El cuckold, los cuernos como forma de sexo...
Lo que más excita y cela al marido cornudo es el control que se ejerce sobre lo que es suyo, sobre su señora.
Al mismo tiempo le vuela la cabeza ver del otro lado el descontrol de la propia esposa, del amor de su vida, de la que juró fidelidad eterna frente al altar.
Esa mujer ahora se vuelve loca por otro, está aferrada a otra pija que la emputece al máximo, más y mejor, la pone al mango, caliente como una moto.
Ser la hembra de otro la moviliza toda. Se entrega a un macho alfa que la domina, a ella y al aire que la rodea, eso la desquicia por completo, la atrapa, la envuelve y la vuelve loca, la vuelve puta.
Ahora es su puta y él marido no puede hacer nada...
Solo observar y llorar de rabia masturbandose como un desaforado esperando indicaciones como un niño en penitencia.
Está disminuido, minimizado, tal vez feminizado, tiene estatus de tutelado..
El jefe de la manada expulsa todo el veneno de su falo en la boca de la hembra, quien lo bebe ávidamente paladeando cada gota. Ella frena antes de terminarlo, mira al macho y recibe la señal. Se dirige al macho beta c el último resto del elixir peneano y se funden boca a boca en un beso blanko...
Es un beso de leche que los pervierte, contamina sus bocas, sus cuerpos, sus deseos y todo el cerebro por completo c la guasca del hombre que los domina...
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10 comentarios - El morbo de los cuernos
divino me encanto