Como todos los relatos de mis post están basadas en fantasías.
Estaba en el vagon, era de noche, era la única mujer, el resto eran hombres de 50 para arriba, algunos con aspecto de albañil, algunos negros africanos de esos que venden en la calle .
Llevaba puesto una remera escotada sin brasier, una pollera corta con tanga. Yo por miedo a quedarme dormida me quedo parada, mirando hacia la ventana. En momento uno se me acerco con su bulto sobresaliendo y me dijo que era muy linda, si queria ir a tomar algo, estaba asustada, baje del tren, justo en la estación más oscura y vacía, ellos también lo hicieron, uno me agarro y con algo que tenía me ato las manos y me vendaron los ojos, todos ya tenían sus pijas afuera las cuales eran enormes, sin temor a ser agarrados ya que de noche esa estación es la muerte, me levantaban la pollera, sólo con la tanga puesta empezaban a manosear mi cola, mis piernas y mi conchita, había unos vagabundos que iban a tener la suerte de ser los espectadores de la violacion que iba a sufrir, tenian plano perfecto. uno de estos le dijo al otro:
-Mira, me parece que hay fiesta ahí, los hdp se la van a cojer toda.
Yo estaba aterrorizada, trate de resistirme pero era imposible, respiraba agitada, cada vez más asustaba, los extraños me habían levantado la remera dejandolas al aire, apretaban mis pezones, apretaban mi culito, corrieron la tanga y me metían los dedos y otras cosas que pudiera entrar en mi concha una y otra vez fuertemente, esto me paralizo, sus dedos eran asperos, largos, sentía escalofrios, temblaba, sentí como un tipo introducia algo más caliente, que latia en mis labios vaginales, hasta que me embistio con violencia y sentí un dolor terrible, quise gritar pero uno me metió su pija en la boca, las lagrimas no tardaron en caer, otros esperando su turno me pegaban en mis nalgas y en mis tetas, me sentia morir, no sentia mi rajita antes rosadita y pequeña ahora irritada por la feroz cojida, luego de varios minutos sentí un chorro caliente que lleno mi interior así como en mi boca, los tipos salieron y dejaron lugar a los siguientes y así hasta pasar todos con sus vergotas por mi boca y concha, trage todas sus corridas así como también me llenaron mi vagina con ella, hasta me metieron sus pijas en ambos agujeros para luego mear, estaba llena de semen y pis. Cuando terminaron se fueron y me dejaron ahí, aún era de noche, yo sin fuerzas, los vagabundos aprovecharon y también me violaron, yo sentí todo pero me pesaban los ojos del cansancio como para abrirlos, por momentos me dormía, si la cojida del anterior grupo fue salvaje la de estos vagabundos fue aún más, será porque hace tiempo que no lo hacían, sus corridas eran más abundantes también así como sus meadas, así es como mi noche continuaría...
Estaba en el vagon, era de noche, era la única mujer, el resto eran hombres de 50 para arriba, algunos con aspecto de albañil, algunos negros africanos de esos que venden en la calle .
Llevaba puesto una remera escotada sin brasier, una pollera corta con tanga. Yo por miedo a quedarme dormida me quedo parada, mirando hacia la ventana. En momento uno se me acerco con su bulto sobresaliendo y me dijo que era muy linda, si queria ir a tomar algo, estaba asustada, baje del tren, justo en la estación más oscura y vacía, ellos también lo hicieron, uno me agarro y con algo que tenía me ato las manos y me vendaron los ojos, todos ya tenían sus pijas afuera las cuales eran enormes, sin temor a ser agarrados ya que de noche esa estación es la muerte, me levantaban la pollera, sólo con la tanga puesta empezaban a manosear mi cola, mis piernas y mi conchita, había unos vagabundos que iban a tener la suerte de ser los espectadores de la violacion que iba a sufrir, tenian plano perfecto. uno de estos le dijo al otro:
-Mira, me parece que hay fiesta ahí, los hdp se la van a cojer toda.
Yo estaba aterrorizada, trate de resistirme pero era imposible, respiraba agitada, cada vez más asustaba, los extraños me habían levantado la remera dejandolas al aire, apretaban mis pezones, apretaban mi culito, corrieron la tanga y me metían los dedos y otras cosas que pudiera entrar en mi concha una y otra vez fuertemente, esto me paralizo, sus dedos eran asperos, largos, sentía escalofrios, temblaba, sentí como un tipo introducia algo más caliente, que latia en mis labios vaginales, hasta que me embistio con violencia y sentí un dolor terrible, quise gritar pero uno me metió su pija en la boca, las lagrimas no tardaron en caer, otros esperando su turno me pegaban en mis nalgas y en mis tetas, me sentia morir, no sentia mi rajita antes rosadita y pequeña ahora irritada por la feroz cojida, luego de varios minutos sentí un chorro caliente que lleno mi interior así como en mi boca, los tipos salieron y dejaron lugar a los siguientes y así hasta pasar todos con sus vergotas por mi boca y concha, trage todas sus corridas así como también me llenaron mi vagina con ella, hasta me metieron sus pijas en ambos agujeros para luego mear, estaba llena de semen y pis. Cuando terminaron se fueron y me dejaron ahí, aún era de noche, yo sin fuerzas, los vagabundos aprovecharon y también me violaron, yo sentí todo pero me pesaban los ojos del cansancio como para abrirlos, por momentos me dormía, si la cojida del anterior grupo fue salvaje la de estos vagabundos fue aún más, será porque hace tiempo que no lo hacían, sus corridas eran más abundantes también así como sus meadas, así es como mi noche continuaría...
1 comentarios - Cojida en una estación de tren