Anécdotas #1 La rápida

El último fin de semana antes de año nuevo decidí salir con mis grupo de vagos al boliche, la típica juntada de viejos amigos de la secundaria que vuelven a sus ciudades natales para pasar las festividades. Llegamos al sitio cerca de las 2, estaba lleno, fuimos a la barra y pedimos unas buenas cervezas frías, mientras aprovechábamos para fichar algún que otro culo, llegó la hora de atacar... Al principio mis dos amigos más gatos salieron a la pista y se perdieron, después mi otro amigo que me hacía compañía también se perdió. En eso llega un grupo de tres chicas a la barra para comprar unos tragos, una de ellas me mira y me empieza a hablar, todos sabemos que es imposible hablar en un ambiente así, yo solo le movía la cabeza en forma de entender lo que me decía... pasado un rato ella me agarra de las manos y me lleva afuera, el lugar contaba con un patio trasero muy amplio y oscuro... Ni bien salimos nos empezamos a comer, quizás calentura o quizás locura, su lengua literalmente bailaba con la mía, mientras la apretaba contra la pared, todo en un rincón oscuro del lugar. Minutos después del beso me baja los pantalones y me la empieza a chupar, era como una aspiradora y su lengua descontrolada parecía tener vida propia... No aguante ni 8 minutos hasta que la hice parar, la puse de espaldas, levanté el vestido corrí la tanga, le apunté la pija y la penetré en limpio. Entró fácil de lo mojada que estaba, calentita y apretada tenía esa conchita. La sujete de la cintura y le di un par de veces, mientras ella gemía despacio para no llamar la atención de nadie, llegado el momento le agarré de su lacio y rubio cabello para estirarla, el chasquido de su culo contra mis muslos era evidente, y empezábamos a llamar la atención, la adrenalina y la borrachera me hicieron venir, abrazando fuertemente a ella mientras me venía. Ni bien acabé, ella se paró se arregló el vestido, aproveché para arreglarme también, nos miramos después de una sonrisa nos separamos en el lugar. Ni ella ni yo nos volvimos a ver en la punta vida, tampoco recuerdo su rostro, solo me quedé con el recuerdo de una noche calurosa de noviembre...