor y ella hizo casó al instante, obsequiando la visión del pókemon realizando un cunnilingus perfecto.
- Uuuh, Creep, creo que de a poco empiezo a entender porqué todas las que te conocieron te amaron. Esa lengua es tan gruesa como fuerte, me revuelve como a un caldero.- Explicó roja como un tomate, mirando el techo de su departamento mientras la enorme lengua la invadía más profundo que nadie en su diminuto sexo. Su nariz, además, como si fuera un órgano de placer especializado, con su longitud le rozaba el clítoris y se le refregaba por la parte alta de la vagina mientras abajo su lengua hacía maravillas.
Mientras las lianas de Ivysaur comenzaban a provocar verdadero placer en su amiga, la blonda comenzó a preguntarse si todos los pókemon, instintivamente, estaban preparados para dar esos “servicios”. Nunca había visto pokefilia antes de llegar a Azulona, nunca había visto a personas enseñarles a sus pókemon a amar y dudaba de que Shauna le haya enseñado algo de eso a su Ivysaur. Casi parecía que les saliera natural como tantas otras conductas. Después de eso necesitaba una charla intensa con ella al respecto, además, se notaba que no era la primera vez que tenía esos tratos con su compañero.
- Saur, saur… ivysaur.- Gruñó el pókemon avanzando para montar a su amiga con su pequeño miembro reproductor. Sus ojos entrecerrados por el placer o la concentración mientras la penetraba de frente lo hacían parecer ebrio o en trance. Trevor aseguró que nunca se había capturado una fotografía de esa expresión tan humana en un pókemon.
- Joder, si lo legalizan podríamos rellenar un Snorlax de pokecuartos.
- ¿Cuándo fue la primera vez que hiciste esto con tu Ivysaur?- Soltó Serena, ahora abierta de piernas y dejando que Hypno continuara con su degustación (y detrás, Trevor captaba el momento, casi como si fuera parte del fondo).
- Solo diré que él todavía era un Bulbasaur. – Respondió llevándose el extremo de ambas lianas a su boca como si fueran dos dildos sumamente flexibles mientras su pókemon pujaba su miembro dentro de ella lo más que podía.
- ¡Diablos amiga!- Exclamó mientras Tierno, que era un espectador pasivo de todo el show le traía un refresco al fotógrafo, agitado como si estuviera en una maratón.
- Parece que lo disfrutas. Cambiaste de idea bastante rápido sobre la pokefilia.
- Auuh, es que se siente demasiado bien… - confundía hasta de sus propias palabras. De repente, ante ella se había abierto un nuevo y amplio abanico sexual que no parecía tener límites. - No pensé que también me lamería ahí.- Se sorprendió Serena cuando el pókemon pasó de su vagina a su asterisco sin reparos. Sin saber si lo hacía por placer o porque respondía a alguna clase de instinto, parecía que ni hombres ni pókemon podían resistirse a lamer su agujerito.- Mmm que bien lo hace, hay, no pujes tanto… es como si quisiera metérmela… uuuh- Viendo como Creep casi que intentaba sodomizarla con su lengua. Como bonus, su nariz se frotaba contra su vagina casi como si fuera un dildo cartilaginoso.
- Aunque se debe de sentir bien vas a tener que darle algo más. No puedes dejarle todo el trabajo a él, vamos dale algo de amor.- Sugirió entre jadeos su compañera de “travesuras”.
- Sí, creo que te me estás adelantando mucho, mejor me pongo en movimiento.
En efecto, cambio de lugares con su compañero amarillo ante el lente atento del camarógrafo, que seguía apareciendo en todas partes desde todos los ángulos para capturarlas en el acto prohibido.
- Espero que esto sea suficiente, no pienso dejarme penetrar aún. Tengo mis límites.- Lo alertó mientras por 2da vez en su vida se llevaba el pene del pókemon psíquico a su boca, lamiéndole la punta y luego envolviéndolo con sus labios bajando hasta la base, donde el suave pelaje amarillo se le pego a la cara. Ni bien le exprimió un poco el fruto mientras cabeceaba, una sustancia viscosa y espesa salió: presemen.
- ¿Ya se corrió? Pobrecito venía muy lleno.- Noto Shauna sacudiéndose por culpa de su pókemon, penetrándola.
- Puajjj, maldición, me entró todo en la boca.- Se quejó escupiéndolo ese extraño remanente cálido sobre el pene. – Aunque sabe mejor que la última vez, lo admito. Solo que es muy viscoso y desagradable, no sé como siempre termino en estas situaciones.
Sin dejar que ese mal trago la desanime, continuó realizándole sexo oral por varios minutos, atendiendo cada sección de su miembro viril, incluso, lamiendo sus testículos grandes y velludos a los que se metió en la boca, teniendo que escupir un par de pelos (y hasta eso fue capturado por el fotógrafo).
Comenzaba a encontrarle el encanto a la pokefilia y el porqué era tan practicada… los pókemon eran criaturas totalmente complacientes, no solo eran una compañía de vida inmejorable (describir la relación de los pókemon con los humanos sería sumamente extenso) también en sexo parecían hechos a medida. Desinteresados, sinceros, adaptables y muy complacientes, como hechos para dar y recibir placer de sus entrenadores de manera natural.
Se le ocurrió que todos aquellos que sacaban réditos de las relaciones sexuales, desde los dueños de insumos sexuales como lencería, juguetes, afrodisíacos, cosméticos, destinados a la salud sexual como preservativos, métodos anticonceptivos o viagra y hasta los dueños de moteles, no se verían beneficiados si aquellos que tienen la opción optan por encontrar el amor en otro tipo de relación fuera de los parámetros humanos.
Hasta la idea de usarlos para luchar le parecía descabellada cuando se mostraban tan receptivos en el sexo. ¿Y si esos manifestantes del movimiento Like=Us tenían razón? ¿Y si forjar lazos con los pókemon mediante la batalla era tan solo una pizca de lo que ellos podían ofrecer a las personas? ¿Y si no tenía porqué sentir miedo o vergüenza por gustarle hacerlo con ellos?
Serena de un segundo para otro se sintió extraña. La silueta de Creep comenzó a cambiar y desdibujarse mientras todo a su alrededor se tornaba de color violáceo, como si hubiera entrado una granada de gas por la ventana o algún Weezing estuviera liberando una cortina de humo. A pesar de la extrañeza de la sensación no sintió temor alguno, al contrario, su cuerpo y su mente se relajaron como si estuviera bajo los efectos de alguna droga.
Mareada, con su lengua lamiendo sin fuerza el falo, que ahora era de piel e idéntico al de un humano, observó hacia arriba y en vez de ver al pókemon psíquico de pelaje amarillo, vio a Álex en cuerpo y alma, desudo, de pie formándose de la misma niela que cubría todo. Era él, sin dudas, algo en su mente lo confirmaba y no dejaba ni un resquicio para la duda.
- Parece que has comprendido la verdad, Serena. – Dijo el musculoso hombre mientras ella se ponía de pie.- En tu búsqueda por complacerme y demostrarme que estas lista para ser mi compañera de trabajo, encontraste mucho más y mereces saber una verdad que pocos merecen saber.
- ¿A qué te refieres?- Preguntó sin comprender ni ganas de pensar. Sentía que despertaba de un largo sueño producto de la anestesia, sin fuerza ni voluntad. Se sentía presa en una pintura surrealista… le recordaba a cuando Hypno ingresó en su mente. No había que ser una genia para atar cabos.
- Hombres y pókemon pueden convivir juntos de una manera más pacífica y benigna con su entorno y con ellos mismos.- Dijo Álex, acariciando su rosto con cariño.- Yo provengo de un tiempo en el que eso fue posible y fue hermoso… la humanidad y los pókemon éramos casi iguales, vivíamos felices aún entre los creadores mientras el hombre prosperaba haciéndose más y más inteligente, beneficiando a ambos con sus avances tecnológico, con su infinito ingenio, a tal punto, que los creadores decidieron hacerse a un lado.
- ¿Acaso eres Creep? – Comenzando a comprender que seguía en el departamento rodeado del trío de Kalos, Shauna, Tierno y Trevor, sin embargo, que lo comprenda, no significaba que pudiera revertirlo, aún venía esa neblina ondeando a su alrededor, sin límites, y tenía al hombre de sus sueños frente a ella.- ¿Tantos años tienes que viviste en una época así?
- Así es. Lo vi todo, vi como con el correr de los años a medida que las naciones surgieron y los hombres dejaron aflorar sus rencores, vieron a los pókemon como armas, y por nuestra voluntad y compañerismo inigualables, aceptamos nuestro rol con el tiempo en el nuevo mundo. Nos volvimos herramientas de pelea y los ayudamos a cumplir fines oscuros que moldearon el mundo. Lado a lado, como pókemon de entrenador, luchamos por sus sueños y olvidamos el viejo mundo.
- Esta revelación del pasado… todo este mensaje, tan profundo, tan lejano, es demasiado confuso para mí que soy solo una fracasada buscando un lugar en el mundo.- Expresó con una sinceridad apabullante.
- La subestimación del siglo. – Negó decepcionado.- Hablas de la antigua Serena, la rechazada, la olvidada, la inútil, la que prefiere vivir de prestado porque no desea volver a Kalos cabizbaja, derrotada… sabes que este último tiempo dejaste atrás esos traspiés y te reencontraste con las llamas de la pasión con un rumbo fijo hacia un objetivo impensado que estás más que lista para completar.
Mientras hablaba, luces y formas reconocibles comenzaban a aparecer tras la niebla: el departamento, parecía que el mensaje de Álex/Creep llegaba a su fin.
- ¿Por qué me lo dices ahora? ¿Porqué confías en mi esa historia?- Expreso reaccionado a los poderes del pókemon psíquico que parecía que difuminaba el limbo mental de contornos gaseosos purpúreos.
- Porque vi en tu interior tu verdadera naturaleza, Serena, así como vi el interior de Leaf y el de Jenny antes que ella, solo soy un mensajero de otro tiempo anunciando que una nueva era esta cerca y aquellos que tienen el valor, quiero que sean mis mensajeros para cambiar el mundo.
- ¿¡Cambiar el mundo!? – Preguntó Serena algo incómoda- Creo que no me conoces muy bien, a lo sumo soy ex-artista y aspirante a actriz de videos picantes. ¿No será mucho sobre mis hombros? ¿Por quién me tomas?
- No seas ingenua, Serena, el mundo no es moldeado solo por quienes crees, para mí que soy un soldado del amor libre necesito una guerrera de tu calibre, que en cuestión de días llegó tan lejos, a lugares que ni vos pensaste que llegarías, sos la indicada para expresar mi mensaje por el mundo, la indicada para luchar por la pokefília.
- ¿Ése es el mensaje? ¡Pero voy a terminar presa! ¿Cómo voy a lograrlo? – Preguntó sin tenerlo muy en claro. ¿Luchar por la pokefilia? ¿Contar su historia en un libro? ¿O quizás en una película…? Algo le decía que podía hacer encajar a cada pieza en el rompecabezas de su vida.
- ¡Ah lo olvidaba, te pido perdón!- La niebla se esfumaba, comenzaba a sentir el pelaje de Hypno contra su piel, a escuchar la voz irreconocible de sus amigos, como si gritaran bajo el agua.
- ¿Perdón por qué?- expresó algo fastidiada por tener que hacer tantas preguntas, sintiéndose idiota. Álex ahora era tan solo un muñeco de niebla, como una mancha gravada en la retina.
- Por lo que te hice hacer, lo siento, después de todo, soy un pervertido…
Y fue así, reflexionando sobre la misión que Creep le asignó tras la grandilocuente revelación de un pasado en paz y amor con los pókemon, que Serena regreso encontrándose arrodilladla, moviendo su lengua contra una superficie áspera y entre pelos… sin darse cuenta, llegó más lejos de lo que hubiera imaginado con su lengua, para cuando se percató, era demasiado tarde, quizás durante toda la epifanía, había estado haciendo lo indecible.
- Eso es, dejate llevar, que intenso por Arceus.- Salió del papel Trevor gatillando hasta hacer humear la cámara.- ¿Cuántos minutos llevas ahí abajo? Debe ser un record.
- Interesante, sin dudas te gustan esas cosas.- Observó Shauna envuelta en lianas y siendo penetrada por un ya exhausto Ivysaur.
Tierno en cambio no dejaba de masturbarse ante la visión de Serena lamiéndole el trasero a su pókemon. La joven había sido hipnotizada y sus amigos ni siquiera lo habían notado, a pesar de sentir que estuvo media hora fuera de esa habitación, habían pasado unos pocos minutos ¿Qué podía hacer? ¿Detener todo y contar su experiencia extrasensorial dentro de su cabeza o dejarse llevar?
“Qué diablos, ya estoy aquí, y no me van a creer lo Creep y esa locura de mensajero místico” Sonrió mientras tenía la boca hundía bajo los testículos del pókemon, lamiendo, probando, introduciéndole la lengua en el orificio astringente. Se lo chupaba a ojitos cerrados, saboreándolo, concentrada en darle placer a su pókemon al igual que él había hecho con ella sin reparos en nada.
- Dejame ayudarte, descansa un poco, Ivysaur.- Colaboró su amiga.
- Tengo una idea, quiero terminar con ustedes dos complaciendo a Hypno así como ahora e Ivysaur jugando con sus lianas metiéndolas en ustedes. Denme eso y cerramos el trato.- Las organizó como un director de cine.
Serena estiró la mano.
- Dijimos el doble de lo que me ibas a pagar, por ese número, quiero el triple.- El hombre, incapacitado de dar marcha atrás ante tal lasciva imagen que incluso podía ser mejor, le estrechó la mano.
Y así fue. Por varios minutos las chicas se mantuvieron dándole placer oral a Creep (que sentado como un rey, las observaba lamerle el hemisferio Sur), la castaña en el pene, mamándosela casi con cariño, Serena más abajo, lamiéndole el ano enfrascada en una tarea surreal que hace meses, ni en sus sueños más febriles se le hubiera ocurrido hacer. Más abajo, Ivysaur, en el suelo, utilizaba sus látigos cepa para introducirlos en el trasero de las chicas.
- Ahh, ahah, ahha, ahah, despacio Ivysaur.- Lo reprimió Serena hasta que Shauna la tomo de los cabellos y la volvió a conectar al culo del pókemon refregándola contra él.
“Me pregunto si Álex estará orgulloso de esto o hasta él se horrorizaría, es tan extremo, aún así, es más fácil coger que pensar en la misión de Creep… me dio tanto que pensar estos días”
El sexo era como una eminencia, una entidad que a medida que los minutos corrían, enloquecía las hormonas y la volvían capaz de todo, rompiendo cualquier límite. Allí estaba la siempre perfumada aspirante a Princesa de Kalos, entre las piernas de un Hypno y con un látigo cepa girando dentro de su ano, introduciéndose cada vez un poco más, y más, y más…
- Eso es, eso es… nunca imagine un espectáculo tan perverso.- Gatilló Trevor mientras atrás, Tierno, se masturbaba con frenesí hasta acabar en su mano. El que no acabo en su mano fue Creep, que ido de placer, se vino en la boca de Shauna y el semen brotó con tanta intensidad que colmó su boquita y se derramó por todo su pene hasta los testículos, como un volcán derramando ardiente lava.
- Definitivamente sabe mejor que la última vez. Es casi como si hubiera mejorado su sabor.- Opinó Serena relamiéndose los labios la leche que llegó a ella.- Sigue siendo semen, sigue siendo asqueroso pero es digerible.
- Casi todo lo bebí yo, espero que no te olvides cuando repartamos la paga.- Le recordó Shauna limpiándose el mentón con el antebrazo.- Y no se te ocurra olvidar a ti que acodamos el triple.
Las últimas fotografías fueron de Creep con aspecto derrotado, con su pene muerto cubierto de semiente, las chicas besándose con semen en sus lujuriosas bocas, compartiendo fluidos propios, ajenos, y el sabor que les dejo el pókemon. Por supuesto, aún quedaba una cuota de perversión fetichista más: Ivysaur por sí solo le dio el toque final cuando acercó las lianas que estuvieron dentro de ellas a las bocas de las chicas, estas las lamieron y las introdujeron en sus bocas sin conocer un techo de perversión. Y fue con ambas lamiendo las cepas con sus bocas enlechadas que se dio por concluida la apoteósica sesión.
- Por cierto, la paga, pensaba dártela toda por las molestias que causé y porque no pude colaborar con la renta y los impuestos. Lo hice en parte para poder devolverte algo de…
- ¡Hay amiga! – Se conmovió Shauna que justo había capturado a su pókemon dándole un sonoro beso en la boca.- No tenías que hacerlo por la renta ni nada de eso, sabes que es un placer tenerte aquí, me ofendes. – Y agregó- Además, parece que tienes un imán para las locuras, eso es impagable.
- Si, locuras, creo que si Álex se entera de lo que hice hoy hasta él diría “Amiga, estás enferma.” Largo de mi vista, zorra.- Las chicas y Tierno rieron profusamente.
- ¡Estás más caliente que un Delphox en celo amiga!
Trevor dejó de reír, en cambio, revisaba su cámara y con el espanto plasmado en el rostro dijo:
- No tenía rollo, la cámara no tenía rollo.- Alertó como si hubiera visto un fantasma.- ¡No salió ni una foto!
- ¡¿Qué?! – Dijeron al unísono, desencajadas.- ¡¿Nos estas jodiendo?!
Los varones se miraron complotados y sonrieron cómplices.
- ¡Cayeron! ¿Rollo en este año? Ni que fuera un hipster para usar una cámara de a rollo.
- Si eso llegaba a pasar ibas a ser tu el que le entregara el culo a un Tauros, te juro.- Se alivió Serena tras la humorada.
El cuarteto proveniente de Kalos río, como si fuera el final de una sitcom, de un episodio de humor o una cena navideña entre amigos. Casi ignorando el estado de desudes de las jóvenes y que Creep seguía sentado en el sofá como un emperador benévolo. Entre las risas, cruzó miradas con Serena.
- Recuerda mi mensaje… un mundo de amor es posible.
Capítulo 26. Un rugido en el horizonte
El día tan esperado llego y el clima no podía ser más propicio para el romance, sol, canto de los Pidgey, inundando el aire, Meowths recorriendo los techos y la acera tratando de alcanzarlos. Un viernes al mediodía un rugido en el horizonte anuncio la llegada del reconocido actor y cada pókemon presente se esfumó para ponerse a salvo de lo que parecía un Arcanine en celo.
Serena lo esperaba con su ropa favorita: de arriba a abajo. Botas tejanas, medias negras hasta los muslos, vestido rosado sobre una camisa de hombros blanca con un listón en el cuello y sobre eso, un chaleco rojo suelto a tono con un sombrero del mismo color cruzado por una banda de tela negra.
- Sentí tu perfume de Kalos desde la esquina.- Expresó quitándose el casco al estacionar frente a ella con calma para no levantar polvo.- Te noto… distinta, algo me dice que viviste más de una aventura.- Reconoció a la primera.
- Fue una semana tan intensa que siento que no te veo hace un mes.- Dijo corriendo a abrazarlo y estamparle un cariñoso beso en la boca que él le devolvió envolviendo su cuerpo con sus generosos brazos.
- Te extrañe con locura, mi pequeña.- Dijo acariciándole el rostro con ternura.- Ponte el casco y sostén tu sombrero, busquemos un lugar para come en el centro, eso que escuchaste no era la moto sino mis tripas.
- ¡También muero de hambre! Como sabía que comeríamos me reservé para hoy.
- Serena, tienes que alimentarte. Nada de dietas conmigo, quiero que esas carnes crezcan libres.- Expresó mientras la chica lo abrazaba preparada para rodar, y de paso, le enseñaba una lista poniéndola frente a sus ojos.- ¿Mis recomendaciones? Pero… esta casi todo hecho ¿Casi completaste la lista en una semana?- Se sorprendió quedando con el casco medio puesto.
- He sido una niña mala.- Jugueteó Serena apretujándole el pecho.
- ¡Ya lo creo jovencita! ¡Vas a tener que darme varias explicaciones! ¡4 de 5 incisos completos en una semana! ¡Por Arceus, hiciste un trío, estuviste con una desconocida y hasta te prostituiste!
- Ya, habla bajo, todos te están escuchando.- Se avergonzó hundiendo su cabeza el casco como un Wartortle hundiendo su cabeza en el caparazón.- Luego te doy los detalles, no fue fácil llegar tan lejos.
- Me pregunto qué hiciste para tachar la última recomendación, la de algo que no esté en los incisos anteriores.
- Creo que alguien está ansioso… Espero que no me castigue por haberme portado tan mal.- Notó Serena jugando con el hombre, que admitiendo que lo tenía comiendo de la mano, puso en marcha la motocicleta y salieron rumbo a un día prometedor lleno de aventuras.
Continuará
Gracias por leer! La visita de Serena a Pokeporn está a la vuela de la esquina y como vimos, hizo méritos para merecer un lugar en la industria junto a Álex. ¿White Sting se tomará su tiempo para iniciarla o tendrá un debut acelerado?
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Contesto preguntas y escucho sugerencias. Tengo planeado que otras pokegirls aparezcan más adelante, conocidas más que nada ;)
Capítulos anteriores:
A Serena le gustan mayores. Parte 1:http://www.poringa.net/posts/relatos/3601156/A-Serena-Le-Gustan-Mayores-Fanfic-de-Pokemon-resubido.html
A Serena le gustan mayores. Parte 2:http://www.poringa.net/posts/relatos/3715160/A-Serena-Le-Gustan-Mayores-Parte-2-Fanfic-de-Pokemon.html#comment-176008
A Serena le gustan mayores. Parte 3:http://www.poringa.net/posts/relatos/3730867/A-Serena-Le-Gustan-Mayores-Parte-3-Fanfic-de-Pokemon.html
A Serena le gustan mayores. Parte 4:http://www.poringa.net/posts/relatos/3758350/A-Serena-Le-Gustan-Mayores-Parte-4-Fanfic-de-Pokemon.html
A Serena le gustan mayores. Parte 5:http://www.poringa.net/posts/relatos/3769535/A-Serena-Le-Gustan-Mayores-Parte-5-Fanfic-de-Pokemon.html
A Serena le gustan mayores. Parte 6:http://www.poringa.net/posts/relatos/3779280/A-Serena-Le-Gustan-Mayores-Parte-6-Fanfic-de-Pokemon.html
A Serena le gustan mayores. Parte 7:http://www.poringa.net/posts/relatos/3784970/A-Serena-le-Gustan-Mayores-Parte-7-Fanfic-de-Pokemon.html
A Serena le gustan mayores. Parte 8:http://www.poringa.net/posts/relatos/3808107/A-Serena-le-Gustan-Mayores-Parte-8-Fanfic-de-Pokemon.html
3 comentarios - A Serena le Gustan Mayores: Parte 9 (Fanfic de Pókemon)